Lacan afirma que el lenguaje nos separa del reino de la necesidad, propio de los animales , y nos introduce en el universo del deseo y la demanda. Nos dice:
"El deseo se define por una separación esencial con respecto todo lo que responde pura y simplemente a la dirección imaginaria de la necesidad" (Jacques Lacan El seminario, libro 5, Las formaciones del inconsciente, Editorial Paidós)
La política del histérico nos dice Lacan es la de tener un deseo de deseo insatisfecho.Es especialista en poner peros y trabas en la consecución a su deseo.
Esta necesidad se puede ver muy bien en el caso de la bella carnicera de Freud, donde la paciente quiere caviar y su marido estaría dispuesto a conseguirselo en seguida, pero prefiere no comerlo y le prohíbe al marido comprárselo.
También está el sueño que le trae a consulta dónde tiene un deseo de dar una comida pero que no logra realizar. Hay sujetos que gozan de estar insatisfechos y nada les espanta más que lograr aquello que desean...
Esa insatisfacción también está en el otro del histérico. Conocemos sus grandes dotes para la seducción...y como decía Lacan, para hacerse con un amo (médico, analista o amante) sobre el que después gobernar. Poco rasgo más histérico que el de tener por hábito seducir a los otros para luego frustrarlos.
Texto relacionado: La insatisfacción, la libidinización y la tristeza en la histeria. (David Nasio)
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