Entre los seminarios 16 y 18, Lacan lleva a cabo una reformulación de la estructura del discurso, lo que permite el paso de una concepción singular a una pluralidad estructurada: los cuatro discursos. Esta reconfiguración tiene un impacto significativo en su abordaje de la función paterna, desplazándola del orden serial del significante hacia una lógica primero modal y posteriormente nodal.
Este movimiento implica un cambio fundamental en su operación:
- Como S₂, el Nombre del Padre operaba en la metáfora paterna, elidiendo el significante del Deseo de la Madre.
- Como S₁, en cambio, se convierte en el agente de la castración.
Si bien Lacan ya había planteado esta función en el seminario 4, en ese entonces aún dejaba un vacío en la tabla de las formas de la falta de objeto, pues el lugar del agente no estaba claramente definido. La dificultad radicaba en precisar la función del Padre, que se situaba en un punto intermedio entre castración y privación.
Del Mito a la Estructura: La Castración como AgenteEn la clase 8 del seminario 17, Lacan retoma esta cuestión que había quedado sin resolver en su planteo inicial. Su respuesta se construye en un paso del mito a la estructura, lo que le permite sortear los impasses en la conceptualización de la función paterna.
Este cambio tiene un impacto crucial:
- El Nombre del Padre deja de ser una instancia puramente discursiva y pasa a operar dentro del orden del lenguaje.
- Su función se define ya no como un elemento de la narrativa mítica, sino como un agente estructural de la castración.
Este tránsito del mito a la estructura es el que permite situar la función del Padre en un plano que ya no depende de una historia o de una sucesión de significantes, sino que se inscribe en la lógica misma del lenguaje y la estructura del sujeto.
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