En una entrada anterior, vimos ciertos vectores para leer un caso. En esta ocasión, a partir de una pregunta,
El norte de la escucha del analista no son las fallas del lenguaje, los lapsus, los fallidos.
En el seminario 12, en especial las clases 2 y 4, nos orienta en algunos puntos. En este seminario, Lacan afirma que el gran problema es la significación, el significado, que es un producido de la operación lingüística. Un analista fácilmente puede quedar atrapado en la significación y entender lo que le sucede al paciente en su historia.
El analista, frente a esto, intenta escuchar la frase en la superficie del discurso tal cual como llegan y cómo se van encadenando. Esto lo que permite descubrir es la lógica interna, que produce que un sujeto termine equivocándose en el mismo lugar. El analista va siguiendo al paciente e intenta determinar cómo es que termina sacando las mismas conclusiones, sin importar las distintas situaciones que vaya relatando.
¿Qué es verdadero y qué es ficción en el relato del paciente? El analista no solo escucha lo que el paciente dice, sino lo que efectivamente ocurre en la vida. La pregunta es por dónde deambula el paciente, hacia dónde se dirige. Si se lanza, si se esconde...
En el seminario 12, Lacan dice:
Para manifestar lo más seguro de su experiencia, como lo manifiestan desde siempre los filósofos, esta contradicción entre la lógica y la gramática. Como ocurre que se está atado a hablar un lenguaje gramatical con discursos que reflejan puros espejos, con partes de discurso que empañan su lógica. Es en ese momento, es allí que se ponen el ojo.
Es una buena indicación clínica, porque abre al terreno de las falacias. Es decir, a estos razonamientos que parecen válidos. El sujeto está muy convencido de estos razonamientos, que lo encierran en el goce.
Un paciente, muy brillante en su pensamiento, posee un razonamiento impecable. Esto, sin embargo, desintegra los lazos sociales por un uso que él le da a las redes sociales, sumamente optimizado. La conclusión a la que siempre llega es que "nada vale", lo cual lo va encerrando, como es propio en la neurosis obsesiva. En esta neurosis vemos los muros de la neurosis obsesiva. La analista termina interviniendo es que esas redes sociales, irónicamente, lo terminan dejando cada vez más solo.
Cuando uno encuentra estas fallas en la lógica, hay que confrontar al paciente. El goce muchas veces se esconde en esta clase de razonamientos incorrectos. Recordamos el grafo del deseo, donde en el piso anterior tenemos el piso del enunciado y arriba el de la enunciación. En el piso del enunciado, que es consciente, tenemos una lógica donde el sujeto neurótico se puede encerrar perfectamente. Razonando solo, no va a salir.
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