¿Qué define a una experiencia traumática?
Las experiencias traumáticas pueden ser de muy diversa índole: sexual, las violencias en cualquiera de sus modalidades y tenores, las pérdidas tempranas y/o abruptas.
✅Cuando el acontecimiento traumático no cesa de no inscribirse -registro de lo Real-:
En muchas oportunidades, la experiencia traumática no puede ser reprimida por el aparato psíquico y esto motiva que quede por fuera de lo simbólico del sujeto, retornando una y otra vez en la cotidianeidad de su vida de manera disfrazada y desplazada. A modo de experiencias diarias muy sufrientes de las que el sujeto no encuentra salida, en tanto las repite en acto, sin cesar (com-pulsión a la repetición).
✅Cuando el acontecimiento traumático se inscribe -registro Simbólico-:
En otras circunstancias, el trauma puede ser reprimido por el sujeto.
Si el trauma es reprimido, ingresará al campo de simbólico. Su retorno, en consecuencia, será a través de las formaciones del inconsciente: inhibiciones, síntomas y angustias. Produciéndose, entonces, la posibilidad de una primera tramitación a nivel inconsciente que causa un menor sufrimiento para el sujeto, en tanto tiene más posibilidades de expresarlo y elaborarlo a través de la palabra.
¿Cuáles son las presentaciones clínicas más frecuentes a causa de un trauma?
La afectación más común de aquellos sujetos que han padecido un acontecimiento traumático es sentir un dolor sufriente que acompaña su vida, obstaculizando la realización de sus deseos. Los modos de presentación clínica más frecuentes son sujetos que padecen:
- Angustia y ansiedad
- Estados depresivos
- Melancolizaciones
- Sentimientos de desesperanza y pensamientos negativos
- Trastornos del sueño (insomnio, pesadillas, ataques de pánico nocturnos)
- Dificultades y/o inhibiciones para vincularse con los semejantes
- Miedos y fobias
¿Cómo trabajamos psicoterapéuticamente con sujetos que han padecido experiencias traumáticas?
La elaboración del acontecimiento traumático implica para el paciente un trabajo psíquico que en primera instancia consiste en ligar el trauma en palabras. Es decir, ligar en significantes el montante de excitación que ha roto la barrera de protección antiestímulo del aparato psíquico.
Este trabajo de elaboración requiere del analista que preste una escucha activa y cuerpo (presencia del analista), para que el sujeto sienta la confianza suficiente para expresar en palabras tanto dolor.
Enseñanza Freudiana: Clave Clínica
S. Freud nos enseña que la palabra “mata la cosa”, entendida como lo traumático desterrado de nuestra subjetividad. El pronunciamiento del sujeto (su decir) engendra un gran alivio y, fundamentalmente, abre la puerta -hasta ahí clausurada- de su propio deseo, que fue avasallado por el acontecer traumático.
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