En publicaciones recientes, hemos destacado la importancia de la transferencia en la práctica analítica. No solo es el motor que impulsa la cura, sino también el campo donde los obstáculos a la palabra emergen y se trabajan, configurando un espacio central en la praxis psicoanalítica.
Sin embargo, es crucial distinguir entre dos tipos de dificultades inherentes a este proceso: los obstáculos y los impases. Ambos son inherentes al campo transferencial, pero su naturaleza y manejo clínico difieren.
Los obstáculos en la transferencia
-
Falta de implicación subjetivaUno de los obstáculos más frecuentes surge cuando el malestar que motiva la consulta no se presenta al sujeto como una cuestión que lo implique. En estos casos, observamos una predominancia de posiciones yoicas, que obstaculizan la posibilidad de formular preguntas y explorar la división subjetiva. Esta dificultad puede manifestarse como una demanda de soluciones concretas o como una resistencia a indagar en los conflictos subyacentes.
-
Falta de adecuación del analistaOtra dificultad radica en el analista mismo, cuando no logra "acomodarse", según el término lacaniano, a la posición que le corresponde en la transferencia. Esto implica la incapacidad de leer la demanda del sujeto en su singularidad, lo que puede desviar o interrumpir el proceso analítico.
Los impases en la cura
A diferencia de los obstáculos, los impases no son contingencias que puedan sortearse fácilmente. Se relacionan con los límites estructurales del lenguaje y con lo que Lacan describe como "lo que el significante no cesa de no escribir".
-
El límite de la escritura y el goceLos impases se vinculan a la imposibilidad de simbolizar ciertos aspectos del goce, lo que plantea una dificultad estructural en la cura. Este límite es invariante y constituye un real que no puede ser atravesado, solo bordeado.
-
Las respuestas subjetivas al impaseLas consecuencias de estos límites varían según las respuestas que el sujeto ha construido frente a lo imposible de simbolizar. Aquí, el trabajo analítico se orienta a explorar y resignificar esas respuestas, abriendo posibilidades para nuevas formas de relación con el deseo y el goce.
La transferencia como marco de trabajo
La transferencia, en tanto motor y obstáculo, plantea una clínica del límite y la pregunta. Distinguir entre obstáculos e impases permite un abordaje más preciso y adaptado a las particularidades de cada cura, reafirmando que el trabajo analítico no busca borrar los límites, sino darles un lugar donde puedan ser interrogados y resignificados.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario