viernes, 21 de febrero de 2025

Grafología: Las necesidades afectivas, su equilibrio y los espacios entre las letras

 Dentro de las necesidades primarias, las necesidades afectivas y su satisfacción ocupan un lugar significativo en el sentimiento de bienestar en las personas.

Considerarlas primarias implica que su función y su existencia son tan importantes como otras necesidades vitales como la alimentación, el aire que respiramos... Podríamos decir que la nutrición afectiva es tan importante como la nutrición alimenticia.
Estas necesidades y la intensidad con las que se requieren, son amplias y complejas, ya que si bien son necesidades compartidas por todos los seres humanos, cada uno en función de su historia vincular, personal, su estructura de personalidad y por supuesto psicopatológica de estar presente, las vivirá y las requerirá de diferente manera. En las Neurosis las demandas afectivas suelen ser muy intensas sobre todo en las neurosis histéricas, en cambio en estructuras psicopáticas el afecto se utiliza como medio de manipulación afectiva del otro y en la Psicosis el afecto se desconoce, metafóricamente es como si las necesidades afectivas se inhibieran y no buscaran satisfacción por estar negadas y extraviadas en el mundo interno del sujeto. En las depresiones el afecto positivo y esperanzado en relación a otro se experimenta como imposible, se suplanta por sentimientos de abandono, de perdida, de soledad en donde la persona en los cuadros más graves no cree encontrar en su entorno la satisfacción a sus necesidades afectivas.
Desde una mirada psicoanalítica la relación comida-afecto se pone en evidencia en las temáticas subyacentes a los tratornos alimentarios (anorexia- bulimia).
En los trastornos coronarios las emociones y los afectos en las llamadas personalidades tipo A cobran una gran envergadura.
Por supuesto en cada trastorno y en cada modalidad de vivir y necesitar de los afectos del entorno se ponen en juego distintos componentes relacionados con estas necesidades. Así entre las necesidades afectivas más destacadas tenemos por ejemplo la de sentirse querido, aceptado, respetado, comprendido, escuchado, reconocido, mirado, tocado por el otro y por otro lado la forma de vivir esos afectos podrá ser con mayor o menor dependencia o independencia afectiva vincular.
Pasando ahora a la mirada grafológica es decir considerando cuales de los numerosos signos grafológicos que se analizan en una escritura, nos remiten a pensar en qué medida, con que intensidad y de que forma la persona experimenta y se maneja en sus vínculos afectivo-emocionales con los demás, tenemos principalmente dos: la evaluación de los espacios entre letras y la valoración de los espacios entre palabras.
De estos dos tipos los espacios entre letras nos da cuenta específicamente de las necesidades afectivas que la persona necesita en sus relaciones íntimas, a la vez del grado de dependencia – autonomía con la que se maneja en estas, así como su capacidad de discriminación vincular.
En cambio los espacios entre palabras entre otras cosas dan cuenta de la modalidad vincular entre el sujeto y su ambiente cotidiano no intimo y el ajuste interpersonal.
En este material reflexionaremos particularmente en los espacios entre letras, es decir que valoraremos en la escritura que analizamos:
· Intensidad de la presencia y contacto con el otro en su vida intima
· El manejo, y expectativas afectivas en relaciona este
· El grado de dependencia autonomía.
· y el grado de discriminación, indiscriminación vincular
Por supuesto nunca se interpreta un signo aislado sino que además del valor fijo específico de ese signo, en este caso espacios entre letras le sumamos su lectura en relación al contexto grafico que lo rodea, al menos cuando se trata de un tema puntual como el que estamos desarrollando, en sus aspectos más destacados.
Comencemos.
Básicamente lo esperable es que entre letra y letra exista una moderada luz (espacio). Ahora bien técnicamente para determinar cuál es el espacio normal entre letra y letra debemos considerar el 70% aproximadamente de lo que mide en ancho una letra “a” u “o” del escritor.


De esta forma podremos valorar si el espacio entre letra y letra en cada palabra que conforma la muestra básica de análisis de la escritura, es normal, espaciado, apretado (espacio presente pero muy insuficiente), luego ver si se presentan alteraciones o síntomas gráficos particulares como espacios adosados que se caracterizan porque las letras se pegan y apoyan una con otras perdiendo su enlace natural o bien incluso se presentan superposiciones que es cuando una letra invade a la otra.
Psicológicamente el espacio apretado (insuficiente) entre letra y letra da cuenta de que a la persona le cuesta exteriorizar adecuada y espontáneamente lo que siente. Puede asociarse a estados de angustia y falta de comodidad en las relaciones intimas. Si el espacio es normal da cuenta de que están en alguna medida funcionando adecuadamente los mecanismos de discriminación y cierta autonomía o al menos vinculación afectiva con más autocontrol del propio sentir y de las expectativas respecto al otro intimo. Si el espacio entre letras es muy exagerado implica una dificultad para conectarse emocionalmente, y a la vez tendencia al aislamiento.
Cuando los espacios son adosados o inexistentes por decirlo de otra forma como en el caso de muchas palabras que presenta el texto que acompañamos para ilustrar en forma práctica este tema podemos observar la presencia en general de espacios insuficientes y muchos adosados y con superposiciones sutiles, es decir el trazo final de una letra choca y atraviesa aunque sea un milímetro la letra siguiente. Estos adosados que señalamos con flechitas y una curva (tipo diptongo) dan cuenta de los numerosas veces en que se presentan.
Psicológicamente dan cuenta de que la persona tiene fuertes necesidades afectivas que tiende a establecer vínculos de mucho apego y dependencia en sus relaciones intimas. La superposición o invasión entre letras y sus partes dan cuenta de tendencias muy invasivas y demandantes del otro.
Paradójicamente este comportamiento se da en la intimidad porque en la vida social o ante posibles relaciones nuevas, la persona se muestra distante y desconfiada experimentado dificultades de integración social significativas (margen derecho muy amplio y letra con tendencia hacia la izquierda aunque irregular en la dirección.
El tamaño grande, la redondez excesiva, la falta de mayúsculas sobre la base de una escritura en imprenta redonda da cuenta de algunos déficit en el sentimiento autoestimativo en la capacidad de afirmarse en su propio deseo hay aun una importante inmadurez emocional y un apego a lo vivido, a la infancia (margen izquierdo ausente, pese a que siempre se solicita la firma al final del texto, en este texto la persona omitió firmar. Esto en otras palabras implica justamente las dificultades para identificarse con lo que se es, la evasión respecto a los verdaderos sentimientos. Es por ello que probablemente esa dependencia hacia el otro íntimo sea una forma de buscar seguridad y reaseguro.
El escrito corresponde a la letra de una adolescente de 19 años. Por lo cual estas dificultades, la construcción del propio proyecto de vida, la autonomía y una mayor individualidad serían uno de los trabajos psíquicos a consolidar como camino a una mayor madurez y realización personal. Aunque lo expuesto da cuenta de un estado actual sintomático a nivel emocional e interpersonal, sin embargo podemos decir que esta temática a nivel evolutivo esta dentro de las dificultades y como expresamos trabajo psíquico propios de la adolescencia.

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