Adolescencia y duelo por el cuerpo infantil

Doltó dice que la adolescencia es la etapa de mayor vulnerabilidad, que el adolescente es un sujeto inmaduro y que para alcanzar la madurez, es de fundamental importancia la presencia de los padres y adultos, para que sepan reconocer los logros del adolescente. Las descalificaciones pueden ser heridas narcisistas.

Doltó describe “el drama de la langosta” y del segundo narcisismo:

Desde lo biológico, se produce una revolución fisiológica de forma abrupta y con modificaciones significativas. Los cambios corporales son consecuencia del funcionamiento hormonal. La glándula pituitaria genera 2 hormonas: las del crecimiento (hacen aumentar la talla) y las gonadotrópicas (estimulan la aparición de los caracteres primarios y secundarios).

Los cambios producen crisis. Las crisis tienen origen en las transformaciones biológicas de la pubertad. Hay transformación del esquema corporal. Hay crecimiento asincrónico del cuerpo. Crecen primero los pies y luego las piernas. Hay cambios en la función respiratoria y circulatoria. Por eso, los chicos se fatigan.

Cambios comunes: Cambio en la estatura. En general, los varones suelen ser más altos que las mujeres. Crecimiento del esqueleto óseo. Se desarrolla la masa muscular. Aumento de peso por aumento del esqueleto más la musculatura. La madurez sexual, alcanzando la genitalidad y la capacidad de reproducción: menarca en la mujer y polución (generalmente nocturna) en el varón.

Aumento de la visión y de la audición. La audición es en el tono de la musicalidad.

En la mujer

En el varón.

Crecimiento del botón mamario. La acumulación de grasa alrededor del pezón. Desarrollo de las mamas, que puede ser asincrónico. Cuando el botón mamario empieza a doler, es que va a menstruar. El vello puberal primero es lacio, luego pigmentado y enrulado después. Vello axilar y vello en extremidades. Cuando hay exceso de hormonas, puede haber vello facial. Hay ensanchamiento de las caderas para albergar el embarazo. Desarrollo de las glándulas sudoríparas y sebáceas. Aumento de la grasitud en pelo y cara. Las niñas viven su silueta como perturbadora y a veces hacen lo contrario de lo indicado.

Inicia con la polución nocturna. Aumento significativo de testículos y pene. Vesícula seminal y en la próstata. En el varón se puede dar un pequeño crecimiento de las mamas, que es normal, pero se puede consultar. Se ensancha el tórax y los hombros. Aparición del vello púbico, axilar, espalda, pecho y brazos. A nivel facial, el pelo se transforma en barba. Mutación de la voz. Aparecen las glándulas sudoríparas con olor fuerte. Transpiran axilas y pies. Acné, pero es predominante en la mujer. Granos. En el varón es mayor la falta de gracia. Están desgarbados. Gran torpeza motora de la motricidad gruesa y fina. Movimientos descontrolados. En esta etapa forman parejas de contrarios para intentar equilibrarse: gordo – flaco alto-bajo.

En ambos sexos se da el período de introversión. El púber cierra la puerta de su cuarto, pone carteles y pasa gran parte del día acostados. Esto es porque no conoce el cuerpo que tiene que descubrir. Aparte, los cambios corporales producen cansancio y necesita descansar. En esta introversión hay un elemento: el espejo. Mirar su cuerpo y empezar a descubrirlo. Ensaya actitudes.

Segundo nacimiento (Doltó).

El adolescente enfrenta estímulos, cortan el “cordón” de la independencia. La placenta es la endogamia del hogar. Los padres lo expulsan para que el adolescente construya su identidad. El grito del adolescente es como el llanto del recién nacido, que debe ser decodificado por los padres. Es una etapa de alta vulnerabilidad.

1° momento de introversión: cambios corporales, el adolescente descubre el yo. Se encierra en su cuarto procurando descubrirse, rearmando su esquema corporal. El adolescente usa ropa que oculta su cuerpo.

2° momento de extroversión: Salida al mundo exterior, el descubrimiento del “tú”. Rebeldía, exageración, exuberancia. Ropa ajustada.

El duelo por el cuerpo infantil causa angustia, micro depresión, ansiedad. Se dan cambios de humor, de origen hormonal y cambios de ánimo. Son cambios rápidos.

El adolescente busca su identidad frente al espejo, busca su cuerpo. Luego en la extroversión, ensayan la actitud frente a los demás, con posturas, modos de actuar, cómo dirigirse, dando lugar a la crisis del rol infantil.

Crisis del rol infantil:

¿Conflicto? Con el sentimiento que tienen de sí mismo. El cuerpo y el esquema corporal son variables que dan lugar a la nueva función de restablecer la identidad del yo.

La difusión del propio rol pone en peligro el ulterior desarrollo del yo. Erikson dice que la identidad es ser único, distinto y a la vez miembro de un grupo. Hay 2 pilares para construir la identidad.

1. La percepción de la propia semejanza y continuidad en el tiempo y espacio.

2. La percepción de los otros que nos reconocen en esa contibuidad y semejanza. El adolescente debe establecer la identidad dominante del yo a través de las experiencias anteriores y aceptar los cambios corporales y las fuerzas libidinales que esta etapa de la adolescencia le producen y que son partes de sí mismo. Va a tener que reconocer que fue niño y que tiene nuevas fuerzas. 

En esta búsqueda de la identidad podemos señalar 3 características.

1. Pseudoidentidad. Identidad falsa. Son expresiones manifiestas de lo que el adolescente quiere ser, pero que ocultan lo que realmente son.

2. Identidades transitorias: Identidad adoptada durante un cierto período. El machismo en varones y la seducción histérica en las nenas.

3. Identidades circunstanciales: El adolescente recurre a diferentes identidades según el contexto. Es de una manera en la clase, de otra en la casa y así. Sería el mejor logro de la identidad si hay un eje de identidad que se mantiene y logra adaptarse y cambiar su actuar de acuerdo a las circunstancias.

Fernandez Mouján habla de 3 coponentes en la identidad.

Unidad	Mismidad	Continuidad.
Implica el yo como centro de integración psíquica.	Reconocimiento de sí mismo en el tiempo, espacio y en lo social.	Mantiene la unidad y el reconocimiento de sí mismo a través del tiempo: pasado, presente y futuro.

¿Qué genera el duelo por la identidad?

Confusión de roles. A veces es tratado como niño y a veces como adulto. Así responde también. Esto da lugar a que delegue en el grupo la dependencia (para lograr la autonomía) y la responsabilidad en los padres. 

Se produce un mecanismo esquizoide de la personalidad que queda fuera de todo pensamiento. Surge la irresponsabilidad. El problema es que el adolescente puede ser desconiderado hacia los demás (agresión) y hacia sí mismo (situaciones de riesgo).

Búsqueda de la identidad.

Si los padres no son más los modelos, tienen que aparecer otros, llamados ídolos: primos, cantantes, etc. El adolescente pone fotos y lo copia. Se da primero la identificación masiva, donde el adolescente pasa a ser una copia del ídolo. “Ser” necesita adosarse a la identidad del otro.

Luego aparece la identidad parcializada, donde se imita un aspecto del ídolo, por ejemplo, cómo juega al tenis.

Se da el negativismo. El NO va hacia los padres, la seducción va hacia afuera (exogamia).

La verbalización – acción: la palabra, para el adolescente, es equivalente a la acción. Aquello que no puede hacer, lo habla. Hay un doble juego: la palabra reemplaza la acción y la palabra no escuchada genera acción. El adolescente puede dar mensajes de que algo anda mal. Es el período de más accidentes que pueden prevenirse si se los escucha.

Pseudoautismo: Es el refugio temporal en su refugio interno. Como lo hicieron con el cuerpo, lo hacen ahora para saber quiénes son en realidad. Tienen que saber su identidad para luego poder actuar en el mundo social.

Desimbiotización: Es la búsqueda de la individuación. Esta desimbiotización va a depender del adolescente, de la situación y de los padres. Si se produce bien, los padres serán desplazados por sustitutos positivos. El peligro está en el sustituto negativo, con el que el adolescente crea un vínculo simbiótico.