En el uso ordinario de adivinación que se le da al Tarot, las cartas cortesanas (rey, reina, caballo y sota) representan personas con diversas características. No obstante, todo el tarot está hecho en base para un trabajo no solo adivinatorio, para ver que fuerzas espirituales (sephiroticas) estan actuando, sino para trabajar en el árbol, tanto en los senderos como en los mundos y es una forma de alcanzar el Despertar del Adepto.
Si queremos ubicar las cartas cortesanas en el Árbol de la vida, notamos que:
Érase una vez un reino donde nació una princesa a quien llamaron Aurora. Su llegada al mundo fue recibida con júbilo, y las hadas le concedieron dones maravillosos: belleza, gracia y dulzura. Sin embargo, una de las hadas, que representaba la fuerza oculta del destino (Daat, la sephirá oculta), lanzó una profecía ineludible: al cumplir los 16 años, la princesa se pincharía con el huso de una rueca y caería en un profundo sueño del que solo el amor verdadero podría despertarla.
Este cuento clásico, más allá de su encanto infantil, puede interpretarse a la luz de la Cábala, la tradición mística judía que revela la estructura del alma y del universo a través del Árbol de la Vida.
La Caída y el Sueño: Maljut y la Desconexión Espiritual
Aurora, al pincharse con el huso, cae en un sueño profundo, un estado de inconsciencia similar al exilio del alma en el mundo material. En la Cábala, Maljut es la sefirá más baja del Árbol de la Vida, asociada con la realidad física y la separación de la divinidad. Este mundo de Maljut es el plano donde el ser humano olvida su esencia y vive sumergido en la ilusión, igual que Aurora atrapada en su letargo.
El Encantamiento: Biná y la Ley del Destino
El hechizo que sella su destino puede relacionarse con Biná, la sefirá de la comprensión y la estructura. En la Cábala, Biná es la matriz de las leyes cósmicas, el principio de causa y efecto que determina el curso de los acontecimientos. La maldición de la princesa simboliza la rigidez de un destino que parece ineludible, como la idea cabalística de que el alma debe pasar por un proceso de corrección (Tikun) para alcanzar su redención.
La historia de Aurora, vista a través de la Cábala, deja de ser un simple cuento de hadas para convertirse en una metáfora del viaje del alma. Desde la caída en la materia hasta el despertar espiritual, su historia es reflejo del sendero cabalístico: un camino de aprendizaje, transformación y redención.
Relacionado: Tarot para psicólogos, paso a paso.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario