El cierre del Seminario 7 de Jacques Lacan, dedicado a la ética del psicoanálisis, representa uno de los momentos más profundos y esclarecedores sobre el margen que un análisis puede abrir para un sujeto. En este tramo final, Lacan aborda la dimensión trágica del deseo, estableciendo vínculos entre el deseo y el destino a partir de una reflexión apoyada en la tragedia griega clásica.
La experiencia trágica, en este contexto, se refiere a la forma en que el sujeto trabaja, mediante las vueltas significantes, su determinación por el deseo como deseo del Otro, lo que Lacan relaciona con lo que denominamos destino.
Lacan introduce una reflexión clave sobre la culpa en relación con el deseo, afirmando que "sólo se puede ser culpable de haber cedido en su deseo." Esta afirmación abre preguntas fundamentales: ¿qué implica ese "su" deseo? ¿Cómo se define y qué señala?
Esta interrogación conduce a otra cuestión esencial: ¿el sujeto quiere o no lo que desea? Aunque a primera vista podría parecer que este "querer" sugiere una elección voluntaria o consciente, en realidad, apunta a algo mucho más complejo.
La disyuntiva sobre querer o no lo que se desea implica que el sujeto se enfrente a las condiciones que sostienen su posición deseante. Esto incluye identificar los rasgos tomados del Otro que lo sitúan en esa posición y le permiten dirigirse hacia un partenaire.
Es aquí donde surge la posibilidad de una invención: el acto de configurar un modo singular de desear, que trasciende pero no niega las marcas del Otro. Este querer o no lo que se desea señala una coyuntura paradójica, una “decisión” que no remite al libre albedrío ni a una voluntad consciente, sino a las consecuencias retroactivas de una pérdida.
En última instancia, Lacan sugiere que este espacio, habilitado por la pérdida y sostenido por la reflexión analítica, abre un margen para la invención. Una invención que permite al sujeto reconfigurar su relación con el deseo y, en consecuencia, con su destino. Esta paradoja, que trasciende el campo de lo voluntario, define el horizonte ético del psicoanálisis y el potencial transformador de un análisis.
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