viernes, 28 de febrero de 2025

Esquizofrenia residual y psicodiagnóstico.

 Cualquier enfermedad tiene siempre en mayor o menor medida un aspecto negativo, en tanto genera algún tipo de dolor o sufrimiento, pero en la enfermedad mental se suma un elemento más, la alteración del equilibrio entre el sujeto y el mundo que lo rodea, que a la vez también obstaculiza el proceso de crecimiento personal natural que la persona tendría de no padecer esta psicopatología.

En esencia, lo que sucede en la psicosis es que progresivamente se va deteriorando el criterio de evaluación que de la realidad hace un sujeto, lo que este percibe ya no es lo mismo que para una persona con un estado psicológico “normal”.
Cotidianamente, percibimos e interpretamos la realidad, Por ejemplo al ver un semáforo en rojo nos detenemos porque nuestro criterio de realidad y el conocimiento previo que hemos incorporado nos alerta que ya no deberíamos cruzar, puesto que sino un auto podría atropellarnos.
Pensemos que sucede cuando una persona ya no interpreta las señales que su cultura le ha trasmitido, si perdiera la habilidad para entenderlas; es como si de pronto no supiéramos entender ni hablar el idioma que es afín a nosotros, entonces por supuesto ya no entenderíamos ni comprenderíamos igual esas señales externas, ese semáforo rojo no necesariamente implicara detención, podríamos pensar que es para avanzar.
Realmente la relación de una persona que padece esquizofrenia con la realidad se vuelve trágica, peligrosa y amenazante, esto es en términos simples lo que experimenta un psicótico ante una realidad que ya no reconoce ni entiende, la que ya no puede apropiarse, una realidad que por momentos le es hostil y amenaza su existencia. Esto último particularmente, sucede cuando la persona que padece alguna forma de psicosis[1]está en lo que se llama una fase o etapa de brote (descompensación psicótica).
Un paciente con diagnostico de esquizofrenia atraviesa distintas etapas desde el inicio de su enfermedad. Su primer brote, etapa que se puede considerar de síntomas positivos en donde el mismo se encuentra descompensado y en donde el deterioro de sus funciones mentales y cognitivas interfiere significativamente en su capacidad para mantener un contacto adecuado con su entorno personal, laboral; así como las cuestiones básicas que implican la vida cotidiana, sus rutinas y exigencias. Hay incoherencias, desconexiones significativas.
Como síntomas positivos podemos mencionar por ejemplo:
-Presencia de alucinaciones, estas pueden definirse como percepciones sin objeto, puesto que no se trata de percepciones verdaderas porque no son reales, no existe ningún estimulo externo concreto que pueda generarlas. Es por ello que se consideran seudopercepciones que solo existen en la mente del paciente; solo él las experimenta. Pueden ser auditivas, visuales, táctiles, olfativas o gustativas.
-Ideas delirantes: consisten en alteraciones del pensamiento, ideas falsas e irreductibles sobre la realidad basadas en inferencias incorrectas siendo el sujeto poco refractario a aceptar que no es real su percepción mas allá de argumentos que se le den, se aferra a ellas, las sostiene. Podemos mencionar como las más frecuentes ideas de persecución, de grandeza, religiosas, de celos e hipocondríacas).
-Lenguaje desorganizado e incoherente.
-Comportamiento gravemente desorganizado (agitación, incapacidad de organizarse y de mantener la higiene personal) o catatónico (disminución de la actividad psíquica y motora hasta llegar a una falta total de atención y rigidez postural).
En este trabajo compartiremos un material grafico, el dibujo de la figura humana -DFH- realizado por un paciente con una esquizofrenia de tipo residual.
El termino de esquizofrenia residual se aplica a aquel paciente que ha tenido al menos un episodio de esquizofrenia, pero en el cuadro clínico actual no es acusada la existencia de ideas delirantes, alucinaciones, comportamiento o un lenguaje desorganizados, síntomas que hemos mencionado como positivos anteriormente, sino que al momento de la Evaluación principalmente lo que se observa son los que se denominan síntomas negativos.
Estos en general dan cuenta de una disminución o pérdida de las funciones normales siendo sumamente restrictivos de estas ya que alteran la capacidad de funcionar en la vida diaria de los pacientes. Pueden mencionarse principalmente:
§ Embotamiento afectivo: no reacción ante estímulos emocionales, aislamiento emocional, social, aplanamiento de los afectos.
§ Pobreza del habla.
§ Abulia o apatía: falta de voluntad, incapacidad para persistir o para iniciar una actividad.
§ Anhedonia: incapacidad para disfrutar de los placeres.
El curso de la enfermedad se caracteriza por fases de agudización y fases de remisión de los síntomas, aunque algunos enfermos presentan un curso estable. A medida que pasa el tiempo, los síntomas negativos se acentúan más, mientras que los positivos van remitiendo.


El protocolo que acompañamos corresponde a un paciente de 37 años con un diagnostico de esquizofrenia residual, hacia dos años que no tenía una descompensación, no obstante en su producción pueden observarse un estilo de dibujo con signos gráficos asociados a estructuras psicóticas. A lo largo de su vida había tenido 3 crisis o brotes uno en la adolescencia alrededor de los 16 años, otro a los 27 y el último hacia dos años.
Como observaciones destacadas en el dibujo pueden mencionarse:
1- Cuerpo desnudo, costillas marcadas, genitales y transparencia en ellos.
2- Alteración en la forma de los brazos, piernas, manos.
3. Dedos de pie bizarros.
4- Intención fallida de movimiento (la pierna derecha, el pie en punta como para avanzar.
5 -Línea de suelo larga pero figura en parte suspendida, no toca el suelo
6- Expresión autística, en este caso los ojos con dirección superior derecha (mirando hacia arriba).

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