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domingo, 4 de septiembre de 2022

Organizaciones coercitivas: ¿Cómo operan las sectas?

Cómo operan las sectas: desapego, pensamiento mágicoanimista, sugestión y la palabra del líder: así realizan la captación 

Las personas que están en situación de debilidad o de crisis emocional, o que sienten vacío existencial, son las potenciales víctimas más permeables al discurso único de estos grupos coercitivos; manipulan para generar inseguridad y dependencia. 

Las sectas criminales operan porque sus líderes brindan certeza en momentos de quiebre cuando algunas personas se encuentran con vulnerabilidades psicológicas, emocionales y sociales. Ser inteligente o tener un alto nivel educativo no impide que lleguen a involucrarse en alguna. Son más bien los momentos de debilidad o de crisis, la sensación de inadecuación o de que todo está perdido, los que son aprovechados por los líderes, porque llenarán el vacío y la incertidumbres con placebos que irán estabilizando la psique y el sosiego espiritual, ya que se presentan como una salvación o restauración, al principio con palabras y luego con acciones o pedidos inocuos.

Así, de a poco, se va entrando en la dinámica de la captación, que será conciencia de realidad y estén motivadas a realizar un cambio para mejorar su vida o estén decididas a encontrar la felicidad. 

Se busca que puedan controlar sus emociones o respuestas afectivas espontáneas para poder ser reprogramadas; se los induce a eliminarlas o a modificarlas, y se implanta las que el líder considera correctas. 

Ninguna secta destructiva o criminal va a presentarse al comienzo como lo que es realmente; es muy raro que lo hagan con los referentes sociales que pueden servir de publicidad positiva para captar a otras personas, a las que sí coaccionan una vez que ingresan. 

Al ser captadas, comenzará el proceso de aislamiento que servirá, sostenido en el tiempo, para evitar cualquier interferencia con auténticos vínculos afectivos anteriores e importantes que puedan estar notando los cambios radicales y progresivos en sus seres queridos y busquen prevenirlos del peligro que está por venir. 

Evadir a las personas significativas y reemplazarlas con las que piensan igual que ellos es esencial en este proceso. Este distanciamiento voluntario con el afuera o “los otros” en pos de una felicidad o mejora tiene otra función, que es la pérdida de noción del tiempo cronológico, porque contribuirá a un grado de desorientación para llevar a alguien hacia la esclavitud psicológica.

Así se los va convenciendo cada vez más a través de vestimentas, rituales que convocan el pensamiento mágico-animista y palabras nuevas con significados específicos que fortalecen una nueva identidad y la unión a través del pensamiento grupal para una captación eficaz.

Luego de este proceso aparece el lavado de cerebro, que es una técnica de control mental que consiste en anular la libertad de acción, asociación, confianza en otros y libertad de pensamiento. Pero para que esto se dé es necesario haber conseguido truncar la tendencia que tenemos los seres humanos a compartir nuestros sentimientos con otras personas. 

Así, sugestionar y crear una apatía condicionada a respuestas emocionales básicas se hará más fácil. Por eso, las víctimas de sectas destructivas y criminales suelen caracterizarse por la ausencia de remordimiento o empatía por el sufrimiento ajeno, y pueden mostrarse insensibles al ver o ejecutar actos de crueldad y humillación extrema hacia personas con las que tienen un vínculo afectivo, incluso dentro de la secta. 

Esto se desarrolla y perpetúa a través un temor que se va forjando con ideas paranoides de persecución o de perjuicio que, paulatinamente, pasan a ser verdades absolutas. Muchas veces se les hace creer que los enemigos son sus vínculos más queridos en una etapa anterior, los desertores de la secta o familiares que luchen por rescatarlos. Así se logra generar inseguridad, manipulación y dependencia.

A su vez, para contrarrestar el miedo y la sensación de desprotección que se fortaleció con estas ideas del mundo contra ellos, se van implantando nuevas ideas y preceptos con miras a una restauración, revolución o salvación que, a veces, puede incluir al mundo. Con el tiempo y el aislamiento se manipula en masa y se implantan emociones como el odio y la búsqueda de confrontación. 

Las normas sociales y culturales con las que llegan las víctimas a una secta son un desafío para el líder, que va a hacer que sean reinterpretadas como le conviene; ahí también entran los intereses económicos, por lo que muchas sectas comienzan con el ardid de “aprender a despojarse de lo material”, que incluye la renuncia a bienes económicos y al apego afectivo. Las normas que no se puedan adaptar serán reemplazadas por normas propias. 

Eliminar los impulsos sexuales juega un papel fundamental en el sometimiento, porque controlar estos instintos y liberarlos cuándo y cómo lo ordena el líder hará que el control y la sumisión sean absolutos. Por eso, las personas captadas, poco a poco, irán quebrantando leyes o tabúes que incluyen el incesto.  

Tomas Neer y Mary Ellen O’Toole, experfiladores criminales del FBI, plantean que existe una diferencia sustancial que ocurre entre las personas captadas y radicalizadas por sectas destructivas o criminales con las que lo son por grupos terroristas.

Si bien muchos de sus líderes son como dioses o semi dioses que portan y transmiten sabiduría que no solo es terrenal, en el primer caso los súbditos presentan lo que llaman Mirror Thinking o pensamiento en espejo: se ven y quieren ser como el líder, perfectos. En cambio, en el segundo caso se da el Ideal Thinking o la búsqueda de un ideal, que incluso trasciende al líder y al tiempo.

Luego de la masacre de Jonestown, en Guyana, donde murieron más de 900 personas captadas por una secta, lo que para nosotros fue el suicidio y homicidio en masa más impactante de todos los tiempos, para muchos de los sobrevivientes se trató de un acto revolucionario. Algunos de los sobrevivientes que fueron arrancados de ese hábitat y enfrentados con un entorno con leyes que conocían, pero que ya no los regían, presentaron fenómenos alucinatorios y sensaciones de fin de mundo, según informes y reportes del FBI de la época.

Es importante que las víctimas rescatadas y sacadas contra su deseo de este tipo de sectas no sean abandonadas a su suerte, sino que cuenten con una terapéutica psicológica y psiquiátrica especializada para comprender qué los llevó a eso, entender que fueron víctimas de esclavitud psicológica y manipulación de la voluntad, que cuenten con apoyo social para así lograr una readaptación y evitar futuras recaídas.

Fuente: Laura Quiñones Urquiza (28/8/2022) "Cómo operan las sectas: desapego, pensamiento mágico-animista, sugestión y la palabra del líder: así realizan la captación" - La Nación 

lunes, 6 de julio de 2020

Construyendo prevención contra la trata de personas.

Tal como venimos trabajando en entradas anteriores, terminar con el delito de trata de personas solo es posible logrando un cambio cultural a través del cual se desnaturalice la explotación sexual y cualquier sometimiento de una persona por otra. Es decir, necesitamos cuestionar las relaciones de poder en las que se fundan las desigualdades y aspirar a una sociedad más justa e igualitaria para todos y todas.

La prevención implica sensibilizar y concientizar a la población en general. Para trabajar en la prevención y lucha contra este delito, es fundamental tener en cuenta los siguientes aspectos:

Es necesario realizar campañas de información masiva: para que toda la población conozca que existe la trata de personas y sus mecanismos, que sepa dónde recurrir y a quién preguntar, sin generar estados de paranoia. También, y más próximo a lo que cada uno/a puede hacer desde su lugar es necesario hablar del tema e instalar el debate en nuestros círculos más próximos.
 Es central no considerar que este delito está lejos de nosotros/as e informarnos. Para ello es una importante herramienta de prevención: realizar talleres sobre trata en escuelas, en los centros comunitarios, vecinales, etc., con el objetivo de concientizar e informar a la población sobre las formas de reclutamiento y las modalidades en que operan estas redes.

 Es determinante para poder prevenir, comprender que el reclutamiento incluye el engaño que puede tomar diversas formas, a través de diversos medios que varían según el caso.

Algunos mecanismos sobre los que podemos construir prevención son:

Los ofrecimientos laborales
Podemos construir prevención, especialmente en el caso de trata con fines de explotación sexual, sobre los ofrecimientos laborales que se realizan en los medios gráficos (avisos clasificados) o de forma verbal, ya que incluyen tentadoras remuneraciones, no exigen experiencia previa y conocimientos específicos. Y son trabajos ofertados en lugares lejanos al hogar de la potencial víctima.

Entonces a continuación te acercamos algunos aspectos a tener en cuenta para construir prevención, tanto en el caso de una persona que esta buscando empleo, como en el caso de que se presente a una entrevista de selección de personal.

SI ESTA BUSCANDO EMPLEO, es importante prestar especial atención a los ofrecimientos que:
 Prometan cambio de vida y/o ganar mucho dinero en poco tiempo.
 Soliciten señoritas, promotoras, bailarinas, secretarias, personal para el cuidado de personas, masajistas, tarjeteras.
 Soliciten fotos de cuerpo entero.
 No exijan ninguna experiencia previa ni ningún tipo de cualificación.
 No expliciten cual es la actividad a realizar.
 Ofrezcan vivienda.
 Se relacionen aunque sea indirectamente con el sistema prostibulario (recepcionista, coperas, bailarina nocturna).
 Exijan traslado a otra localidad, provincia o país y ofrezcan costear los gastos de los pasajes o que cuando llegues a destino y empiecen a ganar dinero podrán devolverlo.
 Que los únicos requisitos solicitados sean: buena presencia, ser joven y mujer.
 Que exijan respuesta inmediata a la propuesta (Urgente).
 Que los datos de contacto no permitan establecer quien es la persona que se ha
comunicado ni el lugar desde donde lo hace.

SI DECIDE CONCURRIR A UNA ENTREVISTA LABORAL, es importante que considere las siguientes recomendaciones:
 No se presente sola/o, en especial cuando la entrevista sea en un domicilio particular o en un lugar público (que no sea una institución, empresa u organismo).
 Informe a alguien de tu entorno familiar o social dónde y con quién tendrás la entrevista. Ante la desaparición de una persona, las primeras 48 horas son fundamentales para la investigación judicial.
 Solicite, previo a la entrevista, información sobre la actividad que le proponen realizar, el espacio físico y los horarios en que se espera que la lleve a cabo.
 Busque referencias sobre el futuro empleo / empleador. Para ello basta una simple búsqueda en internet o consultar a personas de la zona.
 Evite brindar información personal que no sea estrictamente necesaria para la búsqueda laboral. No hace falta contestar preguntas sobre el entorno familiar y/o social.
 No firme nada.
 No entregue NUNCA el DNI, pasaporte o cédula de identidad.

Otros mecanismos a tener en cuenta para la prevención:

- Internet: Cuando un nuevo contacto indaga en la vida de una persona en forma extraña pero sutil, será necesario estar advertido ya que se desconoce quién está del otro lado y cuáles son sus intenciones. También es importante ser cuidadoso/sa en el uso de los blogs, salas de chats y redes sociales, ya que subir fotos y datos personales en la red, sin tomar precauciones, es una forma de exposición que puede resultar peligrosa.

- Alejamiento del hogar: Recuerde que las redes de trata suelen aprovechar posibles, potenciales o reales conflictos para captar víctimas, puesto que estas se encuentran en situaciones de mayor vulnerabilidad. En el caso de los/as adolescentes, un mecanismo utilizado es acercarse y potenciar el conflicto o las rebeldías propias de la edad, tomando el delincuente el rol del “salvador”.

- Ofertas de falsas agencias de modelos: Cuando se ofrece hacer fotos para futuros desfiles, es importante indagar e investigar sobre la posible falsedad de la agencia.

- Ofrecimiento de matrimonio o convivencia y posterior instalación en otra provincia o país: Considerar que es a partir del “enamoramiento” y la seducción, que los tratantes pueden producir el alejamiento de la víctima del entorno familiar.

- Seguimiento: Cuando se observa un vehículo que merodea el barrio, que sigue a alguien en particular o que una persona invita a otra a subir a un auto, se lo debe denunciar, intentar recordar las características físicas de la persona y tomar nota de la patente del vehículo. Este mecanismo termina generalmente con el secuestro de la víctima.

En síntesis, para trabajar en la prevención y lucha contra el delito de trata de personas:
En el caso de trata con fines de explotación sexual, es importante buscar referencias sobre el futuro empleo / empleador, para ello puede ser útil consultar a personas de la zona y/o buscar información por Internet. También es importante avisar a familiares y/o amigos el lugar exacto de la entrevista y, de ser posible, no concurrir solo/a.

En el caso de trata con fines de explotación laboral, es importante pedir información sobre las condiciones laborales: lugar de trabajo, actividad y tareas propuestas, datos sobre el espacio físico y horarios de la jornada laboral, salario ofrecido y también buscar referencias sobre el futuro empleo / empleador.

viernes, 13 de diciembre de 2019

Los cuerpos como mercancía.


Como hemos mencionado, la trata de personas supone una de las peores formas de violencia, por esto es indispensable dimensionar todas las aristas que reviste el consumo de los cuerpos. En la gran mayoría ocurre sobre los cuerpos de mujeres y niñas, sin embargo no debemos perder de vista que la vulneración incluye a travestis, trans, niños y adolescentes varones.

Nos referimos particularmente a:
1. Los mitos (1) que sostienen y avalan el consumo del cuerpo de las mujeres, adolescentes, niñas, trans y travestis, como objeto de intercambio comercial y dador de placer.
2. La mercantilización de las mujeres y la apropiación masculina de sus cuerpos como si se tratase de objetos de placer, donde el hombre que paga por sexo juega un papel decisorio y todavía bastante invisibilizado.
3. La apropiación masculina del cuerpo de las mujeres, teniendo en cuenta los mecanismos de captación, coerción y explotación.
4. Las secuelas que hacen marca en las personas que son explotadas sexualmente. Esto es fundamental para pensar y ejecutar políticas acordes a la problemática; así como la contención y el tratamiento adecuado tendiente a no revictimizar y estigmatizar.

A continuación analizamos cada una de las aristas que reviste el consumo de los cuerpos presentadas aquí.

1. Los mitos que sostienen y avalan el consumo del cuerpo de las mujeres, adolescentes, niñas, trans y travestis, como objeto de intercambio comercial y dador de placer.
A lo largo de la historia se han reproducido y naturalizado estereotipos y prejuicios que refuerzan las desigualdades de género: el hombre fuerte y poderoso y la mujer sumisa y complaciente son algunos ejemplos. En tanto vivimos en un mundo que se instituye como un campo discursivo, las producciones imaginarias que circulan en cada época determinan modos de ser y de hacer, generando al mismo tiempo campos y prácticas que los sostienen y por los que circula el poder de manera desigual.

En ese contexto de estereotipos y prejuicios que sostienen las desigualdades de género, toda demostración de afecto y/o sensibilidad en los varones muchas veces es reprimida, contenida y remplazada por expresiones de frialdad e incluso de agresividad. En ocasiones cuando esto sucede, los cuerpos de las mujeres, adolescentes, niñas, travestis y trans pueden convertirse en objetos pasibles de ser consumidos y mercantilizados, donde el afecto no circula. Cuerpos que son nombrados como una cosa que es posible mirar, tocar y, en otros casos, comprar y abusar.
Aquí entra a jugar otro de los mitos o representaciones sociales, que circulan muy a menudo sobre la “necesidad” sexual del hombre. Este imaginario compartido socialmente, justifica y naturaliza que los hombres reclamen particularmente a las mujeres el territorio de su cuerpo, ya sea en el plano de una pareja o que paguen por sexo (o mejor dicho, alquilen un cuerpo para su satisfacción).
La violencia sexual con un partenaire o el prostituir a las mujeres aparece como la voluntad de dominio en el plano sexual (2) muchas veces justificado por el fantasma masculino según el cual una mujer goza cuando la violentan. “Cuando dice no es sí”, “les gusta hacerse las difíciles”, “dicen una cosa, pero en realidad quieren otra” son expresiones comunes que se usan para justificar este avasallamiento.

A decir de Volnovich, Juan Carlos: “así se presentan los “clientes”: como marineritos frescos y graciosos, como seres inocentes, víctimas ante el estímulo y la facilitación de tanta oferta.
Reforzando siempre el estereotipo tradicional de la sexualidad como expresión de la “naturaleza animal” del varón que consiste en lo siguiente: una vez que los varones hemos sido provocados y excitados, ya no somos responsables por nuestros actos”(3)

Entonces, son las mujeres las responsables que desatan el irrefrenable instinto animal.

Este imaginario presenta dos caras: aquella que justifica el avasallamiento de los hombres sobre los cuerpos de las mujeres en pos de una irrefrenable necesidad, que ellas provocan y la que deja por fuera los deseos de las mujeres (especialmente en el terreno sexual) para dar lugar al rol de complacer al hombre.
Aquí es importante destacar que estos atributos son significaciones imaginarias compartidas “semblantes acuñados por la cultura”(4), y no un destino biológico referido al género: no todos los hombres avasallan, ni todas las mujeres son sumisas. Sin embargo, es desde estos mitos desde donde la explotación sexual de las mujeres y su consumo quedan justificados y hasta avalados por gran parte de la sociedad.

Lo importante es poder visualizar que se trata de representaciones, mitos, estereotipos, construcciones culturales, sociales, históricas, económicas y políticas, que se van modificando en cada época. Visibilizarlas, nombrarlas, debatir sobre ellas, nos permite comenzar a quebrar las bases sobre las que se asientan.

2. La mercantilización del cuerpo como objeto. El papel de quien consume prostitución.
La demanda es una de las principales causas para que exista el negocio de la trata con fines de explotación sexual. Sin embargo, quien consume prostitución, denominado comúnmente “cliente”, es uno de los personajes más invisibilizados de este complejo entramado delictivo.

¿Qué lleva a un hombre a pagar por tener sexo? ¿Qué mecanismos se ponen en juego?
Algunas consideraciones hemos nombrado en el apartado anterior en cuanto a las representaciones y estereotipos de lo femenino y lo masculino. Otra respuesta a estos interrogantes es la negación de mujeres, adolescentes, niñas/os, travestis y trans como personas, ubicándolas en el lugar de objeto. Así, se disocia cuerpo y persona, renegando de esta última y poniendo ese cuerpo al servicio del placer de otro. El dinero garantizará que el deseo y la voluntad queden silenciados. Se efectiviza, al decir de Foucault, que las relaciones de poder penetren en los cuerpos(5) naturalizando la falacia de que el rol de la mujer es complacer al hombre e invisibilizando lo traumático de la escena en la que los hombres realizan sus fantasías sobre los cuerpos de otras personas cuyos deseos son suprimidos.
Una campaña española arrojaba luz a este asunto “No compras sexo, compras vidas” (6) dando cuenta de la violencia que supone este acto. No pagan por un “servicio”: consumen mujeres, adolescentes, niñas/os, travestis o trans.

3. La apropiación masculina del cuerpo de las mujeres, teniendo en cuenta los mecanismos de captación, coerción y explotación.

En este contexto de explotación sexual, muchas de las mujeres, adolescentes, niñas/os, travestis y trans son víctimas del delito de la trata, teniendo en cuenta los mecanismos de ofrecimiento y captación, traslado, recepción y acogida, que desarrollamos en la unidad 1.

4. Las secuelas que hacen marca en las personas que son explotadas sexualmente. Esto es fundamental para pensar y ejecutar políticas acordes a la problemática; así como la contención y el tratamiento adecuado tendiente a no revictimizar y estigmatizar.

El poder degradante que es ejercido sobre sus cuerpos de las víctimas, provoca sufrimiento físico y psíquico.
Dentro del abuso sexual y psicológico encontramos consecuencias somáticas directas, tales como enfermedades de transmisión sexual (VIH, hepatitis, sífilis, HPV), desgarros en vagina y ano producto de la violencia física, adicción a sustancias psicoactivas, cicatrices, fracturas, dolores crónicos, etc. También secuelas de abortos provocados en pésimas condiciones de salubridad.
El alto impacto del acontecimiento traumático sufrido por las víctimas de la trata también tiene consecuencias psicológicas como baja autoestima, episodios de angustia, intentos de suicidio, dificultades para relacionarse sexualmente, enfermedades psicosomáticas o autoinmunes.
Son muy comunes también los llamados episodios de disociación en las víctimas que han podido salir de ese calvario.

Aquí es importante aclarar que tanto lo socio-político, lo somático y lo psicológico son sólo una división arbitraria a los fines de intentar transmitir la devastación que supone la explotación sexual. Los efectos dañinos no pueden pensarse por separado ya que todos estos planos confluyen en una persona. La experiencia traumática de la trata no puede tenerse en cuenta como un conjunto, sino en cada uno de los episodios de abuso al que han sido sometidas: cada golpe, cada penetración, cada día de horror y miedo son traumáticas. La sexualidad contempla aspectos físicos y psicológicos que hacen a la integridad sexual.

Por eso, mirando hacia adelante, en el plano socio-político podemos y debemos procurar la implementación de las leyes y políticas efectivas tendientes a modificar las relaciones sociales de poder y desnaturalizar las asimetrías. Los cimientos de esta ardua tarea se inician en acciones que apunten a la información, la sensibilización y la difusión. Dar los debates necesarios para desnaturalizar las relaciones de poder que sostienen las desigualdades de género, repudiar cualquier acción de violencia y sometimiento que una persona ejerza sobre otra.
Consumo de cuerpos, negociados, delito, explotación, esclavitud, tortura, violación, despersonalización, secuestro, muerte, todas estas palabras hablan de la Trata. El desafío será entonces nombrarlas cada vez, en cada lugar, con más fuerza, para que este delito emerja definitivamente de la oscuridad y la impunidad.
Dar existencia, nombrar, informar, son las herramientas por excelencia de la prevención y el inicio de un camino en el que la transformación sea un horizonte posible.

El rol de los medios y la trata de mujeres y niñas con fines de explotación sexual.
Hay quienes afirman que en las sociedades contemporáneas los principales constructores de representaciones sociales son los medios de comunicación, como antaño lo fue el sistema educativo.

En este sentido, Raiter define una representación social como “la imagen que construyen los medios de difusión sobre los temas que son parte de la agenda pública y que, en la medida que es conservada, se torna una creencia”(7)

Cabe preguntarse entonces ¿cuál es la imagen de las mujeres construida por los medios de comunicación y si ésta da cuenta de los diversos modos de vida de las mujeres?
Si bien las generalizaciones son siempre injustas, es dable afirmar que, por su eficacia comunicacional para transmitir un mensaje claro en poco tiempo, los medios utilizan permanentemente el recurso del estereotipo y, de ese modo, reproducen y perpetúan las cargas simbólicas que se asocian a éste. Ciertamente, los estereotipos etiquetan y encasillan a las mujeres dentro de ciertos roles, como el de la “madre abnegada”, la “puta”, la “santa”, etc. que, de tanto repetirse, acaban por naturalizarse, desalentando las relaciones de igualdad en la sociedad.
La cosificación de las mujeres, niñas y personas con una identidad de género femenina en los medios de comunicación se orienta en este mismo sentido. Las imágenes de las mujeres o de partes de sus cuerpos para vender todo tipo de productos, terminan convirtiéndola en una mercancía más, sin quedar en claro qué es lo que se está vendiendo.
Llevada esta mercantilización al extremo, en los avisos de comercio sexual que aparecen en las secciones de anuncios clasificados de los medios gráficos e internet, las mujeres son ofrecidas y solicitadas como un objeto más entre automóviles, inmuebles y otros productos.

El mensaje de que las mujeres pueden ser compradas, vendidas, alquiladas y usadas, no sólo está en la base de los delitos de explotación sexual y trata de personas, sino también en otras formas de violencia contra las mujeres.

Algunas consideraciones respecto de la prostitución
Frente a la prostitución los Estados y sus normativas y políticas públicas pueden adoptar distintas posiciones. Según sea la forma en que los Estados, sus legislaciones, normativas y políticas públicas se posicionan frente a la prostitución, se alinean de tres diferentes formas:

El abolicionismo, entiende que en el sistema prostibulario, las relaciones son de desigualdad y de explotación y por tanto se debe hacer todo lo posible para desalentarlas. No penaliza a las mujeres que son prostituidas sino que condena a quienes las explotan: rufianes, proxenetas, tratantes y traficantes.
El reglamentarismo, es partidario de la existencia de regularizar, normalizar, reglar y legitimar el uso sexual de las personas considerando que se trata de la “prestación de un servicio” o de un “trabajo” como cualquier otro. Promueve la aplicación de medidas de corte sanitarista para la seguridad de quienes pagan por sexo, que son entendidos como “usuarios” o “clientes” (la implementación de zonas rojas, la utilización de libretas sanitarias y revisaciones periódicas para control de enfermedades de transmisión sexual, etc.)
Las políticas reglamentaristas lejos de proteger o beneficiar a las mujeres representan la confirmación institucional de un modelo social que garantiza el uso colectivo sobre mujeres mayoritariamente desfavorecidas y excluidas socialmente. Las consecuencias de la reglamentación en los países que la han puesto en práctica han arrojado un incremento del número de mujeres traficadas, se incrementó también la explotación sexual infantil y no reportó mejoras en la calidad de vida de las personas prostituidas.
Desde el prohibicionismo, la prostitución es considerada un delito que pone la carga de culpabilidad en la persona prostituida y absuelve a los que usufructúan de ella (los explotadores y la demanda). Es una posición con fuertes raíces misóginas, donde la “pecaminosidad” de la circunstancia se carga sobre la víctima, sancionándola moralmente y responsabilizándola de las “flaquezas” que cometan sus abusadores.
En los países prohibicionistas se persigue y sanciona a las mujeres en situación de prostitución como única respuesta del Estado.

Argentina se alinea dentro del abolicionismo. Nuestro país ratificó en 1957 la Convención para la Represión de la Trata de Personas y de la Explotación de la Prostitución Ajena (Decreto Ley 11925), aprobada por la Asamblea de las Naciones Unidas el 2 de diciembre de 1949, también adhirió al protocolo final anexo al Convenio en el año 1960 (Ley 15768).

Fuente: INAP, "Conceptos Básicos sobre Trata de Personas" - Unidad 2.

Notas: 
(1) Cuando hablamos de mitos nos referimos a un conjunto de creencias construidas desde la idealización o fantasía que se generan para explicar una situación y que luego se aplican a todas las situaciones similares. La violencia de género se sostiene sobre muchos mitos en torno a cómo es y debe ser el género femenino y masculino.
(2) La ley 26485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales, define a la violencia sexual como “Cualquier acción que implique la vulneración en todas sus formas, con o sin acceso genital, del derecho de la mujer de decidir voluntariamente acerca de su vida sexual o reproductiva a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación, incluyendo la violación dentro del matrimonio o de otras relaciones vinculares o de parentesco, exista o no convivencia, así como la prostitución forzada, explotación, esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres”.
(3) Volnovich Juan Carlos,“Se trata de nosotras”. Las Juanas Editoras, Ed. Sudestada de Bolsillo / Colección Nuestros Derechos, Buenos Aires, 2013.
(4) Cristina Marqués Rodilla: Goce, violencia y semblantes de mujer. Revista del Centro Psicoanalítico de Madrid, N°7
(5) Titulo de una entrevista a Michel Foucault. “Les rapports de pouvoirpassent á lìnterieur des corps”. La Quinzaine Littéraire, No 247, 1977.
(6) Campaña 2011: “No compras sexo, compras vidas”. Servicio de la Mujer del Área de Familia, Asuntos Sociales y Zonas de Especial Actuación del Excmo. Ayuntamiento de Sevilla, España.
(7) Raiter, Alejandro, en Adrián Eduardo Duplatt La Construcción social de la mujer en los avisos clasificados de sexo: mercancías al paso (2012). En: Narrativas, nro. 22, ISSN 1668-6098. Documento electrónico.

viernes, 13 de septiembre de 2019

Trata con fines de explotación sexual: mitos y mirada de género.


He aquí algunos mitos respecto de la trata con fines de explotación sexual, con la idea de ponerlos bajo la lupa y de tomarlos como ejemplo de las complejas aristas de la trata que permanecen invisibles para la mayoría de la gente.

Entendemos por mito al conjunto de creencias construidas desde la idealización o fantasía que se generan para explicar una situación y que luego se aplican a todas las situaciones similares. Son narraciones o explicaciones en base a creencias que se reproducen generalmente de forma oral y que constituyen dichos o expresiones que se consideran verdaderas, no se ponen en duda, se repiten casi sin pensarlas y se siguen transmitiendo de una generación a otra.

Veamos a continuación algunos mitos que sostienen la trata con fines de explotación sexual:
  • La mayoría de las mujeres que están en los prostíbulos, es porque les gusta.
  • Es natural que los varones paguen por sexo, ya que no pueden controlar sus impulsos sexuales.
  • La víctima de trata pide ayuda.
Breve introducción a la mirada de género ¿A qué nos referimos cuando hablamos de género?

Cuando hablamos de género nos referimos a las representaciones y valoraciones de lo femenino y de lo masculino, las normas que regulan sus comportamientos, las atribuciones a cada sexo y la división sexual del trabajo. Todo ello, producto de complejas construcciones sociales y culturales que se elaboran a partir de las diferencias sexuales y que constituyen modos de significar relaciones de poder y de estructurar relaciones sociales en sus planos simbólicos, normativos, institucionales así como la subjetividad individual.

Socialmente, se suele pensar al género femenino como cariñoso, dulce, sensible, maternal, delicado; y al género masculino como inquieto, fuerte, ágil, sexualmente activo, inteligente. Lo curioso es que no importa mucho qué sucede realmente en cada persona en particular; sin embargo existe una idea generalizada y reproducida a lo largo de los distintos momentos históricos acerca de los modos de ser mujer o varón en una sociedad determinada.

Estas generalizaciones son “estereotipos de género”, es decir representaciones que se “cuelan” en todas las áreas de la vida. Desde que alguien nace, la cultura, el lenguaje, la vida afectiva va inculcando ciertas normas y valores profundamente tácitos en la sociedad. Estas normas y valores son dados por “naturales” y, por lo tanto, no se cuestionan. De una manera no consciente, las personas van aprendiendo y reproduciendo en el andar cotidiano estas representaciones, incorporándolas a sus vidas.

Las relaciones de género están atravesadas por la lógica patriarcal (1) que históricamente ha instalado una desigualdad de poder entre varones y mujeres y que resulta muy difícil de deconstruir, por ejemplo, estableciendo una distribución más igualitaria de las tareas de la casa con la pareja, el cuidado de los/as hijos/as, así como de las tareas en el trabajo y en otros espacios.

En este sentido, por ejemplo, la mujer ha sido preparada para asumir un papel de subordinación que la sociedad impone como “lo natural”, como lo que debe ser, y que refuerza los lugares de objetivación en los que luego las mujeres son puestas, que impiden su efectivo acceso y goce de derechos. Las múltiples propagandas que presentan a las mujeres como productos a consumir al lado de otros productos como autos, televisores, o cualquier objeto, equiparándolas a éstos, constituyen un claro ejemplo. Aunque en la actualidad se ha avanzado mucho en materia de igualdad de género, aún queda mucho por recorrer.

Comprender la perspectiva de género de este modo nos permite pensar, por ejemplo, que:
  • Ningún atributo asignado a lo femenino y a lo masculino es inmutable e inmodificable.
  • Cada sociedad tiene sus propias definiciones de género.
  • En las diversas sociedades pueden coexistir distintos sistemas de género asociados a las diversidades culturales que las caracterizan.
  • Los factores sociales y culturales pueden afectar de diversas formas las maneras en que, al interior de una sociedad, se organizan las relaciones, los roles, lugares y los estereotipos de género: etnia, religión, sexualidad, pertenencia a una clase o a un grupo de edad, etc.
  • El género es una cuestión que involucra a toda la sociedad y modificar la situación de desigualdad, inferioridad de condiciones y oportunidades es posible con la participación de todos y todas.
Por lo tanto,

No hay razones biológicas o anatómicas para suponer que el género femenino es “peor”, “menos”, “inferior” que el masculino, ni lo contrario. Suponer esto ha servido, a lo largo de la historia, para justificar la desigualdad social. Desigualdades que son relaciones de poder donde las mujeres han quedado en inferioridad de condiciones que implican diversos tipos de violencias.

Ahora bien, pensemos en la violencia de género y en cómo se relaciona con el tema que nos convoca que es la trata con fines de explotación sexual.

La trata con fines de explotación sexual es una de las más aberrantes violaciones de los derechos humanos, donde la violencia de género (5) es llevada a su extremo. En estas prácticas, las mujeres son ubicadas en un lugar de subordinación y son despojadas tanto de su poder de decisión como de su autonomía. Las relaciones que se establecen entre las mujeres, los proxenetas y los hombres que pagan por sexo siempre son relaciones de desigualdad, de asimetría de poderes. Tanto proxenetas como quienes pagan por sexo consideran a las víctimas como objetos de su propiedad, a quienes han comprado y/o alquilado.

Como dice Graciela Vargas, “...los derechos sexuales están íntimamente ligados a los derechos humanos. El derecho a vivir una sexualidad sin violencia, sin coerción, sin discriminación y con respeto a la integridad física y psíquica, dentro de relaciones de igualdad, mutualidad, principios de equidad, placer mutuo, responsabilidad y justicia, es un derecho inalienable e irrenunciable”.(3)

En el plano sociopolítico, la trata también constituye una de las más graves violaciones a los derechos humanos, entre los que se pueden destacar los derechos a: no sufrir esclavitud o servidumbre forzada; no sufrir prácticas de tortura u otras formas de trato inhumano o degradante; a la vida; a la libertad; a la dignidad; a la identidad; a la salud; a una vivienda digna en condiciones de seguridad; a no ser discriminada por razón de género; a un trabajo justo y en condiciones favorables, entre otros. Por eso ha sido tan importante la sanción de la ley 26485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los ámbitos en que desarrollen sus relaciones interpersonales.

Esta ley ha permitido enunciar las múltiples formas de violencia por las que atraviesan las mujeres como así también los diferentes ámbitos, desnaturalizando de este modo, las desigualdades de género y contribuyendo también a visibilizar y combatir el delito de trata.

Para profundizar en el análisis de la Ley 26485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, les acercamos el siguiente link.

Asimismo, la incorporación al código penal de la figura de femicidio, aporta a lo antes mencionado demostrando que las mujeres mueren en manos de sus parejas, ex parejas, novios, amantes, etc., por el solo hecho de ser mujeres, llevando a la máxima expresión la violencia de género.

Para profundizar sobre esta incorporación, sugerimos visitarla.

Es importante mencionar que el Órgano de aplicación de la ley 26485 de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres, es el Consejo Nacional de la Mujeres. Este Consejo entre las diversas acciones realizadas en la materia, ha implementado la Línea 144 de atención telefónica a las víctimas de violencia de género, destinada a dar contención e información y a brindar asesoramiento sobre los recursos existentes en materia de prevención de la violencia contra las
mujeres, a nivel local y provincial. Para mayor información sugerimos dirigirse a la página Web del Consejo Nacional de la Mujeres:

Notas: 
(1) Cuando hablamos de patriarcado nos referimos a una "forma de organización política, económica, religiosa y social basada en la idea de autoridad y liderazgo del varón, en la que se da predominio a los hombres sobre las mujeres; del marido sobre la esposa; del padre sobre la madre, los hijos y las hijas; de los viejos sobre los jóvenes y de la línea de descendencia paterna sobre la materna" Varela, N. (2005): Feminismo para principiantes, Barcelona (España), Ediciones B.

(2) Cuando hablamos de violencia de género nos referimos a todo acto violento dirigido hacia una mujer por el hecho de serlo. La violencia tiene lugar cuando una persona ejerce poder sobre otra intentando controlar la relación e imponer su propia voluntad en perjuicio del otro/a. Es decir, la violencia se
relaciona con una asimetría de poder, y las mujeres son las que, estructuralmente, suelen ocupar el lugar de inferioridad en las relaciones de poder.

(3) Vargas Graciela “Enfoque de género y derechos humanos en el tema trata y tráfico de personas” en “Se trata de Nosotras” Las Juanas Editoras, Ediciones Sudestada de Bolsillo / Colección Nuestros Derechos, Buenos Aires, 2013.

Fuente: INAP, Conceptos básicos sobre trata de personas, Unidad 2.

Si te interesa el tema trata de personas, podés seguir investigando haciendo clic en el tag.

jueves, 1 de agosto de 2019

Actores que componen las redes de trata de personas.

Cuando hablamos de Trata de Personas estamos refiriéndonos generalmente a organizaciones que se dedican al crimen organizado, cuyas consecuencias son graves para la seguridad, bienestar y los derechos humanos de las víctimas y de la sociedad en general.

A continuación presentamos los actores que componen las redes de trata en los casos de trata con fines de explotación sexual y trata con fines de explotación laboral.

La trata con fines de explotación sexual, en particular, funciona porque a su alrededor actúa una compleja red que la hace posible. Esta red está conformada por:

  • los proxenetas, quienes obtienen ganancias de la explotación sexual de una o más mujeres que circulan a través de las distintas instancias de la red;
  • los/las regentes de prostíbulos quienes se apropian de los beneficios económicos generados por la explotación sexual ajena y tienen a su cargo la administración y gestión de estos lugares;
  • los/las reclutadores, proveen, intermedian y organizan los traslados;
  • quienes utilizan el secuestro como medio de captación gozan de vínculos directos con autoridades políticas, judiciales y policiales; y
  • quienes pagan por sexo, que posibilitan que la red siga funcionando.

En el caso de la trata con fines de explotación laboral, también opera una red similar. Están quienes explotan a las personas en los talleres textiles, campos, etc., y obtienen las ganancias. Pero también muchas veces hay complicidad y connivencia de otras personas, funcionarios/as y fuerzas de seguridad para que este negocio siga funcionando.

En ambos casos, muchas veces se hallan involucrados en las redes otros operadores secundarios, empleados de empresas de transporte (garantizan pasajes para el traslado), personal de compañías de telefonía celular que proveen líneas seguras y encargados de confeccionar documentación.

El bajo riesgo de condena que la Trata de Personas representa para los criminales y el alto rédito económico que se obtiene, nos permite comprender más fácilmente por qué parte del crimen organizado está girando su foco de actuación de las drogas y las armas, hacia la comercialización y mercantilización de seres humanos. En otros casos se suma esta modalidad delictiva a la que ya realizaban, disputando el segundo puesto entre los delitos de crimen organizado (como el tráfico de armas y el narcotráfico), según datos proporcionados por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).

Es muy importante que seamos conscientes que para erradicar el delito de trata de personas, son tareas imprescindibles:

  • hablar de la trata de personas;
  • poner bajo la luz el tema y darle existencia y visibilidad, para permitir una nueva distribución del poder y la posibilidad de combatir este delito;
  • comprender que sin la demanda del hombre que paga por sexo (también denominado cliente, prostituyente) no existiría la trata de personas con fines de explotación sexual;
  • poner en discusión que las personas no son mercancías intercambiables,
  • concientizar a la sociedad en general y a los agentes y funcionarios estatales en particular sobre la trata de personas; y
  • desplegar diversas políticas públicas en pos de su prevención y eliminación.

miércoles, 19 de junio de 2019

Mecanismo y etapas de la trata de personas.

Como decíamos anteriormente la trata de personas es un proceso que implica: el ofrecimiento, la captación, el traslado y la recepción o acogida de personas con fines de explotación. En este apartado analizaremos cada una de esas instancias:

Ofrecimiento y captación
La forma más usual utilizada para la captación de víctimas es el engaño. Siempre se realizan ofertas laborales que son engañosas en cuanto a su naturaleza o a sus condiciones que dan inicio a la explotación.

En el caso particular de la trata de personas con fines de explotación sexual, también puede suceder que otro modo de captación sea el secuestro; el engaño, con ofertas de trabajos en:
- casas de familia como empleadas domésticas,
- como niñera al cuidando niños/as o de ancianos/as,
- como meseras o empleadas/os en algún comercio.

En los casos de engaño, los/as reclutadores/as utilizan distintas estrategias. Sin embargo, en todos los casos, les prometen buena paga y la posibilidad de mejorar sus vidas y las de sus familias rápidamente. Puede ser que actúen en pareja y simulen ser un matrimonio, a veces utilizando niños/as para generar confianza en las mujeres y sus familias y hacer creer que el ofrecimiento de trabajo como niñera o empleada doméstica es genuino.

Otra modalidad común, es la realización de un casting en la zona elegida para la captación. La convocatoria se hace mediante la publicación de avisos clasificados, afiches en la vía pública o publicidad en alguna radio o televisión local con promesas de trabajo.

Otra de las caras del engaño que utilizan los tratantes para el reclutamiento de mujeres es el “enamoramiento”, simulando una relación sentimental con la finalidad de explotarlas. Incluso en algunos casos los proxenetas llegan a tener hijos/as con ellas para consolidar el vínculo sentimental y continuar coaccionando a las víctimas. Esta modalidad “del enamoramiento” también puede utilizarse para captar jóvenes varones. Suele ser frecuente que quienes son explotadas sexualmente sean obligadas a reclutar a otras mujeres bajo coacción. Según un informe de la OIM, Organización Internacional para las Migraciones, “los regentes de los prostíbulos amenazan a las mujeres con dañar a su familia en su lugar de origen si no regresan o si lo hacen con menos chicas de las encargadas” (ver nota).

En la trata con fines de explotación laboral, generalmente el engaño no se vincula con el tipo de trabajo a realizar en el destino. Las personas saben que trabajarán en talleres de costura, campos, etc. Lo que es engañoso son las condiciones en que se realizarán esos trabajos. Los salarios prometidos no son tales, las condiciones de vivienda son precarias e indignas, la alimentación es escasa y descontada del supuesto salario, el mal trato y las amenazas son muy frecuentes.

Lo que tienen en común ambos tipos de trata, es que el trabajo ofrecido por el reclutador/a siempre está disponible en otro lugar (pueblo, región, provincia o país) y la futura víctima deberá trasladarse para obtenerlo.

El traslado
La trata implica el traslado de las personas a un lugar diferente del que viven. El traslado puede ser interno, hacia el interior de las fronteras del país o hacia otros países.

Las redes de trata tienen un denominador común: el país de origen es en general más pobre que el de destino. En estos casos las víctimas se encuentran en un país extranjero, donde no conocen las leyes, y se encuentran sin su documentación y en condiciones de vulnerabilidad.

Cuando una persona es tratada con fines de explotación sexual dentro de un mismo país, también se la lleva a otras localidades y se la rota e intercambia de sitio a través de un sistema denominado de plazas.

En cuanto a la trata laboral, el traslado generalmente es hacia otras provincias con condiciones de trabajo indignas. Los tratantes suelen justificar estas condiciones como pautas culturales propias de las víctimas, cuando no son más que la violación de sus derechos fundamentales.

El traslado dentro del territorio nacional o internacional, tiene como finalidad fortalecer el control de los tratantes sobre la persona por varios motivos:
1. Porque la/el reclutadora/r suele facilitar a la víctima el dinero o los medios para el traslado y retenerle la documentación, generándole una deuda.
2. Porque el traslado y la distancia aíslan a la víctima de las redes sociales conocidas a las que puede recurrir.
3. Porque es más difícil localizarlas en el proceso de investigación y búsqueda.
4. Porque la víctima desconoce sus derechos y los organismos de asistencia en los lugares de destino.

Los gráficos siguientes muestran el trazado de los corredores por los que más frecuentemente circulan las personas desde el lugar de captación hacia el de recepción o destino. En el primer caso, los corredores señalados se inician en los países limítrofes.


En el caso siguiente se observan los corredores, desde otros países de América.


Recepción o acogida
Una vez que la víctima ha sido trasladada al lugar de destino para su explotación es recibida por un intermediario o por quien será finalmente su explotador, formando esta situación otro eslabón del “circuito” de la trata.

Cuando hablamos de trata de personas es importante reforzar la idea de que las personas no son mercancías. Las personas no pueden ser compradas y vendidas, ni despojadas de sus derechos, identidad, dignidad y voluntad para ser sometidas a explotación y violencia.

Entonces, los eslabones del circuito de la trata de personas son
  • Ofrecimiento y captación.
  • Traslado 
  • Recepción y acogida.
Nota: Organización Internacional para las Migraciones (OIM) “Estudio exploratorio sobre Trata de Personas con fines de explotación sexual en Argentina, Chile y Uruguay”. Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ,2006 disponible aquí.
Fuente: INAP, "CONCEPTOS BÁSICOS SOBRE TRATA DE PERSONAS"

Próxima entrada sobre este tema: Actores de la trata de personas.

martes, 11 de junio de 2019

Migraciones, tráfico y trata de personas.

Antes de abordar las diferencias entre el tráfico y la trata de personas, hacemos un alto para analizar el concepto de migración; ya que cuando hablamos de trata se suele producir la migración forzada de la víctima.

Migración
La migración de personas es un fenómeno que se da en el mundo por múltiples factores y refiere a todo desplazamiento de la población que se produce desde un lugar de origen a otro destino que lleva consigo un cambio de la residencia habitual. Existen varios tipos de migraciones:
  • Según el tiempo, puede ser: temporaria, cuando el migrante va a estar en el lugar de destino por un tiempo y luego regresa a su lugar de origen. Permanente, cuando el migrante va a estar en el lugar de destino de manera permanente o de por vida.
  • Según su carácter, la migración puede ser forzada, cuando el migrante parte de su lugar de residencia por situaciones que amenazan su vida o en contra de su voluntad, por ejemplo, en caso de conflicto armado o de desastre natural, o puede ser voluntaria, cuando el migrante parte por voluntad propia en busca de una mejor calidad de vida.
  • Según su destino, interna, cuando es dentro del mismo país e internacional, cuando es hacia otro país diferente.
Para la OIM, Organización Internacional para las Migraciones, la migración de personas puede tener varias causas, algunas de ellas son:
- La globalización
- La integración regional.
- El desempleo o la falta de oportunidades en los países de origen.
- El envejecimiento de la mano de obra de los países receptores.
- El aumento de la demanda de mano de obra en ciertos sectores económicos de los países receptores.
- La atracción (expectativa) que ejercen los países más desarrollados.
- Los conflictos armados internos
- Los desastres naturales
- La discriminación por razones de género, etnia, orientación sexual o ideológica.

Bajo esta mirada, la OIM define a la trata de personas como un proceso de coacción y explotación que se inicia con la captación de las personas en su lugar de origen y que continúa con la explotación en los lugares de tránsito y de destino. Y sugiere que este delito sea considerado (además de una migración forzada y una violación a los derechos humanos) un delito transnacional que compromete a los Estados a aunar esfuerzos para combatirlo.

Diferencia entre trata y tráfico
Ante todo debemos especificar que cuando hablamos del delito de trata, es preciso diferenciarlo del tráfico de personas.

El tráfico ilícito de migrantes consiste en la facilitación del ingreso irregular de una persona a un país que no es el suyo. Este ingreso ocurre de forma irregular o clandestina, y con la asistencia de un tercero que recibe a cambio dinero u otros beneficios. El ingreso es “irregular” cuando se evade el control migratorio, o cuando se ingresa con documentos ajenos, falsos o adulterados.

Quien comete el delito es el traficante, que facilita el ingreso clandestino. A la persona que ha ingresado no le corresponde castigo penal alguno, ya que es sólo un infractor de la ley migratoria. Es importante recordar que sin cruce irregular de una frontera internacional con asistencia de un tercero, no hay tráfico ilícito. En Argentina, el tráfico ilícito está tipificado en la Ley de Migraciones No 25871 de 2004.

Nuestra legislación migratoria es ejemplar, establece el derecho a migrar. Las personas en situación irregular son alentadas a regularizar su situación y no son deportadas. Las víctimas de trata internacional suelen desconocer esta situación o el hecho que no necesitan un DNI para acceder a la salud y la educación. Los tratantes se aprovechan de este desconocimiento. Por este motivo la ley también ha contribuido a prevenir el delito de trata, aunque no es específica de la temática.

Para profundizar en el análisis de la Ley de Migraciones No 25871, les acercamos el siguiente link

En ocasiones, el tráfico ilícito de migrantes puede estar asociado a la trata. Esto ocurre cuando traficantes y tratantes forman parte de una red que hace dinero facilitando el ingreso ilegal de personas y luego explotándolas en el lugar de destino.

Fuente: Curso "Conceptos básicos sobre trata de personas", organizado por INAP.

Próxima entrada: Mecanismo y etapas de la trata de personas.