miércoles, 14 de diciembre de 2022

La amistad en la infancia ¿Por qué es un hito constitutivo?

El niño deambulador, que ha alcanzado la bipedestación y va de un lado a otro, recorriendo el espacio impulsado por una “pulsión epistemofílica” (pulsión de conocer, conceptualizada por Freud), consigue encontrarse en el camino con otro niños y niñas. Encuentro inaugural, que puede dar lugar a una relación inédita: la amistad.
¿Por qué la amistad en la infancia es concluyente en la estructuración subjetiva?

La experiencia de tener un amigo, es decisiva en la constitución del psiquismo porque le permite a la niña y al niño:

- Ubicar y sentir, por primera vez, un amor que no pertenece al orden de lo familiar. La experiencia del amigo es una vivencia que propicia el orden exogámico, es decir, fuera de los lazos de parentesco.

- Reconocer la alteridad (percibir al otro, apreciarlo). Tener la experiencia de lo diferente. Surge, así, la capacidad de sentir la empatía. Salirse de uno mismo, comprender y compartir lo que le ocurre al otro, que es distinto a mí.

- Realizar de manera conjunta con el amigo una exploración del mundo, como consecuencia de la protección que ofrece la complicidad. El amigo se convierte en un aliado con quien niños y niñas se animan a: armar fantasías en conjunto, construir intimidad, empezar a conocer en compañía el riesgo y el desafío -en compañía- y a tentarse (deseo) por vivir nuevas y sucesivas aventuras.

Asimismo, la amistad en la infancia:

. Promueve el sentirse querido, apoyado y valorado.
. Genera sentimientos de confianza, seguridad y creencia en las propias potencialidades
. Favorece la adquisición de roles de grupo y de género.
. Ayuda a obtener y mejorar la adquisición de habilidades sociales.
. Y, por sobre todo, posibilita la maravilla del jugar, divertirse y experimentar la felicidad.

Consultas clínicas frecuentes:

En la actualidad, es cada vez más común, recibir la consulta por niños y niñas que manifiestan problemas para interactuar con pares, en tanto presentan una marcada actitud de inhibición y retraimiento, o su contraria, una agresividad destructiva -falta de inhibición de los impulsos- que impide el jugar con otros.

Donald Winnicott: “El analista, una forma especial de amistad”

El niño/a tiene una difícil tarea para constituir la amistad, y esta consiste en averiguar qué pulsiones que lo constituyen se pueden aprovechar para el armado del vínculo y cuáles deberá apartar de sí. Las amistades se forman en la escuela y en el entorno inmediato, separadas del vínculo primario. Cuando el niño está en problemas, estará, probablemente, un analista, y gran parte de su trabajo es una forma especial de amistad

Las intervenciones del analista
En la clínica con niños/as que presentan inhibiciones para constituir al otro de la amistad, la intervención del analista se orienta a poder activar una capacidad de encuentro con un otro, que se halla debilitada tempranamente o no constituida aún.

¡¡Importante!!

Nuestra respuesta como psicoterapeutas, al decir de Winnicott, es construir, con esta imposibilidad, un terreno de amistad que comience por el propio analista y que sirva como guía identificatoria que le permita al niño/a armar sus propios recursos para constituir la amistad entre sus pares.

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