LA ESTRUCTURA NEURÓTICA
Operaciones clínicas. El mecanismo psíquico constitutivo de la neurosis es la Represión de representaciones -enlazadas a pulsiones incestuosas intolerables para el yo-.
Las Representaciones incestuosas del Ello son apartadas de la consciencia (vía la Represión). El afecto se disocia, no se reprime y encuentra una satisfacción sustitutiva en el Síntoma. La “satisfacción” sustitutiva que se obtiene en el síntoma es inconsciente y se corresponde con las Pulsiones incestuosas del Ello. En la vida corriente, lo que produce el síntoma es sufrimiento. Por este motivo, S. Freud afirma: “El síntoma produce una satisfacción que no es sentida como tal”.
¿Qué identificamos en el tratamiento de un Sujeto Neurótico? Los sujetos neuróticos tienen la capacidad de:
a) Expresar aquello que les ocurre con palabras corrientes y compartidas.
b) Otorgar un saber al analista y armar, así, un vínculo transferencial positivo.
c) Historizar y metaforizar su presente.
d) Asociar libremente, manteniendo la cadena discursiva.
Esto habilita al analista a poder leer lo que está cifrado en sus inhibiciones, síntomas y angustias. Lectura que oficia al modo de la clásica interpretación en psicoanálisis.
LA ESTRUCTURA PSICÓTICA
Operaciones clínicas
El mecanismo psíquico constitutivo de la psicosis es la forclusión. Implica el Rechazo de un significante fundamental expulsado fuera del universo simbólico del sujeto. Queda excluido de la estructura el significante de la Ley de Prohibición del Incesto. La Forclusión de la Ley de Prohibición del Incesto, es decir de la Castración, retorna a nivel de lo Real. La vivencia de que “todo es posible” resulta insoportable para el sujeto. El Delirio será la forma menos costosa para la estabilización de la estructura.
S. Freud realizó una aguda distinción entre la estructura neurótica y la estructura psicótica:
- El Sujeto Neurótico conserva la realidad, leída a través de su fantasmática singular.
- El Sujeto Psicótico rompe el contacto con la realidad, lo cual produce una desintegración de la estructura.
Sustituye a la realidad por la vía de los delirios y/o las alucinaciones, como modo de volver a integrarse. Por este motivo, los delirios y/o alucinaciones son un intento de curación.
¿Qué identificamos en el tratamiento de un Sujeto Psicóticos? Los sujetos psicóticos manifiestan:
1. Serias perturbaciones del lenguaje (neologismos, frase interrumpida, significación interminable, holofrase).
2. Presencia de Certezas que no dan lugar a la duda.
3. Ausencia del campo metafórico.
4. Descontrol psíquico del Campo Pulsional.
Psicosis y transferencia
Más allá de estos fenómenos declarados previamente, en las entrevistas preliminares hay indicadores para hacer un diagnóstico diferencial. En estas entrevistas, el analista se abstiene de intervenir al modo neurótico, pues no conoce de qué estructura se trata. No obstante, la transferencia es imprescindible para hacer un diagnóstico en psicoanálisis. El comportamiento en un análisis, en ese sentido, es de suma importancia para empezar a leer.
Por ejemplo, una persona puede consultar y el psicólogo creer que tiene que salir al rescate de esa persona que sufre. En especial, si se trata de la urgencia o la emergencia. El psicólogo puede querer alojar a ese paciente, y de repente el paciente rechaza las intervenciones... "No no, ud. no entiende...", dice y el rechazo se vuelve continuo, aunque el psicólogo tenga una buena predisposición.
Freud advirtió que no había que apresurarse a calmar al paciente de su sentimiento de culpa, porque seguramente es culpable de algo, pero no de lo que denuncia. Por algo eso está allí y hay que abrirlo, más que calmarlo. Esta es una buena indicación de Freud: darle legitimidad a lo que el paciente dice.
Por su parte, Lacan dice que en la psicosis, el gran Otro aparece como una voz que le habla y no a través de las palabras del Otro simbólico del neurótico. Se puede ampliar el tema en esta entrada. En la psicosis, el Otro avanza sobre él, dejándolo sin recursos. De esta manera, un analista se puede dirigir al paciente con su mejor intención de alojarlo, pero el psicótico puede percibir que se le viene encima. Estos pacientes que niegan las intervenciones del analista una y otra vez, entonces, pueden ser un indicador de psicosis.
La forma con la que el paciente habla, además, dan cuenta del grado de libidinización que tienen los objetos. Por ejemplo, frente a una pérdida, un neurótico hablará de ese relato con angustia y de su dolor. En la psicosis, el sujeto puede hablar de lo mismo de manera desafectivizada, somo si no lo tocara subjetivamente. esto también puede ser un indicador de psicosis.
Intervenciones Clínicas
La Interpretación no puede ser utilizada en el campo de la Psicosis. Porque no hay Represión ni Retorno de lo Reprimido a partir de las formaciones del inconsciente.
La función del analista es rescatar la pulsión de vida, que es amenazada por la pulsión de muerte, pero la posición del analista no puede ser de salvataje. El analista no puede ser nunca el héroe ni el que tenga la receta, pero en el caso particular de la psicosis, el más amado pasa a ser el más odiado.
El lugar del analista debe ser, en estos casos, cálido pero distante. Lacan habla que el lugar del analista en la psicosis es la de "secretario del alienado": toma notas, construye junto al paciente. Imaginariamente, se invierte la cuestión y es el paciente el que construye su propio tejido, ayudado por ese analista.
Brindaremos los cuidados a los decires del paciente, para generar una “Confianza amiga”. Estaremos allí cuando nos necesite, en calidad de “Testigo” -al decir de J. Lacan-, ofreciéndole nuestro apoyo cuando trastabille con la realidad externa.
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