viernes, 21 de marzo de 2025

El imperativo del goce y la culpa

 La tensión creada entre el severo superyo y el yo subordinado al mismo la calificamos de sentimiento de culpabilidad y se manifiesta bajo la forma de necesidad de castigo.” (Freud) Lacan llama goce al imperativo imposible de satisfacer del superyo donde “toda nueva renuncia a la satisfacción aumenta su severidad y su intolerancia” (Freud):

Nada obliga a nadie a gozar, salvo el superyó. El superyó es el imperativo del goce: !Goza!” Seminario XX
Como resultado de lo propuesta por Freud en el Malestar de la cultura donde señala que “no basta la renuncia a la satisfacción de los instintos, pues el deseo correspondiente persiste y no puede ser ocultado ante el super-yo y en consecuencia, no dejará de surgir el sentimiento de culpabilidad, pese a la renuncia cumplida….” En la identificación con el ideal, se evalúan las posibilidades que no serían congruentes con el superyó, el simple hecho de pensarlas, es suficiente para desencadenar el castigo, como quien representa una farsa y el tiránico e incansable superyó está ahí para hacérselo saber. Por eso Lacan señala en Acerca de una causalidad psíquica en Escritos I:
Toda resolución de la discordancia [entre el Yo y el ser] mediante una coincidencia ilusoria de la realidad con el ideal resonaría hasta en la profundidades del nudo imaginario de la agresión suicida narcisista”.

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