En el primer paso en este curso, suponiendo que el lector ya tiene un mazo en sus manos, iremos a una pregunta obvia, pero fundamental:
¿Qué es el Tarot?
El tarot es un conjunto de 78 cartas divididas en dos partes: los Arcanos Mayores y los Arcanos Menores.
Los Arcanos Mayores constan de 22 cartas numeradas del 0 al 21. Cada carta representa una imagen arquetípica o un símbolo que representa un aspecto particular de la vida humana. Estas cartas se llaman "mayores" porque se consideran más importantes que las del Arcano Menor y se utilizan para proporcionar una visión más amplia y general del pasado, presente y futuro.
- El Mago
- La Sacerdotisa
- La Emperatriz
- El Emperador
- El Sumo Sacerdote
- Los Enamorados
- El Carro
- La Justicia
- El Ermitaño
- La Rueda de la Fortuna
- La Fuerza
- El Colgado
- La Muerte
- La Templanza
- El Diablo
- La Torre
- La Estrella
- La Luna
- El Sol
- El Juicio
- El Mundo
- El Loco
Cada carta tiene su propio significado simbólico y puede interpretarse de diferentes maneras según el contexto y la situación del consultante. La numeración no es caprichosa ni aleatoria, sino que respetan más o menos el lugar de los senderos que tienen en el árbol de la vida.
Los Arcanos Menores se dividen en cuatro palos: bastos, copas, espadas y oros (también llamados pentáculos o monedas). Cada palo consta de 14 cartas numeradas del 1 al 10 y cuatro cartas de la corte: el rey, la reina, el caballero y el paje (también llamado la sota). Estas cartas representan aspectos más específicos de la vida cotidiana y se utilizan para proporcionar detalles más precisos y concretos en una lectura.
En el Tarot, los palos (también conocidos como arcanos menores) representan los cuatro elementos básicos de la naturaleza: el fuego, el agua, el aire y la tierra. Cada palo tiene su propio simbolismo y significado, que se describen a continuación:
El palo de Bastos: representa el elemento fuego y se asocia con la creatividad, la pasión, la energía y la acción. Las cartas de este palo suelen indicar proyectos en marcha, nuevas ideas y la necesidad de tomar iniciativas.
El palo de Copas: representa el elemento agua y se asocia con las emociones, los sentimientos, la intuición y la creatividad emocional. Las cartas de este palo suelen indicar relaciones amorosas, amistades, felicidad y realización emocional.
El palo de Espadas: representa el elemento aire y se asocia con el intelecto, el pensamiento, la lógica y la comunicación. Las cartas de este palo suelen indicar conflictos, problemas de comunicación, decisiones difíciles y la necesidad de enfrentar situaciones duras.
El palo de Oros: representa el elemento tierra y se asocia con la materialidad, el dinero, los bienes y el éxito. Las cartas de este palo suelen indicar logros financieros, prosperidad, estabilidad y seguridad.
En una lectura de tarot, el lector selecciona un número de cartas de ambos Arcanos Mayores y Menores y las interpreta en conjunto para proporcionar una visión más profunda de la situación o pregunta en cuestión. La interpretación de las cartas puede variar según el lector y el contexto, y se basa en la simbología y los significados asociados a cada carta.
Ahora bien, antes de empezar con las cartas y su estudio, hagamas un ejercicio filtro: Mira o visualice el mundo que nos rodea... Cualquiera puede dar cuenta del mundo físico y material que podemos percibir a través de nuestros sentidos. Este mundo, vemos, está compuesto por objetos y seres que son cambiantes, imperfectos y efímeros.
Nuestro mundo, mundo sublunar en Platón, es un mundo de cambio y corrupción por estar sujeto al tiempo. Los objetos y seres que existen en el mundo físico están sujetos a la decadencia y la destrucción, pero también a la posibilidad de cambio (lo que es un auténtico regalo). Muy parecido a lo que Freud describe en el texto "Lo perecedero".
Ante esto surgen dos opciones:
1) Considerar que esto es lo único que hay... Y desistir de este curso. Cada quien tiene derecho a adscribir a la realidad y a la verdad que puede y desea. En algunos casos, será la verdad de los sentidos, de la ciencia y de la estadística.
2) Suponer que hay algo más, aunque habrá que definir qué, manteniendo la pregunta en suspenso conforme avancemos. Si se toma este segundo camino, continuamos con el curso.
Tratándose de psicólogos, cabe una pregunta: ¿Cuál es la diferencia entre la posición del místico que se zambulle en estos temas y la del delirante, que también suele hablar de estas cosas? La iniciativa. En el caso del místico (Ej. san Juan de la Cruz, Santa Teresa de Ávila), él mismo toma la iniciativa para lograr un encuentro con lo divino, causado por una pregunta, mientras que en el psicótico la iniciativa la toma el Otro y el delirio toma una forma de certeza.
Hablemos ahora del árbol de la vida y cómo éste nos puede ayudar a comprender los misterios del Tarot.
El árbol de la vida de la Cábala es un diagrama simbólico que representa la estructura del universo según la filosofía y la cosmología cabalística. Es una representación gráfica de los principios y las fuerzas que rigen la creación y la existencia, y se utiliza como herramienta para la comprensión de la naturaleza divina y el proceso de la creación.
El árbol de la vida está compuesto por diez esferas o "sefirot" que representan diferentes aspectos del ser divino y del universo. Cada sefirá se relaciona con una fuerza específica y tiene una función particular en la creación y la manifestación del universo. Estas diez esferas están conectadas entre sí por veintidós senderos que representan las diferentes vías de conexión entre las sefirot y las diferentes formas de manifestación de la energía divina en el mundo.
El árbol de la vida de la Cábala es una herramienta poderosa para la meditación y el estudio, y se utiliza ampliamente en la práctica de la magia y la espiritualidad judía. Es una representación simbólica profunda que permite a los practicantes conectarse con la esencia divina y comprender la naturaleza del universo de una manera más profunda y significativa.
Las diez sefirot se organizan en tres columnas verticales, cada una de las cuales representa un principio o una polaridad diferente. La columna de la derecha se llama "columna de la misericordia" y representa la polaridad de la benevolencia, la compasión y la gracia divina. La columna de la izquierda se llama "columna del juicio" y representa la polaridad de la severidad, la justicia y la restricción divina. La columna del medio se llama "columna de la armonía" y representa el equilibrio y la síntesis entre estas dos polaridades.
A continuación se describe cada una de las diez sefirot en orden ascendente desde la parte inferior del árbol hasta la parte superior:
Malkut: sefirá asociada con la manifestación física y material del universo, que representa la presencia divina en la creación.
Yesod: sefirá asociada con el mundo de la imaginación y la creatividad, que representa la fuente de la inspiración divina.
Hod: sefirá asociada con el mundo de la mente y la comunicación, que representa la capacidad de transmitir y recibir la sabiduría divina.
Netzaj: sefirá asociada con el mundo de la emoción y la pasión, que representa la fuerza de la voluntad divina.
Tiferet: sefirá asociada con el mundo del equilibrio y la armonía, que representa la belleza y la perfección divina.
Geburá: sefirá asociada con el mundo de la fuerza y el juicio, que representa el poder divino de la justicia y la disciplina.
Chesed: sefirá asociada con el mundo de la bondad y la misericordia, que representa el amor y la compasión divina.
Biná: sefirá asociada con el mundo de la inteligencia y la comprensión, que representa la sabiduría divina.
Jojmá: sefirá asociada con el mundo de la creatividad y la inspiración, que representa la fuente primordial de la sabiduría divina.
Kéter: sefirá asociada con el mundo de la trascendencia y la unidad divina, que representa la esencia pura e inmutable de Dios.
En cuanto a los veintidós senderos, cada uno de ellos tiene un nombre y una asociación con una letra hebrea y un arcano mayor del Tarot. Cada sendero también representa una vía particular de conexión entre dos sefirot y una forma específica de manifestación de la energía divina en el mundo.
Las cartas cortesanas, también conocidas como las figuras de la baraja, como el rey, la reina y el caballero, no se insertan directamente en el árbol de la vida de la Cábala. El árbol de la vida es un diagrama simbólico que representa los principios y fuerzas que rigen la creación y la existencia, y está compuesto por diez sefirot y veintidós senderos que conectan estas esferas entre sí.
Sin embargo, algunos practicantes de la Cábala pueden utilizar las cartas cortesanas como símbolos para representar ciertos aspectos o energías dentro de las sefirot y los senderos del árbol de la vida. Por ejemplo, el rey puede representar el aspecto masculino o el principio de la autoridad dentro de la sefirá de Geburá, que se asocia con el mundo de la fuerza y el juicio. La reina puede representar el aspecto femenino o el principio de la misericordia dentro de la sefirá de Jesed, que se asocia con el mundo de la bondad y la compasión.
Es importante tener en cuenta que el uso de las cartas cortesanas en la Cábala es una práctica relativamente moderna y no es parte de la tradición cabalística original. La Cábala tradicional se centra en los símbolos y las enseñanzas contenidas en el árbol de la vida, y utiliza diferentes sistemas de correspondencia y asociación para comprender los principios y fuerzas que rigen la creación y la existencia. Toda esta información será ampliada.
Antes hay que contestar una pregunta: ¿Por qué estudiar y recorrer el árbol de la vida? ¿De qué nos sirve todo esto?
Para despertar.
En la Cábala, el despertar se refiere a la experiencia de la revelación divina y la iluminación espiritual. Es un proceso de transformación interna que conduce a una mayor conciencia y comprensión de la naturaleza divina y la relación del individuo con Dios y el universo.
El despertar en la Cábala implica una expansión de la conciencia más allá de los límites de la mente y los sentidos físicos. Se trata de una experiencia que va más allá de las palabras y los conceptos, y se experimenta como un estado de unidad con la fuente divina.
El proceso de despertar en la Cábala puede ser facilitado a través de diversas prácticas y técnicas espirituales, como la meditación, la oración, el estudio de las enseñanzas cabalísticas y la observancia de los mandamientos divinos. Estas prácticas pueden ayudar a purificar la mente y el corazón, abriendo el camino para que la luz divina brille a través del individuo y lo transforme.
Es importante tener en cuenta que el despertar en la Cábala no es un estado permanente, sino más bien una experiencia transitoria que puede ocurrir en momentos específicos de la vida espiritual de una persona. Sin embargo, la experiencia del despertar puede ser un catalizador para el crecimiento espiritual continuo y puede servir como un recordatorio constante del potencial divino que todos llevamos dentro.
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