En el seminario 16, Lacan describe al síntoma como algo que encubre un decir, siendo solidario tanto del valor de verdad como del sufrimiento. En este marco, afirma: “El sufrimiento quiere ser síntoma, lo que quiere decir verdad”, aludiendo a una verdad que emerge como efecto del pathos del significante.
Surge entonces la pregunta: ¿es posible concebir el síntoma más allá del valor de verdad? ¿Debe limitarse a ser únicamente un vehículo de ésta? Lacan plantea este desafío como un tránsito de lo modal a lo nodal, un movimiento que comienza a esbozarse en “La angustia”, aunque en ese momento carece de los recursos lógicos necesarios para formalizarlo plenamente. No obstante, el interrogante queda sembrado.
El síntoma, en esta transformación, se define como un índice: algo que señala o indica lo que no funciona, aquello que fracasa o se desvía. Este cambio implica un alejamiento del síntoma clínico definido por Freud como una formación de compromiso o sustitución. Aunque Lacan parte de esa base —como lo muestra en “La instancia de la letra…”—, su enfoque del real como imposible le exige elevar el síntoma a una nueva función, que puede describirse con la noción de necesidad.
Desde una perspectiva lógica, el síntoma deviene lo que no cesa de escribirse: lo necesario. Esto lo posiciona como un decir fundante que da inicio, una excepción que instituye el conjunto. En este sentido, el síntoma trasciende su valor de verdad para convertirse en índice de lo real, marcando el punto donde el sistema simbólico fracasa y surge la novedad lógica del no-todo. Así, el síntoma también desafía la ilusión universalizante del falo y apunta hacia lo femenino como una dimensión que irrumpe en el discurso del ser hablante.
Este pasaje desde el valor de verdad a la función de índice de lo real permite construir respuestas que elaboran los impasses inherentes a lo femenino en la subjetividad. De esta forma, el síntoma no solo revela lo que falta o fracasa, sino que se convierte en un soporte para abordar lo imposible, habilitando nuevas formas de significación y consistencia en la experiencia del sujeto.
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