jueves, 19 de diciembre de 2024

La angustia y el estatuto del objeto en el Psicoanálisis de Lacan

En el seminario 10, dedicado a la angustia, Jacques Lacan desarrolla una propuesta fundamental: establecer la estructura de la angustia para poder ubicar los diferentes estatutos del objeto en psicoanálisis. Esto permite organizar lo que él llama “la gama de las relaciones de objeto”, es decir, una escala en la que el sujeto se relaciona de manera distinta con los objetos dependiendo de si están vinculados a la demanda, el deseo o el goce.

La Angustia y el Objeto: Freud vs. Lacan

Mientras que Freud plantea que la angustia es sin objeto, Lacan sostiene lo contrario: la angustia no es sin objeto. Este cambio de perspectiva implica una reflexión sobre el estatuto del objeto implicado en la angustia, así como sobre las diferentes modalidades que el objeto puede asumir en psicoanálisis. En este marco, Lacan explora tanto los objetos propuestos por Freud como aquellos derivados de su propia teoría, abriendo la posibilidad de entender distintas manifestaciones de la angustia según el objeto "a" que esté en juego.

El Objeto, la Mirada y la Voz

En el capítulo 18 del seminario, Lacan destaca dos recortes corporales: el ojo y el oído, que conecta con los objetos fundamentales de la mirada y la voz. Estos objetos, aunque se distinguen en su modo de operar, comparten un rol central en la constitución del sujeto. La angustia, en este contexto, se vincula a un "resto" que emerge del significante y que, al involucrarse en la relación de deseo, modula las experiencias de angustia del sujeto.

La Angustia como Índice de Opacidad

Para Lacan, la angustia señala una opacidad inherente a la posición del sujeto. Es el afecto que indica la presencia y el lugar del objeto, evidenciando un punto ciego en la estructura psíquica. En este sentido, la angustia revela un borde: aquello que no puede escribirse completamente y que permanece como un resto irreductible.

La Topología del Objeto y su Relación con el Sujeto

Lacan utiliza herramientas topológicas para conceptualizar el objeto en psicoanálisis, representado por la letra “a” minúscula. Esta letra no solo introduce la idea de un resto velado por la libido, sino que también señala la reversibilidad entre interior y exterior, como un guante dado vuelta. En este marco, la angustia aparece como un corte que desestabiliza los arreglos psíquicos que intentan ocultar ese resto.

El Borde y la Función del Objeto en la Angustia

El objeto de la angustia, señalado con una notación algebraica, no solo designa un lugar, sino que delimita un borde que no cesa de no escribirse. Este borde puede ser trabajado únicamente a través de recursos topológicos, lo que subraya la especificidad de la causalidad en psicoanálisis y su diferencia respecto del objeto en la ciencia.

De esta manera, la obra de Lacan articula el objeto como un punto clave para comprender la división del sujeto y los mecanismos implicados en la angustia, abriendo nuevas posibilidades de lectura y abordaje clínico.

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