La era digital se caracteriza por el uso de diferentes recursos y herramientas tecnológicas que están modificando nuestra vida. El cambio es gigantesco en relación a la época anterior y, como sabemos, ha modificado el área de las comunicaciones, de la escritura y de la lectura, incorporando nuevas formas y prácticas, que conviven con las pasadas. Pensemos en nuevas prácticas como los emails, chats, SMS, blogs, las redes sociales, los libros electrónicos, etc.
Algo característico de la era digital es que el rol de editor quedó desdibujado y cualquiera con acceso a la web puede publicar sus textos e ideas, sin tener un representante y a partir de las plataformas existentes. Los sujetos se han convertido en medios en sí mismos.
En líneas generales, cada texto da cuenta de la época, los valores, las creencias, costumbres, de lo público, lo privado; y su versatilidad pone en juego diferentes recursos yoicos. En estos sidos, las personas dan cuenta de su subjetividad a través de crónicas, vivencias, experiencias de vida y miradas que tienen sobre las diferentes situaciones que van atravesando. Hoy por hoy, algunos incluso han hecho famosos sus blogs y comercializan su contenido.
El sujeto posmoderno ha transformado la escritura. Pensemos por ejemplo en el "diario íntimo". Antes éste pertenecía al fuero privado siendo el espacio adecuado para volcar pensamientos, sentimientos e ideas escritas. Estos escritos del Yo al convertirse en texto generalmente, inscriben, resignifican, alivian, etc. Funcionan como una especie de autoanálisis, es decir, una manera de poner orden a la interioridad del sujeto. Hoy, al relativizarse la distancia entre lo privado y lo público (distancia que construye lo íntimo), lo íntimo se expone perdiendo en su exhibición su carácter privado. Las redes sociales y especialmente Facebook, se han convertido en "el nuevo diario personal" a través del cual el sujeto textualiza su intimidad y la ofrece como objeto.
Byung Chul Han (2014) define este comportamiento como perteneciente a la actual "cultura de la indiscreción", es decir, "la intimidad convertida en espectáculo". ¿Qué es lo que subyace en el psiquismo de estos expositores?, tal vez ¿validar su intimidad?; ¿satisface sus necesidades exhibicionistas?; ¿se admirados?; ¿o simplemente la búsqueda de aceptación de la audiencia, a través de un "me gusta"?
Otra mirada es la que tiene Z. Bauman (2014), quien serbia que Facebook está fundado en el miedo a la soledad. En una entrevista periodística menciona ideas del sociólogo bielorruso Evgenij Morozov y comenta:
"Millones de usuarios de Facebook corren carreras para hacer públicos los aspectos más íntimos y por lo tanto más inaccesibles de sus propias intimidades. Y no sólo eso: de sus propias relaciones sociales, de sus propios pensamientos. Las redes sociales son el terreno de una forma de vigilancia voluntaria, hecha en casa, preferible a las agencias especializadas en las que operan profesionales del espionaje."
El autor también concluye que nos comunicamos en cajas de resonancia, volviendo a escuchar nuestras propias palabras, sin lugar para el diálogo. Las escrituras del Yo en la era digital han sufrido varias modificaciones, ésta es una de ellas.
Bibliografía
Chul Han, B En el enjambre. Herder editorial. Barcelona (2014).
Bauman Z en: http://lsociologos.com/2014/07/17/zygmunt-baumanfacebook-esta-basado-en-el-miedo-es-tar-solo.
Área de Ciencias Sociales, INFD (2016). Taller de Escritura: Clase 06: "En busca del autor/a. Especialización Docente en Problemáticas de las Ciencias Sociales y su enseñanza". Buenos Aires: Ministerio de Educación y Deportes de la Nación.
Fuente: Mónica Cruppi, Imago Agenda N°200, Enero - Febrero 2017
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