Me llegó esta imagen con la frase y me hizo pensar primero en mí, en los 13 años de experiencias como trabajadora social en el campo gerontológico, en las distintas capacitaciones que hice, en mi inversión de dinero, tiempo y energía para brindar lo mejor. Es lo mismo tenerlo que no tenerlo? Claro que NO.
Muchos profesionales se capacitan, estudian, buscan actualizarse y repensar sus prácticas… Además de lo importantes y valiosas que son sus intervenciones para el cuidado de la vida humana y la calidad de vida de las personas. Con seguridad podemos decir que no es lo mismo que cuide, acompañe y estimule alguien que sabe del trabajo con personas mayores a alguien que no sabe y no tiene interés de aprender.
Se puede pagar “barato” la hora de un cuidador y/o profesional que no tiene formación ni experiencia, pero se pagan caras las consecuencias del maltrato e infantilizacion a las personas mayores, como así también de alguien que no higieniza bien, que no brinda la medicación correctamente, no conoce del buen trato a las personas mayores ni sus derechos.
Creo que todos debemos tomar conciencia que cuidar es lo que posibilita la vida humana. Sin cuidados integrales no hay vida. Es una gran responsabilidad brindar espacios de cuidado de la salud, en los aspectos físico, psicológico, emocional, social y espiritual. No deberíamos trabajar con quien no reconozca esto, tanto con esas familias que ofrecen un valor de la hora ínfimo para cuidar a su familiar una Navidad y Año Nuevo, a la obra social que ofrece poco el valor de la hora del acompañante terapéutico y de todos los que se quieren aprovechar de la necesidad del trabajo del otro. Muchas veces se debe decir "si no me cuido, no puedo cuidar".
Muchos dirán…¿y las familias vulnerables? ¿Los que no tienen para pagar? Para esos casos deberíamos exigir políticas por parte del Estado para garantizar los sistemas de cuidados. Lamentablemente es a veces el Estado el que ofrece un valor de la hora de trabajo muy por debajo de lo que corresponde, sin ningún tipo de beneficio ni reconocimiento. Trabajemos para que las cosas cambien. Deseo que todos vayamos aprendiendo a no regalar nuestro trabajo y a poner el valor del mismo de acuerdo a lo que sabemos hacer…
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