Aclaremos rápidamente que esta pregunta, que aparece frecuentemente en las entrevistas de trabajo, no es parte de ningún test y sus respuestas no están estandarizadas como para poder hacer una inferencia de si el entrevistado puede o no hacer el trabajo en base a su respuesta. Así que podríamos suponer que si el empleador no está jugando a hacerse el psicólogo, la pregunta por la debilidad no tiene otro propósito más que angustiar al entrevistado, quien está intentando mostrar lo mejor que tiene/puede y de pronto se encuentra en la paradoja de que para mostrar lo mejor, debe mostrar lo peor. Lo mismo podría lograrse pidiéndole al entrevistado ordenándole que sea espontáneo, se me ocurre, ya que resolver esta indicación resulta imposible.
Pero bueno, sabemos que la pregunta igualmente aparece y la citada nota nos alerta acerca de lo que muchos tendemos a hacer:
A muchos de nosotros nos han enseñado a dar un giro positivo en las respuestas, convirtiendo las deficiencias potenciales en fortalezas, en un intento por salir airoso. ¿Pero, es realmente eso lo que los reclutadores quieren oír?
Y ahí da una serie de conocidos ejemplos. Cito:
"soy perfeccionista", "trabajo muy duro", "me preocupo demasiado", "no tengo ninguna debilidad".
Rápidamente, se nos advierte de no ser triviales ni falsos:
"Por favor no lo hagas. Detente" [...] "Es como decir 'Deseo la paz mundial' durante una entrevista en un concurso de belleza. Crees que es inteligente convertir la pregunta en una oportunidad para alardear, cuando en realidad sólo te hace quedar mal" [...] "Tener a alguien torciéndose para hacer que su 'debilidad' escogida parezca algo positivo no me ayuda a formarme una opinión de la persona en lo absoluto"
Finalmente, la nota nos relata un caso de éxito:
"He tenido un candidato (lo contratamos) que me dijo que era difícil para él recordar las tareas de seguimiento, porque se centra mucho en lo que está actualmente frente a él. Luego pasó a describir la forma en que había usado el calendario de Outlook para administrar recordatorios, seguimientos, y adaptar su flujo de trabajo a ese 'punto ciego'", añadió.
O sea, si tuviera que hacer una tarea de simplificación del asunto, diría que ya estamos en dondiciones de lograr dar con el algoritmo de la hipocresía a la hora de las entrevistas laborales, para que así el candidato pueda demostrar su flexibilidad, su capacidad de adaptación y la posibilidad de crecer dentro de una empresa:
Rta. correcta = DEFECTO + ADAPTACIÓN
Pongamos unos ejemplos:
“A VECES ME ABURRO DE MI TRABAJO, por eso, BUSCO PARTICIPAR EN NUEVOS PROYECTOS”.
"TIENDO A PERDER DE VISTA LA DIFERENCIA ENTRE LO IMPORTANTE Y LO URGENTE. Lo que hago en mi actual trabajo es GENERAR ESPACIOS CON MI SUPERIOR PARA DEFINIR PRIORIDADES".
¡Funciona siempre!
¡Funciona siempre!
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