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lunes, 12 de agosto de 2024

Las urgencias clínicas en púberes y adolescentes. Orientaciones clínicas.

 LA PUBERTAD: Un Tiempo de Grandes Acontecimientos

La Pubertad es un segundo despertar sexual, un tiempo de cambios y de grandes acontecimientos. Se producen modificaciones notables:

A) A nivel del cuerpo: En la apariencia física y las funciones biológicas, como lo es la aparición de la Función Reproductora.

B) A nivel psíquico: La pérdida de los padres edípicos, la entrada impetuosa de una importante Fuerza Pulsional (Ello) y la subordinación de las pulsiones parciales a la Zona Genital.

¿Por qué son frecuentes los Acting Out y los Pasajes al Acto en la Adolescencia?

Para entender este tiempo que le prosigue a la niñez, debemos saber que la Adolescencia es una respuesta subjetiva -siempre singular- en la que cada adolescente trata de transformar la vorágine pulsional que lo habita en una escena fantasmática -inconsciente- que incluya y le de un marco a sus pulsiones. 

No siempre se hace posible fantasmatizar las Pulsiones. Este es el motivo por el cual resultan frecuentes las Urgencias Subjetivas, los Actings Outs y los Pasajes al Acto. 


LAS URGENCIAS SUBJETIVAS, LOS ACTINGS OUT Y LOS PASAJES AL ACTO
¿Cómo se manifiestan? 
A través de: 

  • Los Consumos Problemáticos (de sustancias, pantallas, videojuegos).

  • El Aislamiento Severo, la  Abulia, el Abatimiento.

  • Los Estallidos de Violencia que adoptan la forma de riesgosos Actings Out y Pasajes al Acto

  • Las Problemáticas Alimentarias (las Anorexias, las Bulimias, la Vigorexia).

Estos son gritos sin palabras que, como analistas, debemos acompañar y leer para encontrarle su sentido.  

¿Qué está ocurriendo en el estado de Urgencia Subjetiva?

En las Urgencias Subjetivas, los Actings Out y los Pasajes al Acto, los recursos simbólicos (inconscientes), la disposición a la palabra, la narrativa, quedan Momentáneamente en suspenso. 

Y esto ocurre porque ha quedado fuera de juego la barrera de protección del inconsciente, que pone freno a las Pulsiones del Ello. Este Ello Pulsional se satisface en forma directa y desenfrenada.

¿CÓMO INTERVIENE EL ANALISTA ANTE UN ESTADO DE URGENCIA SUBJETIVA? 
Sostén:

  • Le haremos notar al adolescente en estado de desestabilización psíquica que estamos-ahí para ayudarlo y, fundamentalmente, para escucharlo. Le ofertamos -esto resulta esencial-  una relación humana, hospitalaria y confiable que haga, al decir de Winnicott, de "Holding" (Sostén), que lo ayude a la integración de su Yo, que momentáneamente se ha desmembrado.

Dar por verdadero:

  • Como analistas, le hacemos notar al adolescente que nosotros consideramos por verdadero aquello que está sintiendo. Las urgencias siempre demandan una posición activa del analista, que explicite que existe una causa para aquello que le ocurre (que habrá que construirla). 

    El analista irá armando -haciendo uso de las "Construcciones en Psicoanálisis"- las piezas sueltas que otorgan un sentido y una causa al desborde crítico y momentáneo del adolescente.

Participación en las decisiones 

  • Si se hiciera necesario, realizaremos una interconsulta con un psiquiatra.
    Resulta fundamental comunicarle al adolescente cualquier decisión que se tome, la razón de la misma, así como expresarle que es momentánea y de ninguna forma  definitiva. 

  • Tendremos entrevistas con la familia y/o los encargados de la crianza del adolescente, para ayudarlos a que ocupen las funciones que -según estas crisis nos demuestran- se encuentran vacantes.

viernes, 26 de julio de 2024

El aislamiento en Púberes y Adolescentes

 El Aislamiento como Síntoma

Muchos son los púberes y adolescentes que manifiestan preocupantes aislamientos, confinándose en sus habitaciones, sin interés, ni deseo, menos que menos motivación por la escuela y/o las relaciones sociales. Viven sin salir de su casa, alterando incluso sus ritmos diarios: duermen durante el día, comen por la tarde y descuidan su higiene.

Pregunta fundamental:

¿Por qué no existe, para ellos, una llave de salida y conexión con los semejantes?
Porque perdieron el rumbo, en tanto han extraviado de su subjetividad el hilo conductor del deseo, motivo por el cual carecen (momentáneamente) de una orientación para su vida. 

¿Cuáles son los efectos del aislamiento?

. Son estigmatizados por los pares, que los colocan en el lugar de “marginales”.
. Experimentan la presión de sus familiares cercanos -angustiados- de cambiar intempestivamente su manera de estar en el mundo.
. Muchos de ellos padecen síntomas depresivos y de ansiedad, que aumentan sus inseguridades y sus miedos.
. Sufren variados y diversos trastornos del sueño.
. Se comprueba que tienen un mayor riesgo de actings out y pasajes al acto.


¿Qué-hacer del analista?

El psicoanalista estará siempre dispuesto a escuchar y alojar al adolescente. A crear un espacio en donde resulte muy importante, al decir de Fernando Ulloa: “estar ahí”. Esto es, no escatimar presencia y compromiso para vivenciar -de manera conjunta- la fuerte experiencia de un vínculo compartido.  

Intervenciones frente al Aislamiento:
Alojaremos lo que el Adolescente tenga para desplegar. En muchos casos, más silencios que palabras. Le haremos saber que sí estamos ahí, es porque él nos importa y que de ninguna manera estamos para juzgarlo.

Siempre propiciaremos el diálogo, respetando sus tiempos y su manera singular de comunicarse.

Si el aislamiento resultara extremo, realizaremos intervenciones en interdisciplina (Psiquiatría, Médico Clínico, Nutricionista). 

El Manejo de la Transferencia implica para el analista tejer una trama transferencial positiva, con enorme paciencia. 
Resulta fundamental que el/la Adolescente perciba que estamos ahí para ayudarlo. 

Nuestro Deseo de Analista será crucial para poner en marcha el Deseo del Adolescente que, por alguna razón, ha desfallecido.

Relacionado: Conferencia El aislamiento en púberes y adolescentes ¿Qué-hacer en la clínica?

jueves, 9 de marzo de 2023

El aislamiento en púberes y adolescentes: ¿A qué de debe? Intervenciones clínicas.

Notas del Taller Clínico Virtual «El aislamiento en púberes y adolescentes ¿Qué-hacer en la clínica?» Miriam Britez (28 de enero de 2023) ver "la previa"

El aislamiento es un fenómeno que se da entre personas jóvenes y la consulta no suele darse sino hasta que la misma se encuentra avanzada. La idea es pensar que si alguien está aislado, es porque hay un sufrimiento. Jóvenes que se encierran en su habitación y evitan el contacto con el mundo exterior. Pueden evitar cualquier encuentro que no sea de forma virtual, lo que reduce el contacto humano al mínimo.

La clínica con púberes y adolescentes presenta ciertos desafíos y flexibilidad, pues por momentos escuchamos a un niño, mientras que por otro nos la vemos con las posibilidades de un adulto. 

Especificidades de la clínica con púberes

  • Es una clínica que tiene la presencia de los padres, que aún están presentes de manera real en la constitución del sujeto. En la conferencia 34, Freud habla de esta variante, en términos del influjo analítico.
  • El juego no está disponible como manera de intervención, pero tampoco hay una palabra lograda.
  • En general, el púber es traído a la consulta por sus padres. Hay implicancias transferenciales con los padres.

La presencia de los padres puede ser excesiva o insuficiente. Ante padres excesivos, la inhibición resta como una contracara a este exceso. En la inhibición el sujeto muestra algo de su sufrimiento, pero es un sufrimiento sin decir. La inhibición es una limitación del movimiento que impone la parte inconsciente del yo para no despertar la angustia. Lacan lo trabaja en el seminario X, en relación con la angustia.

La angustia aparece como un peligro ante lo desconocido. Si la angustia es una señal en el yo ante lo pulsional, que puede ser desbordante. Mientras el miedo está nombrado y se repite ante el mismo objeto, en la angustia no sucede lo mismo.

La inhibición es un parapeto yoico. De aquí provienen la mayoría de las conductas de fracaso. En la inhibición, el sujeto da a ver algo de su verdad. Es un decir que "no", pero no de modo articulado al lenguaje, sino un no sostenido en acto: no estudio, no como, no salgo, no hablo. Algunos de los efectos del atrapamiento tienen que ver con el mal humor, la ansiedad, los autorreproches, la pereza y el desgano.

Muriel Barbery, en su libro La elegancia del erizo, hace decir a la protagonista Paloma su sensación de vacío. Ella dice, sin dramatismo:

He tomado pues una decisión. Pronto dejaré atrás la infancia y, pese a mi certeza de que la vida es una farsa, no creo que pueda resistir hasta el final. En el fondo, estamos programados para creer en lo que no existe, porque somos seres vivos que no quieren sufrir. (...) ¿seré todavía capaz de hacer frente al sentimiendo de lo absurdo? No lo creo. Por eso he tomado una decisión: al final de este curso, el día en que cumpla 13 años, el próximo 16 de junio, me suicidaré."...

Paloma, como muchos púberes, ante la caída del sentido producto de la irrupción de lo real de la pubertad, no encuentra salida y por eso fantasea con un pasaje al acto, hasta que logre encontrar otra salida.

Relacionado: Conferencia de la misma autora:  No a cualquier precio se alcanza la adolescencia. Intervenciones del analista

La adolescencia es un tiempo de pasaje desde la niñez hacia la adultez. es un tiempo de desasimiento de la autoridad parental. Los lazos libidinales que lo ligan al otro parental se debilitan. Es lo que Freud describe en La novela familiar del neurótico. Un proceso de reescritura de las marcas fundantes, donde se inscribe un origen del sufrimiento.

En El malestar en la cultura, Freud plantea tres fuentes del sufrimiento: desde el mundo exterior, desde el propio cuerpo y del vínculo con los otros.  Este último es el más difícil y doloroso. Estas tres fuentes de sufrimiento tienen en el adolescente un gran protagonismo y muchas veces suceden simultáneamente. El adolescente lleva a cabo un intenso trabajo psíquico para lograr la metamorfosis de la pubertad. Algunos de estos trabajos son:

- La reconfiguración de la imagen narcisista.

- La reedición de la dramática edípica.

- La construcción de la intimidad. Allí se verifica el desasimiento de la autoridad de los padres, que deben quedar afuera.

Todos estos movimientos avanzan, retroceden o se detienen. El aislamiento puede pensarse como un momento de detenimiento de este movimiento de separación. La construcción de la intimidad del adolescente no solo lo implica a él mismo, sino también a los padres. Si los padres están demasiado presentes o ausentes, el analista deberá intervenir por ahí, señalando o trabajando con ellos estos puntos que obstaculizan este proceso de construcción de la intimidad. 

Muchas veces los padres no logran reconocer el espacio -físico o no- que necesita el sujeto para reconfigurar su narcisismo. Por ejemplo, en cierto momento los padres deberían tocar la puerta antes de entrar o pedir permiso. Los padres suelen ponerse ansiosos ante los tiempos que requiere la metamorfosis.

Hay una prohibición básica, producto de la intervención de la metáfora paterna, que debería operar para que ella no reintegre su producto. Hay madres que piden que se les cuente todo. 

Caso clínico:

Joven en quinto año del secundario es atendida por ataques de pánico. Aparece un tartamudeo pertinaz, que le impedía pasar al frente. La madre aparece como alguien comprensiva. La joven relata estar insegura con su sexualidad, pues a los 13 años ella había tenido un acercamiento con una chica. La madre significó eso como que no podía ser. La joven retoma esta pregunta, tiene encuentros con una amiga y finalmente conoce a otro chico en la escuela y comienza una relación. Esta relación coincide con el fin de los ataques de pánico.

Un día ella concurre diciendo que se mandó una cagada. Dice que se quedó a dormir en lo del novio y la madre le armó una escena donde ella la increpó por tener relaciones sexuales. La chica no quiso decirle a su madre más información de cuándo fue, a lo que la analista responde "Eso forma parte de tu intimidad", convalidando la posibilidad de apropiarse de sus espacios y tiempos para terminar de consolidar su intimidad. La analista decide no recibir más a los padres, siendo que está en un punto de salida de la pubertad y la adolescencia.

Con la pandemia de COVID 19, la población sufrió la proscripción sanitaria, por parte de las autoridades, para preservarnos a todos. La virtualidad pasó a ser el único medio de estar en contactos con otros por fuera de la familia. La gente quedó viviendo con su grupo familiar, aislados de los otros. Hoy nos preguntamos qué efectos tuvo esta cuestión del aislamiento impuesto. ¿Qué respuestas y efectos tuvo? Los lazos de miles de adolescentes se vieron afectados por esa intrusión de la pandemia. ¿Qué pasó con los adolescentes que tramitaron su tiempo en la pandemia? El tiempo de simbolización de ese pasaje se vio dificultado. Ej. los viajes de egresados, la fiesta, etc.

En la pandemia, el semejante era temido, portador potencial de la muerte, que en muchos casos se concretó. Hoy muchos adolescentes tramitan el duelo por seres queridos, además de los duelos propios de su tiempo. Hoy, en la salida, ¿Qué lugar tiene el semejante? En la clínica aparecen búsquedas urgentes en un intento de construir o reconstruir el lazo con los otros. Aparecen sujetos con pocos recursos para relacionarse con otros. Aparecen desbordes de angustia, sensación de vacío, la falta de deseo, el desgano, el desinterés generalizado: "Me da paja". El par presencia-ausencia se vio seriamente obstaculizado en la pandemia. Aquí, el aislarse es un intento fallido de separación: un aislamiento dentro de lo familiar.

Los proyectos identificatorios también están dificultados, cosa que hay que construir en las consultas ante la pregunta de quién soy.

El aislamiento y la evitación social son respuestas subjetivas. El púber se defiende a asumir una posición subjetiva en relación a la sexualidad, al deseo y al goce. También en acceder a las responsabilidades que implican habitar un sistema simbólico organizado, como la escuela, la secundaria, elegir una carrera, oficio o simplemente trabajar. Son dificultades para incluírse en un sistema simbólico.

Aparecen también fallas en el ideal, que se instala a partir de la eficacia de la función paterna. Es uno de los productor por el paso del Complejo de Edipo. La caída de la eficacia del Nombre-del-padre genera sujetos que no reconocen la falta o la castración y aparecen sujetos orientados por el más allá del principio del placer (goce). 

El adolescente, confrontado a los duelos de su tiempo (cuerpo infantil, padres de la infancia, la identidad), realiza un repliegue narcisista. No obstante, también necesita de un Otro que lo acompañe y sostenga. Eso implica delimitar su territorio desde el respeto. La mirada del semejante también se vuelve importante. 

En definitiva, las coordenadas para leer el aislamiento deben estar dadas por el malestar de la época y las lo subjetivo de cada caso. El lo contemporáneo asistimos a la vigencia del discurso capitalista, que privilegia a los objetos de consumo, donde los adolescentes son consumidores... o consumidos. También tenemos lo actual, que para el psicoanálisis es lo no historizado y que no entra inscripto en un sistema simbólico. Ambas dimensiones, lo contemporáneo y lo actual, se encuentran superpuestos de una manera compleja. Los analistas tenemos que pensar cuestiones teóricas que nos ayuden a orientarnos mejor en los tratamientos.

Hikikumori. Hikikomori (Hiki= retroceder / kumoi=vuelto hacia adentro) es un término japonés que se utiliza para describir a personas que se aíslan de la sociedad y se mantienen en sus hogares durante períodos prolongados, a veces incluso años. Se estima que hay cientos de miles de hikikomoris en Japón, y el fenómeno también se ha observado en otros países.

Las causas subyacentes del hikikomori pueden variar, pero a menudo se asocia con problemas de salud mental, como la depresión y la ansiedad, y una sensación de fracaso en la vida. La presión social y el estrés de la sociedad japonesa también se citan como factores contribuyentes.

El hikikomori puede tener efectos perjudiciales en la vida de una persona, incluyendo la pérdida de habilidades sociales, el aislamiento y la falta de conexión con la comunidad. Es importante que se aborden las causas subyacentes del hikikomori y que se brinde apoyo a las personas que lo experimentan para ayudarles a reintegrarse en la sociedad y recuperar su bienestar emocional.

Freud marca, en El malestar en la cultura, que el sujeto está en conflicto por las renuncias pulsionales que le impone la vida en cultura. Va en conytra de ciertos lemas al estilo "Todo se puede", que desconoce la castración. cada sujeto tiene que encontrar la forma de estar dentro de la cultura, atravesando el malestar. En sujetos donde la limitación de lo pulsional no es tan efectiva, esto se dificulta.

Freud nombró algunas modalidades para enfrentar este malestar, por ejemplo la intoxicación, la sublimación y destaca aquellas soluciones tendientes a evitar el displacer, nombrando a la soledad buscada

Una soledad buscada, mantenerse alejado de los otros, es la protección más inmediata que uno puede procurarse contra las penas que depare la sociedad de los hombres. Bien se comprende: la dicha que puede alcanzarse por este camino es la del sosiego. Del temido mundo exterior no es posible protegerse excepto extrañándose de él de algún modo, si es que uno quiere solucionar por sí solo esta tarea. 

La figura del ermita es alguien que le ha dado la espalda y no quiere saber más nada de él. Esto es interesante tener en cuenta en relación a la transferencia, porque no van a ser pacientes que nos dirijan una pregunta. La soledad moderna implica un encierro acompañado por los distintos objetos que ofrece la tecnología, los gadgets. Se trata de una modalidad de satisfacción sin otro, donde el lazo social está complicado. Goce autoerótico, del autista, goce del idiota, que evita la evitación del peligro con el otro, siempre sin garantías y contingente.

El adolescente aislado no se remite a otro (al padre, al profesor o al analista), de manera que en los tratamientos el analista deberá propiciar e inventar la forma de alojar el malestar. Quizá la tecnología les de el saber en el bolsillo, pero definitivamente no tienen los títulos. 

¿Qué hacemos los analistas hoy, ante esta falta de pregunta? Lo primero es ofrecer un espacio de conversación, desde el lugar del partenaire para que se instale algo del orden del sufrimiento. El analista está fuera de la familia. De a poco, el analista debe ir conmoviendo las certezas que trae el sujeto aislado.

viernes, 24 de febrero de 2023

El aislamiento en púberes y adolescentes ¿Qué-hacer en la clínica?

Muchos son los púberes y adolescentes que manifiestan preocupantes aislamientos, confinándose en sus habitaciones, sin interés, ni deseo, menos que menos motivación por la escuela y/o las relaciones sociales. Viven sin salir de su casa, alterando incluso sus ritmos diarios: duermen durante el día, comen por la tarde y descuidan su higiene.
Interrogante fundamental: ¿Por qué no existe, para ellos, una llave de salida y conexión con los semejantes?

Porque perdieron el rumbo, en tanto han extraviado -por razones siempre singulares- de su subjetividad el hilo conductor del deseo, motivo por el cual carecen (momentáneamente) de una orientación para su vida.

¿Cuáles son los efectos del aislamiento?

Los jóvenes…

. Son estigmatizados por los pares, que los colocan en el lugar de “marginales”.

. Experimentan la presión de sus familiares cercanos -angustiados- de cambiar intempestivamente su manera de estar en el mundo.

. Muchos de ellos padecen síntomas depresivos y de ansiedad, que aumentan sus inseguridades y sus miedos.

. Sufren variados y diversos trastornos del sueño.

. Se comprueba que tienen un mayor riesgo de actings out y pasajes al acto.

¿Qué-hacer del analista?

El psicoanalista estará siempre dispuesto a escuchar y conversar con el adolescente. A crear un espacio en donde resulte muy importante, al decir de Fernando Ulloa: “estar ahí”. Esto es, no escatimar presencia y compromiso para vivenciar -de manera conjunta- la fuerte experiencia de un vínculo compartido.

El analista encarnará, con estos pacientes, la posición opuesta a lo que Zygmunt Bauman denomina el “Amor Líquido”, propio de esta época: vínculos frágiles, fugaces y con ausencia de compromiso.

Intervenciones posibles:Alojaremos lo que el paciente tenga para desplegar (palabras y/o silencios). Le haremos saber que, sí estamos ahí, es porque él nos importa y que de ninguna manera estamos para juzgar.

Propiciaremos siempre la posibilidad del diálogo, sin direccionalidad alguna, respetando sus tiempos y su manera singular de comunicarse.

¡¡Clave clínica!!

Nuestra apuesta -con cuerpo presente- es tejer una trama transferencial positiva, que se facilitará cuando el adolescente interprete -transmisión de inconsciente a inconsciente, al decir de S. Freud- que estamos ahí para ayudarlo a encontrar alguna veta deseante que oriente su vida.

Otras intervenciones posibles:En estos casos resulta importante, en tanto sea necesario, realizar intervenciones de la mano de otras disciplinas: médico clínico, nutricionista, psiquiatra.

Necesitamos cuidar la integridad física -si se encuentra deteriorada- y la integridad psíquica -si hay un encierro severo- del adolescente, como única posibilidad de que emerja la palabra. Sólo mediante la palabra, será posible el diálogo, que como analistas propiciaremos sin claudicar.

lunes, 21 de marzo de 2022

Mecanismos de defensa en el Test del Árbol: el aislamiento

Las defensas forman parte de los recursos que puede instrumentar el Yo para resolver situaciones que le resultan conflictivas, le generan angustia o tensión. Cuando las defensas son operativas y de carácter positivo hay un uso flexible de ellas y por sobre todo se adecuan a cada circunstancia particular que el sujeto debe afrontar. Cuando el repertorio defensivo es limitado, es decir se genera una estereotipia en el uso de la defensa el Yo responde siempre con los mismos mecanismos defensivos es decir no hay plasticidad y adaptabilidad. En el protocolo que compartimos podemos ver como defensa predominante el aislamiento:



El aislamiento como defensa implica como proceso psíquico interno que el sujeto tiende a separar a mantener disociados como si fueran antagónicos los vínculos de amor, de los vínculos agresivos, el pensar del sentir con lo cual comportamentalmente se puede ver en el sujeto un bloqueo emocional, una tendencia a poner una distancia con el mundo externo como forma de evitar sentirse movilizado emocionalmente y que sus conflictos emerjan. 

Como indicadores que nos dan cuenta de esta defensa podemos ver en el conjunto del dibujo: árbol sobre una loma, presencia de nubes grandes copa esférica, presencia de pastos, tronco de base muy ancha, inclinado a derecha, ramas largas monolineales pero de dirección ascendente predominantemente.

Las inferencias que corresponden a estos indicadores implican una tendencia al aislamiento social acompañado de comportamientos no solo distantes sino por momentos hostiles cuando se ve presionado. La copa esférica por su rigidez da cuenta de tendencia a encapsular las emociones, y los estados de frustración y el lado agresivo del sujeto que no expresa lo que siente y piensa realmente. Al estar sobre una loma se posiciona narcisisticamente en relación a su entorno, a la vez paradójicamente es dependiente del entorno busca sentirse seguro y estable (base ancha y inclinación a derecha del árbol, se encuentra preocupado, angustiado pero no puede exteriorizar y tener claridad sobre lo que le pasa. El lado agresivo lo vemos en los pastos en ángulo, la copa esférica. 

No hay indicadores exclusivos en cada mecanismo de defensa, sino que es un trabajo de construcción a través de la dinámica inter signos gráficos del propio dibujo y en relación con el reto de la batería Psicodiagnóstica.

martes, 22 de febrero de 2022

Clínica médica de la soledad

Cada vez más personas afrontan una vida en la que están emocionalmente aisladas unas de otras y pagan altos costos en su salud.
La especie que somos:
Somos una especie gregaria por naturaleza. Nuestra evolución está ligada de manera determinante a la convivencia con otros. La biología ha configurado a los humanos con dispositivos especialmente adaptados a la vida en comunidad. La pérdida del contacto con nuestros semejantes genera reacciones desadaptativas con un alto costo para la salud. Somos mamíferos ultrasociales cuyos cerebros están conectados para responder a las señales de otras personas.

La pérdida del contacto con otros enciende los mecanismos fisiológicos del peligro y la amenaza codificados en nuestros genes. Las consecuencias no solo son cognitivas y emocionales sino también el producto de una cascada de acontecimientos mediante los cuales la fisiología se perturba de manera muy significativa.

El aislamiento social esté fuertemente asociado con la depresión, el suicidio, la ansiedad, el insomnio, el miedo y la percepción de amenazas. Se ha vinculado con la demencia, hipertensión arterial, enfermedades cardíacas, obesidad, diabetes, accidentes cerebro-vasculares, menor resistencia a las infecciones, enfermedades autoinmunes, suicidio, depresión, accidentes domésticos y de tránsito.

Percibir el mundo como amenazante y sin apoyo social sensibiliza al circuito cortico-amigdalino estimulando la hipervigilancia y altera la actividad inmune promoviendo un estado de inflamación crónica aséptica de bajo grado.

jueves, 15 de julio de 2021

¿Qué son los fenómenos de angustia? ¿Se deshace el sujeto?

La angustia es un afecto que se produce en el yo y que apunta al sujeto. Funciona como un tiempo de bisagra que permite el pasaje del orden del goce a la lógica del deseo, como aprendemos en el seminario 10. Más allá de la angustia clásica, la angustia que Freud llamó angustia señal, que puede ser  desbordante y hasta tomar la forma de ataque de pánico, hay otras formas de presentación que insisten en la consulta: la angustia larvada, que es sutil y no tiene la fuerza de la angustia señal.

Podemos decir que mientras la angustia señal despierta al sujeto, las angustias larvadas son más incidiosas. Para referirse a estas angustias, Freud utilizó la metáfora de que esa angustia es a la libido como el vinagre al vino. Es una angustia impura. Estas presentaciones se hacen presentes: desasociego, melancolizaciones, "deshumanizaciones", cansancio.

El pequeño otro tiene una cara hostil y una cara necesaria estructural y estructurante para la formación del yo. La cara hostil fue la que hizo que Freud discutiera con el mandamiento bíblico de "Amarás a tu prójimo como a ti mismo". También Freud habló de las tres fuentes del malestar humano: las inclemencias de la naturaleza, la fragilidad de nuestro cuerpo y el Otro. A su vez, el Otro nos precede y nos otorga un referente de identifificación, una imagen unificada en lo que es un cuerpo fragmentando, para formar una gestalt que llamamos yo.

El historidor doctorado en Oxford Yuval Noah Harari es israelí se preguntó por qué el homo sapiens triunfó frente a los otros homínidos que habitaban junto a él, como el homo neanderthalis y el homo florencis. Harari propuso que fue por una revolución cognitiva: el homo sapiens tenía una ventaja sobre los demás homínidos: el lenguaje. El homo sapiens podía transcender e lenguaje de señas y signos, que le servía para el chismorreo, además que para crear sociedades. Harari propone que el chisme, por ejemplo sobre quién era valiente, quién era trampoco, quién se escondía... Esto les permitió formar grupos mayores a los 150 miembros, que era la organización máxima de los demás homínidos. Los sapiens podían formar grupos de miles de individuos mediante la creación de ficciones y mitos. Seres hablantes con una mitología común, ideales comunes, organizan grandes masas sin la necesidad de conocerse entre todos.

El chismorreo actual se monta hoy en día en lo que Lacan llama las letosas. Las letosas, que Lacan hace en referencia al río Letes del olvido de los griegos, son los pequeños aparatos que sirven para el olvido de nuestra condición perecedera. Hay un precio a pagar: olvidarse de lo perecedero borra la falta, que es la que nos permite desear. Las letosas taponan la causa del deseo y causan un efecto melancólico.

El pequeño otro, en tiempos de pandemia, adelgaza: tiene dos dimensiones, producto de la pantalla. Se perdió una dimensión (la tercera). Ahora, sabemos por Introducción al narcisismo que el yo se enferma cuando no puede investir libidinalmente. Esto se ve en la clínica, con la pérdida de los rituales que regulan ese lazo con el otro. 

En la actualidad, el otro se ha transformado en un cyborg, un híbrido que trasciende a la división clásica de la cultura con la naturaleza. El humano cada vez se integra más a la máquina. Esto puede agudizar la angustia, el dolor o los fenómenos de angustia. La soledad o el "adelgazamiento" del pequeño otro hace que la libido no tenga drenaje. En la pandemia se perdieron las reuniones, las fiestas, los eventos culturales, los trabajos presenciales. Cuando las consultas no son por el desborde de angustia, aparecen estas cuestiones de "fenómenos de angustia", si nos basamos en el temprano artículo de Freud de 1895 Las neuropsicosis de defensa, donde habla de una angustia que luego quedará olvidada: la angustia actual, propia de las neurosis actuales. En ese texto, la psicopatología se divide entre las psiconeurosis de defensa y las neurosis actuales, donde se encuentra la neurosis de angustia. Para este tiempo, la angustia es una transformación de la libido, vinculada por la moral sexual victoriana y los métodos anticonceptivos de la época: coito interruptus o la masturbación. La retención de la libido se transforma en angustia, sin mediación psíquica. Esto es muy importante, porque en estos cuadros no están los recursos que sí aparecen en las neurosis de defensa, como por ejemplo preguntarle desde cuándo está así, qué le pasó, etc. El sujeto en transferencia responde y rápidamente arma su historia.

En las neurosis actuales, donde está presente la angustia actual, uno le pregunta a quien padece qué asocia y el paciente no puede decir nada: no trae un chiste, ni un lapsus, ni un sueño. El sujeto "se deshace", podríamos decir. No contamos en estos casos con el recuerso que Freud, en La interpretación de los sueños, llama "la otra escena". Allí Freud dice que los sueños se producen en otra escena, que es la manera que en ese tiempo él llamaba a lo inconsciente. En la angustia actual no contamos con esa escena, o sea que no aparece el efecto sujeto de Lacan, sujeto dividido por la represión, en donde está divido entre lo que dice y lo que sabe, la diferencia entre la enunciación y el enunciado... 

En la angustia actual tampoco está el recurso de la temporalidad inconsciente, que es la del nachtraglich, retroactiva según Lacan. Para darle un sentido a una vivencia, el sentido deviene en un segundo tiempo, de adelante hacia atrás. El psiconeuótico reedita su historia de esa manera, superando las fijaciones a las escenas traumáticas al darles un nuevo sentido. En la angustia actual, las respuestas son al estilo "Me pasa desde siempre", "No sé, no se me ocurre nada". El paciente padece, pero no está allí el sujeto, que es algo que se produce, que es un efecto entre los significantes que el sujeto produce para el analista. El sujeto está representado por un significante para otro significante, cosa que no pasa en estas presentaciones. No es que el paciente no pueda decir nada porque censure o reprima, sino porque no tiene el recurso.

¿Qué podemos inventar los analistas ante esto? Vía su deseo, apostar a un sujeto, aunque no esté. Si el analista aporovecha todas las contingencias, puede de alguna manera reemplazar el papel de las asociaciones. En la neurosis, el sujeto asocia y con las intervenciones del analista , surgen nuevas asociaciones. En los acudros de angustia actual, las contingencias de la escena analítica reemplazan a las asociaciones. Una contingencia es aquello que sucede o podría no suceder. El analista debe leer estas contingencias apostando a la efectuación de un sujeto y de paso eso permite hacer un diagnóstico en transferencia. Si el sujeto se produce, estamos ante cierta estructura; si no se produce, es otra.

La angustia actual, decíamos, se produce por retención libidinal. Puede tener las siguientes manifiestaciones: expectativa angustiada, que hace que muchas veces haya insomnio, ataques de angustia que describe como los ataques de pánico del DSM, ataques de angustia rudimentarios o ataques de angustia larvada, que Freud ubica como segunda causa del insomnio, y también los trastornos digestivos, hambre insaciable, náuseas, vértigos, diarreas. 

La angustia actual es un fenómeno, que no llega al estatuto de síntoma
☑ El síntoma interroga al sujeto, que va al analista porque supone que sabe de eso. Transferencia mediante, el analista soporta esa suposición de saber para transferir ese saber al sujeto que habita en el consultante. 
☑ En el fenómeno, noción que Lacan introduce tardíamente en referencia al fenómeno psicosomático, no hay hiancia entre los significantes (intervalo donde habita el sujeto). En el fenómeno hay holofrase, el S1 y el S2 están pegoteados y allí no hay efecto sujeto. 

Si bien en la angustia actual no hay lesión de órgano como en el fenómeno psicosomático, lo cierto es que en ninguno de los dos se trata de un síntoma que interrogue, que genere asociaciones o que cuente con la otra escena. 

Finalmente, hay que diferenciar lo actual de lo contemporáneo. Lo actual se refiere a esto de la angustia actual, donde no contamos con la otra escena, como Freud lo ubica en 1895. Lo contemporáneo es lo que pasa hoy en día. Se refiere a las patologías de nuestro tiempo, la subjetividad de lo contemporáneo. 

Fragmento de un análisis: cara de culo.
Un paciente de 42 años consulta viniendo de otro análisis, donde había acumulado mucho saber sobre su neurosis infantil y coordenadas edípicas, pero determinadas situaciones no cedían: dificultades para dormir, contracturas cervicales y mal carácter. El paciente no asociaba con nada. Él pedía insistentemente una interconsulta con un psiquiatra para que lo mediquen y algunos tips. hablaba de los problemas que tenía con su hijo de 5 años. Decía que era un mal padre y que la mujer le pedía que pusiera límites y los tips que pedían era sobre cómo intervenir. Hablaba mucho del trabajo, de que a él nunca lo promovían y que a sus compañeros sí. La explicación que se daba a esto era que su jefe decía que siempre tenía cara de culo, cuestión que la mujer también se quejaba. La analista no le sancionaba que tuviera o no tuviera cara de culo, ni tampoco accedió a la derivación a psiquiatría.

Un día, él toca el timbre y la analista baja a abrirle. En una ocasión, en el ascensor el paciente le dice a la analista "Pisé mierda, ¿Querés que me saque los zapatos para entrar al consultorio?". La analista le dijo que entrara así, pues un paciente que decía que tenía cara de culo, ¿qué podría ser ese olor nauseabundo? Ahí está la contingencia que la analista no dejó pasar. El paciente cuenta que se quedó muy conmovido por una intervención de la analista de la semana anterior: le había dicho que él estaba enrocando al hijo por la mujer, en el sentido que era más fácil hablar de su hijo de 5 años que hablar de su mujer. El paciente rechazaba cualquier intervención relativa a su mujer, que permanecía intocada. La analista le dice "La verdad, te tirás mierda a vos mismo hablando de lo pésimo padre que sos y enmierdes a tu hijo de 5 años".

La mirada de los otros le enrostraban su cara de culo. Esto abrió a una serie de asociaciones de su trama edípica, que antes no había tenido lugar: el lugar que él había ocupado como hijo, muy exigido académicamente, con ideales muy altos, en donde "O cumplis esos ideales o sos una mierda". La maldición de no cumplir esos ideales funcioba aen esa portación de rostro "cara de culo". Fue la contingencia del olor, anudada a su imagen, la que permitió hacer dialogar ambos términos. Esto, que estaba enquistado en el carácter y en la forma de presentación, se bre a un tiempo donde puede empezar a hacerse preguntas y a dejar de pedir medicación.

Fragmento de otro análisis: Elizabeth
Es un caso de análisis virtual en tiempos de pandemia. La madre consulta porque la paciente (14) está enojada, tiene mala onda, no tiene ganas de hacer nada, parece que nada le importa, se queja de le cuesta conciliar el sueño y que sufrió bullying en la presencialidad de su escuela. La paciente dice que no quiere ir porque "no está loca", pero la madre insiste que vaya un par de sesiones.

La analista se da cuenta que la paciente además de Whatsapp, no tiene ninguna otra plataforma instalada en su teléfono. Se conectaa la escuela por una plataforma propia de la institución y las sesiones son por la cámara de Whatsapp. La primera intervención analítica es contarle a la paciente que hay distintas plataformas, algunas más estables que otras. Ella elige el Skype. El diálogo con ella era muy difícil, más allá de que no tuviera la plataforma -letosa- adecuada para hacerlo. Tampoco se enfocaba correctamente en la cámara, por lo que aparecía su frente y su pelo. 

Elizabeth cuenta que tiene una única amiga, que de lo que se trata es hablar mal de todo el mundo. Cuenta que tiene problemas para dormir, que todo le da fiaca, que si bien tienen algunos intereses, no se levanta de la cama. Los padres de Elizabeth están separados y en una pelea legal y económica. El padre es bastante injuriante con ella y para él se trata de ser triunfador, no tener amigos. La madre tiene una especie de superioridad moral, donde dice que al padre hay que entenderlo porque tuvo muchos problemas. 

La analista interviene diciéndole que acá estaban para hablar de ella y de lo que le pasa, lo cual no es una interpretación, pero que apuesta a un sujeto aún antes de que esté funcionando, porque no hay temporalidad, ni otra escena, ni formaciones del inconsciente. Ella se centra en la cámara, se corta el pelo y empieza a contar que le gusta pintar y dibujar. Ella muestra sus dibujos, que son antropomótficos, con los ojos muy grandes y sin boca. Del tema de la pintura empiezan a salir preguntas, como si ir a un taller. Se empieza a alejar de esta amiga, que era una sucursal del padre e integrarse a otros compañeros, al poder ver las cosas de otra manera. Ella continúa preguntándose por otros proyectos artísticos relacionados con la música.

Entonces, de la angustia automática se puede pasar a un tiempo de la angustia señal. Esta última es la que convoca al sujeto, que le abre las puertas al deseo.

Fuente: Notas del Taller Clínico Virtual, "¿Qué son los fenómenos de angustia? ¿Se deshace el sujeto?" a cargo de la prestigiosa Lic. Carolina Polak

lunes, 21 de septiembre de 2020

El ordenamiento de la psicopatología psicoanalítica: La neurosis obsesiva

Siguiendo con el ordenamiento de la psicopatología psicoanalítica (ver el ordenamiento de la fobia), hoy vamos a ver la neurosis obsesiva, que es una de las neurosis más complejas. 

El hombre de las ratas, desde pequeño, sintió que el padre se oponía a su sexualidad masturbatoria. Esto empieza a mostrar algunos elementos teóricos que ya se puede marcar en el ordenamiento de la neurosis obsesiva: tiene, como toda neurosis, punto de fijación en el complejo de Edipo y en este caso notorias fijaciones anales. Algunos autores señalan primera o segunda anal, pero en realidad es a las dos: anal expulsiva, la primera y anal retentiva, la segunda. Estas fijaciones a las etapas anales corresponden a un gran estadío de expansión narcisista del yo, como vemos en el deambulador. Hay que levantar la casa porque el niño toca todo, explora el mundo circundante y aparecen los primeros controles "no toques eso" y el control de esfínteres. Todos los autores consideran que las primeras restricciones o prohibiciones con el retiro de los pañales.

En este caso, es la madre la que transmite la regla de restricción pulsional. Por lo tanto, aunque en el historial del Hombre de las Ratas no aparece la madre como gran frustradra, sí sabemos por diversos historiales que es la madre la que exige esta restricción. Esto hace que las etapas sean ambivalentes respecto a la madre y que se dé una batalla dominio-sumisión bastante importante.

En el Hombre de las ratas, cuyo padre se opone a su satisfacción sexual masturbatoria desde temprana edad, aparecen estimulaciones anales. Tuvo gusanitos anales, por ejemplo. Las fijaciones anales hace que se llegue al Edipo con un monto de ambivalencia hacia ambos progenitores. Es cierto que en el varón hay amo a la madre y rivalidad con el padre, pero aunque prevalezca el Edipo heterosexual, la ambivalencia con el objeto heterosexual hace que se torne altamente conflictivo y ambos Edipos, aunque hayan naufragado -que implica el establecimiento de la represión primaria y el superyó-, por la intensidad de los conflictos es la única neurosis cuya represión primaria es reforzada con una regresión hacia las etapas anales. 

Las fijaciones anales hacen que los dos objetos edípicos sean muy ambivalentes. Eso torna ultraconflictivo al complejo de Edipo, aunque se logre el naufragio y el establecimiento del superyó. Si tomamos como ejemplo al varón, aunque se logra la represión primaria, la intensidad del conflicto al sortear el naufragio, hace que la represión primaria no sea tan estable como para que el aparato psíquico no demande un refuerzo que sea la regresión a las etapas anales que refuerzan la represión primaria. Se mantiene la represión primaria, pero le concede una regresión, por lo que el obsesivo hace una lectura "desde lo anal" sobre el conflicto edípico. Sabemos que el aparato psíquico avanaza por sobreinvestidura, donde se van suturando las ambivalencias. Se supone que se sale del naufragio del complejo de Edipo menos ambivalentes y también se supone que hemos elegido más claramente un posicionamiento heterosexual. Se supone que la polaridas masoquismo-sadismo ha tenido un cierto reparto preferencial -dice Freud- del masoquismo, pero de manera sublimada a la femineidad y el sadismo de manera sublimada hacia la masculinidad.

La regresión del conflicto edípico a las etapas anales tiene el efecto de abrir las polaridades y entonces el obsesivo oscila antre masculino y femenino, entre sadismo y masoquismo, entre amor y odio. La apertura de polaridades es el sustrato de la famosa duda del obsesivo. El obsesivo duda y no puede decidirse, cosa que se ve mucho en el consultorio.

La fijaciones anales, a pesar de la sobreinvestidura (el naufragio permitido por la represión primaria) tracciona la regresión a las etapas anales, manteniendo la represión primaria. Esto genera síntomas muy complejos, porque se trata de síntomas como rituales, deshacer lo hecho, aunque lo que más llama la atención son los síntomas del pensamiento. Lo sorprendente en Freud es que cataloga al pensamiento del obsesivo como preconsciente delirante, lo cual es un contrasentido, porque si es preconsciente no es delirante. Evidentemente es una metáfora.

El obsesivo presenta cosas contaminadas por la duda y fallas border llamativas, por ejemplo, piensa en aislamiento. Entonces cree que está asociando, cuando en realidad está repitiendo circuitos de pensamiento aislado que no llevan a nada. Dice cosas aisladas que no une, entonces el analista le tiene que armar el nexo. Pasado el tiempo, puede repetir lo mismo.

Al obsesivo le cuesta reconocer su deseo, como vemos en la película Mejor Imposible, donde el personaje se enamora de una chica, pero lo que hace es atacarla. Pueden coger muy bien con la esposa y aún sostener que no la desea. Producto de la ambivalencia, puede desear y odiar a la vez. El Príncipe Hamlet hace suicidar a la pobre Ofelia, la maltrata y está enamorado de ella. El padre aparece como fantasma y le dice que el tío lo envenenó poniéndole veneno en la oreja, que lo vengue... ¡Y Hamlet busca a artistas para que representen la escena para que el tío la vea! Hay una dificultad para la acción y la interpretación psicoanalítica es que el tío hizo lo que él hubiera querido hacer y por eso no puede vengarlo.

El aislamiento en el obsesivo aparece en el consultorio con ideas que se le ocurren desprovistas de afecto. El otro aislamiento es lo que mencionábamos antes sobre el circuito de ideas sin conexión lógica.

La anulación retroactiva aparece en la acción: hacer algo y después deshacerlo. En el historial del hombre de las ratas está en la piedra que él saca para que pase el carruaje de la amada y después la pone. Es hacer lo contrario de lo que desea o tiene que hacer.

El orden, la avaricia, la pulcritud, la duda de manera excesiva y la tenacidad para aferrarse a una idea aparecen como rasgos del carácter anal. En el Hombre de las ratas, la fantasía de la tortura de las ratas es fundamental para entender los síntomas del caso. El coito anal fantaseado aquí es sádico, con el padre y con la madre. El hombre de las ratas asocia ratas con penes, o sea que es una fantasía de coito sádico: el pene que desagarra, el pene dentado, etc.

Fuente: Encuentro n° 37 de Freud Desconocido, 17 de mayo de 2019.

martes, 12 de mayo de 2020

El aislamiento (mecanismo de defensa): un obstáculo a la asociación libre


En el aislamiento es un mecanismo de defensa, donde se lleva a cabo en el plano psíquico el llamado tabú del contacto.

Para el aislamiento hace falta que el afecto encuentre una vía de desplazamiento. Al realizarse el aislamiento entre la representación y el afecto no hay represión propiamente dicho, pero se logra un efecto defensivo al desafectivizar la representación.

Ejemplo de aislamiento del afecto: el paciente relata algo al comienzo de sesión, la muerte de un familiar o un amigo querido, con tono monocorde, objetivo, sin describir siquiera lo sentimientos que le surgen. Luego siguen las asociaciones de la sesión, recorre diversos temas, termina en temas del hogar, y al final de la sesión habla de cambios en su escritorio y de cómo no encontró una lapicera 303 que había usado en todo el colegio secundario, que lo acompañó por varios años, y se quedó sentado en una silla en su escritorio, pensativo, recordando los años que la había tenido y que ahora descubre que no está. Y llora un rato...

Freud, en Inhibición, Síntoma y Angustia, indica al aislamiento en el tratamiento como un obstáculo a la asociación libre
"Lo que así se mantiene separado es algo que asociativamente se copertenece; el aislamiento motriz está destinado a garantizar la suspensión de ese nexo en el pensamiento. El proceso normal de la concentración ofrece un pretexto a este proceder de la neurosis. Lo que nos parece sustantivo como impresión o como tarea no debe ser perturbado por los simultáneos reclamos de otros desempeños o actividades de pensamiento. Pero ya en la persona normal la concentración no sólo se emplea para mantener alejado lo indiferente, lo que no viene al caso, sino, sobre todo, lo opuesto inadecuado. Será sentido como lo más perturbador aquello que originariamente estuvo en copertenencia y fue desgarrado luego por el progreso del desarrollo, por ejemplo, las exteriorizaciones de la ambivalencia del complejo paterno en la relación con Dios o las mociones de los órganos excretorios en las excitaciones amorosas. Así, el yo tiene que desplegar normalmente un considerable trabajo de aislamiento para guiar el decurso del pensar, y sabemos que en el ejercicio de la técnica analítica nos vemos precisados a educar al yo para que renuncie de manera temporaria a esa función, por completo justificada de ordinario."

sábado, 2 de mayo de 2020

La sexualidad en tiempos de COVID-19 en adultos, adolescentes y niños.

Dijimos que la sexualidad no tenía que ver con las relaciones sexuales, sino con los goces que llamamos sexualidad, que a su vez tiene variables. Si seguimos la propuesta de que la sexualidad no persigue un objeto natural, hay otros objetos viables posibles. 

• ¿Qué está pasando en la cuarentena?
• ¿Qué del encierro y la sexualidad de los padres, en el síntoma del niño?

La posibilidad de no quedarse en fijación a un determinado goce en los padres está dada por el hecho de poder abrir canales de goce más allá del objeto de fijación. Cuando hablamos de discontinuidad de goce, quiere decir que en lugar de gozar de lo mismo, se puedan abrir otros goces. Cuando una madre, por ejemplo, se va a trabajar o hace otra cosa quee star pegado al cuerpo de su hijo, está abriendo canales de goce.

Al encontrarnos cuarentena, una de las cuestiones que se nos impuso fue la privación de muchos canales de goce, que antes teníamos habilitados. Desde salir a caminar a la plaza, hasta encontrarnos con amigos, distintas salidas, hacer cursos... La privación de estos canales de goce, en muchos casos, no trajo la apertura de nuevos canales, porque no es sencillo. Esta privación vertiginosa y restrictiva nos introdujo en una situación prácticamente traumática. Fue la irrupción de un real al cual no teníamos representación imaginaria ni descripción significante o términos simbólicos para poder bordearla. Al irrumpir, desestabilizó. La inmicción de lo real sobre lo imaginario produce efectos de irrealidad y francas desestabilizaciones del tiempo y el espacio. Los ritmos empiezan a desdibujarse, que antes estaban marcados por ciertos espacios de goce. 

Junto con el encierro de los canales, vemos que lo que se ha producido es el cierre de canales exogámicos. Entonces, la regresión a los canales de goce conocidos está a la orden del día. Más allá de que se diga humorísticamente, se está hablando de cómo se va a engordar, en referencia a los que cocinan y comen de más. Hay niños más gorditos.

Los padres también suelen mencionar las horas que los niños pasan delante de las pantallas sin discontinuidad. Los padres se quejan de que sus hijos no se logran concentrar en las tareas de las escuelas. Para poder concentrarse en un objeto, es necesario quitarla de otro: si no hay resto de goce escópico, habrá problemas de atención. 

Se han reportado casos de niños que se han vuelto a hacer pis. Lacan dice que la enuresis es la identificación imaginaria del niño a la impotencia del padre, lo cual es una generalización. Habla, de algún modo, de la dificultad del niño de pasar de ser el falo de la madre a tener el falo. Si la madre lo toma de objeto para calmar su angustia o calmar el deseo metonímico de falo que ella tiene, es frecuente que aparezca la enuresis como síntoma. Hay algo de la sexualidad de la madre, pegada las 24 horas con los hijos, niños que pasan nuevamente a la cama con los padres... Frente al cierre de los canales exogámicos, se produce cierta retracción a los canales de goce anteriores, más endogámicos. 

Los adolescentes han encontrado refugio ante la salida del encuentro exogámico con los cuerpos, pero están con otros síntomas. Están aburridos, lo cual quiere decir que están en un tiempo de la subjetividad donde no se pueden encontrar con la falta y encontrar el deseo, y también se encuierran en sus cuartos para delimitar espacio y tener algún tipo de intimidad. Se conectan mucho como lo venían haciendo: a través de las pantallas. Los adolescentes se encuentran abriendo canales de goce exogámicos y de repente se les cerraron y tienen que quedarse en la casa. 

Para poder sostener los canales de salida y no encerrarnos en los goces endogámicos, es importante estar conectado a los otros para poder seguir conectados a nuestro deseo. Recordemos que el deseo es un concepto de suma importancia que depende de la pérdida de goce. Este es un momento de mucha importancia para estar conectados con los otros y no quedar encerrados en los canales de goce endogámicos, primarios y regresivos, que nos dejan aislados de nuestro propio deseo.

Los canales de goce se abren mediante el intervalo. El intervalo implica interrumpir la cntinuidad de goce. Los ritmos, la introducción de presencia-ausencia del objeto es fundamental. Por ejemplo, cuando uno atiende on-line, se produce y no se queda en pijama todo el día, porque en el encuentro con el otro se pierde cierto goce. Cada vez que nos vestimos para una reunión, lo hacemos de acuerdo al lugar donde vamos. El encuentro con los otros discontinúa el goce endogámico. Se pierde un goce para acceder a otro. Es importante, entonces, introducir el intervalo. No podemos sostener que ya no importa la hora, que me pongo cualquier cosa por la comodidad... 

Introducir intervalo es la condición para poder interrogar qué hacer con ese vacío. Por ejemplo, hay cosas que uno quería hacer y las postergó. Hay que ver en cada caso qué le permite reencontrarse con su deseo. 

• ¿Qué es lo que se abre como salida ante la continuidad de quedarse?

El hashtag #QuedateEnCasa está muy bien, pero el deseo no puede quedarse. El detenimiento del deseo trae aparejado las depresiones fuertes que de algun modo ya están sobrevolando, porque estamos en un tiempo de duelo. No podemos acceder a los objetos que nos daban goce -no solo a los objetos que daban amor- como las parejas, nietos... La soledad es agradable ante la promesa del encuentro, pero la continuidad de soledad no.

Se ha visto pacientes que no quieren continuar con los análisis por la vía on-line e interrumpieron análisis, que parece que responden a cierta estructura fóbica. El encierro les funciona como tranquilizador, entonces en algunos casos les ha servido. En los niños, el incremento de síntomas fóbicos está relacionado con lo mismo que les produce el pis: una regresión en relación al encierro con el Otro. Entonces, arman síntomas de orden fóbico para delimitar el espacio, que en muchas ocasiones es muy limitados.

Una paciente le dijo a su analista que no podía tener las sesiones porque no tenía lugar dónde hablar, porque estaba permanentemente con los hijos y el marido. La analista, que no se quedó en eso, le preguntó si había algún lugar donde estuviera sola y la paciente le dijo que en el baño. En la sesión ellas descubren que la paciente no podía hablar porque no tenía lugar... fuera del de madre o esposa. El analista tiene que escuchar todas estas cosas, que no se quede en cuestiones de espacio y de tiempos reales.

Fuente: Notas de la conferencia de Alba Flesler, el 21  abril de 2020 - Centro Dos

sábado, 21 de marzo de 2020

Recomendaciones sobre salud Mental para la población general por la pandemia COVID-19

A medida que las noticias sobre el coronavirus (COVID-19) dominan los titulares en los medios y aumenta la preocupación pública, es importante tener en cuenta que cuidar su salud mental es tan importante como cuidar su salud física.

Ante un evento tan disruptivo socialmente como la pandemia actual, es importante tener en cuenta que nuestra salud mental se verá afectada de alguna manera.

Algunas de las respuestas esperables ante la crisis pueden ser el miedo intenso, la ansiedad, angustia, irritabilidad y enojo, como así también el recuerdo de vivencias traumáticas anteriores, la falta de concentración y problemas en el sueño.

Algunas recomendaciones para atravesar esta situación

1. Tenga en cuenta que esta situación es TRANSITORIA.
A pesar de la incertidumbre es importante recordar que se todos podremos retomar nuestra vida habitual.

2. No asocie el virus con un grupo social determinado, etnia o nacionalidad específica.
El COVID-19 es una pandemia global que puede afectar a todas las personas. Digámosle NO a la discriminación, digámosle Sí a la información.

3. No tenga miedo de reconocer y expresar los sentimientos que le genera esta situación.
En momentos como los que estamos viviendo es natural sentirse abrumado, estresado, ansioso o molesto, entre otras reacciones emocionales. Dese tiempo para detectar y expresar lo que siente. Cada uno puede encontrar la mejor manera de llevar adelante los días en los que, transitoriamente, deberá permanecer en su casa o espacio de aislamiento.

4. Tome esta situación como una oportunidad para descubrir sus sentimientos de solidaridad y empatía con los demás.
Ocuparse de otras personas también puede ayudarlo a usted, ya sea con personas que están físicamente cerca suyo o con amigos/vecino/comunidad a distancia.

Si usted tiene niños, es importante que pueda ayudarlos a expresar sus sentimientos, mantener la rutina tanto como sea posible, incitarlos a realizar algunas actividades y animarlos a que sigan jugando.

Si en la familia hay adultos mayores es muy importante mantener el contacto telefónico para brindar apoyo emocional, ayudarlos a comprender la información que reciben en forma clara. Acompañarlos aunque no podamos estar físicamente cerca.

En la medida de las posibilidades, de acuerdo a la situación particular de cada persona, recuerde que el humor y la conexión social pueden ser una forma de mitigar el estrés y aliviar la angustia.

5. Cuídese y cuide a los demás.
El cuidado personal incluye centrarse en cosas que pueden controlarse (como tener una buena higiene y seguir las indicaciones sanitarias, por ejemplo). Trate de crear una rutina diaria que fortalezca su bienestar, su estado de ánimo y su salud mental. Hacer ejercicio y actividad física –aunque sea en espacios reducidos- puede ayudarlo a relajarse y tendrá un impacto positivo en sus pensamientos y sentimientos.

6. No estigmatizar ni con hechos ni con palabras.
Es fundamental no discriminar a las personas afectadas a través de la forma de denominarlas. Refiérase a ellos con las siguientes expresiones: “Personas en tratamiento”; “personas en recuperación”, “persona en aislamiento temporario”; etc..

7. Mantenga el contacto con otros para sobrellevar el aislamiento social.
Trate de mantenerse en contacto con sus amigos y familiares, esto puede aliviar el estrés. Hablar sobre sus preocupaciones y sentimientos puede ayudarlo a encontrar formas de atravesar este momento. Recibir apoyo y atención de otros puede brindar una sensación de alivio. Ayudar a otras personas en su momento que pueda sentirse solo o preocupado puede beneficiar tanto a la persona que recibe apoyo como a usted.

En caso de necesitarlo no dude en llamar a los números telefónicos gratuitos de las distintas jurisdicciones a los que puede acudir para recibir apoyo y orientación.

Tenga en cuenta que esta situación es solo temporal y que hay muchas maneras de seguir conectardos regularmente con otros.

8. Tómese un tiempo para hablar con los niños sobre la situación.
Es importante ayudar a los niños y niñas a sobrellevar esta situación. Responda sus preguntas y comparta datos sobre COVID-19 de una manera que ellos puedan entender. Responda a las reacciones del niño/a de manera paciente, escuche sus inquietudes y bríndele atención y apoyo. Trasmítale seguridad y recuérdele que esta situación es transitoria. Hágale saber que es natural que se sienta molesto o enojado.

9. Evite la exposición excesiva a las noticias.
Al tratarse de un suceso mundial, se torna difícil manejar el flujo de información que las personas reciben. Esto puede intensificar los sentimientos de preocupación y angustia.

Actualice su información principalmente para tomar medidas prácticas,cuidarse y cuidar a los demás. Trate de actualizar su información una o dos veces al día en un mismo horario. El flujo repentino y casi constante de noticias puede hacer que cualquiera se sienta preocupado. Es importante manejarse siempre en base a información oficial y chequeada.

10. Busque información precisa de fuentes confiables.
Priorice leer información de fuentes oficiales, como el Ministerio de Salud de la Nación. Las fuentes de información creíbles son clave para evitar el miedo y el pánico que puede causar la información errónea o falsa.

11. Pida apoyo profesional en caso de ser necesario.
Siga las recomendaciones de protección y prevención proporcionadas por profesionales de la salud. Si todo esto no ayuda, considere buscar el apoyo de un profesional de la salud mental o de una organización vinculada a la salud mental.

12. Colabore con el personal de salud y reconozca la importancia de su tarea.
Los trabajadores de la salud están cumpliendo un rol fundamental en el abordaje de la pandemia y muchas veces se encuentran sometidos a situaciones altamente estresantes. Es importante que también ellos se sientan contenidos por la comunidad.

“Los hechos, no el miedo, frenarán la propagación del virus”

Fuente: Ministerio de Salud de la Nación
Salud Responde: 0800-222-1002
Para consultar información actualizada:
https://www.argentina.gob.ar/coronavirus/cuidarnos

martes, 10 de marzo de 2020

Las cuatros preocupaciones supremas de la humanidad.


En esta oportunidad, indagaremos en las cuatro preocupaciones existenciales supremas, descritas por Irvin Yalom. La psicoterapia existencial
es una aproximación dinámica a la terapia que se centra en las preocupaciones que están enraizadas en la existencia del individuo. La psicoterapia existencial es una psicoterapia dinámica por que lo dinámico se define como que evoca energía y movimiento, fuerza. Esta basada en una visión radicalmente diferente de las fuerzas, motivos y temores específicos que interactúan en el individuo. 

El paciente alberga un conjunto enormemente complejo de preocupaciones: las preocupaciones primarias están profundamente sepultadas, recubiertos de una capa tras otra de represión, rechazo, desplazamiento y simbolización. El investigador clínico debe vérselas con una imagen clínica de muchos cabos. Para identificar los conflictos primarios, uno debe utilizar muchas vías de acceso.

La posición existencial pone de relieve un conflicto que fluye de la confrontación del individuo con los datos de la existencia, se quiere decir ciertas preocupaciones supremas.

Las preocupaciones supremas son inherentes a todos los seres humanos, por ello, en función de cómo se relacionan las personas con estas preocupaciones, se desprende el concepto de salud y enfermedad: la confrontación del individuo con cada una de estas preocupaciones constituyen el contenido del conflicto dinámico existencial.

1) Muerte.
Es la más obvia de las preocupaciones supremas, existimos ahora pero un día dejaremos de existir, la muerte vendrá y no hay escape para ello. / El conflicto existencial central lo constituye una tensión entre tener conciencia de lo inevitable de la muerte y el deseo de continuar existiendo.

Por ejemplo: cirugías, tratamientos anti age, negar el paso del tiempo. Algunas personas no es que tienen miedo a morir, sino que quieren seguir viviendo más tiempo.

2) Libertad. 
La libertad se refiere a la ausencia de estructura externa. El ser humano no entra ni sale de un universo bien estructurado, el individuo es meramente responsable de su propio mundo y del diseño de su vida, de las elecciones y de las acciones / el conflicto existencial esta en el choque de nuestra confrontación con el vacío que hay bajo nuestros pies y nuestro deseo de un terreno firme y estructurado.

Por ejemplo: la angustia es por el futuro incierto, una separación, el nido vacío, dilema, decisión vocacional, etc.

3) Aislamiento existencial.
No se trata del aislamiento interpersonal ni intrapersonal, sino un aislamiento fundamental, de criaturas con el mundo, que anula todas las demás formas de aislamiento. El conflicto existencial es así la tensión entre la conciencia que tenemos de nuestro absoluto aislamiento y nuestro deseo de contacto, de protección. Nuestro deseo de formar parte de una totalidad más grande.

Por ejemplo: es diferente a la soledad neurótica (miedo al abandono, fobias, duelos, timidez, miedo a quedarse solo), específicamente son: pertenecer a sectas, miedo al compromiso y relaciones simbióticas.

4) Sin Sentido de la vida. 
Esta preocupación está relacionada con la problemática de la libertad. No hay diseño pre ordenado para nosotros, entonces todos nosotros debemos construir nuestros propios significados, / el conflicto dinámico existencial surge del dilema que surge a partir de la conciencia de saber que el mundo por si mismo no tiene significado y la necesidad de que exista un sentido y buscarlo.
Por ejemplo: ideología política o religiosa.

Estas fuentes existenciales del terror también, resultan familiares porque constituyen la experiencia del terapeuta, como todo hombre. Ellas forman parte de la condición humana. Cada hombre experimenta la tensión de la condición humana de un modo altamente individualizado.

Todos los seres humanos nos encontramos ante estos dilemas, pero algunos son incapaces de afrontarlos. Un terapeuta puede escoger no atender las máximas preocupaciones existenciales, precisamente porque son experiencias universales, y por lo tanto no puede resultar nada constructivo del hecho de explorarlas.

Otros terapeutas, no afrontan estos temas, porque además de ser universales, son temas terribles de afrontar, después e todo los pacientes neuróticos ya tiene de que preocuparse, por lo tanto los terapeutas creen mejor ignorar estos temas existenciales.

La posición existencial considera a la persona como una conciencia que participa en la construcción de la realidad y no la percibe desde lo exterior, sino que la construye. Otro método adecuado de comprensión del mundo interior de otro individuo es el fenomenológico, para ir directamente a los fenómenos mismos. Todo buen terapeuta trata de relacionarse con el paciente de esta manera, esto es lo que se quiere decir con empatía, el escuchar genuino, aceptación no critica o una actitud de ingenuidad indisciplinada. Los terapeutas existenciales siempre han pedido con insistencia que el terapeuta intente comprender el mundo privado del paciente, más que centrarse en el modo en el que el paciente se ha desviado de las normas.