Desde sus primeros desarrollos teóricos, Freud sostuvo al principio de placer como eje central del proceso primario. En su Proyecto de una psicología para neurólogos (1895), concibió el aparato psíquico desde una perspectiva económica, afirmando que su función primaria es la descarga de excitación mediante facilitaciones.
Aunque en esa etapa Freud no utilizaba el término estructura, la dimensión económica fue cobrando un peso progresivo en su obra, delimitando lo irreductible e incluso lo incurable dentro de lo estrictamente analítico. Durante décadas, hasta Más allá del principio de placer (1920), Freud se aferró a la idea del predominio del principio de placer, aunque ciertas manifestaciones clínicas pusieron en cuestión su absoluto reinado.
Uno de los grandes desafíos teóricos para Freud fue la existencia de las neurosis actuales, cuyos modos de sufrimiento subjetivo no encajaban del todo en la lógica del principio de placer. Estas neurosis pueden considerarse el antecedente conceptual de las neurosis traumáticas, cuya observación clínica llevó a Freud, en 1920, a reformular de manera sustancial sus postulados.
El interrogante que Freud exploró a lo largo de los años fue hasta qué punto era posible sostener el principio de placer como rector absoluto del aparato psíquico. En este punto, cabe destacar su honestidad intelectual, al modificar un principio que había sido el eje de su teoría durante tres décadas.
Ya en el Proyecto de 1895, Freud había postulado el principio de constancia, que implicaba que el aparato psíquico no podía reducir la excitación a cero, sino que requería una cantidad mínima de energía para su funcionamiento.
Sin embargo, lo que con el tiempo se volvió determinante fue el estatuto económico del trauma, es decir, el problema de cómo el aparato psíquico se defiende de cantidades de excitación potencialmente dañinas.
Las neurosis traumáticas fueron el campo clínico que permitió a Freud abordar esta cuestión. Hoy, podríamos preguntarnos: ¿cómo nombramos en la actualidad a estas estructuras clínicas?
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