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miércoles, 16 de octubre de 2024

Ludopatía y el trading en los jóvenes: ¿Una variante de los juegos de azar?

Existen varias similitudes y diferencias entre los juegos de azar online y el trading, y comparar ambos fenómenos puede ofrecer una visión interesante de por qué algunas personas se obsesionan con estas actividades. Aunque el trading no es intrínsecamente un juego de azar, la forma en que muchos jóvenes lo abordan —sobre todo sin una formación sólida— puede hacer que se comporte de manera similar.

Tanto los juegos de azar online como el trading atraen a personas por la emoción del riesgo y la posibilidad de obtener ganancias rápidas. La obsesión que algunos desarrollan por ambas actividades está impulsada por mecanismos psicológicos similares, como la búsqueda de adrenalina y la respuesta a recompensas variables. Sin embargo, el trading, cuando se hace correctamente, implica habilidades, análisis y un propósito económico más claro, mientras que los juegos de azar dependen principalmente del azar y están orientados al entretenimiento. No obstante, cuando el trading se practica sin conocimientos sólidos, puede convertirse en un acto tan especulativo como jugar en un casino.

El fenómeno del trading entre los jóvenes ha ganado popularidad en los últimos años, y muchas personas desarrollan una especie de "obsesión" con él debido a varios factores psicológicos, económicos y sociales:

1. Promesa de Riqueza Rápida

El trading, especialmente el de criptomonedas y acciones, se presenta en redes sociales como una forma de obtener ingresos elevados en poco tiempo. Algunos ven ejemplos de personas que han conseguido grandes sumas en cuestión de días, lo que crea una ilusión de accesibilidad económica sin necesidad de un camino profesional largo y costoso.

2. Adrenalina y Dopamina

El trading tiene un componente similar a los juegos de azar. La incertidumbre, la volatilidad del mercado y la posibilidad de ganar o perder dinero en segundos generan una liberación de dopamina, el neurotransmisor del placer y la recompensa. Esto puede llevar a que las personas repitan la conducta buscando esa sensación de emoción y logro, lo cual alimenta una "obsesión" o adicción al trading.

3. Influencers y Redes Sociales

Plataformas como TikTok, Instagram y YouTube están llenas de influencers que muestran vidas lujosas, automóviles deportivos y grandes ganancias, todo atribuido al trading. Este tipo de contenido crea una fuerte presión social, sobre todo entre los jóvenes, que buscan un estilo de vida rápido y exitoso.

4. Autonomía y Control

Muchos jóvenes ven en el trading una forma de independencia financiera, ya que pueden operar desde cualquier lugar y en cualquier momento. Esto genera una sensación de control sobre su propio destino económico, algo muy atractivo en una sociedad que muchas veces perciben como limitante o controladora.

5. Gamificación del Trading

Con el surgimiento de plataformas de trading accesibles y sencillas, como Robinhood o Binance, operar en los mercados financieros se ha vuelto algo muy parecido a jugar videojuegos. Estas apps están diseñadas para hacer que el trading se sienta como una experiencia lúdica y fácil, utilizando gráficos llamativos, notificaciones constantes y recompensas visuales que motivan a seguir operando.

6. FOMO (Fear of Missing Out)

El miedo a quedarse fuera de una oportunidad puede ser un poderoso motivador. Cuando los jóvenes ven que otros parecen estar ganando mucho dinero, sienten que si no actúan rápido también, se perderán de la "próxima gran oportunidad". Esto genera un ciclo de decisión impulsiva y ansiedad constante por estar al día con el mercado.

7. Educación Financiera Limitada

En muchos casos, la falta de educación financiera contribuye a que los jóvenes no comprendan del todo los riesgos del trading. Al no tener una sólida comprensión de los mercados, ven el trading más como un juego de azar que como una estrategia de inversión a largo plazo, lo que aumenta su inclinación a tomar riesgos desmedidos.

8. Crisis Económicas y Búsqueda de Alternativas

En tiempos de inestabilidad económica o crisis laborales, el trading parece ofrecer una alternativa rápida frente a trabajos tradicionales. Para muchos jóvenes, atrapados en empleos mal remunerados o en incertidumbre laboral, el trading parece la única vía para lograr una independencia económica rápida.

9. Comunidad y Sentido de Pertenencia

Muchos traders jóvenes se integran a comunidades en línea donde comparten consejos, estrategias y experiencias. Esta sensación de pertenencia a un grupo también refuerza el comportamiento, ya que se sienten parte de algo más grande que los motiva a seguir adelante.

10. Problemas Psicológicos Subyacentes

Finalmente, algunos jóvenes que se obsesionan con el trading podrían estar utilizando esta actividad como una forma de evasión de problemas personales o emocionales. La concentración extrema en algo incierto como el trading puede distraerles de otros aspectos de su vida que les generan insatisfacción.

Estos factores, combinados, ayudan a explicar por qué el trading se convierte en una obsesión para algunas personas jóvenes.

jueves, 11 de noviembre de 2021

Nada nuevo bajo el sol: ¿Por qué no funciona el control de precios?

Si bien el asunto del control de precios le compete a la economía, todo aspecto comportamental de las personas y las sociedades con el dinero siempre es interesante para los psicólogos. 

En Argentina, un país repetidor compulsivo, el tema del control de precios un clásico que ya tiene como antecedentes el Rodrigazo y de alguna manera la receta resiste a abandonarse, pese a que siempre obtuvo el mismo resultado. Los controles de precios tienen un noble objetivo manifiesto de asegurar una mínima disponibilidad de bienes para el consumo masivo. ¿Pero qué es lo que termina pasando? Veamos:
1) El control de precios alienta el consumo de forma desmesurada hasta agotar la disponibilidad de un bien o servicio. Es decir, la demanda se incrementa hasta un punto en el cual la oferta no puede satisfacerla, dando lugar a escasez de los productos cuyo precio se controla.

2) El control de precios desalienta la producción de bienes cuyo precio no alcanza a cubrir su propio costo de elaboración, generando así una escasez artificial.

3) Por las razones 1) y 2), la escasez da lugar al desarrollo del mercado negro donde los precios por el mismo bien exceden aquellos de un mercado no regulado.

El caso del control de precios de Diocleciano

El control de precios no es algo nuevo. En el año 301 el emperador romano Diocleciano emitió su "Edicto sobre Precios Máximos" (Edictum De Pretiis Rerum Venalium) que regulaba prácticamente todo el comercio de bienes y servicios dentro del Imperio romano, incluyendo tarifas de transporte y salarios de soldados y jornaleros. Con la medida, se pretendió fijar los precios máximos para más de 1300 productos, además de establecer el coste de la mano de obra para producirlos.

¿Qué había pasado? Durante la crisis del siglo III, la moneda romana se había devaluado enormemente debido a que los numerosos emperadores y usurpadores habían ido acuñando sus propias monedas mediante el sistema de devaluar su valor metálico con la finalidad de obtener más efectivo con el que pagar a los soldados y funcionarios. Junto con esta norma, Diocleciano emitió diversos edictos fiscales y monetarios con la intención de reformar el sistema impositivo y estabilizar la moneda.

Lactantius escribió que Diocleciano:
"mediante diversos impuestos ha hecho que muchas cosas sean sumamente costosas, por lo que intentó mediante una ley limitar los precios. Luego corrió mucha sangre [de mercaderes] en disputas, los hombres tenían miedo de ofrecer nada a la venta, y hubo mucha escasez y pena. Hasta que, finalmente, la ley [de limitación de precio], luego de demostrar ser destructiva para mucha gente, fue abolida por necesidad."

El Edicto no consiguió su objetivo de detener la inflación, puesto que la producción en masa de monedas de bajo valor metálico continuó devaluando la moneda e incrementando los precios, haciendo que los precios máximos del Edicto resultasen demasiado bajos. 

Los mercaderes optaron, o bien por dejar de comercializar algunos bienes, venderlos ilegalmente, o utilizar el trueque. El Edicto, por lo tanto, alteró el intercambio de bienes y el comercio, especialmente a nivel mercantil. En ocasiones incluso ciudades enteras dejaron de poder permitirse comerciar. Además, y debido a que el Edicto también fijaba los salarios, muchos de los que tenían salarios fijos, y en especial los soldados, se encontraron con que su dinero cada vez tenía menor poder adquisitivo dado que los precios artificiales no reflejaban los costes reales. Algunos autores, como Edward Gibbon, identifican al Edicto como una de las causas económicas de la caída del Imperio Romano de Occidente. Que tengan un buen día.

jueves, 3 de junio de 2021

Salud financiera: problemas financieros y su relación con el autoestima

Si bien la educación financiera es clave para el bienestar económico, también tienen mucha importancia factores no cognitivos, como el autoestima. Se trata de una característica de la personalidad en la que se puede trabajar en un espacio de terapia. Una investigación llevada adelante por Alfonso Arellano, Noelia Cámara y David Tuesta en España demostró cómo el autoestima, que muchas veces se encuentra disminuído en poblaciones excluidas o marginalizadas, inciden en la manera en que las personas procesan la información y toman de decisiones.

Nuestra relación con el dinero tiene mucho de personal y sentimental, en un sentido muy profundo: los buenos programas de educación financiera deberán concentrarse no sólo en contenidos teóricos sino también en el refuerzo de las actitudes personales.

Concretamente, el estudio muestra cómo la autoconfianza, medida en diferentes esferas, influye en los conocimientos financieros e incide en la manera en que las personas procesan la información... Lo que finalmente determina a la toma de decisiones.

El resultado del estudio demuestra que las personas con mayor nivel de autoconfianza obtienen mayores calificaciones en las pruebas de conocimientos financieros y parecen estar más preparadas. Es por eso que hay una correlación entre la confianza en uno mismo y el manejo del dinero, más allá de la formación financiera que tenga esa persona. Por otro lado, el exceso de autoestima también puede hacer que una persona tome malas decisiones.

En la clínica, es importante poder evaluar qué factores afectan al narcisismo del paciente para interrogarlos. Recordemos que el narcisismo es la representación del yo y los vectores que lo determinan van a estar siempre en relación a "más" ó en "menos". Por ejemplo, el nivel socioeconómico, ciertas características físicas más o menos valoradas por el paciente, o situaciones donde el paciente sienta la necesidad de sobrecompensar.

Es el estudio en cuestión se llama “El efecto de la autoconfianza en el conocimiento financiero”, una investigación de Alfonso Arellano, Noelia Cámara y David Tuesta

miércoles, 23 de diciembre de 2020

Mitos y verdades de la libertad financiera.

La riqueza se puede medir según la cantidad de efectivo que tengamos en nuestra cuenta bancaria, pero según los expertos ser financieramente libre está más conectado a nuestros gastos.

Muchas personas consideran que ser financieramente libres significa tener mucho dinero, sin embargo no es la cantidad de dinero lo que te asegura esa libertad, como tampoco tener un sueldo fijo, comida, una casa, o ahorros para el momento del retiro. Hoy explicaremos qué significa y si es posible conseguir la tan anhelada ‘libertad financiera’ , un término del que muchos hablan, pero pocos realmente entienden.

La riqueza se puede medir según la cantidad de efectivo que tengamos en nuestra cuenta bancaria, pero ser financieramente libre está más relacionado a nuestros gastos. “Más allá de lo que usualmente la gente cree, la libertad financiera tiene que ver con una saludable relación con el dinero, con un equilibrio económico sostenido en el tiempo, y no tanto con una suma fija de dinero a la que hay que alcanzar para finalmente ‘ser libres’”, sostuvo Ezequiel Starobinsky. “La libertad financiera entendida como ‘llegar al millón de dólares’ o cosas por el estilo son un mito, porque hay gente de muchísimo más dinero que es totalmente esclava del dinero que tiene”, agregó.

Para el broker Ramiro Marra, en la teoría "la ‘Libertad Financiera’ consiste en poder sostener un estándar de vida sin necesidad de tener un trabajo formal o tradicional. En la práctica es solo un mito utilizado por ciertas empresas para jugar con la esperanza de los que están descontentos con su trabajo. No implica ser millonario o tener grandes lujos. Asimismo la libertad financiera trae aparejada un bienestar mayor al individuo ya que por supuesto disfrutara de tiempo libre extra”.

¿Realidad o mito?
La libertad financiera es tener mucho dinero para poder gastar en lo que te dé la gana. (Mito) 
Para Marra, “hay que ver en qué tengo ganas de gastar antes de ver cuánto tengo para gastar, porque si no es correr la zanahoria. Es más importante poner presupuestos y metas que gestionar capital”.

Por su parte, Santiago Llul señaló que “no significa tener dinero para no tener que preocuparse por los gastos, es mantener un delicado equilibrio entre el ingreso y el egreso. Al tener mayor ingreso podría destinarse a mayor inversión y por ende mayor rentabilidad. Es importante tener en cuenta la inversión en uno mismo y postergar las compras innecesarias”.

Solo la gente rica o la gente experta en finanzas pueden alcanzar la libertad financiera. (Mito) 
La gente rica o experta tiene más facilidades para tener ese ideal. Claramente cuanto menos plata tenemos de capital menos posibilitad tenemos para alcanzar la 'libertad financiera'. Hay que destacar que solo un grupo de personas creen estar cerca de la libertad financiera, los que reciben herencias, pero esos tienen grandes riesgos de utilizar capital en algún momento y de no tener las mismas consideraciones que tuvieron sus antecesores y no terminar dándole nada a sus herederos. Fuera de dar un mal ejemplo de 'no trabajar' a sus hijos”, planteó Ramiro Marra. Para Llul, “solo la gente que se lo propone lo logra, puede ser asesorada por expertos en finanzas o expertos en diferentes áreas que generen esos ingresos pasivos”.

Cuando alcance la libertad financiera me dedicaré a no hacer nada. (Mito)
Es un mito total. Excepto que uno quiera gastarse su capital, pero el tener un gran capital requiere dedicación para su administración. Si alguien cree que cobrar 10 alquileres por mes no trae problemas y ocupa tiempo es solo porque no los tiene”, indicó Marra.

Según Llul, “Eso es una decisión de vida, el hombre tiende a necesitar estar en actividad, por un equilibrio sano mental y físico. Cuando estamos mucho tiempo sin trabajar nos sobra el tiempo y nos falta el dinero, es un equilibrio similar”.

Cómo se construye la riqueza que necesitamos: qué evitar y qué empezar a poner en acción

Ramiro Marra planteó que “la principal riqueza que se puede construir en un individuo es la de la conducta, si uno no sabe para qué quiere el dinero ni porque lo gasta nunca va a ser rico porque está perdido. No es un concepto de auto ayuda sino contable, si uno administra su presupuesto, que es tanto ingresos, egresos, inversiones y objetivos seguramente va a llegar ser rico”. “Sin una administración adecuada del capital es más fácil que una persona con dinero termine siendo pobre que una con dinero termine siendo rica”, apuntó.

Según planteó Santiago Llul, “la riqueza se construye desde muy chico a través de la educación financiera, por lo que hay que entender que el ahorro y la planificación financiera es necesaria”. “Controlar los gastos innecesarios y superfluos y entender que la plata debe generar más plata a través de instrumentos de inversión o productivos”, agregó. Según Llul, “la riqueza como vimos anteriormente es un tema más filosófico que monetario, es construir la posibilidad de evitar una de las preocupaciones más importantes de los individuos: ‘el dinero’. Pero también debemos entender las diferentes etapas de la vida de cada uno de nosotros y recurrir a las herramientas más propicias para cada etapa”.

La riqueza no es opulencia, no es banalidad, no es frivolidad. Uno es rico cuando puede darle a los suyos lo que necesitan y eso genera una gran satisfacción, unas vacaciones, un regalo, un juguete, una viviendaTodas estos proyectos son de largo plazo, es mejor empezar ahora y entender que el dinero puede trabajar para nosotros”, concluyó. 

Para Ezequiel Starobinsky, “hay gente que con mucho menos tiene una relación saludable con el dinero, porque entiende que el dinero es un medio que debería dar libertad y no un fin en sí mismo”. “Cuando equivocadamente pensamos que el dinero es un fin en sí mismo reducimos, curiosamente, los grados de libertad que el dinero entendido como un medio nos brinda”, consideró. En ese contexto, detalló que ‘La libertad financiera´ se va dando en el tiempo cuando, combinadamente, uno cumple las siguientes premisas:

1) Conectarse con un sentimiento de abundancia de las cosas que uno ya tiene en la actualidad, y no con una emoción de carencia por las cosas que nos faltan. 

2) Establecerse en un saludable equilibrio (sostenido en el tiempo) entre ingresos y gastos. No gastar dinero que uno no tiene es clave, y sólo endeudarse para adquirir activos que se valorizarán en el tiempo o proyectos de inversión con alta probabilidad de éxito. Endeudarse para gastos de placer es disfrutar hoy a costa de resignar libertad mañana.

3) En la medida que uno pueda, tener cierto nivel de ahorro mensual, por muy pequeño que sea. En finanzas, muchas pequeñas monedas hacen una gran moneda. Con algo de administración del capital buscar ganarle a la inflación en dólares, o como mínimo resguardar el poder adquisitivo del ahorro.

4) Cuando uno se va estableciendo económica y profesionalmente, buscar trabajar en cosas que nos desafíen, que nos gusten y que el salario se transforme en un componente más en la ecuación, pero no el único componente. Trabajar con pasión en lo que nos guste y que sea útil para los demás atrae necesariamente al dinero.

“La libertad financiera se alcanza cuando uno mejora sostenidamente en los cuatro puntos anteriores. Habrá quienes alcanzan esa libertad con un pequeño capital, y otros que no lo pueden hacer ni con varios millones”, insistió.

En ese sentido aconsejó que “en lo práctico, uno debería pensar en ahorrar a largo plazo un capital que, invertido a una tasa de bajo riesgo (4% o 5% en dólares) nos genere una renta que nos ayude a tener más libertad laboral. Por ejemplo, alguien que consigue vivir en casa propia y ahorrar u$s 100 mil adicionales, tendrá una renta pasiva de aproximadamente $ 20 mil mensuales (a tipo de cambio de hoy), que será mucho o poco relativo al nivel de gastos de cada uno”. “´No es rico quien mucho tiene, si no aquél que poco necesita´ es una frase conocida, pero que en la vorágine consumista en la que vivimos, se torna fácil olvidar”, concluyó Starobinsky.

Fuente: SILVANA SALDISURI (17/4/2019) “Libertad financiera: mitos y verdades” - El Cronista.

sábado, 28 de noviembre de 2020

Qué hacer con el dinero a los 30 para no sufrir a los 60

Al ritmo del aumento en la Esperanza de Vida registrado en las últimas décadas, se podría decir que los 30 años de ahora equivalen a los 20 de antes. Este "rejuvenecimieno" no quita que los 30 años siga siendo el momento en el cual una persona es considerada adulta y debería, por lo tanto, estar ya independizada desde el punto de vista financiero, viviendo sola o en pareja y en lo posible, con cierta estabilidad laboral y/o proyectos en curso.

Dicho esto, es común encontrarse con personas en sus 30 que aún no tienen noción de lo importante que serán las decisiones financieras que tomen a partir de ahora para el resto de su vida.


Veremos a continuación 6 consejos de dinero para comenzar a implementar en los 30 años de manera tal de no sufrir una vez llegados los 60.

1. No seas ostentoso

La ostentación es una tentación difícil a cualquier edad, pero más aún a partir de los 30. En una sociedad en la cual se suele valorar más a la gente por lo que tiene que por lo que es, muchos buscan invertir una parte importante de su presupuesto en su imagen, que incluye aspectos tales como ropa de marca, coche 0 km o el último modelo de celular.


En finanzas personales, la cuestión de los hábitos que tengamos es algo fundamental. Los hábitos, a su vez, pueden mejorarse e ir mutando con la práctica diaria y disciplinada.


La austeridad a los 30 años es algo necesario hasta que se alcance el desarrollo financiero que permita la obtención de ingresos pasivos suficientes como para cubrir los gastos mensuales, para recién a partir de entonces comenzar a darse los gustos.

Llevar esto a cabo antes de tiempo es una actitud irresponsable que podría pagarse caro más adelante, al llegar a los 60 años con pocos o ningún ahorro para hacer frente a la segunda etapa de nuestra vida.

2. Entendé la diferencia entre "deuda buena" y "deuda mala"

No endeudarse es un consejo casi tan antiguo como las mismas finanzas personales. Sin embargo, muchas veces resulta simplista pensar en términos binarios.


Si los 30 años te agarran en un trabajo considerado estable, los incentivos de endeudarse suelen ser altos y difíciles de eludir. Una distinción importante pasa por entender la diferencia entre la denominada deuda buena y deuda mala.


La deuda mala es aquella que se contrae con el objetivo de consumir. Los créditos al consumo, hipotecarios, o auto planes son un ejemplo clásico de ella. Para simplificar, podemos decir que la deuda mala es la que conlleva un compromiso de pago futuro que deberemos honrar con nuestros ingresos laborales genuinos.


Pero también existe otro tipo de deuda, que es la deuda buena. La deuda buena es aquella que se asume ante una oportunidad de negocios, de manera tal que el dinero proveniente de la misma no se utilizará para un bien de consumo si no que se destinará a una posibilidad de negocio. Por ejemplo: sacamos un crédito para comprar un coche y ese coche lo hacemos trabajar como remis en una agencia, de manera tal que el dinero que proviene de sus servicios sirve para pagar las cuotas del préstamo dejando además algún excedente.


Simplificando podríamos decir que la deuda buena es ella que contraemos nosotros pero que terminan pagando otras personas gracias al negocio que hemos generado con esos fondos.

3. Ahorrá para invertir

Hemos hablado más arriba sobre la importancia de los hábitos para las finanzas personales, pero también son importantes los incentivos que esos hábitos traen aparejados.


En el caso del ahorro, nos encontramos con una situación de por si injusta, que tiene que ver con una batalla que se presenta entre el "yo" presente y el "yo" futuro. El "yo" presente de los 30 años quiere disfrutar el ahora, y ve al "yo" futuro de 60 años como algo borroso e incierto.


Por otro lado, si la persona no tiene claro en qué podría invertir los fondos ahorrados, el deseo de gasto inmediato aumenta, complicando más la situación.


Por ello, es de vital importancia tener en cuenta que el dinero ahorrado tiene que invertirse, generando ingresos por esa inversión que se sumarán a los ingresos provenientes del trabajo regular.


Desde plazo fijo hasta acciones bursátiles, el menú de activos financieros para invertir nuestro dinero es muy amplio y variado, y es cuestión de realizar unas primeras pruebas para percatarse de la importancia de agregar nuevas fuentes de ingresos en nuestra vida, lo cual retroalimenta los incentivos y el proceso de ahorro, que ahora cobra con esto mayor sentido.

4. Llevá una contabilidad personal

Comenzar a los 30 con el hábito de cuantificar nuestras finanzas personales tiene un beneficio doble: por un lado nos sirve para entender dónde estamos parados en términos de ingresos y gastos y, por el otro, es de suma utilidad para saber hacia dónde nos dirigimos en términos de objetivos propuestos.


Esta contabilidad personal no tiene porque ser algo complejo desde el punto de vista contable o matemático: simplemente basta con anotar en un cuaderno o planilla de Excel los ingresos mensuales y sobre todo los gastos que efectuamos en los distintos ítems.


La sola tarea de llevar esto a cabo puede significar un cambio importante en nuestra relación con el dinero, siendo el primer paso necesario para tomar el control de nuestra economía doméstica en un momento en el cual todavía estamos a tiempo de hacerlo.

5. No tengas miedo de arriesgarte

Desde el punto de vista laboral, los 30 años significa quizá la última oportunidad que tendremos para poder arriesgarnos y encarar proyectos propios, dado que aún tendremos tiempo de recuperarnos en caso de que las cosas no salgan como queremos. Hacer esto a los 50 años, si bien es posible, tiene ya un riesgo más alto.


Por ello, un primer consejo sería el de buscar llevar adelante aquella actividad que nos apasiona, y que haríamos incluso si la misma no fuese remunerada. Se trata aquí de posicionarnos en el lugar aquel en el cual sabemos que somos potentes, para luego pensar de qué manera podemos monetizar esta potencia.


Hoy en día, los jóvenes de 30 años tienen una gran ventaja que no existía hace 20 años: estamos hablando de la posibilidad que Internet trae aparejada en términos de encontrar potenciales clientes interesados alrededor del mundo de lo que sea que hagamos. Aprovechar las nuevas tecnologías que nos permitan dedicarnos de manera gradual a nuestro proyecto propio y dejar de a poco de trabajar en proyectos de terceros luce como una buena idea para llevar adelante a esta edad y no sufrir luego a los 60 cuando los cambios suelen costar mucho más.

6. Págate primero a vos mismo

Según las teorías de finanzas personales antiguas, son 4 los pilares que sostienen esta ciencia: I (Ingreso), G (Gasto), A (Ahorro) e IN (Inversión).

Según la nueva división entre finanzas personales y finanzas patrimoniales, la IN deja de pertenecer al universo de las finanzas personales para pasar al de las patrimoniales, dejándonos solamente 3 variables para analizar: I, G y A, que a la vez interactúan entre sí.

En las finanzas clásicas se plantea la siguiente ecuación:

A= I - G (Ahorro es igual a ingreso menos gasto).

Esta es la ecuación que de manera consciente o inconsciente tenemos grabada a fuego en la cabeza: podemos ahorrar lo que nos quede del ingreso luego de los gastos.


Recibimos nuestro sueldo o ingreso todos los meses, cumplimos con los gastos que tengamos y lo que sobra (si es que sobra algo) lo ahorramos.


Pero sin complicarnos demasiado y siguiendo siempre las reglas más simple de las matemáticas, las variables que forman parte de una identidad o ecuación como la presentada pueden pasar de una lado al otro del signo igual siempre y cuando cambien su condición de positivo a negativo o viceversa al hacerlo. En dicha identidad, A es positivo, al igual que I, mientras que G es negativo (porque está precedida del signo menos).


Sabiendo esta sencilla regla, vamos a realizar una simple operación que consiste en despejar dos de las variables, es decir, pasarlas de un lado a otro cambiando a su vez el signo: A, que está en la izquierda y con signo positivo, pasará a la derecha con signo negativo, y G que está en la izquierda con signo negativo pasará a la derecha con signo positivo. La ecuación queda entonces de la siguiente forma:

G= I - A (Gasto es igual a ingreso menos ahorro).

¿Qué implicancia tiene esta modificación realizada? Ahora el gasto (G) deja de ser una variable activa para pasar a transformarse en una variable pasiva o dependiente, y lo contrario ocurre con el ahorro (A).


Resumiendo: el gasto está ahora subordinado a lo que queda luego de haber separado una parte del ingreso para el ahorro. Nos estamos pagando primero a nosotros (al ahorrar) para recién luego de ello cancelar pagos con terceros asumiendo el gasto mensual. Ese ahorro que ahora existirá mes a mes formará la base del nuevo patrimonio, que podremos disfrutar luego a partir de los 60 años.


Fuente: Litvinoff, Nicolás (2016) "Dinero: qué hacer a los 30 para no sufrir a los 60"