El empuje a la mujer es un efecto del rechazo del significante fálico. La estructura psicótica responde con el “empuje a la mujer” como una manera de interpretar la irrupción de un goce enigmático. Así como la neurosis responde a ello con una pregunta, "¿qué es una mujer?", la psicosis lo hace desde la certeza: "¡soy mujer!" Se trataría de una respuesta de la estructura a escribir en lo real algo que en lo simbólico no existe: La mujer.
Lacan, retomando a Freud, va a hablar de aquellos significantes que faltan a nivel del Otro: muerte, feminidad y procreación, y lo va a llamar S(Ⱥ). Al estar forcluido el significante fálico, el sujeto no tiene forma de inscribirse ni como hombre, ni como mujer, es decir, ni todo fálico, ni no-todo fálico. Entonces encontramos esta tendencia a la realización de ese absoluto de hacer existir a La Mujer, sin la existencia de un goce fálico que le de medida a eso.
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