jueves, 26 de diciembre de 2024

El Acting Out: entre la escena y la lectura clínica.

El acting out presenta numerosos desafíos en la práctica psicoanalítica, especialmente al decidir si el analista debe señalarlo, interpretarlo, o dejarlo pasar sin intervenir. Abordar este fenómeno requiere situarlo en coordenadas estructurales que trasciendan lo puramente fenomenológico, lo que permite abrir interrogantes sobre posibles líneas de acción e intervenciones clínicas.

El acting out puede entenderse como una mostración, lo que implica que se desarrolla como una escena dirigida hacia alguien. No es un acto azaroso, sino que lleva un destinatario implícito. La clave está en que el analista sea capaz de leer a quién o a qué Otro/otros está dirigido ese actuar.

Como mostración, el acting out también funciona como una demostración. Tiene un valor formal en tanto que pone de manifiesto algo sobre la posición del sujeto. En este sentido, puede leerse como un acto que responde a una trama o libreto, y el trabajo analítico consistirá en ubicar al autor y a los personajes implicados en la escena.

Esta dinámica conecta el acting out con la dialéctica fálica, una dimensión que Lacan ejemplifica con el caso de la joven homosexual descrito por Freud. La escenificación del acting out afirma el deseo al nivel de la verdad, pero también permite observar una heterogeneidad entre ambas dimensiones. Es decir, mientras la forma del acting out demuestra una causa, lo que se pone en escena revela la función del resto, aquello que queda fuera del circuito del deseo.

Por lo tanto, el acting out no solo requiere ser leído como un fenómeno clínico significativo, sino también como una forma en la que el sujeto articula su posición respecto al deseo, la verdad y el Otro.

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