Cuando hablamos de Trata de Personas estamos refiriéndonos generalmente a organizaciones que se dedican al crimen organizado, cuyas consecuencias son graves para la seguridad, bienestar y los derechos humanos de las víctimas y de la sociedad en general.
A continuación presentamos los actores que componen las redes de trata en los casos de trata con fines de explotación sexual y trata con fines de explotación laboral.
La trata con fines de explotación sexual, en particular, funciona porque a su alrededor actúa una compleja red que la hace posible. Esta red está conformada por:
- los proxenetas, quienes obtienen ganancias de la explotación sexual de una o más mujeres que circulan a través de las distintas instancias de la red;
- los/las regentes de prostíbulos quienes se apropian de los beneficios económicos generados por la explotación sexual ajena y tienen a su cargo la administración y gestión de estos lugares;
- los/las reclutadores, proveen, intermedian y organizan los traslados;
- quienes utilizan el secuestro como medio de captación gozan de vínculos directos con autoridades políticas, judiciales y policiales; y
- quienes pagan por sexo, que posibilitan que la red siga funcionando.
En el caso de la trata con fines de explotación laboral, también opera una red similar. Están quienes explotan a las personas en los talleres textiles, campos, etc., y obtienen las ganancias. Pero también muchas veces hay complicidad y connivencia de otras personas, funcionarios/as y fuerzas de seguridad para que este negocio siga funcionando.
En ambos casos, muchas veces se hallan involucrados en las redes otros operadores secundarios, empleados de empresas de transporte (garantizan pasajes para el traslado), personal de compañías de telefonía celular que proveen líneas seguras y encargados de confeccionar documentación.
El bajo riesgo de condena que la Trata de Personas representa para los criminales y el alto rédito económico que se obtiene, nos permite comprender más fácilmente por qué parte del crimen organizado está girando su foco de actuación de las drogas y las armas, hacia la comercialización y mercantilización de seres humanos. En otros casos se suma esta modalidad delictiva a la que ya realizaban, disputando el segundo puesto entre los delitos de crimen organizado (como el tráfico de armas y el narcotráfico), según datos proporcionados por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
Es muy importante que seamos conscientes que para erradicar el delito de trata de personas, son tareas imprescindibles:
- hablar de la trata de personas;
- poner bajo la luz el tema y darle existencia y visibilidad, para permitir una nueva distribución del poder y la posibilidad de combatir este delito;
- comprender que sin la demanda del hombre que paga por sexo (también denominado cliente, prostituyente) no existiría la trata de personas con fines de explotación sexual;
- poner en discusión que las personas no son mercancías intercambiables,
- concientizar a la sociedad en general y a los agentes y funcionarios estatales en particular sobre la trata de personas; y
- desplegar diversas políticas públicas en pos de su prevención y eliminación.
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