Los psicoterapeutas estamos preocupados por encontrar alternativas que nos permitan abordar el padecimiento de las personas que sufren. Los enfoques cognitivos constituyen una valiosa herramienta.
La psicoterapia se ha desarrollado, sin que haya un consenso respecto a una definición del área. Lo que sobra son definiciones, pero éstas se basan en la variedad de enfoques.
Cuando se habla del proceso psicoterapéutico en sentido amplio hacemos referencia al conjunto de procesos psicosociales que tienen lugar desde el inicio al fin de la psicoterapia.
J. Frank plantea que las formas de psicoterapia que perduran deben hacer algún bien. En 1982 identificaba cinco factores comunes a todas las psicoterapias:
■ una importante relación entre terapeuta y paciente
■ una significativa cuota de confianza y esperanza
■ posibilidad de una nueva información y consecuentemente de aprendizaje.
■ activación emocional
■ oportunidad de verificar cambios y logros en la práctica.
Las investigaciones se centran en dos cuestiones principales:
La evaluación de resultados obtenidos con diferentes tecnicas en el tratamiento de problemas equivalentes.
La estabilidad en el tiempo de los logros.
Conclusiones:
La psicoterapia permite lograr resultados superiores a la remisión espontánea de los trastornos.
La psicoterapia es más eficaz que el uso de placebos.
Los resultados de la terapia parecen ser duraderos.
No es posible establecer diferencias significativas de éxito entre diferentes procedimientos terapéuticos para el tratamiento de trastornos equivalentes.
En los últimos años se ha prestado mucha atención al tema de la integración en psicoterapia y se plantea que la terapia cognitiva ha nutrido el movimiento hacia la integración en psicoterapia.
La integración en psicoterapia focaliza tres áreas:
Eclecticismo técnico: selección de tratamientos clínicos sobre la base de su eficacia predecible más que sobre consideraciones teóricas.
Integración ateórica: síntesis conceptual de diversos sistemas teóricos.
Identificación de factores comunes: búsqueda de factores centrales que diferentes terapias tienen en común, con el objeto de desarrollar tratamientos más eficaces basados en esos componentes.
Sería la búsqueda constante de perfeccionamiento de la terapia cognitiva a través de la integración de la ciencia básica psicológica con la práctica clínica.
Hoy en día no existe una sola terapia cognitiva, ya que en los últimos 30 años han proliferado una enorme cantidad y diversidad de enfoques.
Es indiscutible el enriquecimiento que ha significado el aporte cognitivo a la práctica psicoterapéutica. Su eficacia terapéutica puede verse muy beneficiada con la integración a partir de la síntesis personal del terapeuta. Esta permite evaluar cada paciente en sí mismo y planificar los objetivos y caminos más adecuados para alcanzarlos.
La terapia cognitiva de Beck y los enfoques constructivistas, como dos aportes fundamentales que pueden ser integrados a una psicoterapia de criterio amplio.
Clark: “el énfasis de Beck sobre las estructuras cognitivas y procesamientos como manera de lograr un alivio sintomático en desórdenes psicológicos representó un nuevo sistema de psicoterapia. El tratamiento de Beck se ha transformado en la forma Standard de terapia cognitiva para una variedad de desórdenes psicológicos. Cantidad de estudios sostienen su efectividad para el tratamiento de: depresión, ataques de pánico, trastornos de ansiedad generalizada, etc. Su objetivo es modificar el procesamiento de información defectuoso.
Principios de la terapia cognitiva estándar
Los individuos participan activamente en la construcción de la realidad. El rol del terapeuta cognitivo es brindar información correctiva y experiencias que permitan realinear las interpretaciones del individuo.
La terapia cognitiva es una teoría mediacional. Los procesamientos de contenidos cognitivos median (no causan) conducta y emoción. Cogniciones, emociones y conductas son determinantes recíprocos.
La cognición es cognoscible y accesible. La terapia cognitiva es una teoría con base empírica, cuyos conceptos pueden ser operacionales definidos y sujetos a verificación empírica.
El cambio es central para el proceso de cambio humano. El cambio cognitivo se transforma en el objetivo central de la terapia cognitiva, vinculándoselo al mejoramiento de la sintomatología.
La terapia cognitiva adopta el marco del tiempo presente. Aunque la comprensión de sucesos del pasado pueda ser históricamente relevante, el tratamiento debe implicar la modificación del funcionamiento cognitivo habitual.
Una perspectiva alternativa al modelo de procesamiento de información ha surgido en los ultimos años dentro de la terapia cognitiva conocida como constructivismo. Esta enfatiza la característica de los seres humanos de ser “agentes forjadores de significado” que activamente crean sus propias realidades personales y les dan sentido. Se plantea una actividad autoorganizativa intrínseca al self que subyace a todo procesamiento del conocimiento.
Un proceso de ordenamiento central o tácito (Ic distinto de Freud ) incide en la construcción de la realidad personal. La terapia cognitiva constructivista es menos estructurada, mas exploratoria y reflexiva, pone mas énfasis en el desarrollo del pasado, apunta a creencias centrales más “profundas”, ayuda a los pacientes a descubrir como ellos crean sus realidades y las consecuencias.
A continuación desarrollare algunos aspectos que guían mi práctica clínica y que forman parte de un proceso de integración de los enfoques cognitivos a la psicoterapia.
Represento el proceso terapéutico con una metáfora: la del viaje compartido. Planeamos el viaje, consideramos la posibilidad de que tenga distintas etapas y con la posibilidad de cambiar el itinerario. Utilizo el enfoque cognitivo con sus distintos aportes considerándolo dentro de los enfoques contemporaneos el más integrativo desde lo teórico y el más ecléctico desde lo técnico. El concepto de integración está referido a la síntesis personal que el terapeuta realiza. Si bien el espíritu de la tarea se enmarca en una filosofía constructivista, considero que la terapia cgnitiva Standard provee de una respuesta terapéutica eficaz a la demanda planteada.
La psicoterapia es un proceso de co-construcción, considerando que cada paciente es único y cada relación terapéutica distinta a otra. Cada proceso es un viaje singular e irrepetible. Entendiendo por construcción la multiplicidad de significados que los protagonistas atribuyen a la psicoterapia y a la relación entre ellos. Al igual que en los viajes que comienzan cuando aparece la motivación, considero fundamental las construcciones previas al encuentro:
-Paciente: grado de necesidad de ayuda, Cc de dificultades, etc
-Terapeuta: vinculo con el derivante, expectativas, etc
El paciente acude a la psicoterapia con su construcción acerca de por qué viene, alo que habitualmente llamamos motivo de consulta. Éste se relaciona con:
Desea una remisión sintomática
Busca resolver conflictos
Quiere modificar aspectos de sí mismo que le resultan problemáticos
Tiene problemas vinculares
Plantea una problemática existencial.
Es mandado por otros que consideran que necesita tratamiento.
El terapeuta evalúa durante las primeras entrevistas:
Cuál es la ayuda pedida
Cuál la necesitada
Y cuál la que le puede brindar
Las conclusiones obtenidas por el terapeuta son compartidas con el paciente, acordando conjuntamente un mapa de ruta para lograr los objetivos. El terapeuta tiene la capacidad de armar la estrategia adecuada. Ésta debe estar sustentada por un conocimiento del paradigma del paciente que permita entrar al sistema de significados personales.
La duración de la terapia no es foco de preocupación, lo importante es que logre sus objetivos y que estos sean compartidos entre terapeuta y paciente.
Considero que el paciente está inmerso es un contexto social y en este sentido es muy habitual la inclusión de: pareja, hijos, grupo familiar, instituciones, etc. En estos casos considero las co-construcciones de los distintos miembros del sistema y de los sub-sistemas en juego. No descuidamos la idea de que el terapeuta está interactuando como parte del sistema.
La psicoterapia se juega en un espacio de experiencia emocional vincular, en el que paciente y terapeuta trabajan activa y conjuntamente. Esto no descarta la asimetría de dos roles distintos.
El proceso psicoterapeutico continúa durante el intervalo entre sesiones como sustento de un sentido de contuinidad personal y de autonomía en los procesos de cambio.
El terapeuta está involucrado en el vínculo y en la dirección del cambio. Es necesario trabajar en supervisiones y ateneos no sólo con el paciente que nos ocupa, sino con el terapeuta.
Los sistemas de creencias de terapeuta y paciente juegan en el vínculo al estilo de un balanceo entre aspectos consonantes y disonantes. Es por esto que es fundamental encontrar para cada paciente el tipo de terapeuta más adecuado considerando no sólo su formación, sino: edad, sexo, sistema de valores, etc
El proceso psicoterapéutico no tiene un fin, tiene un acuerdo de finalización o interrupción
La psicoterapia no es ajena a los procesos sociales actuantes. Los cambios del contexto político-económico-social influyen constantemente en las creencias acerca de lo que se espera de una psicoterapia tiene como destino ayudar a quien consulta en su padecimiento.
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