El estudio de la conciencia desde Bergson abre un camino muy fecundo que es retomado y profundizado por Merleau-Ponty, Sartre, Deleuze y otros pensadores del siglo XX que, cada uno a su modo, se alejan del enfoque mecanicista, objetivista o puramente racional de la conciencia. Este es un mapa breve para continuar ese hilo:
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Conciencia como flujo de duración, indivisible y cualitativo.
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Crítica a la espacialización del tiempo y a la psicología cuantitativa.
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La conciencia no es cosa ni estructura, sino devenir, proceso.
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En Fenomenología de la percepción (1945), retoma la idea de una conciencia no separada del mundo, sino encarnada en un cuerpo que siente y actúa.
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La conciencia no es introspectiva ni abstracta, sino situada, encarnada, pre-reflexiva.
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Desarrolla la idea de percepción como acceso primario al mundo, antes que el juicio o el pensamiento.
Afín a Bergson en su crítica a la reducción científica del sujeto, y su apuesta por lo inmediato y vivido. Se recomienda leer Fenomenología de la percepción de Merleau-Ponty como desarrollo fenomenológico de esta conciencia encarnada.
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En El ser y la nada (1943), describe la conciencia como irreducción pura al ser, como negación, proyecto, apertura al mundo.
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La conciencia no tiene esencia: es lo que se hace.
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Influencia de Bergson: la libertad como acto que procede del todo del sujeto, no como reacción causal.
Retoma el carácter dinámico, no sustancial y abierto de la conciencia. Se puede abordar al autor desde el “para-sí” y la libertad, contrastándolo con Bergson.
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Deleuze (especialmente en Bergsonismo y La imagen-movimiento) es uno de los grandes lectores de Bergson en el siglo XX.
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Conciencia como plano de inmanencia, como diferenciación constante (más que identidad).
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El tiempo de la conciencia se piensa como duración múltiple, virtual, en devenir constante.
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Crítica al sujeto cartesiano o kantiano como centro unificado de experiencia.
En Deleuze, la conciencia se disuelve como estructura unitaria, y se piensa en términos de procesos, afectos, flujos. Explorar a Deleuze implica una lectura más radical y rizomática, donde la conciencia se multiplica, se descentra y se vuelve devenir.
Finalmente, también es posible comparar a Bergson con Husserl, que también parte de lo inmediato pero desde otra concepción (intencionalidad).
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