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sábado, 19 de julio de 2025

Una a-topia que lleva a lo a-cósmico

En esta entrada, se aludió a la doble incidencia de la lógica y la topología en el modo en que Lacan aborda la sutura. Este cruce no sólo representa un giro metodológico, sino que introduce una forma novedosa de concebir el anclaje del sujeto, una que implica la puesta en juego del cuerpo como superficie de inscripción. La topología, en este marco, no es un simple recurso ilustrativo, sino aquello que permite pensar cómo, dónde y por qué vías el goce se enlaza corporalmente. Es decir, hace posible una localización no representacional, sino estructural, del goce. Estas consideraciones, más adelante, habilitarán lo que Lacan formulará como la economía política del goce.

Este movimiento hacia lo topológico comienza a perfilarse a partir de una comparación entre Lacan y Sócrates. Por un lado, ambos se sitúan en una cierta exterioridad respecto del saber instituido: Sócrates, en relación al discurso filosófico tradicional; Lacan, en relación a la institución analítica que lo excluye (la IPA), al intentar desconectarlo de todo trabajo sobre la formación del analista. Esa “excomunión”, que opera como rechazo del sujeto, refuerza la analogía: ambos quedan en una posición a-topológica, que no se inscribe en el espacio cerrado del saber establecido.

Esta a-topía, sin embargo, no es un mero desplazamiento periférico, sino el lugar desde el cual Lacan introduce una exterioridad estructural, que impide cualquier cierre cosmológico del campo. Lo que pone en juego no es simplemente una crítica institucional, sino la irrupción de lo a-cósmico como condición del sujeto. Se trata de un saber que no se inscribe en un universo cerrado, sino que bordea su falla estructural.

Este no es un juego de palabras, sino una operación sobre el lenguaje mismo, una tentativa de abordarlo en tanto estructura correlativa a la marca y al trazo, lo que lo vincula directamente con la dimensión topológica del borde. ¿No podría pensarse el cuerpo del sujeto, en este sentido, como una arquitectura de agujeros, un espacio punteado por la falta?

Lo a-cósmico, entonces, es lo que impide la totalidad, rompe con la consistencia de la esfera, y con ello afecta la estructura misma del saber. El saber ya no puede organizarse como un sistema cerrado, sino que debe ser pensado desde su falla constitutiva. Es en este punto donde la topología del no-todo deviene correlativa al sujeto dividido, carente de ser, evanescente. Y así, lo a-cósmico se transforma en una clave para pensar el ser, el goce y el saber, en su imposible articulación plena.

miércoles, 30 de abril de 2025

Fantasma, pulsión y límite: la economía significante en juego

En el Seminario 5, Lacan nos ofrece una lectura minuciosa del texto freudiano “Un niño es pegado”, no solo para esclarecer la estructura de esa fantasía, sino también para desplegar una elaboración más amplia sobre la vida fantasmática del sujeto. ¿Cuál es el valor de lo que Freud formula allí?

Podemos situar ese texto como un punto de llegada en la interrogación freudiana sobre lo económico en el sujeto. En él, Freud logra precisar una constante en la estructura de la fantasía inconsciente, al tiempo que introduce el valor estructurante de la gramática. Esto implica que tanto la neurosis como la perversión se sostienen en un entramado significante, es decir, en una ficción. Y como toda ficción, opera como velo, como recubrimiento de lo que no puede ser plenamente simbolizado.

Desde allí, Lacan retoma la tesis según la cual el significante es la causa material del inconsciente, lo que justifica su referencia a la represión como pilar del aparato psíquico en Freud. No es casual que los textos La represión y Lo inconsciente estén no solo cronológicamente vinculados, sino también lógicamente articulados. En este marco, es necesario afirmar que la represión en Freud —leída por Lacan— es de significante: es el significante mismo lo que se reprime, y no un contenido cualquiera.

Este punto puede resultar enigmático:
¿Quién reprime? ¿Quién exige reconocimiento?
No se trata de un sujeto agente, sino de un funcionamiento estructural en el cual el significante “exige” ser reconocido. Esta exigencia no se refiere a una intención consciente, sino a la articulación misma del lenguaje, en la cual queda un resto. Ese resto es lo que se enlaza con la vida pulsional del hablante, y es lo que da lugar al fantasma como escena de repetición, como inscripción de lo que retorna desde lo no reconocido.

Es precisamente en esa articulación entre fantasma y pulsión donde la demanda se vuelve exigencia —no de un sujeto, sino del lenguaje mismo. Por eso, la fórmula de la pulsión implica una acefalía del sujeto: no hay “alguien” que desea o que exige, sino una estructura que funciona por su cuenta, una automatización del deseo.

De este modo, los ejes de esta construcción se hacen visibles:

  • Significante y exigencia: coordenadas que marcan una orientación clínica y estructural.

  • Un límite: lo no reconocible, lo no simbolizable, lo no investible.
    Este límite, que luego Lacan tematizará como litoral, es el que justifica la necesidad de la construcción en psicoanálisis, más allá de la interpretación como simple escansión o puntuación significante.

En suma, el abordaje de Lacan sobre el texto freudiano no solo restituye el valor clínico del fantasma, sino que abre una vía hacia una economía política del goce, donde el sujeto ya no es dueño ni de su deseo ni de su demanda, y donde el analista deberá orientarse por las marcas de lo imposible.

lunes, 10 de marzo de 2025

Pulsión, repetición y la desnaturalización del Goce

La juntura entre pulsión y compulsión de repetición no solo expande la repetición más allá del automaton simbólico, sino que también desplaza lo traumático de una mera contingencia vital.

Desde esta perspectiva, la sexualidad humana es estructuralmente traumática, independientemente de las circunstancias individuales. Lo que la vuelve tal no es la historia particular de cada sujeto, sino la participación de la pulsión en ella. Como ya se plantea en la Conferencia XX, “La vida sexual de los seres humanos”, la sexualidad en los hablantes no está orientada a la reproducción, sino al goce.

Esta desnaturalización de la sexualidad es una marca de la represión primaria en el hablante, lo que nos lleva a considerar su relación con la identificación primaria. La pregunta se impone: ¿cuál es el litoral que separa y a la vez conecta ambas dimensiones?

El predominio de la dimensión económica en la teoría del aparato psíquico implica un desplazamiento de las vertientes dinámica y descriptiva del inconsciente. Este es el paso lógico para poder articular el inconsciente con lo pulsional, aun cuando Freud señala explícitamente que la oposición entre inconsciente y conciencia no opera para la pulsión. Es precisamente esta dificultad lo que lo llevó a postular la represión primaria.

Desde los inicios de su obra, Freud otorga al concepto de defensa un rol central. En su articulación económica, la defensa se configura como un mecanismo esencial para la constitución del aparato psíquico. Si la economía psíquica supone una energía libremente móvil, potencialmente disruptiva, el aparato psíquico debe estructurarse con ciertos mecanismos de resguardo frente a esa irrupción.

Si este proceso fallara, la estructura psíquica, entendida como red de representaciones, quedaría en riesgo. La tensión fundamental se establece, entonces, entre lo articulado y aquello que amenaza con romper esa articulación.

viernes, 17 de enero de 2025

Pulsión, repetición y trauma: La estructuración del aparato psíquico en Freud y Lacan

Para Freud, la función primaria del aparato psíquico es la de ligar, un proceso necesario para tramitar lo económico y prevenir el impacto del trauma. La hipótesis del valor traumático de las irrupciones energéticas plantea, sin embargo, el problema fundamental de la diferencia entre exterior e interior, una cuestión que Lacan aborda extensamente en su enseñanza.

En el marco epistémico de Freud, esta distinción se revela como un impasse en su razonamiento. Freud avanzó parcialmente en su resolución al identificar la huida como un mecanismo eficaz frente a estímulos externos. Sin embargo, el problema surge cuando la huida resulta ineficaz, lo que llevó a Freud a plantear una pregunta clave: “¿De qué modo se entrama lo pulsional con la compulsión de repetición?”.

Esta conexión entre pulsión y compulsión de repetición no solo desplaza la repetición más allá del automaton simbólico, sino que también aleja lo traumático de la mera contingencia vital. El enfoque de la IPA, al tratar el "desarreglo" como algo contingente, llevó a situar la praxis psicoanalítica en lo imaginario, descuidando así su fundamento estructural.

La sexualidad humana, en este marco, se configura como traumática por definición. Más allá de las particularidades históricas de cada sujeto, lo traumático reside en la participación de la pulsión en la sexualidad, estructurando una experiencia que desborda lo contingente y se enraíza en la dimensión estructural del aparato psíquico.

lunes, 23 de diciembre de 2024

La Palabra en Psicoanálisis: su función y eficacia terapéutica

La metapsicología freudiana abarca tres dimensiones clave: la dinámica, la tópica y la económica. En los inicios de su planteamiento, Freud otorga especial protagonismo a la perspectiva tópica. Sin embargo, con el tiempo, este enfoque se desplaza hacia la dimensión económica, particularmente en el contexto de la segunda tópica, donde el ello adquiere un rol preeminente.

Este cambio implica una reformulación del principio rector del aparato psíquico, que transita del principio de placer al concepto de "más allá del principio de placer". En esta nueva fase, la dimensión económica se caracteriza por un flujo energético que no se liga y circula libremente, fenómeno que Freud relaciona con lo traumático, especialmente a partir de su obra Más allá del principio de placer.

En este marco, la eficacia de la palabra en psicoanálisis se torna un punto central. ¿Por qué la palabra cura? Porque es el medio que permite tramitar la dimensión económica, haciéndola accesible a la ligadura simbólica. La palabra posibilita un trabajo de reelaboración esencial, mencionado por Freud en "Recordar, repetir y reelaborar" y ampliado por Lacan en "Función y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis", bajo el concepto de rememoración.

La rememoración, entendida como un trabajo simbólico, permite a la palabra tamizar lo traumático de lo económico y resignificar los eventos significativos de la historia del sujeto. Este proceso, en palabras de Lacan, es "la asunción del sujeto de su historia". Así, la palabra cura porque une, porque media.

No obstante, no todo puede ser alcanzado por la palabra. Existen aspectos estructuralmente resistentes al lenguaje, lo que plantea la necesidad de repensar y desarrollar herramientas clínicas adicionales para abordar aquello que permanece fuera del alcance del discurso.

viernes, 30 de agosto de 2024

Lo político en psicoanálisis

Hay una pertinencia y una especificidad de lo político en psicoanálisis. Es un término que tiene toda una gama de aristas que permiten leerlo en diversos sentidos.

Aparece respecto de la posición del analista y su mayor o menor libertad en la cura en el escrito “La dirección de la cura…”, en el cual Lacan puede situar esa dimensión política como algo ligado a la ética propia del psicoanálisis, punto en el cual el analista tiene un escaso margen de maniobra por cuanto su hacer, su acomodación está regida por el lugar rector del deseo.

También hay una política del síntoma. Puede entenderse como un régimen del síntoma que podría asociarse a lo político en la medida en la cual es “con” un síntoma que a un sujeto le es posible hacer. De distintos modos el punto anterior y este asocian lo político con un hacer, pero con uno que está en las antípodas de la posibilidad de gobierno.

Hay otro sesgo. El síntoma se constituye como una satisfacción sustitutiva. Si hay un régimen del síntoma, y éste aporta una satisfacción que parodia la imposible, lo político se entrama en la satisfacción en el hablante. Y de allí a nuestro siguiente paso, nueva referencia.

Una doble coordenada enmarca la satisfacción en el hablante. Por un lado, su carácter paradojal; por el otro, que, a falta de naturalidad alguna, ella se soporta de una economía política.

Esta economía política toma el relevo de la energética freudiana y es aquella estructura, de matriz discursiva, a partir de la cual el cuerpo, desnaturalizado por acción del lenguaje, queda sumergido en esa economía política.

O sea que, habiendo partido de una separación entre el cuerpo y el goce, es vía la economía política que el goce se distribuye corporalmente en función de una serie de marcas que provienen de la historia del sujeto. Tomada como economía implica la escritura de pérdidas y ganancias, cuestión que hace inseparable a dicha economía de la dimensión del fantasma, o sea del menú.

lunes, 24 de abril de 2023

Ventajas y desventajas de la dolarización.

La dolarización de un país se refiere a la adopción del dólar estadounidense como moneda de curso legal en lugar de la moneda local. A continuación, se presentan algunas posibles ventajas de la dolarización:

  1. Estabilidad monetaria: Al adoptar el dólar estadounidense como moneda, un país elimina la volatilidad de su propia moneda. La moneda estadounidense es una moneda estable y ampliamente aceptada, lo que reduce la incertidumbre y proporciona estabilidad monetaria.

  2. Inversión extranjera: La dolarización puede hacer que un país sea más atractivo para los inversores extranjeros, ya que elimina el riesgo cambiario y proporciona una mayor certeza en cuanto a los precios y los ingresos.

  3. Comercio internacional: La adopción del dólar estadounidense como moneda de curso legal puede hacer que el comercio internacional sea más fácil y eficiente, ya que muchas transacciones internacionales se realizan en dólares.

  4. Menores costos de transacción: La dolarización puede reducir los costos de transacción, ya que no se requiere cambio de divisas para las transacciones internacionales y la inflación y la devaluación de la moneda local ya no son una preocupación.

  5. Mayor credibilidad: Al utilizar una moneda fuerte y estable como el dólar estadounidense, un país puede mejorar su credibilidad y reputación en los mercados internacionales y entre los inversores.

Sin embargo, es importante tener en cuenta que la dolarización también puede tener algunas desventajas, como la pérdida de control sobre la política monetaria y la dependencia de la economía estadounidense. Además, la dolarización no es una solución para todos los problemas económicos de un país y puede requerir cambios significativos en las políticas y prácticas económicas existentes.

No todo son ventajas

Aunque la dolarización puede tener algunas ventajas, también puede tener desventajas, entre las que se incluyen las siguientes:

  1. Pérdida de autonomía monetaria: Al adoptar una moneda extranjera como el dólar estadounidense, un país pierde su capacidad de controlar su política monetaria, ya que no puede imprimir su propia moneda ni ajustar las tasas de interés según su conveniencia. Esto puede ser un problema en situaciones en las que un país necesita ajustar su política monetaria para hacer frente a una crisis económica.

  2. Dependencia de la economía estadounidense: La dolarización puede hacer que un país sea más vulnerable a las condiciones económicas de Estados Unidos, ya que su economía estará fuertemente ligada a la del país emisor de la moneda. Si la economía estadounidense sufre una recesión, esto puede tener efectos negativos en el país dolarizado.

  3. Costos de transición: La transición a una moneda extranjera puede ser costosa y compleja. Por ejemplo, puede requerir la sustitución de billetes y monedas, la actualización de sistemas y procedimientos contables y la capacitación de personal. Además, puede haber costos asociados con la conversión de deudas y contratos denominados en la moneda local.

  4. Aumento del precio de los bienes importados: Al adoptar una moneda extranjera como el dólar estadounidense, el país dolarizado puede experimentar un aumento en el precio de los bienes importados, ya que estos se cotizan en la moneda extranjera. Esto puede ser especialmente problemático si el país es altamente dependiente de las importaciones.

  5. Desigualdad económica: La dolarización puede agravar las desigualdades económicas, ya que puede aumentar los costos para los sectores más pobres de la población y beneficiar a los sectores más ricos que tienen mayores ingresos en dólares.

Es importante destacar que la dolarización no es la solución para todos los problemas económicos de un país y debe considerarse cuidadosamente en el contexto de las circunstancias económicas y políticas del país.

jueves, 11 de noviembre de 2021

Nada nuevo bajo el sol: ¿Por qué no funciona el control de precios?

Si bien el asunto del control de precios le compete a la economía, todo aspecto comportamental de las personas y las sociedades con el dinero siempre es interesante para los psicólogos. 

En Argentina, un país repetidor compulsivo, el tema del control de precios un clásico que ya tiene como antecedentes el Rodrigazo y de alguna manera la receta resiste a abandonarse, pese a que siempre obtuvo el mismo resultado. Los controles de precios tienen un noble objetivo manifiesto de asegurar una mínima disponibilidad de bienes para el consumo masivo. ¿Pero qué es lo que termina pasando? Veamos:
1) El control de precios alienta el consumo de forma desmesurada hasta agotar la disponibilidad de un bien o servicio. Es decir, la demanda se incrementa hasta un punto en el cual la oferta no puede satisfacerla, dando lugar a escasez de los productos cuyo precio se controla.

2) El control de precios desalienta la producción de bienes cuyo precio no alcanza a cubrir su propio costo de elaboración, generando así una escasez artificial.

3) Por las razones 1) y 2), la escasez da lugar al desarrollo del mercado negro donde los precios por el mismo bien exceden aquellos de un mercado no regulado.

El caso del control de precios de Diocleciano

El control de precios no es algo nuevo. En el año 301 el emperador romano Diocleciano emitió su "Edicto sobre Precios Máximos" (Edictum De Pretiis Rerum Venalium) que regulaba prácticamente todo el comercio de bienes y servicios dentro del Imperio romano, incluyendo tarifas de transporte y salarios de soldados y jornaleros. Con la medida, se pretendió fijar los precios máximos para más de 1300 productos, además de establecer el coste de la mano de obra para producirlos.

¿Qué había pasado? Durante la crisis del siglo III, la moneda romana se había devaluado enormemente debido a que los numerosos emperadores y usurpadores habían ido acuñando sus propias monedas mediante el sistema de devaluar su valor metálico con la finalidad de obtener más efectivo con el que pagar a los soldados y funcionarios. Junto con esta norma, Diocleciano emitió diversos edictos fiscales y monetarios con la intención de reformar el sistema impositivo y estabilizar la moneda.

Lactantius escribió que Diocleciano:
"mediante diversos impuestos ha hecho que muchas cosas sean sumamente costosas, por lo que intentó mediante una ley limitar los precios. Luego corrió mucha sangre [de mercaderes] en disputas, los hombres tenían miedo de ofrecer nada a la venta, y hubo mucha escasez y pena. Hasta que, finalmente, la ley [de limitación de precio], luego de demostrar ser destructiva para mucha gente, fue abolida por necesidad."

El Edicto no consiguió su objetivo de detener la inflación, puesto que la producción en masa de monedas de bajo valor metálico continuó devaluando la moneda e incrementando los precios, haciendo que los precios máximos del Edicto resultasen demasiado bajos. 

Los mercaderes optaron, o bien por dejar de comercializar algunos bienes, venderlos ilegalmente, o utilizar el trueque. El Edicto, por lo tanto, alteró el intercambio de bienes y el comercio, especialmente a nivel mercantil. En ocasiones incluso ciudades enteras dejaron de poder permitirse comerciar. Además, y debido a que el Edicto también fijaba los salarios, muchos de los que tenían salarios fijos, y en especial los soldados, se encontraron con que su dinero cada vez tenía menor poder adquisitivo dado que los precios artificiales no reflejaban los costes reales. Algunos autores, como Edward Gibbon, identifican al Edicto como una de las causas económicas de la caída del Imperio Romano de Occidente. Que tengan un buen día.