miércoles, 1 de enero de 2025

¿Cuál es la diferencia entre un síntoma cualquiera y un síntoma analítico?

No existe una única forma de evaluar la distancia entre un síntoma general y un síntoma analítico. Ambos conceptos, aunque relacionados, se distinguen en su naturaleza y función dentro del marco psicoanalítico.

Un síntoma, tal como lo entiende el psicoanálisis, no pertenece al ámbito del yo; está marcado por una cierta "extraterritorialidad" con respecto al moi. Este síntoma involucra al sujeto en su posición subjetiva. Según Freud, el síntoma se entiende como una formación sustitutiva, ocupando el lugar de algo que falta o está ausente. Es una manifestación que sustituye algo que no se ha podido elaborar o procesar adecuadamente. Además, esta sustitución va acompañada de una satisfacción, que se puede considerar como pulsional. El síntoma, por tanto, actúa como una respuesta a la falta de algo esencial en la relación del sujeto con el Otro, intentado paliar la castración que se experimenta en esa relación. En este sentido, el síntoma se presenta como un índice de lo que no funciona, de lo que falla.

En cuanto al síntoma analítico, su especificidad se revela en su vinculación directa con el sujeto que lo presenta, con el malestar que motiva su demanda de análisis. Para entender esta especificidad, es útil establecer una diferencia fundamental entre el sentido del síntoma y su causa.

El síntoma posee un sentido, y es en torno a ese sentido que se articula una pregunta. La pregunta acerca del sentido del síntoma puede ser el motor de una consulta, ya que el sujeto, al desconocer ese sentido, busca a alguien que pueda ocupar el lugar del Sujeto Supuesto Saber, un espacio desde donde se podría dar una respuesta a esa pregunta. Así, el sentido del síntoma se convierte en un punto de partida para la intervención analítica, en la cual el análisis tratará de desentrañar lo que el sujeto no sabe sobre sí mismo y su malestar.

Sin embargo, el síntoma analítico no se limita a su sentido. Lo que hace que un síntoma sea considerado analítico es que en él se entrelazan no solo el sentido, sino también la causa. En el trabajo analítico, el síntoma deviene un objeto en el que se examina la causa de ese malestar, entendida como una respuesta a lo no efectuado del deseo. El síntoma analítico, entonces, no solo implica un mensaje que debe ser interpretado, sino que también señala lo que falta, lo que no ha podido realizarse en términos del deseo, y es en este vacío donde se abre la posibilidad de un nuevo trabajo de sentido.

De este modo, el síntoma analítico se diferencia del síntoma general en su relación con la causa, abriendo una vía para que el sujeto pueda confrontar aquello que se encuentra en el núcleo de su deseo no cumplido, y así avanzar en su proceso de análisis.

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