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jueves, 22 de septiembre de 2022

Las intervenciones del analista ante los desbordes pulsionales en la clínica

Freud descubrió que el ser humano no sólo está hecho de palabras, sino también de pulsiones: fuerzas que pulsan en el psiquismo y que siempre buscan la satisfacción.
Existen pulsiones que quedan en el Ello en su estado puro, sin conexión con el inconsciente y que buscan la satisfacción sin límite. Atacan en forma directa al Yo y se transforman en pura acción desintegradora.

¿Cuáles son las presentaciones clínicas que muestran desbordes pulsionales?

. El acting out
. El ataque de pánico
. Los pasajes al acto
. Las adicciones
. Las autolesiones
. Las compulsiones
. La anorexia mental

¡Importante!

¿Cuál es el estado emocional que atraviesa a estas presentaciones clínicas?

La angustia masiva, que barre las funciones de defensa del Yo y provoca una intensa desorientación y una imposibilidad de pensar aquello que se está vivenciando.

¿Qué intervenciones clínicas son apropiadas?

Aquellas que intentan operar como barrera de protección frente al Yo, en tanto fue dañado por el empuje sin freno de la pulsión.

Fernando Ulloa nos aconseja construir una “estructura de demora”, es decir, trazar coordenadas simbólicas de:

- Tiempo: esto quiere decir, tratar de lograr una mínima historización de lo que allí ocurre

- Espacio: esto alude a intentar ubicar en el sujeto una pequeña manifestación de su deseo

- Situación: refiere a construir una visión general del entorno, de seres queridos y recursos a los que puede recurrir

Otras intervenciones apropiadas a estas problemáticas son:

- Otorgar paciencia y cuidado, estos son hechos que demostrarán que son posibles la espera y la pausa

- Brindarle, como analista, palabras para ayudar al paciente a describir lo que le pasa

- Hacerle notar al paciente que estamos para acompañarlo, más allá de las sesiones

- Involucrarnos activamente, por ej. mediante un consejo y/o indicación.

miércoles, 13 de abril de 2022

La orientación de la estructura y las operaciones del analista

El objeto del psicoanálisis no es la imagen ni el organismo, ni los efectos del lenguajes que Freud llamó inconsciente... Sino todo eso articulado en la buena orientación.

Lacan dijo, en la conferencia de Caracas "Mis tres no son sus tres", refieriéndose a los tres de Freud y de él. El tema es que los tres de Freud son seis: consciente, preconsciente y inconsciente de la primera tópica; la segunda: ello, yo, superyó. 

La dimensión del yo en Freud se encuentra en el texto "Introducción al narcisismo" (1915), definiendo al narcisismo como algo que implica tener como objeto de amor al propio yo.

Respecto del cuerpo, Freud tenía dos palabras: insktint y trieb, siendo esta última la elegida para nombrar a lo que nosotros llamamos pulsiones. Hablar de pulsión es hablar de un cuerpo que no es reductible al organismo. Para Lacan, lo que produce a la pulsión no es sino una resonancia del inconsciente. Hablar de pulsión concierne al cuerpo, a las zopas erógenas, a una energía (según Freud) ó a lo real (según Lacan). Para Freud, las pulsiones son fuerzas ligadas al representante pulsional, que son las palabras que llegan del Otro. Ya no se trata de un puro instinto gestado en el movimiento de un organismo. 

Freud habló de las incidencias del lenguaje: planteó al inconsciente y sus formaciones: sueños, chistes, lapsus. También cuando habló del superyó y el ideal del yo. 

Con Lacan, cuando dice que sus tres no son los tres de Freud, se refiere a lo que es el algoritmo que regula su enseñanza a lo largo de toda su obra. Desde el inicio hasta el final, el paradigma lacaniano es el R-S-I: real, simbólico e imaginario. Tempranamente, Lacan señaló que la función del yo es una función de desconocimiento, lo que le valió su expulsión de la Internacional psicoanalítica.

En respuesta al desvío hacia registro imaginario de los analistas de su época, Lacan postuló que el inconsciente estaba estructurado como un lenguaje, refiriéndose a la lengua que hablamos. Allí introdujo conceptos de la lingüística estructural, especialmente de Saussure, como la distinción entre significante y significado. Trabajó durante muchos años la lógica que constituye el saber inconsciente. 

Lacan introdujo el concepto de sujeto, que en Freud no está. Un sujeto dividido entre consciente e inconsciente, entre significante y objeto a, un sujeto dividido entre lo que dice y lo que sabe. Habla también de un sujeto de la pulsión, un sujeto acéfalo que no gobierna a la pulsión mediante su consciencia. En tanto es pulsión y no instinto, está determinado también por la palabra del Otro, que está en los inicios del sujeto. Habla también del sujeto del fantasma, cuando articula la lógica del inconsciente, con los goces que ese inconsciente distribuye. Por último, cuando habla de la estructura, dirá que la estructura es el Nudo Borromeo, una escritura donde Lacan por primera vez utiliza la teoría de los nudos:
El nudo borromeo consta de tres anillos que representan lo real, lo simbólico y lo imaginario. Están anudados con la fórmula "por arriba del de arriba, por debajo del de abajo". Esto cumple con dos cláusulas:
1- Una restrictiva: ningún anillo interpenetra al otro.
2- Una prescriptiva: Si se corta un anillo y se separa, los otros también se separan.

Para Lacan, esta es la estructura real que nos habita. Un real compuesto por tres dimensiones, efecto de ser habitados por el lenguaje y que anudados determinan efectos. El primero de ellos es ser parletres, es decir, sujetos del inconsciente. El inconsciente, determinado por lo simbólico, se anuda a lo real y a lo imaginario. 

Muchos analistas plantearon una ruptura cuando lacan dijo "Mis tres no son sus tres", pero Lacan siempre se consideró freudiano. Según una escritura de Lacan, en el nudo podemos ubicar a la inhibición, el síntoma y la angustia dependiendo qué registro inmiccione sobre el otro:


Inhibición, síntoma y angustia
es uno de los textos clásicos de Freud. Lacan no produjo una ruptura con Freud, sino una extensión de la teoría psicoanalítica freudiana. También produjo desarrollos que cuestionaron a Freud, como el concepto de castración. Para Lacan, la castración no es reductible a la pérdida imaginaria del órgano. Para lacan, el falo no es un órgano, sino un significante. Desde la perspectiva de lacan, la castración no es una amenaza, sino una oportunidad. No se trata de la castración del órgano, sino de la castración del Otro que está en los orígenes del sujeto. De esta manera, la castración es tanto la prohibición del hijo de acostarse con la madre, así como también para la madre la prohibición de reincorporar su producto. Esta castración simbólica es liberadora del sujeto. 

Lacan utilizó los grafos en Las formaciones del inconsciente y en El deseo y su interpretación. Propongo un pliegue de ese grafo con el nudo borromeo de final de su enseñanza. El nudo tiene grandes beneficios, como mostrar que una vez constituida la estructura, los tres registros son imprescindibles y necesarios. Cuando Lacan abordó a las psicosis, siempre hizo el diagnóstico en base a la pérdida del registro imaginario. Para Lacan, los tres registros son los nombres del padre (en R-S-I).

Veamos el diagrama de flujo, un algoritmo que permite un recorrido desde una dirección específica hacia un resultado:


VIDA está en el campo de lo real. La muerte está en lo simbólico porque al contrario del signo, el significante remite a otro significante. En cambio, el signo remite a un significado y a un referente. Es decir, un significante puede nombrar a otro significante aún en ausencia del referente. Esto es lo propio de los humanos y no de los animales. El significante permite nombrar la ausencia, por eso puso "muerte", porque solo el parletre puede nombrar la ausencia y la ausencia extrema es la muerte. 

En lugar de la muerte está el LENGUAJE, para señalar que se trata del lenguaje que desde el inicio nos habita. El ser humano tiene una vida desde el inicio anudada al lenguaje y a la palabra, lo que tiene efectos. ¿Por qué no poner Lalengua? Porque Lacan utilizó ese neologismo para acentuar la lengua materna, pero puse LENGUAJE para poder sostener el algoritmo primero de Lacan cuando dice que el inconsciente está estructurado como un lenguaje. también podría haber puesto lalengua, en tanto recibimos del Otro el software, que es el lenguaje. Lalengua quiere decir que nuestra madre nos transmite el lenguaje junto a sus deseos, sus prejuicios, sus dialectos, sus historias, sus marcas y sus goces. 

Del lado que dice VIDA puse ELLO, el lugar de las pulsiones y el matema lacaniano $◊D, que quiere decir sujeto acéfalo en relación a la demanda pulsional inconsciente que llega desde el Otro. En ese lugar del ello, ya tenemos una tesis muy importante: el instinto no es una fuerza hereditaria, sino que se trata de algo que se origina en el cuerpo marcado por el lenguaje. Lo que llega del Otro como información modifica nuestras cuerdas vocales, la relación con la lengua, y a partir de cierto momento es irreversible. 

¿Por qué el ello no es el inconsciente? El Freud, el ello es del cuerpo. Ahora, el pecho viene de alguien que lo da. Sabemos por las experiencias de Spitz que si alguien no da amor y desea al niño, ocurre el hospitalismo. La demanda del Otro, que puede ser un infierno, es también necesaria. La demanda tiene el valor de significar la existencia y de propiciarla. 

Del otro lado tenemos SUPERYÓ y la A. A es la inicial de Autre (Otro). SUPERYÓ está al comienzo y quien mejor lo trabajó fue Melanie Klein, que no está como heredero del Edipo cuando se resuelve. Freud en su obra puso muchas veces superyó-ideal del yo. Se dio cuenta que son dos conceptos distintos, pero los puso juntos. Lacan los distinguió. El superyó es cuando por primera vez el lenguaje llega desde el Otro, cuando ese lenguaje comienza a instalarse y todavía no tenemos los elementos para interrogarlo. El el lugar de los mandatos y muchas veces recibimos pacientes cuyo principal sufrimiento es que están atravesados por mandatos que no pueden liberarse. 

Del lado del ELLO, esas pulsiones son las que van a constituir las tentaciones. No es lo mismo una tentación que un mandatos, aunque en ambos casos está el goce. Lacan define al superyó como un goza-goza, lo que hizo que muchos creyeran que era lo mismo que la pulsión, porque si hay algo que caracteriza a la pulsión es la de ser un goce enlazado a un significante. Pero una cosa es la pulsión como tentación y otra cosa es el mandato, que al sujeto se le impone. 

Desde el ELLO y el SUPERYÓ, se avanza a un espacio central S(Ⱥ) INC, es decir, el inconsciente. S(Ⱥ): S es por significante y el Otro barrado. Si nos quedamos con Freud, el ello sería el inconsciente, porque Freud habla de la pulsión inconsciente, del inconsciente pulsional. Quien dijo que ello no era el inconsciente, es Lacan. Para Lacan, el inconsciente está estructurado como un lenguaje y la palabra clave es "como". El lenguaje que hablamos son fonemas articulados en palabras para producir frases. Es decir, el lenguaje está constituido por estructuras discretas. No está habitado por afectos, en el inconsciente solo hay vorstellung reprezentanz, o sea, representantes de la representación. Esto, en Lacan, son significantes. O significantes del signo, según Isidoro Vegh. 

El inconsciente se trata de un saber. Un saber un articulado de significantes. Existe el saber de la alquimia, de la metodología, de la física... Y existe un saber inconsciente. El conjunto de los significantes que constituye el inconsciente. La lógica del inconsciente es que al ser un conjunto de elementos discretos, cumple con la lógica de incompletud. El subconjunto vacío indica que hay por lo menos un elemento del conjunto que está por fuera del campo y no le pertenece. Eso que queda fuera del conjunto en lacan es el falo simbólico, el significante que al ser exterior al conjunto deja al Otro incompleto. Por eso, en el matema el Otro se encuentra barrado. Ese lugar de incompletud del Otro es el lugar que uno a sus inicios de la estructuración como sujeto tiene que retirarse. La castración simbólica del Otro es condición de la emergencia del sujeto del deseo, un sujeto que está habitado por un punto inconsciente, estructurado como un lenguaje y habitado por una falta. La falta propiciatoria impulsa al deseo, porque ¿Quién desea lo que ya tiene? Lacan admiraba a Spinoza, que propuso que el deseo era la esencia de lo humano y con ese afán de ser, el humano ama e inventa.

Los mandatos del superyó son tópicamente inconscientes, pero con Lacan el inconsciente, estructurado como un lenguaje, tiene la característica de incompletud, lo que implica que se han producido operaciones de pérdida de goce, como al dejar de ser el falo imaginario de la madre. Toda marca de la cultura implica pérdidas de goce. A este inconsciente lo llamo "colador del inconsciente", que deja fuera a los goces que parasitan al sujeto y lo liberan, de manera que en vez de estar sometido a los mandatos del superyó, pasa a constituir un ideal del yo. Es Lacan el que diferencia absolutamente al superyó del ideal del yo, que si no se convierte en idealización, es propiciatorio. Por ejemplo, un mandato puede ser "Tenés que estudiar", que si pasa por el colador del inconsciente puede constituir un ideal: "Sí, mi papá quería que yo fuera un ingeniero, pero yo no quiero serlo, me dedico a otra cosa". Deja de ser un mandato inexorable y que no se puede interrogar, sino que al interrogarlo y combinarlo con el deseo, se puede hacer otra cosa. Un an{alisis hace que el sujeto advierte que el deseo es lo que le da gusto a la vida, con los pequeños goces que se enlazan a él. Cuando los goces se desenlazan del deseo, son mortíferos.

Del inconsciente estructurado como un lenguaje, sale una flecha hacia el FANTASMA. Allí se articula el deseo. La fórmula del fantasma, $◊a, significa sujeto barrado en relación al objeto a. El objeto a en la teoría lacaniana se presenta de dos modos: plus de gozar o como causa de deseo. No es lo mismo el objeto del deseo, que puede ser cualquiera de la vida cotidiana, que el objeto causa de deseo. Si un objeto causa deseo, es porque está ausente, porque falta. En el fantasma, el deseo está articulado. 

Puede ocurrir, como vemos en la flecha que va del FANTASMA hacia el ELLO, que haya una inversión y que en lugar de que el analizante busque ese objeto que lo lleve al goce, se identifique al objeto de goce. Ocurre ahí una fixierung, una fijación. La fijación es a un objeto de goce y ahí el plus de gozar ya no es propiciatorio, pasa a convertirse en un goce parasitario. Un goce parasitario lo defino al goce que aparta al sujeto de su deseo. El ejemplo clásico son los consumos problemáticos.

En el diagrama de flujo, está el YO. De un lado está situado i'(a), que es lo que Lacan sitúa como la imagen especular y del otro lado la m de moi, en francés "yo". Es lo que Lacan introdujo en el Estadío del Espejo. El espejo, en el modelo óptico que Lacan trae, quiere decir el cuadro en el que el sujeto se constituye ante la mirada del Otro. Es como el Otro primordial me ve que constituyo mi yo. Muchos pacientes, aún siendo neuróticos, tienen una fragilidad yoica. Algunos de los pacientes descritos como borderline por la escuela americana tienen una fragilidad yoica que les dificulta los encuentros afectivos, los lazos de amistad, situar un anclaje para su deseo.

Del YO pasamos al s(A). La s significa significación en relación al Otro. Se trata del MENSAJE, el lugar desde donde el analizante habla. Se dirige conscientemente hacia un OTRO, del que también recibe el lenguaje. Al paciente se le pide que hable, pero para hacerlo necesita estar habitado por el lenguaje, por eso las flechas van de un lado hacia el otro. Lacan dio el aforismo de que el sujeto encuentra su mensaje invertido del lugar del Otro, le llega del Otro. Esto quiere decir que un analista va a escuchar un flujo de lalengua. Muchos analistas piensan que lalengua se opone al lenguaje, cosa que Lacan desmintió al decir que al hablar de lalengua no lo iba a hacer desistir del inconsciente estructurado como un lenguaje que la habita. 

Tenemos que distinguir lo que llega a ese lugar del MENSAJE, que pasó por el colador del inconsciente. Eso que pasó, puede haber sufrido una regresión, que son las flechas que van hacia abajo. El IDEAL DEL YO puede hacer una regresión a un mandato, el FANTASMA puede invertirse del lugar de donde se articula un deseo hacia un retorno a la demanda pulsional del Otro. Esto se puede interpretar simbólicamente, lo que pasó por la castración simbólica. Ahora, lo que nunca pasó por el colador del inconsciente (las flechas que salen del ello hacia arriba sin pasar por el inconsciente, o las flechas que van hacia arriba sin pasar por el inconsciente) hace a la interpretación simbólica inútil. Se trata de fijaciones primarias, constituidas en tiempos donde no había un sujeto que interrogue. 

Todo lo primario en Freud (identificación primaria, represión primaria, narcisismo primario, masoquismo primario) es anterior a la relación de objeto. El gran error en la historia del psicoanálisis fue creer que eso era sin Otro. En realidad, no hay relación de objeto porque no hay sujeto, es decir, lo que llegó del Otro aún no pudo ser interrogado y no se puede sustraer eso que llega como tentación o como mandato, convirtiéndose en goces parasitarios. Allí el analista debe hacer otro tipo de intervenciones. Por ejemplo, algunos chistes son una forma extraordinaria de llegar al inconsciente, porque la cuota de placer que tienen los chistes hace que haya menos resistencia. El chiste no es una interpretación simbólica, sino que va por el lado de lo imaginario y puede tocar algo de lo real. Las intervenciones imaginarias son tan válidas como las demás. 

Fuente: Notas de Conferencia Virtual dictada por Isidoro Vegh, titulada "La orientación de la estructura y las operaciones del analista". Forma parte del Ciclo de Conferencias 2022 "Desafíos en la clínica. Herramientas para la práctica", de la Institución Fernando Ulloa.

sábado, 12 de febrero de 2022

Los mecanismos de defensa y sus efectos

Los mecanismos de defensa son estrategias del yo (parte inconsciente)  que intentan proteger al sujeto de la angustia que le provoca la irrupción de de las pulsiones provenientes del ello y del superyó.

Las pulsiones, básicamente, son energía, libido sexualizada, que tienen su origen en la demanda del Otro (en la neurosis), que auxilia al infans al nacer. Sin esta asistencia, no hay criatura humana que sobreviva ni que pueda constituir su psiquismo.

La pulsión nace como producto de la demanda del Otro. ¿Pero por qué hay que defenderse de las pulsiones? Porque en el comienzo de la vida, debido a la natural indefensión del niño, es imposible interrogar la demanda que le viene del Otro de los cuidados. El infans se alínea a ese Otro y a cambio recibe el baño de lenguaje, lo que constituye la humanización.

Las demandas del Otro que quedan sin interrogar quedan selladas en el aparato psíquico ya configurado, como mandatos y/ó compulsiones de las que el sujeto se defiende. Entre estos mecanismos para defenderse de los mandatos del yo y de las compulsiones del ello, se encuentran la represión, la proyección, el desplazamiento, la negación, la conversión y la racionalización.

El efecto sobre la subjetividad de los mecanismos de defensa son dos:

1- Un efecto propiciatorio, en la medida que protege de la irrupción de una angustia masiva, presentada en cualquiera de sus caras (ataque de pánico, compulsiones incontrolables, falta de inhibición de los impulsos, etc).

2- Un efecto perjudicial: Estos mecanismos de defensa apartan al sujeto de su deseo y su realización. Tienen un costo de malestar y sufrimiento psíquico. 

En el análisis, hay que interrogar los mandatos superyoicos que quedaron impresos en la psiquis del paciente y se interponen a su propio deseo. Al decir de Lacan "Solo se siente culpable quien cedió en su deseo".

Vía el análisis, lo que se intenta es que los mecanismos de defensa que actúan en el psiquismo sean los más propicios y benévolos para la subjetividad del paciente: que le ayuden a transitar la vida con calma y permitan el lazo con los semejantes.

viernes, 7 de enero de 2022

Cambio de tópica: del inconsciente al ello

Este artículo pretende mostrar las dos tópicas freudianas, en especial la noción de Inconsciente (Icc) y su posterior reelaboración en el concepto del Ello, haciendo manifiesto el paso de una noción a otra y clarificando su cambio.

Al emprender el análisis de la categoría Freudiana de lo inconciente, necesariamente se debe remitir a su contraparte, es decir al concepto de lo consciente; es así como a la diferencia entre distintos estados de lo inconsciente, en preconsciente y lo desalojado o reprimido, y mostrar cómo estos median en la relación inconciente- conciente, sin dejar de lado el aspecto dinámico, sistemático y descriptivo de lo inconciente. 

Posteriormente se expone la concepción de la estructura de la personalidad psíquica compuesta por ello, yo y superyó, las características de cada uno y las interrelaciones entre ellos. Se rescata el concepto de lo inconsciente que viene a denotar una cualidad de los procesos psíquicos, una característica de la actividad mental que puede hallarse en cualquier parte del aparato psíquico. A diferencia de la psicología para quien la conciencia y actividad psíquica eran equivalentes, Freud rebate esta concepción y afirma que la conciencia constituye tan solo una parte de la vida mental humana, que la actividad psíquica procede en su mayor parte del inconsciente, y que solo algunos de estos fragmentos emergen de modo temporario en la conciencia que, lejos de controlar la vida interior, está sujeta en muchos sentidos al dominio de 3 aquel, tal como lo dice Freud: “psicológicamente, no somos dueños en nuestra propia casa.(Ana Freud, 1993, pág. 173) 

Una de las más importantes definiciones que Freud deja en sus Trabajos sobre metapsicología en 1915, es el de inconciente y consciente y más adelante en su segunda tópica, (1923) cuando introduce los conceptos de ello, yo y superyó, como complemento y/o ampliación para dar cuenta de los elementos que componen el aparato psíquico. 

Este escrito pretende exponer de manera sencilla pero concreta estos términos (tanto conciente como inconciente y el ello, el yo y el superyó) y las conexiones entre ellos, haciéndolo en el mismo orden que utilizó Freud para explicarlos, basado en algunos de los texto donde Freud los presenta de manera amplia y detallada. Freud logra descubrir el psicoanálisis y formular su concepto de inconsciente, gracias al estudio realizado con Charcot y luego con Breuer, acerca de los trastornos neuróticos histéricos y el método de la hipnosis. Él se da cuenta de la existencia de procesos anímicos de carácter inconciente, alejados de la conciencia y por ende de la psicología. Allí empieza Freud a elaborar una 4 teoría sobre el funcionamiento del aparato psíquico concibiendo un sistema Inconsciente, preconsciente - consiente, sistema regido por lo dinámico y económico, bastece decir, por el principio de placer displacer. En primera medida trata el inconsciente que fue expuesto formalmente por él, por primera vez, en el capítulo VII de La interpretación de los sueños (1900) en donde muestra cómo es, cómo trabaja y cómo difiere de las otras partes de la psique y sus relaciones reciprocas con ellas (Freud, 1993/1915). Éste término fue introducido para explicar y describir los fenómenos que observaba y que estaban alejados de la conciencia. Más adelante en 1915 Freud dedica un capítulo completo a lo inconciente, allí explica su concepción de que existen procesos anímicos inconscientes y muestra, desde el punto de vista tópico, como está conformado el aparato psíquico. Da cuenta de la existencia de tres sistemas psíquicos a saber: un sistema consciente que viene a establecer el contacto con el mundo real y el sistema inconciente en donde reposa, entre otras cosas, todo lo reprimido y las pulsiones. Cabe aclarar: “todo lo reprimido tiene que permanecer inconciente, pero (<) lo reprimido no recubre todo lo inconciente. Lo inconciente abarca un radio más vasto; lo reprimido es una parte de lo inconsciente” (Freud, 1993/1915). Hay dos clases de inconciente: lo latente 5 susceptible de conciencia y lo reprimido que no pasa a la conciencia. Eso latente que es inconciente descriptivamente, es lo preconsciente; y lo inconsciente es reprimido dinámicamente. (Freud, 1993/1923) Freud implementa los símbolos de Cc pare el sistema conciente, el Prcc para el sistema preconsciente y el de Icc para el sistema inconsciente; esta perspectiva es la sistemática por su pertenencia a sistemas determinados y dotados con ciertas propiedades. El sistema Prcc surgió a partir de las fases que atraviesa un acto psíquico que inicialmente está en el inconciente, pero es evaluado por la censura y determina si pasa o no a la siguiente fase que sería al sistema Cc; no obstante este acto psíquico admitido por la censura, no quedaría conciente inmediatamente, sino que sería susceptible de conciencia (Freud, 1993/1915). Allí es donde se instaura el sistema preconciente. En caso que la censura no le conceda el paso a la siguiente fase, quedaría este acto anímico reprimido y permanecería en el sistema Icc. Vale decir que los actos anímicos susceptibles de conciencia deben atravesar por una censura rigurosa para pasar del Icc al Prcc y luego reunir ciertas condiciones para ser objeto de conciencia. Los actos anímicos deben atravesar una nueva censura cuando dan un paso de un sistema, al que le sigue m{s alto: “todo progreso hacia una etapa m{s alta de 6 organización psíquica” (Freud, 1993/1915). Tras esta explicación, Freud aclara que ésta tópica psíquica se refiere a regiones del aparato psíquico, y no a localidades anatómicas. Dentro de estos sistemas psíquicos, viene a jugar un papel fundamental la represión (1915), a la que Freud también dedicó un capítulo completo para explicarla, en función de cómo estos actos anímicos pasan de un sistema a otro en forma de representantes que son representaciones de la pulsión; estas representaciones que quieren salir del sistema Icc chocan con la resistencia (censura) y envía sus representantes para ser admitidos en el Prcc. Una vez allí ocurre inicialmente la fuerza de desalojo que es la primera fase de la represión y posteriormente el esfuerzo de dar caza que recae sobre los retoños psíquicos, es la segunda fase de la represión, o la represión propiamente dicha. “la cancelación de la represión no sobreviene hasta que la representación conciente, tras vencer las resistencias, entra en conexión con la huella mnémica inconciente. Sólo cuando esta última es hecha consciente se consigue el éxito” (Freud, 1993/1915) Volviendo al tema del inconsciente, Freud establece en el texto de Las propiedades particulares del sistema Icc (Freud, 1993/1915), los procesos de este 7 sistema, a saber: las mociones pulsionales están coordinadas entre sí, sin influirse ni contradecirse, esto es ausencia de contradicción; por el proceso de desplazamiento y condensación: hay movilidad de las investiduras (representantes de la pulsión) proceso psíquico primario; no están ordenados en el tiempo atemporales; no conocen la realidad, están sometidos al principio de placer sustitución de la realidad exterior por la psíquica (Freud, 1993/1916) Lo inconsciente influye de continuo sobre el Prcc y a su vez está sometido a influencias de parte de este. Los retoños del Icc devienen concientes como formaciones sustitutivas y como síntomas; “la cura psicoanalítica se edifica sobre la influencia del Icc desde la Cc (<) los retoños del Icc que hacen de mediadores entre los dos sistemas nos facilitan el camino para ese logro” (Freud, 1993/1915) Ahora bien, para entrelazar los términos inconciente y consciente con el Ello Yo, y el Superyó, Freud en la Conferencia 31 (1933), aclara el por qué del cambio del uso sistemático de inconciente al uso idiomático del Ello, que fue el nuevo modelo estructural del aparato anímico. Es correcto que no necesariamente coincida yo y conciente por un lado, y reprimido e inconciente por el otro; dado que yo y superyó también tienen partes inconscientes. 8 El superyó o ideal-yo es una diferenciación dentro del yo. Tiene adjudicado la observación del yo, es decir, la conciencia moral y la función de ideal, algo a lo que el yo quiere alcanzar en el superyó “hay una asimilación de un yo con un yo ajeno, a consecuencia de la cual ese primer yo se comporta en ciertos aspectos como el otro, lo imita, por así decir lo acoge dentro de sí” (Freud, 1993/1933) “(...) El superyó se sumerge en el ello; en efecto, como heredero del complejo de Edipo, mantiene íntimos nexos con él; está más alejado que el yo del sistema percepción” (Freud, 1993/1933) es decir, el superyó se instaura en el cierre del complejo de Edipo por efecto de la represión primaria, fuerza de desalojo. De acuerdo a como se dé esta represión (severa y temprana o tardía), más riguroso devendrá el superyó como conciencia moral o sentimiento inconsciente de culpa. El superyó goza de cierta autonomía, persigue sus propios propósitos y es independiente del yo en cuanto a su patrimonio energético. En cuanto al Ello, Freud explica que el término fue utilizado para aclarar y reemplazar “los mal definidos usos de las expresiones anteriores “el 9 inconciente”, "el Icc” y “(<) el inconciente sistem{tico”.”(Freud, 1993/1915) Es decir, con este pronombre impersonal, quería expresar el principal carácter de la provincia anímica y su ajenidad respecto del yo. Hay varias características importantes del Ello. Una de ellas es que “Dentro del ello no se encuentra nada que corresponda a la representación del tiempo, ningún reconocimiento de un decurso temporal (Freud, 1993/1933) esto coincide con uno de los procesos del sistema inconsciente, la atemporalidad; el paso del tiempo no altera lo reprimido, el inconsciente y el ello están exentos del tiempo, y el ello comercia con el mundo exterior solo a través del yo; lo reprimido se comunica con el yo a través del ello. El ello es la parte oscura e inaccesible de nuestra personalidad, contiene nuestras pasiones y procura satisfacción de las necesidades pulsionales regido por el principio de placer. Las mociones pulsionales son en el ello movibles y susceptibles de descarga mayor que en los otros distritos anímicos, y por tal razón ocurre el desplazamiento y la condensación característicos del ello, y como Freud lo mostró, es otro de los procesos del sistema inconciente al que llamó proceso psíquico primario. Estas mociones tienen una investidura energética, que pueden ser 10 anuladas mediante el proceso analítico. (Las mociones pulsionales que el en ello se conocen como investiduras, en el yo se llaman representaciones) Por su parte, el yo es un vocablo conocido antes de Freud, con dos usos principales, uno de los cuales Freud adoptó: “denota una parte determinada de la psique, que se caracteriza por atributos y funciones especiales” (Freud, 1993/1923). “(<) llamando Yo a la esencia que parte del sistema P y que es primero Prcc, y ello, en cambio, según el uso de Groddeck, a lo otro psíquico en que aquel se continua y se comporta como Icc.” (Freud, 1993/1933) El yo se puede caracterizar considerando su nexo con la más externa pieza de superficie del aparato anímico, que se designa como el sistema P-CC. Este sistema está volcado al mundo exterior, es el mediador de las percepciones de este y, en el curso de su función, dentro de él nace el fenómeno de la conciencia, es decir, de aquella parte del ello que fue modificada por la proximidad y el influjo del mundo exterior, instituida para la recepción de estímulos y la protección frente a estos. La consciencia es representante de lo que puede llamarse razón y prudencia, por oposición al ello que contiene las pasiones, puede tomarse a sí mismo como objeto, tratarse como a los otros objetos, observarse y criticarse. Se afana por reemplazar el principio de placer, 11 que rige estrictamente en el ello, por el principio de realidad. “El yo se ha divorciado de una parte del ello mediante resistencias de represión {de desalojo}. Pero la represión no se continúa en el interior del ello. Lo reprimido confluye con el resto del ello” (Freud, 1993/1933) El yo haya grandes dificultades por tener que servir a tres severos amos: el ello, el superyó y el mundo exterior: Es pulsionado por el ello y encubre los conflictos del ello con la realidad. Es apretado por el superyó que le presenta normas de conducta que no tienen en cuenta el mundo exterior y el ello. Y finalmente, con el mundo exterior, porque es confrontado por la realidad (Freud, 1993/1933) Aquí, donde finalizan los planteamientos del Ello y el Yo, se observa toda una complementariedad de significaciones, desde la primera tópica hacia la segunda, que introduce e involucra elementos tanto nuevos de esta elaboración, como los anteriores del primer documento de lo Inconciente. Para terminar, es importante resaltar que para Freud los conceptos son construidos a partir de la descripción de fenómenos y como reza en el primer párrafo de su texto de Pulsiones y destinos de Pulsión (1915): “Sólo después de 12 haber explorado más a fondo el campo de fenómenos en cuestión, es posible aprehender con mayor exactitud también sus conceptos científicos básicos y afinarlos para que se vuelvan utilizables en un vasto ámbito, y para que, además, queden por completo exentos de contradicción” (Freud, 1993/1933) 

Puede decirse, que el texto del Ello y el Yo, es una reelaboración de lo Inconciente, amplía su contenido y lo complementa; este último no menos importante, ha evolucionado sin perder validez que sirvió como elemento base para esa construcción final que fue El Yo y el Ello. 

Referencias bibliográficas 

Freud, Anna. (1993) Los Textos fundamentales del psicoanálisis. Grandes obras del pensamiento. Nota introductoria al concepto de lo inconsciente en: Altaya. Freud, S. (1993). 

Lo inconsciente En J. Strachey (Ed.) y J.L. Etcheverry y L. Wolfson (Trads.). Obras completas (Vol. 14). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu (Trabajo original publicado en 1914). ________. 

Conferencias de introducción al psicoanálisis En J. Strachey (Ed.) y J.L. Etcheverry y L. Wolfson (Trads.). Obras completas (Vol. 15 y 16). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu (Trabajo original publicado en 1916- 17). 13 ________. 

Pulsiones y destinos de pulsión En J. Strachey (Ed.) y J.L. Etcheverry y L. Wolfson (Trads.). Obras completas (Vol. 14). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu (Trabajo original publicado en 1915) ________. 

El yo y el ello En J. Strachey (Ed.) y J.L. Etcheverry y L. Wolfson (Trads.). Obras completas (Vol. 19). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu (Trabajo original publicado en 1923) ________. 

Nuevas conferencias de Introducción al Psicoanálisis. Conferencia 31ª La descomposición de la personalidad psíquica En J. Strachey (Ed.) y J.L. Etcheverry y L. Wolfson (Trads.). Obras completas (Vol. 22). Buenos Aires, Argentina: Amorrortu (Trabajo original publicado en 1933)

Fuente: Sonia Bedoya Ocampo, Alejandro Arenas y Yepez Andrés Felipe Ríos (20109  "DE LO INCONSCIENTE AL ELLO CAMBIO DE TÓPICA", Revista Electrónica Psiconex, vol. 2, n° 3

miércoles, 22 de diciembre de 2021

Los homicidios según la segunda tópica freudiana

Los homicidios pueden clasificarse de acuerdo a la segunda tópica freudiana: ello, yo, superyó y la realidad, que para Freud podía considerarse una cuarta instancia.

En cuanto a los crímenes del ello, allí encontraremos los homicidios pasionales, muchas veces motivados por los celos y la envidia. Un ejemplo clásico es el de las hermanas Papin, en lo que fue conocido como la matanza de Le Mans.

Los crímenes del yo, por su parte, tienen que ver con la autoconservación y el interés. Este chiste de Quino nos da un ejemplo de ello, aunque diariamente podemos encontrarlos en las noticias policiales.

Los crímenes del superyó son los que Freud aborda en los que delinquen por sentimiento de culpa. Recordemos que mientras la culpa es un afecto consciente, lo que es inconsciente es la necesidad de castigo.

Finalmente, encontramos los crímenes que tienen que ver con el mundo exterior. Aquí encontramos los crímenes altruistas, que pueden ser por amor a la patria ó a la religión.

jueves, 30 de septiembre de 2021

Conceptos del psicoanálisis: ¿Qué es la libido?

Uno de los conceptos más interesantes y que más confusiones presenta en psicoanálisis es el de libido. 

La líbido o pulsiones no es una especie de "bilis negra" griega, ni sustancia pura, ni ente aislado que se mueve por el ser humano como entelequia homuncular. No es un fluído diferente al conjunto de procesos metabólicos como presión sanguínea, hormonas, circuitos o conexiones sinápticas, sistemas digestivos, etc.


Evidentemente por cuestiones de época, a lo largo de su Obra completa, Freud comienza a distinguir aquella líbido que inicialmente integró a varias cosas en el mismo saco, tales como afectos, sinapsis, metabolismo, angustias, voluntad, etc., sin poder distinguir qué sustancias-fluídos móviles y órganos materialmente "más sólidos" (no tan móviles) son para cada una de ellas en la biología (con lo que se sabía en aquella época). Por lo cual, era común que Freud, a falta de ese conocimiento científico, volviera a remitir dichos conceptos generales de pulsión o líbido. Por ejemplo, en 1937 Freud habló de la "viscocidad de la líbido" en las personas adulto mayores por la dificultad en sus antiguas fijaciones, poder desprenderse con mayor facilidad hacia nuevos gustos o aprendizajes. Hoy en día esto puede ser debida a una demencia senil, alzheimer, depresión del adulto mayor, decrecimiento de facultades cognocitivas, envejecimiento celular, etc. Freud en su época usaba dicho concepto como aproximaciones a niveles empíricos, pero ciertamente, Freud en su obra completa siempre tuvo en cuenta dicha limitación de sus saberes, pero no por ello, no podía continuar con sus investigaciones.

Freud incluso llega a decir que será importante (adelantándose al futuro de los psicofármacos psiquiátricos como conocemos hoy), cuando la ciencia logre modificar la líbido del ser humano para ciertos malestares. Es decir, Freud veía como un cambio radical, lo que ya hoy nos aporta un ansiolítico, anti-psicótico o un anti-depresivo en ciertos pacientes. Obviamente, esto sin olvidar la importancia de la Talking Cure, pues la salud mental, como siempre defendió Freud, no es una cosa de pura biología únicamente.

Freud jamás abandonó la neurología o la biología como fundamento del psicoanálisis, pero eso no quiere decir que el psicoanálisis se sustituya por ésta como método clínico de exploración vía asociación libre, construcción, interpretación, etc, etc. Podemos llamar a aquello algo "metafísico", pero siendo así, la biología sería "metafísica" frente al electrón o la cuántica, quienes no explican por completo el complejo tejido del ADN y su evolución ramificada entre las especies vivas. Por tanto decir que Freud es Metafisico por ir más allá de la neurología es ampliar laxamente su concepto hacia una tautología absurda en definición.

Por otra parte, la líbido en la animalidad humana al ser tan compleja en su constitución en el paso del bebé a la adultez, no vemos, como en los otros mamíferos la marcada fijación instintiva casi-perfecta de regulación o estadios evolutivo rígidos que en otras especies.

Recordar que Ello, es fuerza constante o empuje del organismo que autopoieticamente frena la entropía circundante, Freud definió el Ello como el cruce entre el metabolismo y lo exógeno del ambiente (temperatura, sustancias, lesiones). Vale decir, Ello es otra cosa si consume una droga como cocaína o una sustancia como Ketamina o anestésicos, por ejemplo.

Nuevamente, la líbido no es una fuerza continua-lineal pura en-sí, el metabolismo se distribuye en diversas intensidades y se ramifica. Comparte materia a modo distinto que un organo "fijo", resistente más estable.

Pues de otro modo, ¿cómo existe el movimiento o la entropía si todo sería materia inmóvil o elementos discretos puros encapsulados en-sí? Recordemos que el cuerpo humano está más conformado de fluídos que de materia sólida.

Si pensamos que materia es a su vez energía, no toda materia tiene la misma facilidad en movilizarse y comunicar con los diversos sistemas complejos. Se requiere un red ramificada compleja múltiple de vasos comunicantes, para los neurotrasmisores (barreras de contacto sinápticas, hormonas, aminoacidos, plasma sangüineo, etc. De forma acertada o poco acertada para su época, Freud llamó a todo este cúmulo de procesos complejos como "líbido". Eso no quiere decir que en su conjunto sea una sustancia fluida a lo bilis negra como ente puro.

Como vemos la lógica de la biología en su conjunto no es explicable a los meros neutrones, así mismo, la subjetividad o lo psicosocial, no es comprensible desde meras neuronas. Si bien Freud iba más allá de la neurología de su época a través de "parálisis histéricas o conversiones", eso no quiere decir, que mente-cuerpo se separen o que los procesos de represión o conversivos resulten de algo por fuera de todo alcance biológico-social.

Si queremos seguir empleando el término de “Líbido” tal como lo usa el psicoanálisis, valdría emplearlo como energía (movimiento) metabólica (metabolismo) y no como si fuera un ente sustancial abstracto de energía. Así como el término líbido guarda relación más bien con el apetito o energía sexual (Freud en su época no tenía conocimientos detallados sobre la testosterona en su función de apetito sexual), aquella remite a su complejo proceso electro-químico y hormonal. No se manifiesta en la bioquímica elementos puros de una pulsión o una sustancia de líbido, más bien, son generalidades de un cúmulo de síntesis en neurotransmisores, hormonas y calorías. Por ejemplo, en un cuadro maniaco, el gasto calórico o energético es mayor, su metabolismo está alto o podríamos decir, su líbido o campo libidinal presenta una fuerte alza. Al revés, de lo que sería en un cuadro De-presivo con baja presión o tensión, de bajo gasto calórico o energético, donde su proceso libidinal se encuentra disminuido.

Desde esta perspectiva, tal como Freud en sus inicios estudió la relación mente-cuerpo en la conversión histérica, no es del todo viable separar psique-soma por completo. Por esta misma razón, Freud (1915) se refirió a la pulsión como lo que está entre lo psíquico y lo somático. De este modo, podemos entender la “pulsión” como una tensión o empuje desde una diferencia potencial (voltaje) en búsqueda de descarga a un objeto o serie de objetos-huellas posibles.

Podríamos resumir que las tres categorías de afecto, frustración-tensión y angustia, tienen su raíz común en la libido o en las distintas mociones pulsionales. Mientras el Afecto es manifestado como una descarga, en el frustración-tensión se manifiesta como un intento desesperado o impulsivo de conseguir placer con una descarga por consecuencia silenciosa al “Yo” y mortífera al Cuerpo. Y en la Angustia, se manifiesta como un desborde pulsional, un "avinagramiento del vino" descargado o como una “señal de angustia” proveniente del Yo. Cada una de ellas con distintos grados de simbolización o ligazón.

Hemos de entender por tanto, que la Angustia emerge desde distintos puntos o circunstancias que pueden conjugar con otras variables (afectos o sentimientos) en distintos grados de intensidad.

miércoles, 20 de mayo de 2020

Tentaciones y mandatos.

Notas de la conferencia de Isidoro Vegh, del 09/04/2019 - Institución Fernando Ulloa.

Este año, el tema son las pulsiones en la clínica psicoanalítica. Ya hablar de pulsiones y no de instintos es toda una posición. La insistencia no es lo mismo que la repetición de lo mismo. La insistencia significante o en una posición quiere decir que se articula allí algo del orden del deseo. La repetición de lo mismo implica un goce que no permite el movimiento. Ya que hablamos de insistencia, voy a insistir en algo que quizá muchos de ustedes hayan visto desplegar en los últimos años. Tiene que ver con una escritura a la que me sentí invitado, porque la obra de Lacan se extiende a lo largo de muchos años y él mismo dijo que se desvivía por decir lo mismo de otra manera. Mi anhelo es poder articular conceptos que Lacan desarrolló en distintos tiempos de su enseñanza y que él presentó con distintas escrituras.

Si uno hace un estudio riguroso de las escrituras de Lacan, advierte que el paso de una escritura a otra nunca fue el anhelo de ser original. Lacan dijo que nunca quiso ser original, lo que quiso fue hacer una lógica de los relatos freudianos. Entonces, podemos ver que cada paso que él da de una escritura a la siguiente, por ejemplo del modelo óptico a los grafos, de los grafos a la topología de superficie, de la topología de superficie a la escritura nodal, fue cuando llegó al límite de una escritura y encontró la insuficiencia de esa escritura. Eso lo llevó a hacer una progresión… Y no un progreso. La diferencia es que la idea de progreso nos hace suponer que lo último es mejor que lo anterior. En cambio, la idea de progresión no desconoce ese movimiento, pero cuando se avanza hay que ver también qué es lo que se pierde.

Lacan también dijo que sus escrituras no debían tomarse de modo religioso, sino que son producto de su experiencia como analista. No hay que forzarlas más allá del lugar de donde provienen y que son un apoyo para el pensamiento. Son reflexiones, hasta diría que un intento desesperado de un psicoanalista que sigue las enseñanzas de su maestro, Sigmund Freud, quien dijo que gracias a su metapsicología el psicoanálisis seguiría teniendo vigencia en el futuro.

Todo esto es para darles la razón de por qué voy a insistir con una escritura en la que intenté hacer un pliegue entre una escritura primera y una escritura última de Lacan. Es un pliegue entre los grafos y la escritura nodal. Se llama diagrama de flujo, se usa mucho en informática y es lo que se llama la escritura de un algoritmo. Un algoritmo es una fórmula matemática que se repite a lo largo de un proceso y que permite ir desde un punto de inicio a un punto de salida. El diagrama de flujo es una mostración de un algoritmo.

Freud, cuando empezó a desarrollar el psicoanálisis, se apoyó en lo que era la ciencia más avanzada de su tiempo, la física, especialmente la termodinámica. Es de ahí que él tomó, por ejemplo, el concepto de energía y de libido. Hoy para nosotros es habitual tocar un botón y que se prenda la luz. ¿Quién se acuerda que la energía lumínica es la transformación de la energía hidráulica? O la transformación de la energía química en cinética cuando le ponemos nafta al auto. Freud utilizó el concepto de libido y habló de ellas de 2 modos distintos: como pulsión sexual y como energía de la pulsión sexual. Freud tomó un concepto de la termodinámica, porque con el concepto de libido Freud nos trajo las equivalencias de las distintas pulsiones. Para decirlo rápidamente, puede haber miradas dulces, miradas filosas, se puede cagar con la boca, decir frases amargas… Hay una posibilidad de transformar las distintas zonas erógenas en ejercicio de una satisfacción pulsional variable. En todas ellas, juega lo que Freud llama sexualidad. Sexualidad oral, anal, escópica, invocante. Yo agregué el tacto, la pulsión táctica, tomando el tacto (tactus, en latín), y las formas sublimadas de la caricia, el pellizco, la tortura, el látigo, que es la esencia del sadomasoquismo. Todo esto tiene que ver con la sexualidad, que no se reduce a la genitalidad. Con Lacan, lo vamos a llamar goce. Los distintos modos de goce.

Este es el diagrama de flujo:



Con este diagrama de flujo, propongo una escritura de la estructura que nos habita, tal y como podríamos pensarla desde el psicoanálisis que está en el horizonte de nuestra disciplina: el eje Freud-Lacan.

Comencemos diciendo que nosotros somos seres vivientes, por eso acá pongo VIDA, una vida que viene desde tiempos inmemoriales. Si estudiamos lo que nos enseña la biología, desde el primer coacervado, las estructuras unicelulares, multicelulares, etc., nosotros pertenecemos a esa serie: algo que tiene vida.

Por otro lado, estamos habitados por algo que se llama LENGUAJE. Este lenguaje también viene de tiempos inmemoriales. Los antropólogos, para saber si se trata de una cultura humana, buscan el culto funerario. Ahí saben que hubo lenguaje, distinto al lenguaje de signos de los animales. Una abeja puede danzar de cierto modo para indicarle a otra que hay polen, pero esta última no puede hacer lo mismo y trasmitírselo a otras. Los animales no pueden hacer una frase de otra frase. Ustedes pueden contar acerca de lo que alguien más dijo, el lenguaje de los animales no lo permite. Solo nosotros tenemos el goce del chisme. Hay algo específico de la vida humana: está interceptada por el lenguaje. Eso produce efectos diferentes respecto a cualquier otro viviente.

Esta VIDA, va a ser interceptada por ese otro que cumpla la función materna. El ser humano llega al mundo en condiciones de desamparo, como dijo Freud, y al cabo de pocas horas, si nadie acude, se muere de frío, de hambre o de sed. ¿Cuál es la lógica de qué es un chico y qué es un adulto? No es la edad, los psicoanalistas tenemos una lógica: el chico necesita de un Otro real para que lo cuide. Un adulto tiene incorporado esos valores del Otro y se supone que sabe cuidarse. Por supuesto, sabemos que eso no es del todo así y por eso nosotros tenemos trabajo. En este lugar, entonces, vamos a poner el ELLO. La fórmula de Lacan se escribe así:
$◊D
Sujeto barrado, lozenge, D mayúscula. Significa sujeto acéfalo en relación a la demanda pulsional del Otro. Cuando la mamá ofrece el pecho, está ofreciendo lo que yo quiero que vos recibas. Si es la madre de un neurótico, puede decirlo. Está en juego su propio deseo y goce. El sujeto está acéfalo, porque es lo que se incorpora. Ya no lo vamos a llamar instinto, sino pulsión. Es algo que al sujeto se le va a quedar grabado sin poder tener comando de eso. Podemos registrar fácilmente los efectos en la vida de un adulto: alguien quiere lucirse para el verano y quiere bajar de peso, pero no es tan fácil: llega a casa y va a la heladera come lo que sabe que le va a hacer recuperar el kilo que perdió en el gimnasio. Es lo que los psicoanalistas llamamos el apremio pulsional. Es una energía que empuja, incluso aunque no querramos hacer ese trabajo. Por eso Freud lo llamó ello, si no soy yo, lo llamo ello. Esa energía que está en juego la llamó libido, y no es una palabra que inventó Freud, sino San Agustín. En el libro n° 4 de Historia de la sexualidad de Foucault, en el capítulo cuatro que habla de la libidinización del sexo, dice que hará una breve mención de la ciudad de Dios y dice que en lo que es en su forma y en su desarrollo el acto sexual que permite acotar el problema. Allí San Agustín retoma de manera muy fiel la descripción del paroxismo sexual en tres puntos esenciales. Una sacudida física del cuerpo que no se puede controlar. Un estremecimiento del alma arrastrada a su pesar por el placer. Un eclipse final del pensamiento que parece acercarlo a la muerte.

martes, 28 de abril de 2020

Los principios económicos, esencia de la dinámica psíquica


Hoy veremos uno de los aspectos de la metapsicología: los principios económicos. Previamente, vimos las fuerzas Eros-Muerte, que se encientran detrás de las complejas dinpamicas del aparato psíquico.

Habíamos dicho que los componentes de las instancias son las representaciones o ideas, que esas ideas son fuerzas. En tanto fuerzas, en las distintas instancias tienen regímenes, es decir, maneras de ser dirigidas. El aparato psíquico en su totalidad es subtendido por el principio de constancia. El principio de constancia quiere decir que en cada instancia, ello o inconsciente, yo de realidad definitivo preconsciente, superyó, ideal del yo preconsciente consciente, debe tratar de mantener de la mejor manera posible las fuerzas de sus ideas y del funcionamiento de las mismas.


La primera forma de responder al princio de constancia, apenas nacemos, es el principio de Nirvana: grito, llanto, pataleo, tratando de sacarnos de encima la excitación. Ante las primeras experiencias de satisfacción, ocurren las primeras inscripciones, que son experiencias de representaciones fusionadas mamá-bebé. A esto le vamos a dar mayor importancia en sucesivas entradas. 



Estas representaciones fusionadas retienen energía, fuerza. El primer funcionamiento de la fuerza de esa idea es la repetición alucinatoria. Con este ejemplo se muestran dos funcionamientos contradictorios que están en el ello. Es pulsar la energía, que es tratar de no tener ningún estímulo retenido como idea, que es el principio de Nirvana y el otro funcionamiento es tratar de repetir la experiencia de satisfacción como alucinación primitiva. La alucinación primitiva, según Freud, reconocida por otros posfreudianos también, es el primer funcionamiento psíquico y va a ser uno de nuestros funcionamientos permanentes en los sueños. Los sueños son alucinaciones. La alucinación primitiva inaugura otro principio psíquico, que es el principio de placer. Este principio realiza alucinatoriamente el deseo y se contrapone a la expulsión de fuerza, a la descarga neuronal primitiva del principio de Nirvana. 

Por supuesto, ningún bebé sobrevive alucinando. La alucinación fracasa y tiene que venir la madre a satisfacer realmente a ese hambre. De todos modos, aunque la alucinación primitiva fracase, todas las pulsiones tienden a funcionar compulsivamente hacia la alucinación, aunque no lleguen a ella. Entonces, el principio de placer tiene dos vertientes:

- Tendencia a la realización compulsiva del placer 
- Evitación compulsiva del displacer. 

Completo, se llama principio de placer-displacer. Este es el régimen y el ordenamiento, el principio que da dirección a las fuerzas pulsionales que ordenan el funcionamiento del ello. La realización de deseos, que es el fin de la pulsión (por eso el fin del principio del placer es la realización compulsiva de los deseos) no es "tener ganas de comer chocolate y comerlo", sino alucinar que se come chocolate, o querer que aparezca el chocolate. Ese es el funcionamiento pulsional. 

El otro aspecto sumamente importante es la evitación compulsiva del displacer, la huída sin examen de todo aquello que cause displacer. No huir de aquello que nos cause displacer puede ser fatal. El principio de placer-displacer es incompatible con la realidad. En la medida en que se va avanzando en el establecimiento de mayor organización de las representaciones y se llega al planteo, tránsito y naufragio del Complejo de Edipo, por este último señala la represión primaria y la transformación del principio de placer-displacer (búsqueda compulsiva del placer, evitación compulsiva del displacer) su transformación en el principio de realidad.

El principio de realidad, que rige en el yo de realidad preconsciente-consciente, al que también debe obedecer un superyó sano, no es enemigo del placer ni es amigo del displacer. Muy por el contrario, el principio de realidad es el que trata de que podamos satisfacer nuestros deseos con el examen de realidad, que nos va aindicar las posibilidades y los peligros de esa satisfacción que buscamos y este examen de realidad implica también la atención a la dirección de los valores del superyó. O sea, es un principio de realidad que evita la compulsión del principio del placer-displacer. 

Hay que hacer incapié que el principio de realidad, como examina la realidad, tiene que reconocer la verdad, ue implica reconocer lo que me gusta y lo que no, lo bueno y lo malo. Es decir, me impide huir de lo que no me gusta. Esto no quiere decir que me guste lo que no me gusta, sino que quiere decir que hay que reconocerlo para arreglarlo, para evitarlo, hacer algo con eso que no me gusta. 

El principio de placer-displacer, como dijimos, regimenta a las pulsiones. Las pulsiones tienen drang, el empuje, que es compulsivo. Las representaciones, como dijmos, son representaciones cosa a predominio perceptivo. El principio de realidad regimenta ya representaciones a predominio del lenguaje verbal y esto quiere decir, a predominio de significaciones conceptuales susceptibles de los desarrollos de los pensamientos secundarios y sometidos a los valores, con suerte, más altos. No sólo de los valores secundarios, sino también del superyó. El superyó individual está articulado al superyó cultural, que es el superyó que nos toca en cada época histórico-cultural y en cada subcultura que nos toque a cada quien.

Tópica y principios económicos son absolutamente indisociables y tienen que ver con la dinpamica del aparato psiquico y su funcionamiento. Esto no es abstracto y saberlo nos da capacidad diagnóstica. En cada sesión uno tiene que ver la compulsividad de cada paciente, detectar si hay un predominio del principio del placer, detectar si algo está regimentado ajo el principio de realidad y ni que decir si uno detecta que algo está regimentado al principio de Nirvana.

Las fuerzas que responden a los principios económicos, como las fuerzas que responden a las super pulsiones (Eros y Muerte) no son fuerzas externas a las representaciones que se les sobreimprimen, sino que son las fuerzas mismas de las representaciones, que toman una direccionalidad u otra, teniendo un procesamiento diferente a partir de cada principio y de cada super-pulsión. Hay una dialéctica Eros-Muerte. 


Cada principio está cruzado y tiene predominio de Eros Muerte, que atraviesa todo el aparato psíquico. Desde ya que si la constancia queda del lado del principio de realidad que rige las instancias preconscientes consciente, el triunfo relativo de Eros está del lado del principio de realidad, o sea del lado de las instancias preconscientes conscientes, yo de realidad definitivo, superyó, ideal del yo. 



El principio de placer tiene un relativo predominio de Muerte, porque tiende a una descarga inmediata. No permite pensar, sino alucinar, soñar. Soñar ya es una producción psíquica, pero no dejan de ser sueños. Lo que es totalmente predominio de Muerte es el principio de Nirvana. El principio de Nirvana ni siquiera permite soñar: es un principio representador total. Trata de sacarse de encima el estímulo. El sueño es al menos un intento de hacer algo con el deseo, aunque sea para permitirnos dormir. El principio de constancia es sostenido a nivel representacional. Nirvana es una constancia de vaciar al aparato de energía. Entonces, el principio de Nirvana es realmente la cara de Muerte.


Hay un trabajo que es fundamental. Dice Freud que el aparato psíquico nace con la labor de vencimiento de estímulos. Eto quiere decir que todos nosotros constuimos un aparato psíquico porque tramitamos los esímulos, transformamos los estímulos en informaciónes, en representaciones. No hay mayor mentira que tratar de biologista a Freud que este principio fundamental del aparato psiquico freudiano. El aparato psíquico freudiano nace transformando las experiencias en imformaciones, representaciones. 

Hay 4 Principos económicos o sea regímenes para las fuerzas inherentes a las Representaciones que son sus Investiduras. El Principo básico es el de Constancia que subtiende a los otros 3: 

1°) El Principio de Nirvana que es expulsivo de la excitación y por lo tanto interfiere en la instalación de Representaciones,su transformación en el Principio de Placer-Displacer que, enunciado completamente, es : Principio de Búsqueda compulsiva del Placer-Evitación también compulsiva del Displacer; estos dos principios del nivel 1° rigen en el Ello-Inc. o Inconciente Tópico. 

2°)La transformacion superior del Principio de Placer-Displacer es el Principio de Realidad que puede enunciarse así: Búsqueda del placer o de sus objetivos en consideración al Examen de Realidad del Yo RD y los Valores del SuperYO o sea rigen en el Yo y en un Sy sano.-

¿Qué es el principio de inercia neuronal?
Principio de la Inercia Neuronal es el antecesor en el Proyecto de lo que será el Principio de Nirvana,es decir es un antecesor histórico y no se los debe confundir pero El Principio de Nirvana tiende a la inercia y al menor gasto energético posible,es decir tiende a la tranquilidad,a la quietud,en este sentido es la primera respuesta a ese otro Principio que rige constantemente al Aparato Psíquico que es el Principio de Constancia,pero este acepta diferentes formas de constancias ya que el Ap.Psíq.debe responder a las exigencias de la vida ,por eso el Principio de Constancia que primero responde con el Principio de Nirvana,despues responde con el Principio de Placer-Displacer y,finalmente con el Principio de Realidad con el cual culmina su manera de mantener la constancia energética del Ap. Psíq.

Próxima entrada: Las distintas organizaciones del yo

martes, 21 de abril de 2020

La dinámica del aparato psíquico y sus fuerzas productoras

• ¿Cuáles son las fuerzas productoras de discursos, pensamientos, fantasías consciente e inconscientes, conductas y afectos que forman parte de la compleja dinámica del aparato psíquico?

¿Por qué el psicoanálisis es tan diferente al conductismo? Porque los productos que emergen visibles, como conductas, afectos, discursos, son todos elementos de una complejidad de determinantes que provienen de un aparato psíquico. Todos esos productos, aunque sean emisiones conscientes, tienen determinantes conscientes pre-conscientes, pero a su vez han tenido origen inconsciente. O sea, pueden tener cierta autonomía de determinación preconsciente-consciente. No toda producción científica ni todo discurso preconsciente consciente le podemos encontrar la determinante inconsciente, pero a muchísimos sí. Por eso, ninguna psicología de la consciencia ni de la conducta se va a poder equiparar al poder explicativo del psicoanálisis.

Como veníamos diciendo, las tres instancias del psicoanálisis -ello, yo y superyó- están constituidas por representaciones que no son fotos. Las representaciones freudianas son, al mismo tiempo que ideas, son inherentemente fuerzas. Lo complejo de esas fuerzas es que por los cambios que van de 1905 a 1920, vamos a tener que articular la sexualidad de 1905 con la sexualidad y libido de 1920, que es llamada Eros y que está en dialéctica permanente con muerte. Vamos a tratar de explicar esto.

La sexualidad de 1905 nace apoyada sobre la satisfacción de la necesidad y es esa complacencia sensual amorosa que todo bebé siente con los cuidados de los papás. Ese amor, complacencia sensual, une a las corrientes de ternura y sensual en el bebé. Hay ciertos autores que deslindaron apego de sensualidad. El apego de ños niños, mientras más chiquititos son, es sensual: quieren el cuerpo de la mamá, necesitan la manipulación y el sostén de mamá y papá. A los bebés les gusta el abrazo, el juego, que los tiren al aire, estar en la cama con ellos. Upa, abrazos, caricias, apretujones. La maduración del bebé es a posteriori y es larga. Para que se desarrollen las fases como la oral, la anal, se necesita de ese intercambio sensual que contribuya a desarrollarlo. Se da en ese intercambio, que también incluye a los abuelos y a la familia.

Esa libidinización de 1905 no tiene ninguna contraposición con Eros de 1920, sino que es Eros de 1920. Hay que agregar a las sexualidad de 1905 de que el descubrimiento freudiano de que todos nacemos con la capacidad de amar y odiar. Eso está señalado tempranamente en Freud, pero en 1920 se consagra como una tendencia primordial. Eros y Muerte, capacidad de unir, construir y apacidad de deconstruir y desunir. Es decir, construir y destruir. Freud había señalado en 1914 que amor y odio son constitutivos. Podemos observar que un bebé puede tener rabietas, ante todo lo que perturbe como el dolor de panza, lo que le impida la teta. O sea que aunque Eros y Muerte son de 1920, el amor y el odio están marcados en 1914 como afectos primariamente constitutivos. Freud hablaba de sadismo y masoquismo muy tempranamente.

Melanie Klein decribe la fantasmática de odio, también descripta por Piera Alaugnier, es muy consistente con Freud. Todo lo que al bebé le resulta penoso o desagradable, el bebé lo fantasea de manera terrible, como vivencias de ser atacado y ganas de atacar.

Freud también dijo que los bebés odiaban tempranamente. Eso quiere decir que tienen deseos de destrucción, o sea que ahí está operando Muerte. Por lo tanto, las pulsiones parciales ya se pueden considerar fuerzas que son intrincaciones a predominio de muerte o a predominio de Eros. Por eso a las pulsiones sexuales parciales se las pueden llamar sexual agresivas parciales, porque ya incluyen desde los primeros conceptos, los que se agregan en 1920. Eros y Muerte atraviesan todo el desarrollo filogenético del aparato psíquico.

Si el aparato psíquico avanza del ello al yo de realidad definitivo, es porque las pulsiones han sido sobreinvestidas en representaciones palabra. Las representaciones palabra, por lo tanto, son intrincaciones a predominio relativo de Eros, comparadas con las pulsiones, que son intrincaciones, algunas a predominio relativo de Eros, pero menos firmes que las intrincaciones a predominio de Eros de las representaciones palabra. La energía del ello es libre, fluente, no tiene composiciones estables, se mueven a desplazamiento y condensación. Eso quiere decir que si bien las representaciones logran algún tipo de estabilidad por predominio relativo de Eros, siempre es débil.

Las representaciones cosa están funcionando más cerca de la representación, más que la ligadura que puedan tener al lenguaje semántico verbal de las representaciones palabra. Piaget ha dado una secuencia extraordinaria de la formación del preconsciente. Por eso, las representaciones que llegan al nivel de concepto de generalizaciones abstractas, se sostienen con un nudo que es la palabra. La palabra sostiene significados complejos, predominando Eros. Un concepto o una idea trasladada a un pensamiento complejo sostiene una fuerza de esa idea. Si decimos "Argentina", hay una idea de esa fuerza en uno y funciona a predominio de Eros. Eso no puede desplazarse o condensarse como una representación cosa, por tener marcos estables. Lo mismo pasa si uno estudia a Freud y se convence racionalmente y sentirse freudiano por la convicción. Eso es una fuerza que también está en las representaciones cosa, pero a otro nivel.

Una fijación implica una falla en Eros, en el trabajo progrediente de la sobreinvestidura. Se trata de una estasis de libido que no se complejiza ni se libera.

¿Qué nos hace vivir? Los alimentos, si, pero a los seres humanos lo que nos hace vivir es la energía del aparato psíquico. ¿Qué a alguien pobre de espíritu? Es quien tiene pobreza de representaciones. El psiquismo es un organismo vivo, que necesita alimento, que es conocimiento, afectos, pasión. Si el conocimiento no te apasiona, hay otras cosas. Se trata de libidinizar en términos de Eros. El proyecto de vida, ¿qué otra cosa es sino el ideal del yo? El ideal del yo es una función del superyó. Si  no tenés superyó e ideal del yo, no hay proyecto de vida propio. Por eso una sociedad que cría a sus hijos sin valores, es peligrosa. El Estado no puede suplantar a los padres que los han criado en el principio del placer, que no les han dado valores ni proyectos de vida. Un psiquismo con ligaduras fuertes, no puede abandonarse tan fácilmente por una liberación pulsional temporal, porque prima Eros sobre Muerte.

En un caso de adicción, el paciente cuenta que los abandonó a los 16 años y él se puso su familia al hombro. Entonces, el eje del análisis fue que él penaba y se drogaba porque no era el chico que él hubiera podido ser si el padre no lo abandonaba. Entonces, tuve que mostrarle que el chico valioso qque era con todo lo que hizo, porque el padre lo abandonó y que deje de llorar por lo que hubiera podido ser si el padre no lo abandonaba.