Sigmund Freud nos enseñó que la psicoterapia psicoanalítica puede adaptarse a las circunstancias sin perder su esencia. Ejemplo de ello fue su análisis a Catalina en la montaña o su correspondencia con Wilhelm Fliess, donde el vínculo transferencial y la suposición de saber jugaron un papel clave.
Hoy, la terapia virtual amplía las oportunidades para los pacientes, ofreciendo:
Más allá del formato, lo fundamental es que el paciente sienta que “estamos ahí”, disponibles cuando lo necesite, más allá del horario de sesión.
En la terapia, presencial o virtual, es crucial enfatizar el valor de la palabra. El psicoanálisis nos muestra que, cuando es pronunciada en un espacio de confianza, la palabra tiene el poder de liberar, transformar y dar nuevas significaciones a la experiencia del sujeto.
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