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sábado, 7 de diciembre de 2019

¿Qué son las representaciones cosa y las representaciones palabra?

Hoy vamos a seguir hablando de los componentes básicos que constituyen al aparato psíquico. En la entrada anterior vimos que se trataba de representaciones, huellas mnémicas e investidura. Esta vez agregaremos los conceptos de representaciones cosa y las representaciones palabra.

Toda huella mnémica tiene investidura: representacion y huella mnémica no son términos separados. La huella mnémica es una representación que ha transformado permanentemente al sistema; tiene fuerza, capacidad dinámica. Por eso, el aparato psíquico no es una colección de fotografías, sino una estructuración de informaciones que tiene fuerza. Esas huellas mnémicas, representaciones e investidura se dividen fundamentalmente en 2 clases: representaciones cosa y representaciones palabra.

Representaciones cosa. Es la traducción en español de sarvorstellung dingvorstellung Llegan hasta la represión primaria





O sea, el ello, que es la parte más basta del aparato psíquico está constituído por representaciones cosa. Las representaciones cosa son aquellas representaciones preconceptuales, constituidas por restos perceptivos directos.


Por ejemplo, lo más básico que un chiquito tiene de lo que come llega a decir en los primeros balbuceos "teta" ó "papa" a todo lo que ingiere y le pone el mismo nombre. Es una clase amplia de lo que ingiere. Esa palabra, aún siendo un balbuceo, no es un concepto, sino que abarca todo lo que el niño ingiere. O sea, es representación cosa. Piaget decía que es la idea de todo lo chupable, todo lo comible. Esa es representación cosa.


El fonema es el sonido, que remite a una idea. La idea es la extensión perceptiva. No hay que confundir fonema "papa" con la idea que tiene un chiquito de todo lo que entra en la boca, agrupando una cantidad de percepciones directas. Esas percepciones directas son justamente lo que llamo restos perceptivos directos y no son conceptos. El concepto sería, por ejemplo: leche, carne, pollo, pescado... El concepto implica discriminación de clase. Lo comible de los primeros meses, en cambio, es resto perceptivo directo. Para el niño, todo es chupable y metible en la boca y entonces hay que sacarle algunas cosas, porque el niño se mete todo en la boca. Cuando el niño que crece, él puede llegar a decir "papa", por ejemplo, pero ahí ya tiene la clase concreta, porque apenas tiene prensión se lo mete en la boca. En cualquier juguetería vemos que algunos juguetes alertan del peligro para niños menores de 3 años porque contiene partes pequeñas que se pueden tragar. El niño pequeño no tiene la clase concreta de que algo no es metible en la boca.


Las representaciones cosa tienen clase concretas. Son restos perceptibles concretos. De esas representaciones concretas, hay algunas especiales donde se han cruzado fuerzas corporales importantes, como necesidades corporales que se han cruzado con experiencias reales provenientes del exterior. Por ejemplo, hambre se puede cruzar con la satisfacción del pecho, de la comida que da la madre y se han constituido en vorstellung representanz das trieb, en castellano, pulsiones.


Las pulsiones, dentro de las representaciones cosa, tienen un estatuto particular. Son un pequeño andamiaje complejo. Tiene fuente, fin, objeto (siempre parcial) y otra investidura particular que se llama drang. El drang es una investidura que puja compulsivamente, como si fuera un instinto. Todo junto, vorstellung representanz con sus componentes, ha sido traducido como "pulsión". Equivocadamente, Lopez Ballesteros la tradujo como instinto. Esto ha sido salvado en otras traducciones más finas como pulsión. Pulsión es un concepto muy compejo dentro de las reprentaciones cosa y son los componentes esenciales del ello.


Todas las pulsiones son representaciones cosa, pero no todas las representaciones cosa son pulsiones. La pulsión es aquella exigencia del cuerpo que hace el psiquismo. Necesidad corporal cruzada con estímulos externos. Por ejemplo, el hambre con la experiencia de satisfacción, ahí se constituye la pulsión sexual agresiva oral. Todos estos estratos del cuadro dan pulsiones distintas, que son representaciones cosa, pero complejas.


Por otro lado, entre los componentes de la pulsión también está la cuota de afecto (afektbetrang). El drang, que es el empuje de toda pulsión, desarrolla afectos. De esta manera, los componentes de la pulsión son fuente, objeto, fín (meta), drang (empuje) y cuota de afecto.

La investidura de la pulsión se llama drang y esto hace que empuje compulsivamente, a diferencia de la investidura de cualquier otra reprsentación cosa, que exige un trabajo al psiquismo pero no de manera compulsiva. Lopez Ballesteros la tradujo como instinto porque el drang opera como si fuera un instinto, pero no lo es. Una vez sobreinvestido todo lo que se ha podido y establecida la represión primaria, se establecen las estructuras secundarias: yo y superyó. Las dos son representaciones a predominio conceptual verbal, es decir, las palabras remiten a conceptos complejos, como lo señalan los lingüistas, conceptos a ramificación complejos, pero son conceptos. Recién ahí esas representaciones se llaman representación palabra y tienen investidura, que como dijimos, son fuerza. 

La fuerza de estas significaciones, de las representaciones palabra, es ligada. Cada concepto tiene energía ligada, por más complejos que sean los conceptos tienen energía ligada, tónica o fija. En cambio, las representaciones cosa, ya sean drang o investiduras tienen energía móvil, es decir, no es ligada. Por eso las leyes del inconsciente son desplazamiento y condensación y obedecen al principio del placer.



En cambio, la energía de la representación palabra, al ser tónica, fija o ligada, obedece al principio de realidad. O sea, a las leyes sintácticas, semánticas, lógicas y al examen de realidad.


Todo en el aparato psíquico es dinámico, aunque la dinámica de las representaciones cosa y palabras sean diferentes. La metáfora qye podemos usar es que esta es una máquina viva, que vive en nosotros, con una organización especial en cada estrato. Han habido sobreinvestiduras en los estratos, de manera que si un estrato es sobreinvestido mayormente por otro, deja pocas fijaciones en el primero. Todo depende, en parte, de la cantidad de sobreinvestiduras de estrato y la cantidad de fijaciones que cada estrato haya dejado detrás, hasta llegar a represión primaria, donde se juega la totalidad de sobreinvestidura que se efectuaron y ya quedan jugadas la huella mnémica de fijaciones que quedaron aquí. Para cada uno de nosotros hay una huella digital de fijación.



El análisis sobreinviste con trabajo analítico estas huellas fijadas. Estos aspectos del aparato psíquico cson básicos y de alguna manera es lo más desconocido de Freud por parte de los psicoanalistas. Paradójicamente, esto ha sido atacado por todos los post freudianos. Con la metapsicología vamos dando cuenta de cómo funciona el aparato psíquico en términos tópicos (donde se inscriben las representaciones cosas: en el ello), el aspecto dinámico (movimiento de la energía) y el aspecto económico (el principio del placer inconsciente). Esto repercute en la clínica y no se puede entender la psicopatología ni el proceso psicoanalítico sin entender esto.

sábado, 30 de noviembre de 2019

¿De qué está hecho el aparato psíquico?


En esta entrada veremos los conceptos de representación, investidura y huellas mnémicas.

Todos los científicos, como Freud, parten de la base de que hay un mundo exterior real y que debemos conocerlo. No se plantean los problemas del tipo lacaniano, donde lo real es lo imposible. Por lo tanto, Freud plantea un aparato perceptivo, que como en cada especie, tramita los estímulos que penetran en el aparato psíquico humano.



Cada especie tiene un aparato perceptor. En cada especie los estímulos del mundo exterior son seleccionados y procesados de una manera particular. Ese procesamiento, en primera instancia, por las capacidades del cerebro y los órganos perceptivos, se llama signo perceptivo, como leemos en la carta 52 de Freud. Además, el signo perceptivo tiene una particular organización según las capacidades de cada etapa de la vida, que son las dibujadas según los estratos.



Esa particular organización que adquieren los perceptos son las representaciones freudianas. Hay que hacer una gran defensa de la categoría de representación, porque a la representación freudiana se la ha acusado -sobretodo en la escuela francesa y Lacan- de copia de la realidad. Desde la idea de signo perceptivo y la idea de procesamiento, según las capacidades de cada etapa de la vida, la representación no es una foto, ni una copia: es procesamiento. Por lo tanto, si esa representación queda como transformación permamente del sistema, será una huella mnémica. Es decir, se transforma en memoria y nuestro cerebro se transforma permanentemente. Esa huella mnémica será la base del aparto psíquico. 

La representación, tanto como la huella mnémica, es información. La mejor forma de comprender el concepto de representación es que representación y huella mnpemica son informaciones. Si fueran imágenes, como se ha propuesto, todos tendrían el mismo aparato psíquico. Son procesamientos con un alto nivel de individualización. 

Otro aspecto de la representación freudiana, aún mas difícil de entender, es que la representación ha sido traducida equivocadamente por Lopez Ballesteros como "carga". En realidad, besetzung es "posición, ocupación", que quiere decir que tiene capacidad dinámica. Por eso también se va transformando en partes del aparato psíquico. A la representación no hay que imaginarla como algo estático, sino como un punto energético que produce actividad.

El aparato psíquico es una acumulción de representaciones que son informaciones con capacidad dinámica. Es decir, esas informaciones son fuerzas que operan promoviéndonos conductas, discursos, acciones y promueven afectos, si bien tenemos afectos que son esquemas filogenéticos: amor, miedo, complaciencia. Las representaciones, en la medida que van avanzando, procesan afectos como parte de su capacidad dinámica. Por lo tanto, esas representaciones, sobre todo cuando se transforman en huellas mnémicas, o sea en transformaciones permanentes del sistema que es lo que constituye al aparato psíquico, son productoras y transformadoras de afectos y conductas. Cuando llega la representación palabra, productoras y transformadoras de pensamientos y discursos. 

Hay representaciones que pueden no transformarse en huellas mnémicas y no alterar permanentemente el sistema. Al transformar permanentemente el sistema, van constituyendo al aparato psíquico. Esas representaciones tienen cualidad y calidad diferente. Las primeras son representaciones cosa, es decir, restos perceptivos directos con poca elaboración cognitiva y de pensamiento. En la medida en que se va avanzando, los pensamientos van avanzando también. 

El lenguaje se va incluyendo poco a poco, hasta que cruzando la barrera de la represión primaria y el naufragio del complejo de Edipo, este último estrato queda a predominio de la representación palabra y de los procesos de pensamiento y cognitivos secundarios, que permiten la representaciones palabra. Esta es la parte más avanzada y compleja de las organizaciones en el aparato psíquico. 

La representación, en tanto configuración particular del percepto, nos da cierta individualidad, en el sentido que organizamos nuestra percepción. Por eso, el análisis es un trabajo altamente individual, lo que no quiere decir que no hagamos análisis de pareja, de grupos... Siempre nos ocupamos individualmente de las interacciones, aún en lo grupal y en la pareja. Aunque las palabras, los valores culturales den un alto sentido homogeneizante al aparato psíquico, lo cierto es que ha sido formado con un alto grado de individuación, en la medida en que incluso esos valores culturales han sido incluidos con un alto grado de procesamiento individual. Hay una memoria que se va instalando, no solo del mundo que nos rodea, sino del propio cuerpo. 

Antes señalábamos que este aparato psíquico está abierto al soma y al mundo exterior. Tanto las representaciones como las huellas mnémicas tienen una fuerza, una capacidad de producir trabajo. Eso es la investidura como ocupación. En la medida que vamos representando nuestras experiencias, o pudiendo pensar, esas mismas representaciones también van funcionando internamente como estímulos, de tal modo que las representaciones condicionan nuestra percepción. "Nuestra cabeza" está llena de fuerzas, cada concepto que incorporamos son fuerzas y cuando analizamos liberamos fuerzas y eso es lo que nos encontranos en los análisis: resistencias, fijaciones. Cuando habamos de fuerzas, quiere decir capacidad de esfuerzo y trabajo. 

El análisis, lo que cura, tiene poco de insight. Lo que Freud llamó cura analítica es sobretrabajo: trabajar una y otra vez, perlaboración. El paciente y el analista tienen que trabajar liberando fiuerzas para que logre una organización más complejas, con la fuerza de eros, que tiene a la complejización. Hablaremos de eros y muerte en otro momento.

En la etapa oral, las representaciones comienzan organizándose por simultáneidad, analogía y causalidad. En el final, precosciente, consciente, yo de realidad definitivo, superyó. La organización es organización palabra. Toda la zona de la izquierda es ello, donde rigen las reresentaciones cosa. Las pulsiones, por ejemplo, son representaciones cosa. 

Cuanto más "colchón simbólico" tiene el aparato psíquico, se accede a un mundo mucho más complejo. El resultado de análisis de un paciente es que entienda que queda mejor acondicionado para trabajar. Se liberan fuerzas para que él trabaje mejor. Mayor colchón simbólico significa menor tendencia al Nirvana. Si pudiéramos definir brevemente al psicoanálisis, es que el psicoanálisis trabaja en contra del principio de Nirvana. Cada ganancia va generando más empuje a ese colchón para representar y complejizar. El psicoanálisis ayuda a complejizar. 

Un psicoanálisis cambia la forma de pensar y de percibir. Si uno cambia representaciones y las libera, cambia la forma de percibir. Un paciente aparenta tener un insight, pero repite lo que el analista le interpretó sin dejar de percibir igual que antes. Entonces, no podemos hablar ahí de perlaboración. 

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