viernes, 20 de diciembre de 2024

Los tres niveles del grafo y su Incidencia Clínica

En el Seminario 5 de Lacan, dedicado a las formaciones del inconsciente, se destaca la relevancia de tres niveles que estructuran y desarrollan el grafo. Estos niveles trazan relaciones fundamentales entre la demanda, el deseo y el goce, desplegándose en funciones y articulaciones específicas que el grafo organiza en diferentes "pisos".

Lacan plantea estos niveles no solo como un marco teórico, sino como una interrogación esencialmente clínica. En ellos se explora la dirección de la cura, el fin del análisis y aquello que Lacan describe en términos enigmáticos como “lo que se trata de realizar en el análisis”. Este proceso deja, como resto, aquello que permanece no realizado: el tránsito desde la “realización psicoanalítica del sujeto” a través de la palabra, hacia el inconsciente como lo no realizado.

La dirección de la cura, según Lacan, implica un atravesamiento del tránsito edípico, dado su papel configurante en la posición del sujeto. Aquí, el campo del ideal cobra importancia, conceptualizado como el ámbito de las insignias. Estas insignias —descritas por María Moliner como atributos, distintivos o enseñas— reflejan la centralidad de una operación de identificación, que a su vez expresa una relación de deseo.

Estos tres niveles también sitúan la incidencia de la castración como una operación simbólica que organiza la posición del sujeto. No se trata de reducirla a lo anecdótico o fenoménico, sino de articularla como una dialéctica estructural. En esta operación, la prohibición sobre un significante —la posición del niño como falo para la madre— funda el lugar del sujeto en el campo simbólico.

Este enfoque permite situar la castración y su resorte, el significante, como elementos esenciales para entender la estructura del deseo y la subjetividad en el marco del análisis psicoanalítico.

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