No es el cerebro quien sufre
Frente a un cuadro de Autismo, el psicoanalista sostendrá su posición de vincularse y dirigirse a la subjetividad del niño o niña que sufre.
Distinciones Clínicas del Autismo
Si bien el cuadro del Autismo -que habrá que dilucidar con extremo cuidado- presenta en cada infante problemáticas diferentes y singulares, las expresiones más distintivas son:
Dificultades con el lenguaje (campo de lo simbólico)
Aislamiento, con dificultades para la constitución del Otro (campo de lo imaginario)
Alteraciones en la constitución de la imágen especular (campo de lo imaginario)
Movimientos repetitivos (campo de lo real pulsional)
La responsabilidad del analista
Resulta fundamental la posición ética del analista sostenida en: la incompletud de nuestro saber, la inexistencia de lo generalizable, el rechazo a los diagnósticos cerrados y la creencia en la apertura y plasticidad del psiquismo infantil.
Un diagnóstico sirve para orientar un tratamiento, jamás para cerrarle las posibilidades transformadoras a un sujeto en formación.
La Posición del Clínico
El analista pondrá a disposición del niño o la niña, con afecto, su cuerpo, el juego y la palabra. Mirada Clínica que tanto difiere del esquema biologicista del estímulo-respuesta.
Recordemos que la etimología de la palabra “Clínica” deriva del griego y dice: “El Clínico es quien se inclina hacia el otro, de manera cercana”.
La introducción del universo simbólico
En las presentaciones clínicas del Autismo, el lenguaje (campo de lo simbólico) es experimentado por el infante como intrusivo y arrollador.
Le hablaremos al niño de manera amorosa, le pondremos nombre a aquello que el infante vive como traumático en el cotidiano, a través del juego, de la lectura de cuentos y/o los relatos en tercera persona.
Una pieza fundamental del tratamiento: Las Figuras Parentales
Es fundamental que las figuras parentales se vinculen libidinalmente con el infante.
Por este motivo se hace necesario que nuestras intervenciones puedan extraer la fijeza de los Diagnósticos Cerrados, que tanta angustia provocaron en ellas.
El “Estar ahí” del analista
Todo lo que hemos desarrollado hasta aquí explica la importancia de "Estar Ahí", en cuerpo presente, para un niño o niña que, si sufre, lo hace a partir de sentirse aterrado de caer en un vacío.
Hecho por el cual, en muchas oportunidades, se ve forzado a construir un retraimiento que lo aísla de sus Otros significativos y/o de sus semejantes.
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