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miércoles, 4 de septiembre de 2024

Sobre la personalidad

 En los primeros años de su enseñanza Lacan dedicó un texto a una discusión con Daniel Lagache. Allí contrapone cierta lectura que propone de la obra de Freud, eso que llamó su retorno a Freud, la primacía de la instancia de la letra en el inconsciente; a la lectura de Lagache en torno del término personalidad.

En algún sentido se trata de interrogar la pertinencia o no de incluir dicho concepto en el corpus teórico del psicoanálisis. Es interesante que sea en ese escrito, alrededor de ese tema, donde propone una orientación para la cura analítica que consiste en ir a un campo más allá de los ideales.

Es claro que la práctica analítica, así entendida, se dirige a interrogar para, eventualmente, poder conmover alguno de los anclajes del sujeto en su relación al deseo del Otro.

Tomado este contexto y orientación, parece que es claro que Lacan descarta la utilización del término personalidad en el ámbito del psicoanálisis.

Una de las apoyaturas en las cuales sostiene esta crítica es la raíz etimológica del término personalidad, el cual proviene del teatro, y se plasma en la dimensión de la máscara.

Más o menos por la misma época la máscara es considerada con relación al síntoma. No sólo que el síntoma enmascara, sino que hay una máscara del síntoma.

Tomada desde esta perspectiva la máscara, y por ende la personalidad, funcionan como una pantalla. Algo cuya función es la de encubrir, velar, incluso algo que disfraza y que muestra para ocultar.

En este sentido el término personalidad, por lo que arrastra de pantalla, se asocia al entramado identificatorio vía el cual el sujeto asume una posición que parodia, por remedar la identidad de la que carece. Pero detrás de ello hay un punto más contundente: si bien la máscara es esencial a la posibilidad del deseo en el sujeto, opera como una respuesta que impide la formulación de la pregunta, aquella que concierne al sujeto como deseante.

domingo, 5 de septiembre de 2021

Paranoia y fenómenos elementales

El objetivo del presente trabajo es examinar los tipos de fenóme nos elementales que Lacan clasificó para la paranoia en distintos momentos de su enseñanza y explorar el valor clínico que les asignó. El propósito de este recorrido es el de determinar la utili dad y vigencia clínica de dichos fenómenos en este tipo clínico. En función del objetivo del trabajo se propone un estudio de ca rácter exploratorio. Se tomarán principalmente las referencias de Lacan vinculadas al tema asignándole relevancia a la exploración de la categoría de “fenómeno elemental” desde su tesis doctoral hasta la deinición de la paranoia como nudo trébol. 
FENÓMENO Y DIAGNOSTICO 
Si bien la psiquiatría se ocupó de describir con precisión las manifestaciones clínicas de la paranoia, su diagnostico al decir de Freud, se basa en las formas que adquiere la exteriorización del fenómeno, mientras que el psicoanálisis apunta a su tejido y su trama. Así como es posible determinar el diagnostico tomando la estructura del sueño, también lo es, a través de la delimitación de la estructura del fenómeno, ya que éste da cuenta del nudo que lo soporta. 

En la actualidad, tanto las descripciones sobre la paranoia, realiza das por la psiquiatría clásica, como las elaboraciones del psicoanálisis, buscan ser sustituidas por las clasiicaciones de los manuales diagnósticos, tales como el CIE o el DSM en sus diferentes versiones. En ellos, la categoría de paranoia ha desaparecido, generando de su uso solo una retórica de la historia de la psiquiatría. En oposición a esta tendencia, el psicoanálisis no ha dejado de insistir en sostener y explorar la categoría de psicosis paranoica, sino también ha continuado examinando la particularidad estruc tural que asumen sus manifestaciones clínicas contemplando siempre la singularidad del caso. 

EL FENÓMENO ELEMENTAL DESDE LA PSIQUIATRÍA AL PSICOANÁLISIS 
La noción de fenómeno elemental tiene sus raíces en la psiquiatría clásica. Este campo disciplinario fue el que incursionó en la observación y “descripción formal de las perturbaciones psicopatológicas” (Bercherie, 1999:7). Su inluencia ha hecho que algunos de sus desarrollos sean antecedentes fundamentales en este tema. Si bien Lacan le adjudica a De Clérambault el término fenómeno elemental, éste nunca lo utilizó. Sí se encuentra en su obra la noción de “fenómeno primordial”, con el cual se refería al automatismo mental. Para este autor el automatismo surge como algo que se impone al sujeto, algo que lo habita y que no se comprende, que es enigmático y que deja al sujeto en la mayor perplejidad A estos fenómenos de automatismo los estudiará en relación a la psicosis alucinatoria crónica. Según De Clérambault estos fenómenos reúnen tres características, son no sensoriales, de tenor neutro y de carácter anideicos, además son iniciales en la psicosis y anteceden a la formación delirante (Mazzuca, 2001). Llama a este conjunto de fenómenos como “pequeño automatismo” cuando a éste se le agregan elementos temáticos, se pasa a lo que denomina “gran automatismo mental”, de manera tal que los fenómenos como el delirio y la alucinación serán para este autor fenómenos secundarios. 

LOS FENÓMENOS ELEMENTALES EN LA TESIS DE LACAN 
En su tesis de 1932, Lacan pretende penetrar al mecanismo de la psicosis, entre otras cosas, analizando un número determinado de fenómenos llamados primitivos o elementales. Con este nombre designa los síntomas que expresan “primitivamente los factores determinante de la psicosis y a partir de los cuales el delirio se constituye” (Lacan, 1932, p. 188) mediante un mecanismo racio nal según algunas teorías. 

En ese momento define al fenómeno elemental como un “elemento nuevo, heterogéneo, introducido en la personalidad por la x mórbida (Lacan, 1932, p. 188). Lacan toma de Westerterp el método para examinar el estado psíquico que precedió a las elaboraciones del sistema delirante de su paciente a quien llamó Aimée. En esta perspectiva plantea que los exámenes de la evolución delirante en las psicosis, dan cuenta que el delirio no es constituido mediante un “desarrollo regular” sino por el contrario, muestran puntos fecundos, a partir de los cuales se crea el deliro. 

Los fenómenos elementales del deliro que delimita en Aimée son: “los estados oniroides, trastornos de incompletud de la percepción; interpretaciones propiamente dichas; e ilusiones de memoria” (Lacan, 1932, p197). Estos dos últimos fenómenos se manifiestan como trastorno de la percepción y del recuerdo, ligados a los lazos sociales. Otros fenómenos elementales que nombra en su tesis, son la vivencia de signiicación personal, deinida por Neisser, la extrañeza del medio, fenómenos deja vú, y adivinación del pensamiento. 

La noción de paranoia en este momento la toma de Claude, quien dividía por un lado la psicosis paranoica y por otro lado la paranoide. 
- La psicosis paranoica (sean o no alucinatoria) se manifiesta como una exageración de la personalidad, un delirio sistematizado, conservación de la actividad intelectual, mantenimiento del contacto con el ambiente. 
- Mientras que la psicosis paranoide es aquella que se caracteriza por la desintegración de la personalidad, variedad del delirio, deterioro de la actividad intelectual, pérdida del lazo social. (Bercherie, 1986, p. 202). 

En “Acerca de la Causalidad psíquica” (1949) Lacan postula que en la paranoia lo que se produce es una “inmediatez de la identificación”, esto es, una identiicación no mediatizada por el Otro, es decir, la infatuación del sujeto. Por lo tanto, si “un hombre cualquiera que se cree rey está loco, no lo está menos un rey que se cree rey” (Lacan, 1949, p.161). 

El loco presenta un desconocimiento de su propia locura, en la media que intenta imponer la ley de su corazón a lo que experimenta como el desorden del mundo, al decir de Lacan, una “empresa insensata”, en la medida que desconoce la implicación de su ser actual en este desorden. Es la idea del alma bella de Alcestes. Este esta loco, dice Lacan, ya que no reconoce en su bella alma su implicación en el desorden contra el que se rebela. “El riesgo de la locura se mide por el atractivo mismo de las identii caciones en las que el hombre compromete a la vez su verdad y su ser” (Lacan, 1949, p 166). Se trata entonces de examinar “el grado” de identiicación que sostiene el sujeto con el Ideal. 

LA PARANOIA EN EL SEMINARIO III  Y DE UNA CUESTIÓN PRELIMINAR 
En el Seminario 3 (1954-1955) examina los fenómenos elementales en la paranoia y en el automatismo mental, e incluye a la alucinación como la “forma más característica” de los fenómenos elementales (Lacan, 1955). Según Mazzuca, es posible pensar los fenómenos elementales de la paranoia en el registro del signiicado, mientras que los del automatismo mental, dentro del registro del signiicante. Por ejemplo, la interpretación delirante implica una intuición que estabiliza un significado de la intención del Otro (Mazzuca, 2001 p.198) 

En este seminario, Lacan critica la noción de paranoia de Kraepelin y hace del fenómeno elemental el resorte de la estructura. Es decir, diferencia la neurosis y psicosis desde la estructura (del lenguaje) y no desde el punto de vista de los de la descripción del fenómeno. Asimismo postula que el delirio es un fenómeno elemental. “Es decir que la noción de elemento no debe ser entendida en este caso de modo distinto que la de estructura, diferenciada, irreductible a todo lo que no sea ella misma” (Lacan, 1955, p. 33). Sostiene que la presencia de trastornos del lenguaje es una condición necesaria para el diagnóstico de psicosis. Además, subra ya la distinción entre la realidad y la certeza en la psicosis. De esta manera considera que en el sujeto psicótico no está en juego la realidad, sino la certeza. 

En el escrito “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis” (1958), sitúa a la alucinación verbal como el paradigma del “síntoma psicótico” y distingue los fenómenos de mensaje y los fenómenos de código. Los primeros, comprenden la interpretación elemental, a la que llama “significación de significación,” lo que implica una significación presente pero indeterminada (Soler, 2004). Los segundos, están compuestos por las formaciones neológicas en su forma y en su empleo. En la “Presentación de la traducción francesa de las memorias del presidente Schreber”, (1966), ubica al paranoico como aquel que identiica el goce en el lugar del Otro. Ingresa de este modo otra vertiente para pensar la psicosis, por un lado, la vertiente del len guaje y por otro lado la vertiente del goce. 

EL NUDO TRÉBOL 
Si bien es en el seminario Ou pire (1971-1972) donde Lacan introduce por primera vez el nudo borromeo, es en el seminario RSI (1974-1975) y el seminario El Sinthome (1975-1976) donde realiza propuestas novedosas sobre la paranoia. En RSI, dice “la paranoia es un pegoteo imaginario. Es la voz que se sonoriza, la mirada que se vuelve prevalerte. Es un asunto de congelación del deseo” (Lacan, 1975, p. 157). 

Intentemos desglosar esta deinición; que quiere decir con “la paranoia es un pegoteo imaginario”. Lo imaginario es la consistencia, el cuerpo, las identificaciones. El paranoico es alguien que cree en las identificaciones, es un creído dice Lacan. Es alguien sostenido en la identificación al Ideal. Lo cual se releja en una serie de fenómenos, como aquellos ligados a la redención, el paranoico suele estar impregnado de buenas causas. Con la oración “es la voz que se sonoriza, la mirada que se vuelve prevalerte. La voz no implica el sonido, sino la presencia del texto, es decir, de la metonimia de las significaciones. Es una voz que sonoriza la mirada, es una voz pegoteada en la metonimia de las signiicaciones de la mirada (Soler, 2009). 

Por la oración “Es un asunto de congelación del deseo”, entendemos que Lacan alude, por un lado, de la existencia de un modo de deseo en la psicosis paranoica, por lo cual, la versión del deseo en la paranoia es la de un deseo congelado. Esto es, solidificado, tieso, rígido en un campo metonímico reducido a las signiicacio nes escopicas. 

En el seminario El sinthome, (1975-6) plantea que el nudo es el soporte del sujeto, esto es RSI, soportan al sujeto real. Lo imaginario es el cuerpo, lo simbólico, ya no es la cadena significante (Soler, 2009), sino el conjunto de Unos, y lo real, aquello que que da por fuera de lo simbólico e imaginario, lo imposible de simbolizar. Entonces, a partir del modo de anudamiento o relación entre los registros se determinará tipos de nudo. Asimismo es posible aprehender fenómenos clínicos concernientes al cuerpo (lo imagi nario), al verbo (lo simbólico) y al goce (lo real). 

En este seminario haciendo referencia a su tesis doctoral dice que la paranoia y la personalidad son la misma cosa. En la medida en que un sujeto anuda de a tres lo imaginario, lo simbólico y lo real en una sola y misma consistencia, y en esto consiste la psicosis paranoica” (Lacan, 1975, p. 53). Si ubicamos los tres registros en continuidad produciendo un empalme de las junturas de lo real con lo imaginario, de lo imaginario con lo simbólico y de lo simbólico con lo real, nos queda como resultado el nudo trébol. Es decir, la paranoia es pensada aquí como un nudo trébol constituido por una única consistencia de modo tal que hay una continuidad de los registros (Schejtman, 2008). 

Pero antes de continuar con el nudo, qué quiere decir que la personalidad y la paranoia son la misma cosa. Si por personalidad entendemos la rigidez de los rasgos que hace que a nivel imaginario nos diferenciemos de otros, en la paranoia con lo que nos encontramos es con la fijeza de los rasgos del sujeto, con lo que Lacan llamaba la psicorigidez, hasta el punto que si movilizamos esta rigidez corremos el peligro de desanudar el nudo. Si la paranoia implica que RSI están en continuidad, ello trae como consecuencia una continuidad de los goces. Esto es: 
- del goce fálico, que estaría entre lo simbólico y lo real por fuera de lo imaginario, 
- del goce del sentido, ubicado entre lo simbólico e imaginario, y 
- el Goce del Otro que lo sitúa entre lo real y lo imaginario. 

Entonces, si esto esta en continuidad, no habría una discontinuidad de los goces y como resultado de ello podemos encontrarnos con fenómenos, tales como la metonimia del sentido, donde no hay un limite entre la zona del sentido y lo que queda fuera de sentido. Todo comienza a tener sentido; esto es, la creación de un metalenguaje donde el sentido queda restringido al campo escópico, a la mirada del Otro, es decir, al Goce del Otro. Para finalizar, podemos decir que encontramos cierta continuidad en la enseñanza de Lacan con respecto a los tipos de fenómenos elementales que Lacan localiza en la paranoia. Los mismos caracterizados desde un principio por la prevalecía del registro imaginario. No obstante, suponemos que sus últimos desarrollos abren nuevas vías que complementan sus elaboraciones anteriores. Fundamentalmente aquellas que conciernen a la continuidad entre los registros, y a la prevalencia de la pulsión esópica e invocante. 

NOTA 

[1] El presente trabajo muestra algunos aspectos del proyecto doctoral “La relación entre fenómeno y estructura en la psicosis no desencadenada”, pre sentado en la Facultad de psicología (UNLP). 

BIBLIOGRAFIA 

LACAN, J. (1986) De la psicosis paranoica en sus relaciones con la persona lidad. México: Siglo XXI, 1932. 

LACAN, J. (2000) “Acerca de la causalidad psíquica”, en Escritos I, Buenos Aires, Siglo XXI, Paidós, 1949. 

LACAN, J. (2000) El Seminario, Libro III: “Las psicosis”, Buenos Aires, Piadós, 1955-6. 

LACAN, J. (2002) “De una cuestión preliminar a todo tratamiento posible de la psicosis”. En Escritos II, Buenos Aires, Siglo XXI, 1958. 

LACAN, J. El Seminario, Libro XIX, “Ou Pire” Buenos Aires, Inédito. 1971-1972. LACAN, J. El seminario, Libro XXII, “RSI”, Inédito, 1974-1975. LACAN, J. (2007) El Seminario, Libro XXIII: “El sinthoma”, Buenos Aires, Pai dós, 1975-6. 

LACAN, J (2001) “Presentación de la traducción francesa de las Memorias del Presidente Schreber”, en Intervenciones y Textos 2, Buenos Aires, Manantial, 1966. MAZZUCA, R. et al. (2001). Las psicosis. Fenómeno y estructura. Buenos Aires, Eudeba. 

QUINET, A (2006) Psicose e laço social, Río de Janeiro, Jorge Zahar Editor. SCHEJTMAN, F. (2008) “Síntoma y Sinthome”. En Ancla, Revista de la Cátedra II de psicopatología, Facultad de psicología, UBA, Vol II, pp. 15-59. SOLER, C. (2009) Las querellas de los diagnósticos, Buenos Aires, Letra viva. SOLER, C. (2004). El inconsciente a cielo abierto en la psicosis. Buenos Aires, JVE.

Fuente: Aguirre, Javier Luis (2010) "Paranoia y fenómenos elementales" Facultad de Psicología, Universidad Nacional de La Plata. Argentina

sábado, 29 de agosto de 2020

¿Qué es la personalidad?

Aproximación teórica.

Jamás nos enfrentamos con el hombre en general, sino siempre, con un hombre en particular, un individuo, quien frecuentemente es un problema cuya solución solo puede encontrarse en él mismo.

La característica esencial del hombre resulta ser su individualidad, el hecho de que el hombre un resultado único en su genero y que, separado espacialmente de todos los otros hombres, no se parece acabadamente a ninguno y que se comporta de una manera que le es propia.

Si el conocimiento psicológico no tuviese por intención fundamental llegar al conocimiento del individuo, dejaría de ser conocimiento psicológico, ya que toda conducta es conducta de un individuo determinado.

Personalidad = individualidad psicológica


La personalidad:

  • No significa la influencia ejercida por un individuo sobre otro (“tiene una personalidad notable”): todos tenemos una personalidad.

  • No significa la apariencia de que uno se reviste (“adoptar una personalidad”): esta apariencia es un aspecto de la personalidad total.

  • No significa el ideal que un individuo puede forjarse de sí mismo (“tratar de cultivar su personalidad”).

  • No se trata de la esencia metafísica e hipotética del ser humano (“la personalidad de individuo es inviolable”): el psicólogo deja en manos del moralista la noción de persona y no hace ninguna especulación sobre la naturaleza ontologica del hombre.

  • Es única, propia de un individuo, aunque este tenga rasgos en común con otros.

  • No es solo una suma, una totalidad de funciones, sino una organización, una integración.

  • Es temporal porque es siempre la de un individuo que vive históricamente.

  • Se presenta como una variable intermediaria, se afirma como un estilo a través de la conducta y por medio de ella.


Personalidad: “Es la configuración única que toma, en el transcurso de la historia de un individuo, el conjunto de los sistemas responsables de su conducta”.

Dos puntos de vista diferentes:

  1. Caracterología:

Hace del carácter el centro de la personalidad.

La individualidad esta constituida por un conjunto de rasgos los cuales, agrupados, constituyen cierto numero de “tipos” a los que puede ser referido todo individuo.

Tiende a hacer del carácter algo estático, una especie de invariante, de estructura fundamental en la que luego se insertara el resto; una “naturaleza”.

Muestra escaso interés por las fuentes del comportamiento; mas bien dedica su atención a las modalidades generales, recurrentes de la conducta, que constituyen los “rasgos”. El carácter resulta ser entonces, un conjunto de expresiones.

Nunca presta atención a la personalidad-historia, ya que hace de la personalidad (carácter) algo estable, que encaja en una tipología, etc.

Aquí, el problema de la individualidad comienza cuando se quiere introducir un individuo dentro de una “clasificación” (Ej: clasificar al individuo x en la categoría de los coléricos); bien sabemos hasta que punto la operación resulta difícil y siempre arbitraria.

  1. Personologia:

El carácter no es mas que un aspecto de la personalidad, su aspecto “expresivo”.

El concepto de personalidad es esencialmente histórico. Considera que la personalidad es historia (nunca definida ni definitiva).

Tiende a considerar los factores dinámicos de la conducta, las motivaciones, etc., es decir, el aspecto secreto, menos evidente de la individualidad.

Si la historia de un solo individuo es la unidad de la que debe ocuparse la “personologia”, los hechos que se observan pueden clasificarse de la siguiente manera:

  • El “dato” psicofisiologico, surgido a la vez de la herencia y de la maduración, en constante dialéctica con lo adquirido.

  • La situación del medio donde el individuo desarrolla sus formas de conducta, que actúa como factor socio-cultural.

  • Los factores individualmente modificables de los sistemas de acción, los cuales permiten la elaboración de nuevas estructuras.

  • Las condiciones de unidad del Yo y de la identidad personal.

Dado que la personalidad es el organismo humano que desarrolla sus formas características de conducta dentro de la vida social, los sistemas de acción que en cada instante de la vida de un hombre concretan su ajuste al mundo son función, a la vez, del pasado que vive en el bajo el aspecto de hábitos, complejos reaccionales de todas clases, etc. y de las actuales exigencias del ambiente, del campo psicosocial. Por esto siempre existen posibilidades de cambio.


Los determinantes constitucionales y la conducta.


Natura             Nurtura

Dado   Adquirido

Innato   Adquirido

Herencia          Medio


El desarrollo individual es, en parte, función de elementos constitucionales dados. El problema consiste en averiguar cuál es en la conducta la proporción entre lo dado, por una parte, y las estructuras adquiridas en contacto con el medio.

Natura: Elementos constitucionales dados. Sin embargo, aquello que al nacer esta “dado” rebasa los limites de la herencia genética.

El feto tiene una vida fisiológica y psicológica intrauterina. Esta vida prenatal es, en parte, función del medio “materno”, es decir, del estado físico, fisiológico y psicológico de la madre.

Por esto, lo constitucional desborda lo puramente hereditario.

Se puede considerar que los elementos adquiridos in útero forman parte de la “natura”, o sea, que la “nurtura” contribuye a formar la “natura”.

No todas las estructuras que constituyen la naturaleza “dada” están presentes en el momento del nacimiento.

La maduración no brinda, precisamente, mas que posibilidades de acción; la actualización de estas posibilidades es función del ambiente.

El adiestramiento de inútil antes de una maduración orgánica suficiente, pero en momento se torna necesario.

La maduración esta “dada” pero no existe como dada sino en función del medio.

En cada individuo, lo dado y lo adquirido interfieren en forma singular, especifica de su propia personalidad.

La interacción de aquello que esta dado al nacer con las situaciones en que evoluciona el organismo, la actuación conjunta, en el trascurso de la infancia, de la maduración y de lo que se percibe del ambiente, forman esa historia compleja que es la personalidad.

Algo dado existe en todo individuo; pero se trata mas bien de un conjunto que excluye de plano ciertas posibilidades (Ej: sexo).


Fuente: Filloux "La personalidad", Capítulos 1 y 2.

viernes, 9 de agosto de 2019

Trastornos de la personalidad (eje II): ¿Qué es la personalidad?


El diagnóstico del DSM es multiaxial. El eje I y Eje II son a los que más se les presta atención, siendo en el eje II donde se codifican los trastornos de la personalidad, el retraso mental y los mecanismos de defensa. Hoy trataremos de definir qué se entiende por personalidad, siguiendo diversos autores: Freud, Filloux, Bleger, Allport, Erickson, Margaret Mahler, Liberman y D. Winnicott.

Las series complementarias de Freud.
Para pensar a la personalidad, se pueden tener en cuenta las series complementarias. Cuando él hablaba de las neurosis de guerra, él se preguntaba ¿qué hace que algunos sujetos que estuvieron en una guerra presenten síntomas y otros no? Este esquema Freud lo desarrolla para explicar estos síntomas, para explicar las neurosis. Él habla de 3 factores que permiten entender los síntomas, o explicar el origen de los síntomas neuróticos.

1) El factor constitucional: Todo lo que el individuo trae al nacer. Es un factor biológico.
2) Las experiencias infantiles: Sobretodo en los primeros 5 años de vida, todo lo que acontece que va posibilitando el desarrollo psíquico. Las experiencias intrapsíquicas. 
Ambos factores van a formar lo que Freud llamó la DISPOSICIÓN, que viene a ser esa estructura básica y más profunda que es la personalidad. Freud decía que, justamente, si hacíamos un recorrido por las etapas de evolución libidinal (etapa oral, anal, fálica), estas 3 primeras etapas se desarrollan en los primeros 5 años de vida. Luego tendríamos la latencia y luego la fase genital. Y estos primeros años van a formar esta estructura más profunda, ese yo básico más profundo y esta estructura que es la personalidad.
3) El factor actual desencadenante: Algo en la vida del sujeto, actual, va a actuar sobre esta disposición y va a hacer que estos síntomas se desencadenen. Un hecho traumático como un robo puede actuar sumándose a la estructura previa 
Nosotros, podemos tomar parte de este esquema para pensar la personalidad.

Personalidad para Filloux.
Para Filloux la personalidad es la configuración única que toma, en el transcurso de la historia del individuo, el conjunto de los sistemas responsables de su conducta. En esta evolución se da el interjuego de la natura (lo congénito, lo vivido en el útero, lo dado al nacer) y la nurtura (la adquirido después de nacer, con la relación con el medio). La interacción entre ambas es constante.

La personalidad según José Bleger.
Bleger es un psicoanalista argentino autor del libro “Psicología de la conducta”.
Él propone que la personalidad descansa sobre un trípode. Él va a diferenciar 3 aspectos:
Constitución: Aspectos somáticos más estables y más persistentes que están determinados por la herencia.
Temperamento: Los aspectos afectivos más estables que se dan desde el nacimiento.
Carácter: Para Bleger, tiene que ver con el ambiente, el entorno y los vínculos. Deviene del temperamento. Es la forma en la que uno reacciona, responde, es la parte superficial de la personalidad.

Las "Áreas de la conducta" son otro de los aportes importantes de Bleger. La conducta es una manifestación de la personalidad, entendiendo a la conducta como una definición más amplia y psicoanalítica, como la totalidad de las manifestaciones del ser humano. No solo desde la visión conductista, desde lo observable, sino también lo propio del sujeto. La triple manifestación fenoménica se refiere a estas 3 áreas, que son la mente (area 1), el cuerpo (área 2) y actuación en el mundo externo (área 3). A veces pueden haber coincidencias y contradicciones entre las áreas.

Bleger plantea que en esta triple manifestación de la conducta, siempre hay predominio de un área sobre las otras, y a la vez pueden haber 2 tipos de predominios:


  • Sucesivo o alternante: Significa que una persona en distintas situaciones a veces puede responder con predominio del área 1, otras veces con predominio del área 2 y otras veces con predominio del área 3. Como su nombre lo indica, se van sucediendo las áreas.
  • Predominio estable: Una persona en diferentes situaciones siempre responde con conductas de la misma área.


Según el tipo de predominio estable, podemos hablar en forma general del tipo de personalidad:
Predominio del área 1: INTROVERTIDA O EZQUIZOIDE - Les cuesta mucho expresar lo que piensan, lo que sienten, actuar e interactuar con los otros.
Predominio del área 2: PERSONAS INFANTILES - Somatizan más. Generalmente vehiculizan sus sentimientos a través del cuerpo. Como los niños, les cuesta poner en palabras lo que les sucede y por eso se comunican a través del cuerpo
Predominio del área 3: PERSONAS DE ACCION - Predomina la acción con el mundo externo. Son impulsivos, actúan sin pensar. No se trata de cómo el mundo externo influye en nosotros.

Lo positivo es que vayan alternando; debería haber un equilibrio entre las 3 áreas. Bleger toma este modelo de Pichón Riviere.


Conducta y personalidad. Se entiende por conducta todo lo que el individuo hace, dice y piensa, ya sea sólo o en su relación con los otros. Siempre hay un contexto, un ámbito o un campo donde se desarrolla la conducta, como dice Bleger. La conducta siempre va a ser una variable que está en íntima relación con la personalidad del sujeto y con el contexto en el cual se encuentra este sujeto. Un sujeto puede responder diferente según en qué etapa evolutiva se encuentre y en función de qué lugar esté. La personalidad sana tiene cierta permeabilidad y cierto dinamismo. Tenemos que pensar a la personalidad en el contexto, porque en función del contexto se puede responder de una u otra manera. En función del estado de ánimo por el momento en que están pasando. No podemos estudiar la conducta aisladamente, porque estaríamos perdiendo una mirada amplia que nos permita entender qué está manifestando este sujeto, por qué lo hace en este momento y en esta situación.


Definiciones de la personalidad y su características.
Filloux, mencionado anteriormente, define: “La personalidad es la configuración única que toma, en el trascurso de la historia del individuo, el conjunto de los sistemas responsables de su conducta.
Definición de Allport: “La personalidad es la organización dinámica de los sistemas psicofísicos que determinan los ajustes del individuo al medio circundante.”

Las características que se desprenden de estas definiciones son que la personalidad:


  • Es una totalidad que incluye lo físico y lo psíquico.
  • Está en relación con el contexto.
  • Es única, propia de cada individuo.
  • Es una organización dinámica.
  • Es propia de cada individuo
  • Es histórica y temporal.
  • Se afirma como un estilo a través de la conducta.
  • Es una estructura profunda, básica que desde el psicoanálisis se puede pensar como la integración entre el ello, el superyó, el yo y la realidad.


Nadie nace con personalidad. Ésta se va construyendo, es producto de un proceso que se va a terminar de consolidar en la adolescencia. Esto no significa que desde ahí quede inmutable. Decimos que se consolida en la adolescencia porque implica una reactualización. 

La personalidad y su consolidación en la adolescencia.
Erikson trabajó sobre las etapas del desarrollo de psicosocial, y él va a decir que a lo largo de cada una de las etapas que va pasando la persona, desde el nacimiento hasta la muerte, se presentan ciertas situaciones de desafío, de crisis, de cambio. La crisis no es algo negativo, sino un momento de cambio. 


Un concepto de Erikson es el sentimiento de confianza básica, que va a surgir en el niño (que no nace con confianza). El niño cuando nace se va a encontrar en un estado de absoluta dependencia, desamparado, de prematurez que necesita sí o sí de otro. Este sentimiento de confianza básica se va a ir construyendo en la medida que el niño tenga una respuesta satisfactoria a sus deseos y a sus pulsiones. Va a ir construyendo un sentimiento de que como así alguien pudo satisfacer sus necesidades, él de alguna manera va a poder enfrentarse a distintas situaciones que se le vayan presentando. Esto se puede pensar desde otros autores, porque de alguna manera es poder ayudar a que el niño construya su yo, que tenga recursos para pasar de la absoluta dependencia a la paulatina independencia y autonomía. Y de esto se trata la personalidad, de esta construcción progresiva que se va a ir dando. 

Erikson va a plantear que en estas distintas etapas de desarrollo psicosocial va a ir surgiendo una fortaleza o una debilidad. La primer fortaleza que el menciona es justamente esta confianza básica. Y en todas las etapas que él menciona, le da mucha importancia a la etapa adolescente. Decimos que en esta etapa la personalidad se consolida porque es cuando se busca la identidad personal, que incluye muchos aspectos. Con la adolescencia no solo se reestructura la imagen corporal, sino también los vínculos. Por ejemplo, reestructurar el vínculo con los padres, que dejan de tener la importancia que antes habían tenido, para dejar espacio a otros grupos que van a ser sumamente importantes y van a ser fuentes de identificación, de idealización, también de confrontación. En esta búsqueda de identidad el grupo de amigos va a tener un lugar muy importante y justamente va a ser a través de la identificación como mecanismo básico de formación de la personalidad y con otros mecanismos previos de defensa. Los mecanismos de defensa parten del yo y algunos van a ser constitutivos de este yo, constitutivos del psiquismo.

Aportes de Liberman: 
Este autor propone la existencia de diferentes tipos de personalidad, donde cada uno va a tener distintos rasgos o distintas características.


  • La persona demostrativa: No le cuesta expresar lo que sienten. Tienen un estilo dramático, cuando dicen algo lo viven con mucha intensidad y se lo hacen sentir al otro. Tienen una tendencia a la teatralidad. Sería la protagonista de una obra, muy expresiva y demostrativa.
  • La persona lógica: Personas más estructuradas, les cuesta más expresar sus emociones. Están en todos los detalles. Tiene un estilo narrativo, siempre tiene el mismo tono, pero no lo carga de pasión dramática. Son más controladores del orden, de la espontaneidad de los otros. Tiene más características obsesivas.
  • La persona atemorizada y huidiza: Tendría características fóbicas. Piensa que no lo van a ver bien, que no va a poder. Se pone colorado, traspira. Tiene un estilo dramático, pero genera suspenso e incógnita. Quiere, pero tiene miedo.
  • La persona de ánimo variable: Es una persona que tiene la habilidad de crear buena onda, hace chistes, divierte al grupo, pero después tiene momentos que se borra, se queda en su casa.
  • La persona observadora no participante: Es una persona que está atenta a lo que pasa alrededor pero le cuesta participar. Es como los investigadores, los guionistas. Se lo conoce poco, pero está atento. Tiene un predominio del área mente.
  • La persona de acción: es una persona que llegan tarde siempre, que es sumamente espontánea. A veces tiene cosas seductoras. Hay un predominio del área 3 y no tanto del área 1.


Bleger va a decir, como habíamos ya visto, que la personalidad es una totalidad, una integración. Y dice que es una unidad dinámica, cambiante, y está sometida a fluctuaciones que van del lado de la evolución y la regresión. Esto lo vemos cuando los chicos se van acercando a la adolescencia, o en la adolescencia misma, donde está la tendencia al crecimiento y la independencia al mismo tiempo coexiste el reclamos de mimos, de atención, de determinadas consideraciones donde se muestra la fluctuación evolución por un lado y la regresión por otro. Bleger dice que la personalidad está dada por el conjunto organizado de la totalidad de las conductas. No hay conducta sin personalidad, ni personalidad sin conducta. Él va a decir que esta personalidad tiene una base biológica, por lo tanto él dice “Sobre la organización biológica se estructura la personalidad gradualmente. Pero en este desarrollo humano siempre es necesario la relación interpersonal” De ahí que establece un íntimo desarrollo de la personalidad y las relaciones interpersonales. Hay una base que es orgánica, y él lo va a argumentar desde el trípode de personalidad que ya describimos. De ahí que le damos tanta importancia a la infancia como aspecto estructurante de la personalidad. El niño logra formar su yo a través del vínculo con la madre o quien cumpla la función materna. El niño puede ir diferenciando de este puro ello inicial una parte para diferenciar el yo.

La personalidad en Margaret Mahler.
Margaret Mahler trae un aporte sumamente valioso. Sabemos que en la adolescencia se reactualizan muchas cuestiones de la infancia. Así como el nacimiento es la primera separación del bebé, la adolescencia es considerada un segundo nacimiento, una segunda separación. Mahler va a estudiar la relación entre la madre (o quien cumple la función materna) y el niño. Es importante cómo el niño haya vivido esta etapa porque la adolescencia viene a ser una etapa de reactualización de esta primera etapa.  

Margaret Mahler hace una descripción acerca de la separación que el niño debe hacer, como un proceso constitutivo del yo. Margaret Mahler va a diferenciar 3 fases en los primeros 3 años de vida:
1) Fase autística normal: 2 primeros meses de vida. El nene actúa como un autista. Está encerrado en su mundo, se contacta poco con el otro, se la pasa durmiendo, tomando la teta y alimentándose.
2) Fase simbiótica: 2 a los 6 meses aproximadamente. Sigue habiendo una intensa interdependencia entre el bebé y la mamá, necesita constantemente de otro que satisfaga sus pulsiones, hay un estrecho vínculo. Pero empieza a reconocer a la madre, en principio como parte de él y luego vamos a ir viendo cómo progresivamente como alguien diferente de él. El nene de esta edad no puede sostener su tronco, está a mucho a upa, no es independiente. Pero de a poco y gradualmente va a poder ir logrando una serie de desplazamientos, por ejemplo a los 8 o 9 meses va a gatear o a reptar, más adelante a caminar.  
3) Fase de separación – individuación: 6 meses a los 3 años. Es muy progresiva. Estos logros se van a ir retroalimentando a partir de una maduración biológica y emocional. El niño va a ir animándose a gatear o a caminar no solo por una cuestión de maduración biológica, sino a partir que empiece a separarse de la madre. En esta etapa cobra mucha importancia la función paterna, este tercero que va a posibilitar este paulatino desprendimiento. La función paterna no solo es el padre, sino otros intereses que la madre pueda tener además del niño.

Esto también se puede pensar desde los aportes de Winnicott, cómo esta madre puede ir desilusionando progresivamente al niño, como puede permitir con la ayuda del objeto transicional también, ir incluyendo a este tercero simbólico que representa esta relación. Este es un proceso fundamental que va a tener que ver con la constitución del desarrollo psíquico, con el armado de la personalidad, con esta construcción gradual.

En la adolescencia va a haber una actualización. El niño necesita de un adulto que lo ayude progresivamente a separarse, a canalizar saludablemente las pulsiones. Las pulsiones tanáticas (de destrucción) siempre estuvieron, pero ahora hay más violencia, los chicos empiezan a tener relaciones sexuales antes, y todavía no están listos para cuidar su cuerpo. ¿Qué nos pasa? Por eso hay que ir pensando en los trastornos de la personalidad también desde la prevención, porque estos problemas se pueden pronosticar a través de la ausencia de figuras parentales o de adultos que contengan y ayuden en este camino progresivo, gradual. Este proceso no se puede apurar.

Mecanismos de defensa primitivos:

Para la escuela inglesa, la construcción del yo se da gracias a mecanismos de defensa primitivos, es decir, que más tempranamente pone en juego el bebé, que son la escisión (el bebé ve al mundo como bueno o malo según satisface o no sus pulsiones. La mamá buena, la mamá mala. El pecho bueno, el pecho malo), la introyección y la proyección. El bebé va a tomar como parte de su yo aquello bueno (introyección) y va a depositar en el afuera lo malo (proyección). Esto le va a permitir diferenciando al niño el yo del no yo. Estos mecanismos de defensa son los más tempranos y esto es importante porque son justamente los mecanismos que predominan en los trastornos de la personalidad y en la psicosis, las patologías más graves. Hay mecanismos que son más maduros, como la represión, la identificación, la sublimación, etc. que se usan en la normalidad, o en las neurosis, en otros tipo de trastornos. 

La identificación, la represión y la sublimación son mecanismos muy importantes porque la represión primaria va a ser un mecanismo constitutivo que va a diferenciar lo inconsciente de lo preconsciente. Y la identificación es muy importante porque va a ser estructurante de la personalidad. Porque otra manera de definir la personalidad, es como el resultado de la síntesis de múltiples identificaciones que nosotros vamos haciendo con distintas personas, objetos y modelos con los que nos vamos vinculando.

martes, 15 de noviembre de 2016

¿Qué es el MMPI-2?

El Inventario Multifacético de Personalidad de Minnesota - 2, (MMPI- 2), junto con el test proyectivo de Roscharch, son las pruebas psicológicas más utilizadas y aceptadas, dentro de las “pruebas de evaluación psicológica de la personalidad”.

La popularidad del MMPI -2 radica en ser una técnica con altos estándares de validez y confiabilidad, que le permite al psicólogo elaborar juicios válidos sobre la “personalidad”. Es por ello que es una de las técnicas más empleada dentro del área jurídica y clínica de la psicología, por permitir elaborar un “perfil” psicológico objetivo del evaluado, con un alto grado de acuerdo entre profesionales en la interpretación de los resultados.

Desde sus orígenes en la década del 40, hasta la actualidad se ha traducido a varios idiomas y adaptado en diversos países como China, Cuba, España, Israel, México y Argentina, entre otros.

En nuestro país, se ha utilizado muy poco la versión original del MMPI por presentar entre sus ítems, afirmaciones que solo eran válidas para la comunidad de Minnesota. Su adaptación y uso fue posible, recién en su segunda versión MMPI-2, gracias a que en los años  ́80 sus autores Hathaway y McKinley, en pos de internacionalizar la prueba, eliminaron aquellos reactivos que se tornaban imposibles de adaptar a otros contextos.

En la Facultad de Psicología, perteneciente a la Universidad de Buenos Aires, a partir de los años  ́90 se comenzó a trabajar en la adaptación y validación de esta técnica, tanto para adultos como para adolescentes (MMPI-A).

La versión que utilizaremos es la versión del Profesor Daniel Gómez Dupertuis, traducida en 1993 para uso de investigación psicológica en la Universidad Nacional de La Plata.

DEFINICIÓN DEL CONSTRUCTO: PERSONALIDAD
“Personalidad” proviene del griego “persona”, término que alude a la “máscara” que los actores utilizaban en el teatro. Si bien su significado original está más asociado a la apariencia, con el tiempo el constructo ha ido relacionándose con aspectos más internos y estables del sujeto.

Dentro de las múltiples teorías que intentan dar una definición acabada acerca del constructo “personalidad”, encontramos algunas como el psicoanálisis que se centran en explicar la conducta de los individuos a través de variables estructurales inconcientes internas, hasta otras, como el conductivismo radical por ejemplo, que explica la conducta como determinada exclusivamente por el mundo externo y niega la existencia de la personalidad o admite que de existir, no puede ser medida.

Los conceptos de “procesos primario y secundario” (1895) y la noción de “yo” (1920) propuestos por Freud, constituyen antecedentes importantes en la construcción del constructo personalidad.

Otro de los precursores fue Allport, quien ya en 1937 la define como “una organización dinámica de las fuerzas psicofísicas que determinan en el individuo un ajuste a su medio ambiente”. Otro precedente también lo encontramos en Murray (1938), quien trató de demostrar que los datos de los test psicológicos permiten describir al individuo.

Si bien no existe actualmente un acuerdo total entre los psicólogos sobre la definición de personalidad, generalmente se la entiende como un constructo que incluye una cantidad estable de características o rasgos de un individuo que influyen en su comportamiento y en la interacción con el contexto. (Ewen, 1984).

Brenlla (1999) define la personalidad como “aquellas características duraderas de un sujeto, que son determinantes de su conducta”.

¿Cómo pensar, entonces, el constructo personalidad cuando analizamos esta prueba?

Una característica esencial del MMPI - 2, es que no está basado en una teoría psicológica particular, sino que está orientado, desde sus comienzos, a evaluar los trastornos de personalidad desde el espectro de rasgos sin apelar a hipótesis causales.

En este sentido, diferenciar la noción de rasgo de la noción de estado, es fundamental. Se entiende por rasgo aquellas características más estables de la personalidad, en oposición al estado, que es de carácter transitorio y está influido por el estado de ánimo de la persona. En esta línea conocer los rasgos de personalidad de los evaluados, nos aporta valiosa información para realizar inferencias acerca de cómo es el funcionamiento de la personalidad total del evaluado. En este último sentido, “La noción de rasgo es una modalidad artificial pero útil para acceder a la complejidad del concepto de personalidad. La esencia consiste en tomar en cuenta aspectos parciales más sencillos que luego deben integrarse para comprender la totalidad que significan” (Brenlla, 1999). Es a partir del conocimiento de estos patrones duraderos como podemos hacer comparaciones entre sujetos, imposible de otros modos.

SURGIMIENTO DE LA PRUEBA
Una de las motivaciones principales para la elaboración de pruebas psicológicas, radica en dar respuesta a una necesidad práctica dentro del campo profesional (Mikulic, 2007). Así fue, entonces, como a partir de los años  ́30 comienza a gestarse el Inventario Multifacético de Personalidad de Minnesota (MMPI), respondiendo a la necesidad de los profesionales del área de la salud del Hospital de Minnesota, de encontrar un “método objetivo” de evaluación de los problemas clínicos, estimación de los tratamientos y valoración de los cambios ocurridos en función de los tratamientos implementados.

No debemos olvidar la indudable influencia del contexto histórico: Luego de la segunda Guerra Mundial, se necesitaba de pruebas que sirvieran para evaluar la conducta, diagnosticar y pronosticarla. Ya desde el decenio de 1920, durante la Primera Guerra Mundial Woodworth y Poffenberg (1920), elaboraron la “Hoja de Evaluación Personal de Woodworth”, una escala de autoevaluación personal para detectar individuos neuróticos. En 1933 Bernreuter desarrolló el “Inventario de Personalidad de Bernreuter”, el cual evaluaba neuroticismo, dominancia, introversión y autosuficiencia. Muchos de estos inventarios proliferaron en esta época, ya que los psicólogos estaban abocados a generar medidas para la evaluación de las cualidades personales. Sin embargo “La mayor parte de los primeros inventarios eran cuestionarios obtenidos de manera ilógica y recopilados a partir de constructos teóricos vagamente definidos, sin prestar mucha consideración a las cuestiones relativas a la validez y precisión de las medidas” (Butcher, 1999).

CONSTRUCCIÓN DE LA PRUEBA: MMPI
A finales del año 1930, el psicólogo Starke Hathaway y el médico, jefe de la unidad de neuropsiquiatría del hospital de la Universidad de Minnesota, J. Charnley McKinley, se unieron para elaborar una prueba psicométrica, de exploración psicológica que les permitiera ampliar los conocimientos adquiridos a través de las entrevistas diagnósticas. De este modo, consideraron fundamental, no partir exclusivamente de construcciones teóricas puras sino de un método empírico-racional.

Es por ello que siguiendo el criterio empírico, dieron comienzo al proceso de construcción de la prueba, recabando los problemas clínicos relatados por los pacientes en las entrevistas, analizando historias clínicas y resúmenes de casos. Utilizando el criterio racional, tomaron una muestra de los síntomas, creencias, actitudes y problemas presentes en la nosología de Kraepelin, los cuales formaban parte de la literatura de esa época (si observamos en el cuadro 2 los nombres de las escalas, encontraremos las categorías diagnósticas del citado autor).

En un comienzo, conformaron un banco amplio de reactivos, cerca de 1000 ítems, los cuales fueron depurados (se descartaron aquellos items similares entre sí, de redacción insatisfactoria y escaso valor predictivo) y reducidos a 504 ítems. Este banco de reactivos, fue publicado en 1940, bajo el nombre de “Listado de Minnesota”. Éstos fueron redactados en forma declarativa, teniendo en cuenta un nivel de lectura bajo (6° grado), y en primera persona del singular. La opción de respuesta fue dicotómica, con un formato “Verdadero”- “Falso”. Dicho formato se conserva hasta la actualidad, en la última versión de la prueba.

Para controlar la no duplicación de los ítems, sistematizaron estos 504 reactivos, en 25 categorías:

Categorías del listado de Minnesota:contenidos y número de ítems.
Actitudes sociales 72
Actitud política, ley y orden 46
Moral 33
Afecto depresivo 32
Alucinaciones, ilusiones, ideas de referencia 31
Familia y matrimoniales 29
Fobias 29
Afecto, manía 24
Hábitos 20
Actitudes religiosas 20
Neurología general 19
Actitudes sexuales 19
Ocupacional 18
Mentira 15
Obsesivo, compulsivo 15
Educacional 12
Nervios craneales 11
Gastrointestinal 11
Visomotor, lenguaje, secretorio 10
Salud general 9
Sadismo-masoquismo 7
Genitourinario 6
Motilidad y coordinación 6
Cardiorespiratorio 5
Sensibilidad 5
TOTAL 504

Para definir qué reactivos discriminaban entre las distintas características de personalidad, los autores utilizaron el método de grupos contrastados, teniendo en cuenta un criterio externo: Presencia de sintomatología psicopatológica. Para ello se reunieron varios grupos clínicos homogéneos de pacientes hipocondríacos, depresivos, histeroides, sociopáticos, paranoides, psicastenicos, esquizofrénicos e hipomaníacos.

Administraron, entonces, la lista de reactivos a pacientes clínicos (quienes presentaban los síntomas definidos) y a personas “de población general” (personal del hospital, familiares, estudiantes etc) que no presentaban sintomatología clínica. De este modo, construyeron las escalas clínicas de la prueba, donde cada una de estas categorías diagnósticas se conformó con los reactivos, que fueron significativos y contestados de manera diferente por cada grupo con patología psicológica (grupo criterio) al ser comparados con los pacientes sin patología (grupo control).

Mas tarde, alrededor del año 1946, se agrego a la prueba una escala más, la escala de “Introversión Social”, desarrollada en la Universidad de Wisconsin por Drake, esta escala junto a la escala de “Masculinidad-Feminidad” presentan características diferentes a las escalas clínicas unipolares restantes.

Con la inclusión de estas escalas, se conformaron 565 ítems finales. Ambas escalas son bipolares, ya que puntajes bajos, no significan una mayor probabilidad de no presentar determinada característica, sino que informan características que se expresan en un continuo psicológico, ó sea se interpretan tanto las puntuaciones altas como las bajas.

Los autores confiaban que los pacientes describirían en forma honesta sus problemas, pero sin embargo no pudieron dejar de considerar las distorsiones que se pueden producir en las respuestas, a causa de las particularidades propias de cada cuadro clínico. Sin descartar, también, las intenciones manifiestas de los pacientes de no revelar todos sus síntomas, por tratar de dar una buena imagen de si mismos o por deseabilidad social. Para controlar todas estas variables, que pueden distorsionar los resultados de la prueba, es que incluyeron las Escalas de Validez, las cuales permiten evaluar el adecuado acercamiento del sujeto a la prueba y las inconsistencias en las respuestas.

Escalas Básicas del MMPI



Hathaway y McKinley, salvaguardaron los principios de confiabilidad y validez, realizando distintos estudios para valorar las propiedades psicométricas del instrumento. Asegurándose, a la vez, la correcta redacción de los reactivos, ya que debían ser comprensibles por todos los evaluados y la prueba debía ser fácilmente administrable, aplicable al mayor número de sujetos y replicable por cualquier evaluador.

REVISIÓN DEL MMPI: SURGIMIENTO DEL MMPI-2
Durante el decenio de 1980, los editores de “University of Minnesota Press” nombraron un comité (conformado por James Butcher, W. Grant Dahlstrom, J. R. Gram. y Auke Tellegen) para la revisión y reestandarización de la prueba. Habían pasado más de cincuenta años desde su creación, motivo por el cual la prueba resultaba obsoleta. Varios problemas colaboraron a esta reestandarización, desde las fuertes criticas recibidas sobre un “sesgo” propio desde su creación, ya que los datos obtenidos partieron de una muestra pequeña de sujetos provenientes de Minnesota, hasta los indebidos usos de la misma para evaluación de potencial suicida y abusos de sustancias, a pesar que la prueba no contenía reactivos que los evaluaran. Así en 1989, se publicaron dos versiones del inventario MMPI-2 (para adultos) y el MMPI-A (para adolescentes). A éste ultimo se sumaron la participación de Williams, Archer, Ben-Porath y Kraemmer.

Llevó un periodo de 10 años, el proceso de reestandarización, a causa de la exhaustiva revisión:

- La muestra: Se utilizaron más de 15 mil individuos de población “normal” y “clínica” de EE.UU., reclutados de forma aleatoria.
- Revisión y actualización del banco de reactivos: Modificación de expresiones idiomáticas, eliminación de reactivos irrelevantes y eliminación de la escala “fundamentalismo religioso”, propia de Minnesota.
- Inclusión de nuevos ítems (de acuerdo a la categorías de DSM- IIIR): se incluyeron afirmaciones con una gama mas amplia de síntomas, que incluyeran potencial suicida, abuso de drogas y alcohol, problemas de relación y adhesión al tratamiento.
- Desarrollo de escalas nuevas: Se incluyeron nuevas escalas de validez Escala de infrecuencia posterior (Fp), Escala de inconsistencia en las respuestas variables (INVAR), Inconsistencia en las respuestas verdaderas (INVER) y la escala de Autopresentación Superlativa (S). Las Escalas de Contenido y varias Escalas Suplementarias: Escala de predisposición a problemas con adicciones (PPA), Escala de reconocimiento de adicciones (RA) y la Escala de Desadaptación matrimonial (DM).
- Nuevos estudios de validez: con muestras clínicas (adictos, pacientes psiquiátricos, presos) y grupos dentro del rango “normal” (estudiantes, pilotos de avión, gerentes y personal militar).

Es importante resaltar, que “el MMPI-2 no esta diseñado para dirigirse a todas las características o conductas que podrían ser de interés para el psicólogo. Por ejemplo, la prueba no atiende a cualidades o estados como la inteligencia, la presencia de trastorno cerebral orgánico o la probabilidad de cometer un acto violento” (Butcher, 1999).

DESCRIPCIÓN DE LA PRUEBA
El Inventario de Personalidad de Minnesota (MMPI- 2) esta compuesto por 567 ítems, de opción dicotómica de respuesta “verdadero” o “falso”. El evaluado debe indicar una única opción de respuesta, de acuerdo al grado en que considere que cada afirmación se aplica o no a si mismo. Para indicarlo debe “rellenar el circulo” que acompaña a la opción de respuesta (ver anexo).

El inventario nos permite indagar las características básicas de la personalidad, a través de una serie de escalas, básicas (compuesta por las escalas de validez y clínicas) y adicionales (escalas de contenido, suplementaria y adicional). Los ítems que conforman las escalas básicas los encontraremos hasta el número 370, evaluando los restantes, las escalas adicionales.

Las escalas clínicas indagan, en el caso que existiese, la presencia de sintomatología psicopatológica, características de personalidad como introversión/extroversión y preferencias e intereses que están asociados al género del evaluado.

Las escalas de validez le permiten al evaluador conocer el grado de “credibilidad del protocolo” y la presencia de sesgos en las respuestas. Entendemos por “sesgo”, si el evaluado ha contestado los ítems con cierta tendencia a mostrar una buena imagen de si mismo o exagerando sus síntomas. Además nos permite ver, si el evaluado ha contestado los mismos en forma honesta, prestando atención al contenido.

Las escalas adicionales nos permiten ampliar la información obtenida por medio de las escalas básicas, permitiéndonos discriminar el contenido y carácter de los síntomas.

Fuente: Dra. Isabel M. Mikulic y otras "INVENTARIO MULTIFASCETICO DE PERSONALIDAD DE MINNESOTA: GUIA PARA LA ADMINISTRACION E INTERPRETACION DEL MMPI 2. - Materia Teoría y Técnica de Exploración y Diagnóstico Psicológico. Mod. I. Técnicas Psicométricas. Cat. I.- Facultad de Psicología, UBA.

¿Te interesa aprender a utilizar el MMPI-2? Ver MMPI-2 paso a paso.
Pŕoximo post: Procedimiento de administración del MMPI-2.