Por Melina Bronfman
Se me ocurrió este título luego de ver muchas personas públicamente expuestas, atravesar su materpaternidad. Se veian ultrafelices. Mostraban la habitación del bebé. Y los regalos del baby shower.
Pero algunos meses después del nacimiento, toda esa idealización que mostraban durante la gestación, se había hecho trizas ante un puerperio implacable y devastador.😣
Ruptura escandalosa de la pareja. Demandas. Juicios. Mucho enojo y una guerra desatada.
👉🏻¿Por qué sucede eso?
Porque el puerperio es el momento de la VERDAD. De toda la verdad. Y de algunas confusiones también.
👉🏻Mi experiencia: maternando a mi bebé, descubrí que antes habia estado maternando a mi compañero.
Por lo que, durante el puerperio, necesitaba un par, y no tener 2 bebés, uno grande y otro real.
Mi compañero se vio expulsado del paraíso de cuidados que yo solía prodigarle, y hubo reclamos, muchos.
Frustración y enojo de su parte por mi ausencia sin aviso. Y lo mismo, de la mía, necesitaba un par, relevo, y cuidados de su parte para poder cuidar.
Fuimos civilizados y logramos una crianza en paz, aunque la pareja no regresó… porque en realidad ya no estaba desde antes.
El puerperio es un golpe de realidad, sin anestesia y sin dosificar.
Mucha información a procesar, no siempre fácil de digerir.
A veces trae dolor. Memorias de carencias. El amor duele, cuando no lo tuvimos.
Pero también es una oportunidad de reconstruirse, si tenemos la valentía de mirar la herida, reconocerla y trabajar en pos de la reparación.
Pero el derrape inicial, es casi inevitable.
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