La conducta (enfoque integrativo y dinámico)
La Psicología tiene 4 campos:
Clínica
Forense
Laboral
Educación.
Todos tienen en común:
Método
Estrategias
Instrumentos
Teorías
Objeto (conducta dinámica)
Objeto de estudio de la Psicología: la Conducta.
La existencia de un objeto de estudio unificado no implica una teoría unificada.
Cada teoría posibilita abordar al objeto desde su perspectiva.
Ninguna teoría agota el conocimiento de nuestro objeto.
Un objeto único de estudio facilita la escucha y la posible integración de los diferentes aportes teóricos que se fueron dando a lo largo de la historia de nuestra disciplina: el elementalismo, el conductismo watsoniano, la gestalt, el psicoanálisis, el constructivismo y la psicología social entre otros.
A nuestro objeto de estudio nos acercamos a través de un método y de dos estrategias: la clínica y la experimental, respetando un encuadre de trabajo y utilizando diferentes técnicas.
La conducta dinámica.
Lagache propuso la existencia de una Psicología que tiene como objeto de estudio a la conducta. Ese objeto se aborda desde dos métodos (estrategias):
Experimental:
Objetivo inmediato: verificar hipótesis.
Técnica derivada más importante: los tests psicometricos.
Clínico:
Objetivo inmediato: prestar ayuda a un individuo, grupo, institución o comunidad.
Técnica mas importante: la entrevista.
Conducta: “Conjunto de las operaciones (fisiológicas, motrices, verbales, mentales) por medio de las cuales un sujeto en situación reduce las tensiones que lo motivan y realiza sus posibilidades, adaptándose creativamente (ya que el hombre aprende).”
Esta definición incluye todo cuanto una persona es capaz de experimentar corporal, mental y socialmente como una totalidad que responde a causas (motivación) pero también a una determinada configuración de circunstancias vividas según una tonalidad afectiva propia (situación).
La conducta no abarca solo el fuero interno (los estados de cc) sino también las acciones del mundo externo, los procesos somáticos (enrojecer, temblar) y los determinantes icc.
El sujeto es un todo que responde desde su singularidad a y hacia su entorno, modificándolo y modificándose.
Toda conducta es molar, porque toma en cuenta el sentido que tiene toda actividad para un individuo o varios.
Un enfoque que considere molecularmente a la conducta buscara explicarla desde aspectos parciales (Ej.: movimiento corporal considerado aisladamente).
En la realidad solo se encuentran conductas molares y sus elementos están siempre integrados en actividades totales que son las que poseen una significación humana.
Tipos de conducta:
De ajuste: al servicio de la descarga de tensión.
De adaptación creativa: sublimación. Implica una decisión que resuelve un problema activamente.
Operaciones (acciones) Autoplásticas y Aloplásticas.
Autoplásticas: Cuando dentro del proceso de la conducta, las actividades simbólicas y concretas se revierten, modifican al propio sujeto. Me modifican predominantemente a mí.
Aloplásticas: Revierten o modifican al medio. Modifican predominantemente al medio.
Autoplásticas simbólicas: Actividades de la cc. en sus diversos grados (planear un paseo, imaginar una conversación)
Autoplásticas Concretas: Procesos fisiológicos. (palidecer, llorar, temblar)
Aloplásticas simbólicas: Comunicaciones entre persona y persona. (niña escucha recomendaciones verbales de su madre)
Aloplásticas Concretas: Acciones materiales. (construir y destruir un castillo de arena, dar un portazo)
No es correcto establecer una división absoluta entre las modificaciones que se producen en el sujeto mismo y las que este introduce en el medio ambiente que lo rodea. Solo se puede hablar de predominio.
Todo proceso aloplastico, por ejemplo, produce modificaciones en el propio protagonista.
Estas operaciones se dan en conjunto. Guiándonos por las fases de la conducta, vamos a tener que aprender a detectar cual es la operación que predomina. En general se puede detectar a través de la intencionalidad o el objetivo que tiene la conducta.
Todas estas operaciones poseen la cualidad de ser o no conocidas para los propios sujetos que la protagonizan. Pueden ser cc. prec. o icc.
Autoplásticas Cc.
Operaciones Prec.
Aloplasticas Icc. propiamente dichas.
Cc. y Prec: son conocidas por el sujeto. Aquí se ubica la Ps. Cognitiva (Objeto: los procesos de la mente)
Icc: no son conocidas por los sujetos. Aquí se ubica el Psicoanálisis (Objeto: el icc.)
Se pueden complementar. No se debe desjerarquizar ninguna teoría.
La cc. puede ser enfocada como campo: cantidad total de las experiencias simbólicas o concretas, de que el individuo posee noticia clara en un momento determinado.
El campo de la cc. posee limites sumamente variables, dándose diversos grados de claridad. Algunas experiencias ocupan el centro del campo, otras son marginales.
En este ultimo caso, pueden regresar en cualquier momento al centro, y hablamos de experiencias precc. Su regreso lo hacen mediante la atención y el interés.
Las experiencias que no pueden ingresar al campo de la cc., salvo mediación de técnicas especiales, se las llama icc., e igual son motor importantísimo de la conducta, es decir, producen efecto.
Freud explica la existencia del psiquismo icc. en cuanto a lo que considera “prototipo de lo icc”, o sea, a lo reprimido como consecuencia del poder del Yo de mantener muchas ideas, recuerdos, deseos, etc. mas allá del conocimiento cc. del sujeto. Poder que ejerce cada vez que tal conocimiento puede resultar perturbador porque rebajaría la autoestima al chocar con las normas morales emanadas del Súper Yo, o porque se contrapone a las exigencias de la realidad.
Dentro de los procesos de la conducta, el psiquismo reprimido ejerce un poder dinámico notable, y su intervencion determina la aparición de contenidos simbólicos que la propia persona es incapaz de interpretar: imágenes de los sueños, actos fallidos, son productos de una actividad icc. lo mismo ocurre con muchos sentimientos, emociones y acciones que parecen no tener justificación lógica dentro de la economía psíquica de una persona.
La represión se ejerce sobre los contenidos vinculados con las tendencias del Ello. Son deseos, recuerdo e ideas.
Todo lo reprimido tiene que permanecer icc, pero no forma por sí solo todo el contenido de la icc.
Lo reprimido es, por lo tanto, una parte de lo icc. Es también icc. el conjunto de las tendencias instintivas innatas, cuyo conjunto constituye el Ello.
Existen, como las tendencias innatas instintivas, otros motores fundamentales de la conducta que no llegan a ser cc. Son gran parte de las normas morales (superyoicas).
Síntesis: No tienen acceso a la cc. amplias zonas del psiquismo:
Los impulsos instintivos y los afectos y pensamientos vinculados con ellos que son reprimidos.
Los propios mecanismos de esa represión o censura, que sirven para defender a la persona de impresiones penosas.
Buena parte de las normas por las cuales la toma de cc. de ciertos afectos y pensamientos produciría precisamente tales impresiones.
La corriente de la conducta.
Corriente de la conducta implica la idea de continuidad y unidad, tanto en los cortes transversales como longitudinales que podemos hacer de las actividades de una persona.
Unidad y continuidad implica que los ciclos sucesivos se encadenan según una relación continua, que, a su vez conlleva una relación de sentido, una relación significativa porque depende del contexto general de la individualidad de quien se conduce.
El doble carácter de continuidad y de significatividad es propio de los procesos de la conducta. Nunca una persona deja de conducirse, y esta continuidad es dinámica, en el sentido de que las conductas, ya cumplidas en su finalidad, motivan al sujeto a emprender otras.
En general, lo ya actuado es lo que, en parte considerable, brinda o no la posibilidad a cualquier situación nueva. Por supuesto que aquí se impondría hablar del concepto de crisis.
Como la conducta expresa y satisface tendencias personales, nos muestra el por qué de los caracteres peculiares que adquiere en cada sujeto, así como la persistencia de aquellas necesidades que no han podido ser satisfechas, razón por la cual, desencadenan en el tiempo, nuevas conductas orientadas hacia el mismo fin.
Dentro de ese fluir continuo de la conducta, es posible discriminar ciclos o segmentos.
Segmento de conducta (nuestra unidad de análisis): Es la sucesión de fases, que se desarrollan desde el instante en que el sujeto experimenta una impresión de tensión (leve o intensa), de desequilibrio (crisis, conflicto) que le reclama algo o le niega aquello que necesita. Este segmento “termina” cuando ese equilibrio roto queda restablecido y la tensión “desaparece”.
El segmento de conducta puede servir para ver:
Las motivaciones cc, pret., icc. de la persona.
Sus mecanismos de defensa, deseos, etc.
El objeto hacia el cual tiende (objeto que trasciende al sujeto)
Si la crisis se resuelve adecuadamente, el sujeto aprende.
Todo segmento de conducta asienta su unidad interna en la persistencia de la motivación, y tiene una duración muy variable, y además es común que queden incluidos unos en otros.
Una de las maneras de inclusión es cuando un segmento se convierte en motivación para alcanzar el objetivo originalmente perseguido.
Todo segmento de conducta, breve o prolongado, independiente o integrado en otro, se compone de varias fases.
Fases de la conducta.
El segmento de conducta va a tener, didácticamente hablando, 4 fases:
Puesta en marcha. (Por que de la conducta)
Corresponde a la motivación, motor de la conducta, el por qué de cada segmento.
Es la activación, cc. o icc., agradable o desagradable, de una necesidad que a veces reviste un tono emocional intenso.
Es vivida como una inquietud, ruptura del equilibrio con el medio y que subsiste durante todo el segmento de conducta.
Solo cesa cuando los objetos correspondientes a la necesidad suscitada son por fin alcanzados.
Todo segmentos puede constituirse en motivación de otro: la conducta es motivada pero, a su vez, motivadora.
Elaboración o búsqueda de medios.
Consisten en las operaciones que emprende el sujeto para lograr aquello que calmara la tensión motivante.
Pueden ser mentales o concretas, deliberadas o automáticas.
Dispongo de: inteligencia, hábitos, pulsiones.
Casi siempre las operaciones mentales son el ensayo previo de aquello que se realizara concretamente.
Los hábitos también participan.
A veces los medios se constituyen dentro del esquema “ensayo-error”, o recurriendo a respuestas corporales (nauseas, anestesia) para calmar la tensión sin resolver el problema, siendo este no resolver el objeto iccmente. perseguido.
Terminación u Objeto-Fin. (Para que de la conducta)
Coincide con la obtención del objeto que restablece el equilibrio psicológico perturbado por la motivación.
Ese objeto puede ser real o virtual: el agua que calma la sed, o el proyecto mental por fin precisado y claro.
La finalización del ciclo exige que se establezca un cierto contacto, real o irreal, con algún tipo de objeto.
Es una fase que se vincula con el concepto de intencionalidad de la conducta.
Modificaciones o efectos secundarios.
La finalización de un ciclo (cese de la motivación originaria) transforma en total la situación psicológica de una persona, y le suscita circunstancias psicológicas distintas.
A esto se lo denomina efectos secundarios autoplásticos (simbólicos y concretos), que cuando revisten un carácter mas o menos permanente constituyen un aprendizaje.
Esto no excluye que cualquier aprendizaje incluye modificaciones aloplasticas simbólicas y concretas. Todo lo que el individuo hace y piensa repercute en otro.
Los ciclos se entrecruzan unos con otros.
Intencionalidad.
Es un termino con el que se expresa que una conducta esta orientada hacia algo que la trasciende. Ese algo es siempre un objeto, real o irreal, del presente, del pasado o aun del futuro.
Es el objetivo de la conducta. Va a ayudar a pensar que operación predomina (alo/autoplastica)
El concepto de intencionalidad pone de relieve el carácter trascendente de todas las operaciones de la conducta, y en general el carácter funcional y no sustancial del psiquismo. Este no es sino pura actividad, ajustada a las posibilidades del organismo humano. Es una actividad que, simbólica o concreta, se halla siempre dirigida hacia un objeto.
Crisis (Ruptura del equilibrio)
Caplan: Las crisis están caracterizadas por modificaciones cognitivas, afectivas y volitivas, y pueden ser evolutivas y accidentales.
Evolutivas:
Accidentales: Son precipitadas por azares de la vida que implican una perdida repentina de los aportes básicos, la amenaza de una pérdida o las grandes exigencias asociadas con la oportunidad de obtener mayores aportes.
La crisis es un periodo transicional que representa tanto una oportunidad para el desarrollo de la personalidad como el peligro de una mayor vulnerabilidad al trastorno mental.
De acuerdo a los aportes que hayan tenido estos sujetos a lo largo de su vida será cómo responderán a las crisis.
Los aportes pueden ser:
Físicos: Involucran la alimentación, vivienda, estimulación sensorial, etc. Son necesarios para el crecimiento corporal y el mantenimiento de la salud y la protección contra el daño físico.
Psicosociales: Abarcan la estimulación y el desarrollo intelectual y afectivo, por medio de la interacción personal con los miembros significativos de la flia. y con los iguales y superiores de las instituciones donde el individuo se forma. Son los llamados “intercambios cara a cara”.
Socioculturales: Se refieren a las influencias que sobre el desarrollo y funcionamiento de la personalidad ejercen las costumbres y los valores de la cultura y de la estructura social.
O los que Freud llama las series complementarias:
Factor endógeno: lo innato más lo congénito.
Factor exógeno: Experiencias infantiles. Estos dos aportes forman lo disposicional
Fases de la crisis:
Aumento de tensión
Recurso a medios conocidos o habituales.
Encuentro de nuevos medios (mecanismos) Discriminar lo esencial de lo secundario.
Reorganización, aceptación, cambio o hasta desorganización total.
Situación y campo psicológico.
Toda conducta es vincular y motivada. Es efecto de impulsiones dirigidas hacia determinados objetos (intencionalidad). Es el emergente de una interacción entre el individuo y el medio.
Siempre los hombres se encuentran sumergidos en cúmulos de circunstancias internas y externas que constituyen una estructura organizada. En los hombres esas circunstancias no son solo naturales, sino también culturales, y la estructura esta dotada, a su vez, de un sentido individual. Estamos hablando de situación.
Vivir situaciones es, por ejemplo, asistir a un curso universitario, recibir una noticia gratificante, etc.
También constituyen situaciones configuraciones más permanentes: el lugar en que uno vive, el pasado ya vivido, los objetos (cosas y personas) que comúnmente nos rodean (entorno), las personas con quienes se tiene contacto y hasta la perspectiva de la propia muerte.
También lo son las condiciones socioculturales de la época, el tipo de familia, las características físicas del organismo (vigoroso o débil, atractivo o insulso) y los talentos especiales, los sentimientos de culpa, la edad, etc.
Por lo tanto, para poder operar sobre la conducta de una persona es insoslayable tomar en cuenta su situación, sobre todo en lo que respecta a los demás seres humanos que tales situaciones hayan involucrado o involucren.
No solo debemos tener en cuenta los meros hechos objetivos que constituyen la situación, sino, a su vez, la resonancia afectiva e intelectual que despiertan en el sujeto. En esto tiene una marcada importancia (dejan una marca determinante) los rasgos de la personalidad individual y las experiencias vividas (en gran parte responsables de tales rasgos).
No es lo mismo para una persona que para otra, emigrar de un lugar de trabajo, enfrentarse a un cambio, etc.
Situación: No implican meros hechos universales, sino que significa el particular sentido que los hechos tienen para un sujeto o varios.
Los estímulos universales, por ejemplo una alarma súbita, cobran un significado para todos los que se ven envueltos en ella. Ante el peligro de una epidemia de cólera, la posibilidad no deja para nadie de constituirse en situación. Ahora, cómo repercute en cada individuo, grupo o institución, dependerá de la historia previa, del egoísmo o altruismo, de los proyectos de cada uno.
La amplitud del concepto de situación, torno preferible, para algunos psicólogos, el empleo de otra expresión: campo psicológico.
Lewin: Campo psicológico: Es la totalidad de los hechos coexistentes concebidos como mutuamente interdependientes.
Esta definición implica, a la vez, la simultaneidad temporal (solo se toma en cuenta lo sucedido en un lapso breve, a diferencia de lo que puede entenderse, mas ampliamente, como situación), y la inclusión de la propia persona que se esta conduciendo, con su visión y valorización particular de los hechos. Así, lo que explica a la conducta es la interacción de todos los elementos integrantes del campo.
Estamos de acuerdo con acreditarle importancia a la inclusión de la persona como miembro integrante del campo psicológico. Esta inclusión posibilita tener en cuenta, no solo circunstancias presentes, sino también pasadas (las que constituyeron la singularidad de la persona), y asimismo tener en cuenta la proyección hacia el futuro.
¿Por que estamos de acuerdo con acreditarle importancia a la inclusión de la persona como miembro integrante del campo psicológico?
Porque atenúa el contraste entre el encuadre histórico predominante de la conducta (Psicoanálisis) y el fundamentalmente ahistorico de Lewin, a quien le interesa la situación actual total en su individualidad concreta, con especial énfasis en las condiciones momentáneas.
Conducta y personalidad.
El considerar a la conducta como emergente de una situación, ya es vincularla con la personalidad; porque las situaciones están organizadas vivencialmente en una estructura peculiar que depende de las características individuales del sujeto inmerso en ellas.
Cada conducta es una respuesta personal, singular, idiosincrásica, a una situación.
No hay conducta que no responda a una personalidad, y cada personalidad se expresa en sus conductas.
Esto no debe llevar al facilismo de suponer que toda conducta posea un igual grado de sello individualizador.
La conducta incluye reacciones básicas comunes a todos los seres humanos, atrás que caracterizan a un grupo social, y otras, por fin, propias de su personalidad individual. En la vida eral y concreta, los 3 tipos de reacción se entrecruzan, pero los rasgos singulares siempre asoman.
Delay y Pichot: Personalidad: “Organización dinámica de los aspectos cognitivos, afectivos, conativos (impulsos y voliciones), fisiológicos y morfológicos del individuo”.
Es en función de la personalidad como de las situaciones vividas como resultan comprensibles las conductas humanas.
Este es otro motivo por el cual repetimos la propuesta de pensar en un objeto único de estudio de la Psicología. En el análisis de sus fases cada teoría dará sus respuestas, siempre parciales. Ninguna puede dar una respuesta total.
En esta relación de la personalidad y la situación, es donde encontramos la forma de darle significado a la conducta y asignarle su carácter molar.
Siempre que trabajamos, vamos a estar trabajando con 3 variables:
La conducta siempre es una variable dependiente, que va a tener que ver con variables independientes.
Ej: Variable independiente: C.I. (inteligencia) A mayor inteligencia,
Variable dependiente: Conducta delictiva mayor posibilidad de estafa.
Siempre se va a meter la variable interviniente: la personalidad.
Desarrollo de la personalidad - (Aisenson de Kogan)
Son varios los procesos que interactúan en este desarrollo: unos pertenecen a la maduración, otros al aprendizaje.
Escuela psicoanalítica:
Fase oral: Se centra la libido en la boca. Se subdivide en 2 etapas: primero predomina el placer de mamar, luego el de morder.
Fase anal (2 a 3): La libido se centra en las funciones excrementicias.
Fase fálica: La libido se centra en el pene. Esta etapa es seguida por la fase del Complejo de Edipo.
Etapa de latencia (6): Hay un aquietamiento temporario de la sexualidad.
Fase genital: Con las transformaciones madurativas de la pubertad, la sexualidad vuelve a resurgir y cobra ya los caracteres propios de la vida adulta.
Este esquema de la evolución de la libido es un esquema de la evolución de las facetas esenciales de la personalidad.
Cuando por algún motivo exterior o por causas constitucionales, alguna de las fases anteriores a la genital reviste especial intensidad en el curso del desarrollo, se produce una fijación en esa fase, y si a esto se suman ulteriores frustraciones en las fases sucesivas, o algún tipo de situaciones traumáticas, estas circunstancias pueden provocar regresiones patológicas a la fase de fijación.
Abraham investigo 6 tipos de “carácter” de acuerdo con las fijaciones de la libido:
Carácter oral: en 2 variantes, o bien la extrema dependencia, si las tendencias prevalecientes son las que corresponden al placer de mamar, o la envidia y agresión si prevalecen las correspondientes al placer de morder.
Carácter anal: caracterizado por la terquedad, la meticulosidad y la avaricia.
Carácter fálico: se da en personas dominadoras.
Carácter uretral: cuyos rasgos específicos son la ambición y la impaciencia.
Carácter maduro o genital: propio de las personas no sometidas al Principio del Placer sino que se adaptan a la realidad y son capaces de establecer una convivencia armoniosa con los demás.
Todos estos tipos de carácter son producto de la sublimación de fijaciones a las diversas etapas psico-sexuales, o de la elaboración de formaciones reactivas contra ellas.
Características de la conducta:
Implica una reacción molar; correspondiente al mas alto nivel de integración (= nivel humano).
Es un fenómeno unitario, global, pero con diversos tipos de operaciones, auto y aloplasticas, simbólicas y concretas.
Las modificaciones duraderas o permanentes autoplásticas, concretas y simbólicas, reciben el nombre de aprendizaje.
Cualitativamente puede calificarse de cc. o no cc., cualidades entre las cuales se da una permanente interacción dinámica.
Constituye una corriente ininterrumpida, pero con un ritmo que posibilita discriminarla en ciclos o segmentos. Se distinguen varias fases. Su unidad esta dada por la motivación.
La motivación es sentida como una inquietud, una ruptura de equilibrio (nunca totalmente estable), un aumento de tensión que cesa con la consecución del objeto, real o virtual, originario o sustitutivo.
La tendencia hacia un objeto que trasciende al sujeto, es inherente a ella, y recibe el nombre de intencionalidad; por lo tanto es objetal, relacional y vincular.
Los objetos siempre revisten un valor afectivo para el sujeto, ya que son requeridos por una necesidad.
Cualquiera sea el tipo de objeto, nunca esta desligado de una relación directa o indirecta con el otro.
Brota de una situación y se da en una personalidad.
Es la personalidad la que convierte en situación las circunstancias, permanentes o transitorias, de la vida del sujeto.
Por su relación con la personalidad y la situación, la conducta es una estructura dotada de sentido, reviste significación dentro de la vida de un ser humano singular y concreto.
Esta concepción de la conducta, se supone puede auxiliar en el intento de superar las clásicas dicotomías cuerpo-alma y organismo-medio.
Niveles de integración:
Axiológico: Mundo de los valores.
Psicosocial: nuestras conductas tienen sentido, tenemos un AP
Biológico
Fisicoquímico: tenemos neurotransmisores, etc.
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