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lunes, 2 de septiembre de 2024

¿Qué es el estrago materno?

 La locución francesa que refiere a este efecto en el sujeto es la palabra “ravage”. La cual alude no solo a la devastación y a la destrucción, sino también de un modo muy interesante al par, que consiste tanto en hacerse amar como hacer sufrir.

No pocas veces en el planteo de Lacan el estrago materno está asociado a la suposición de una cierta deficiencia en cuanto a la mediación de la ley paterna, del significante del nombre del padre en relación con el deseo de la madre. Pero  pareciera que hay un sesgo de alguna manera un tanto más estructural o sincrónico del estrago materno.

El deseo de la madre como el significante que opera esa subjetivación primordial conlleva la introducción de un deseo, al que se califica de caprichoso. Caprichoso aquí no significa desde luego que no tenga ninguna atadura con la ley, cuestión que queda demostrada por la introducción del falo como respuesta. Esa tríada entre el niño, la madre y el falo ya implica el funcionamiento de la ley, aun cuando el niño sólo capte el resultado. Y esta es la clave del asunto.

El falo aquí, en la subjetivación primordial, es definido como el significado imaginario de las idas y vueltas de la madre. Y el capricho es entonces la connotación de que es el deseo mismo de la madre lo que dicta la ley, con las dificultades en cuanto a las posibilidades del niño de dialectizar esa posición, para no quedar a merced de dicho capricho. La ley entonces ya opera, pero en el Otro, y el niño, con su cuerpo, asume la posición de falo para responder a dicho deseo.

La posibilidad del desasimiento es la introducción del significante del nombre del padre que incide doblemente: sobre el deseo de la madre y sobre la posición misma del niño para que éste no quede “al servicio sexual de la madre”, uno de los nombres del estrago.

El estrago materno
Hay una coincidencia en los planteos tanto de Freud como de Lacan respecto del valor primario de la operación de la madre. La madre es, para cualquier niño con independencia de la diferencia sexual, ese Otro primordial, esencial, el cual constituye el primer esbozo de la cadena significante a partir de los vaivenes de su presencia-ausencia.

A partir de esa alternancia es quien introduce la posibilidad de esa pregunta, fundamental, respecto del más allá del niño, la que habilita una interrogación respecto del deseo; y que será la puerta de entrada a una identificación que, en el niño, es constituyente de su posición.

Me refiero a ese primer emplazamiento del sujeto, soportado en su identificación al falo imaginario como respuesta a la pregunta por el deseo. Esta identificación lo sitúa en una escena que es, a su vez, y fundamentalmente, una relación de deseo.

Pero también, si de relación de deseo se trata, es necesario decir que este Otro habilita la posibilidad de un deseo a partir de la modalidad de funcionamiento de la demanda. Es, entonces, también, el primer Otro del amor.

A partir de ese vaivén que introduce hace jugar ese signo del amor, que es el indicador de su presencia más allá de poder o no procurar el objeto de satisfacción, el cual por lo demás, es inaccesible, entendido en términos de una satisfacción total. Pero Lacan señala, más allá de esto, que la incidencia del Otro materno deja en el niño un estrago.

Este estrago, incidencia corporal de la relación con la madre, es la consecuencia de ese algo sin medida que juega en ese lazo, más allá de la operatoria de la medida fálica. Pero también, y correlativamente, de ese primer modo de la ley, caprichosa, que no se sostiene de algo más allá.

El estrago entonces se puede pensar como restando de las vueltas de la demanda. Es consustancial a la posición del niño como objeto a, para la madre, de allí entonces que deba ser considerado como un efecto estructural de la relación madre-niño.

domingo, 16 de junio de 2024

El Estrago Parental ¿Cómo intervenir clínicamente?

 EL ESTRAGO PARENTAL: ¿Por qué es un “Poder” mortífero?

El Estrago Parental consiste en el ejercicio de un poder omnipotente y principalmente desigual de los Otros significativos para el niño o la niña. Obliga al menor a quedar en una posición de objeto sometido, creando las condiciones de una extrema indefensión.

 ¿Cuáles son sus coordenadas? En las situaciones de Estrago Parental, lo que se advierte es:

  • La pretensión de que el niño o la niña cumpla estrictamente con los ideales parentales, convirtiéndose así en mandatos tiránicos e insensatos.

  •  Un desconocimiento profundo del menor como alteridad (de su condición de derecho de ser otro).

  • La materialización efectiva de abusos y humillaciones de distinta índole: psíquica, física y/o verbal.

¿Cómo interviene el analista? 

Si el analista –por el ejercicio de su función- es testigo de una situación de Estrago Parental sufrido por un niño o una niña, tendrá –en primera instancia- que instalarse como un “Tercero de Apelación”. Esto significa introducir con firmeza la función de la Ley (distinguir lo lícito de lo no permitido en el vínculo). 

EL ANALISTA COMO TERCERO DE APELACIÓN ¿Qué significa?

El analista en función de tercero de apelación promoverá que el sujeto tengo una salida de la encerrona trágica, ese encierro de a dos, tan desigual y desproporcionado” – Fernando Ulloa

Si esto no se logrará por la vía del análisis, el terapeuta tendrá que recurrir a la Ley del Código.


LAS MADRES Y LOS PADRES PROBLEMÁTICOS ¿Cómo diferenciarlos en la clínica?  

Para el analista es fundamental distinguir en las entrevistas parentales la diferencia entre aquellos que consultan de manera espontánea, de aquellos que vienen forzados por el establecimiento educativo. El pronóstico de un tratamiento posible varía sustancialmente entre uno y otro.

Si resultara imposible el manejo transferencial con las parentalidades estragantes, porque no se implican y/o niegan actos ilícitos, el proceder ético será notificar al Juzgado de Familia y seguir trabajando clínicamente para extraer al menor de la encerrona trágica a la que se encuentra sometido.

viernes, 13 de octubre de 2023

Estrago materno: algunas consecuencias clínicas (depresión, bulimia)

 Cada estructura psíquica se organiza alrededor de ciertas operaciones psíquicas que deben realizarse, llevabas a cabo por las funciones maternas y paternas. No importa quién las realice, pues se trata de funciones:

👉La función materna, a grandes rasgos, tiene que ver con alojar y constituir la superficie psíquica, que después da lugar al inconsciente como otra escena.

👉La función paterna, que tiene que ver con los recortes de esa espacialidad psíquica.

Cuando un sujeto entra en depresión, lo que asistimos a una vacilación de los sostenes de esa estructura. Vacila el fantasma, es decir, vacilan aquellas creencias sostenidas inconscientemente sobre qué es el mundo y cuál es el lugar del sujeto en él. El fantasma estructura esa forma de ver el mundo, de manera que hay una relación entre fantasma y la ideología (imaginario) que el sujeto porta.

Entender la depresión como una vacilación fantasmática no implica que se trate de una psicosis. De hecho, varias depresiones no son psicosis. La función alojadora de la madre puede haber ocurrido perfectamente, pero en el decurso de los primeros años pudo suceder que la madre perdiera la posibilidad de alojar la diferencia con el niño. Esa madre que no logra aceptar la diferencia con su hija, por ejemplo, empieza a producir el estrago materno.

No debemos olvidar que la función materna también es fallida. estamos acostumbrados a decir que la función paterna es fallida, lo que da lugar a los síntomas por un corte que no ha terminado de producirse. Las fallas en la función materna ocurren cuando la madre no logra albergar la diferencia. Esto produce un daño en el aparato psíquico. Eugénie Lemoine-Luccioni, en "La partición de las mujeres" dice que en estos casos, la madre no soporta la diferencia con la hija y la toma como continuidad consigo misma. Se trata de una madre narcisista que alojó, pero que no pudo constituir las operaciones necesarias. 

El estrago materno tiene consecuencias: si la niña no logra diferenciarse de esa madre (pendiente más de si misma), la niña no puede quitar los ojos de esa madre, quedando apegada a ella, sin poder hacer un corte con ella. Esto se verifica mucho en la clínica con la bulimia y el amor que estas pacientes tienen hacia su madre. En la bulimia aparece claramente este punto de llenarse de comida y vomitarla, incorporación y expulsión que se producen a nivel del cuerpo, pero no a nivel psíquico. El fort-da, como proceso de separación, no ha ocurrido. Faltó la autorización que una niña hace sobre si misma para ser diferente.

En los casos de bulimia, encontramos muchos miedo de la paciente a perder a su madre, aunque la odie. No hay que confundir el odio intenso con la falta de amor.

También en la bulimia vamos a encontrar un interés por la otra mujer, con la que se siente menos. 

También, Freud hablaba de que una fijación pre edípica con la madre determina un superyó con una ferocidad terrible. Las jóvenes con problemas alimentarios se miran así, con un superyó feroz.

jueves, 5 de enero de 2023

De lo agobiante a lo neutral

 Esta viñeta clínica refleja el análisis con una adolescente (Luz) de 15 años.

La trae a consulta su padre, Ricardo, quien dice que su hija tiene que viajar a Disney en los próximos meses. Ella ha pasado en estos meses por varias consultas médicas “no se alimenta bien, esta caída, deprimida, se siente observada”. 

De la entrevista con la mamá (Liliana): “cuando era chica se ahogó con papas fritas (4/5 años) y seis meses pasaron hasta que volvió a comer…solo tomaba licuados” …. Del nacimiento de L, “cuando nació ella, me separé”

Luz vive con la mamá y su hermana de 17 años, Micaela. Sus padres se separaron hace varios años.

Su hermana Micaela también tiene una serie de manifestaciones que un tiempo atrás la llevaron a consulta psicológica (principalmente cortes en la zona de sus muñecas).

Luz tiene otros dos hermanos por parte de su padre que son adoptivos y con los cuáles tiene poca relación, más que compartir alguna comida los domingos.

Se encuentra en análisis hace ocho meses. A principios de junio 2021 realiza una interconsulta con una psiquiatra quien le receta sertralina y Risperidona, las dosis más bajas.


INTRODUCCIÓN

Podría ubicar tres momentos en el análisis con esta paciente hasta la actualidad. Un primer momento donde el trabajo principal fue con sus padres debido a la gran dificultad que presentaban para poder diferenciar que el espacio de análisis era de Luz y no el de ellos o de la hermana de Luz. Todas las consultas de los padres eran “urgentes” y se desdibujaban entre problemas parentales y consultas por la hermana. En este primer momento, Luz desplegaba en cada sesión el relato de innumerables manifestaciones que le sucedían, con lo cual era difícil poder ubicarla en cierto diagnóstico por la multiplicidad de sintomatología y por el poco tiempo que llevaba en análisis, además de que según en qué síntoma se situaba podía parecer desde una melancolía a una esquizofrenia, una histeria grave o una neurosis actual. En un segundo momento, los padres pudieron delimitar ciertas cuestiones en lo referente al tratamiento de Luz y esto permitió que cedan ciertos fenómenos al principio presentes. Y un tercer momento, en el cual se podría delimitar cierto diagnóstico, en la medida en que, hace aproximadamente un mes y medio el cuadro sintomático no ha presentado variaciones. Se presenta bajo una misma modalidad, que si bien parece desvitalizado en cuánto a su presentación sintomática, se ha fijado en un punto que permite cierta aproximación. El diagnóstico presuntivo que se intentará esbozar será por un lado teniendo en cuenta aportes psicoanalíticos que sitúan el cuadro dentro de un límite ni neurosis ni psicosis y por otro lado, siguiendo el manual DSM V un diagnóstico que permita situar el cuadro según síntomas que manifiesto la paciente desde hace un mes a la actualidad.


DESARROLLO

¿La relación de Luz con su madre, un estrago?

Para desarrollar este título tomo como referencia teórica principal el libro Un estrago, la relación madre- hija dónde los autores Batla, E; Criscaut, J; Favret E y otros (2014) realizan un análisis pormenorizado de esta relación en términos de que, en ciertos casos hay un viraje, una vuelta a la madre que angustia y enloquece. 

Si hay un factor fundamental en el caso clínico de Luz es la relación con su madre.

Luz dormía con su mamá, en la misma habitación y en la misma cama. Porque su hermana Micaela, la echo de su pieza. Mas adelante le construyen una habitación para ella, acción tras la cual la madre resiste la separación colocando su cama en la nueva habitación de la hija aludiendo que le va a dejar esa cama a ella y tiene que esperar que le traigan una nueva cama.

Luz dice:

“Siento agobio cuando mi mamá me dice algo o cuando me miran muy fijamente” de la mama dice “siempre me dice que no la amo o que se va a morir, porque supuestamente nosotras le hacemos problema (ella y la hermana)”

 “Quiere que le cuente todo como una amiga, porque su amiga era mi abuela” no quiere que yo tenga amigas, ni tampoco Micaela. “No tiene una responsabilidad afectiva hacia mi” “mi mamá me dijo que ella solo vive por nosotras” “si o si tienen que vivir conmigo, no me pueden abandonar” “no quiere quedar sola, no hay algo que haga por sí misma”

En relación a estos dichos de la paciente, cito un texto literario de Luce Irigaray que citan los autores del libro un estrago la relación madre hija, “ejemplificador de ese mundo fantasmático de madre e hija, y del destino terrorífico de dos cuerpos vaciados de deseo, y sin facilidad ninguna, donde una es la sombra de la otra”. p 17

“Y una no se mueve sin la otra, pero no es juntas que nos movemos. Cuando una viene al mundo, la otra cae bajo tierra. Cuando una porta la vida, la otra muere y eso espero de ti, en que dejándome nacer tú permanezcas también viva.

Con tu leche, madre mía, tú me has dado el hielo y, si yo parto tú pierdes la imagen de la vida, de tu vida. Y si yo permanezco, ¿no soy el depósito de tu muerte? A cada una su representación hecha pérdida. Su rostro, la animación de su cuerpo, falta…”

Este texto literario expresa cómo es vivido por Luz esta unión con su mamá, ella siente que no la puede abandonar, pero a la vez se agobia con su presencia.

Con respecto a su posición en la familia de la madre dice: 

“Soy la psicóloga de la familia, me cuentan los problemas”

“Me empecé a dar cuenta de mi existencia, estaba ahí pero no estaba ahí. Hay que callarse y no decir nada me decía mi mamá”

En las primeras entrevistas y durante los primeros seis meses (de ocho que lleva en análisis) una figura principal en su sintomatología fueron sus TICS. Ella los describe como manifestaciones involuntarias que hacen que mueva ciertas partes del cuerpo. No puede establecer que le pasen ante determinado estímulo o situación específica, al comienzo alude a la mirada de su madre, pero luego esto se desdibuja y simplemente pasan “de la nada”

De sus TICS dice:

“Algo involuntario. Temblor de manos, mover la cabeza para un lado” (…)

“Me dan ataques en cualquier momento, me siento agobiada, hasta me cuesta respirar, me agarran TICS, escalofríos, mi cuerpo se mueve solo”

“agitada, presionada, agobiada (muevo la cabeza), mano en la boca, involuntariamente me pego en la frente”

Me hace recordar alguna cosa que paso: por ej no me despedí de mi abuelo y se murió, él era todo” (papá de la mamá) Fallece hace 4 años, de cáncer, en 2017

“Giro la cabeza, me pego la cara. Digo cosas que no quería decir, por ej: ah!. Cierro los ojos”. 

En relación a esto último, en su libro La clínica del psicoanálisis, las psicosis, Gabriel Lombardi (2012) nombra a Séglas quien llamo” alucinaciones psicomotrices verbales a la variedad en que el sujeto no escucha palabras, sino que las emite, en voz baja o en voz alta, a veces sólo con movimientos esbozados de los labios, a penas perceptibles, pero en todos los casos sin que el sujeto se reconozca en la enunciación. Esa emisión se le impone, no es voluntaria”. P.95

Si bien Luz la mayoría de las veces alude a que estos TICS surgen de la nada en ciertas ocasiones, principalmente al comienzo del análisis, lo pudo asociar a la mirada materna. No sólo estos TICS sino también desmayos, que en la actualidad del tratamiento no aparecieron más pero que es de importancia su aparición porque dan cuenta de esta relación de pérdida  madre-hija

“me suelo desmayar, en colectivos, en la calle, cuando iba al colegio, terminaba vomitando en el colectivo” “desde chica me desmayaba (4-5 años). Cuenta la primera vez que recuerda un desmayo…fue en una pileta y dice “mi mamá me mira y ve que me caigo”

“cuando me mira mucho tiempo fijamente, si me doy cuenta, me dan los ataques…me mira mucho tiempo, me siento demasiado observada y me siento rara” “cuando estábamos comiendo en lo de mi abuela, mi tía y mi abuela me miraban al mismo tiempo y fue agobiante”

En lo escópico- seminario 11 Lacan, J (1964) dice “La mirada puede contener en sí misma el objeto a del álgebra lacaniana donde el sujeto viene a caer: el que en este caso, por razones de estructura, la caída del sujeto siempre pasa desapercibida, por reducirse a cero, especifica el campo escópico, y engendra la satisfacción que le es propia. En la medida en que la mirada, en tanto objeto a, puede llegar a simbolizar la falta central expresada en el fenómeno de la castración, y en que, por su índole propia, es un objeto a reducido a un función puntiforme, evanescente, deja al sujeto en la ignorancia de lo que está más allá de la apariencia” (….) p.84 “ En lo visible, la mirada que está afuera me determina intrínsicamente. Por la mirada entro en la luz, y de la mirada recibo su afecto. De ellos resulta que la mirada es el instrumento por el cual se encarna la luz y por el cual soy foto-grafiado. P.113.

La madre la mira y ella se desvanece. En relación a la mirada, en el libro Trastornos del lenguaje y estructura de la psicosis, Napolitano. G (2005) refiere “Esa mirada viene del mundo e implica efectos de perplejidad debidos a esa deslocalización de goce, en tanto el objeto no lo condensa, y en consecuencia adquiere ese carácter masivo “p. 99

“Siento que me miran, y no puedo estar tranquila. No sé si solo una persona o varias, por un lado siento miedo. Como si en serio me estuvieran mirando y me doy vuelta para comprobar que no es asi, siempre intente comprobar”

“Se me nubla la vista, veo puntos, no me puedo mantener estable”

Con respecto a las manifestaciones de TICS y los mareos Luz enuncia que su madre padece de ataques de pánico y esta diagnosticada con hipocondría. Al principio cuando dormían en la misma habitación y en la misma cama Luz admite que sentía lastima por su mamá pero que tenía que aguantar las quejas por sus dolencias porque ella dormía ahí con ella.

Ciertos rasgos que ella presenta en sus TICS se pueden identificar como conductas que habitualmente su madre realiza:

Me di cuenta que las cosas no son muy normales en mi familia” “mi mamá cada vez que se ponía muy nerviosa se golpeaba con las manos la cara” “Me dijo que lo hacía para no pegarnos” “una hermana de mi abuela intento acuchillar a su hija, está en un psiquiátrico en bs as”

En esta dirección, y pensando el diagnóstico en un (entre) ni neurosis ni psicosis, retomo al libro Un estrago, la relación madre hija dónde los autores refieren “Cuando la dirección al significante paterno por algún motivo vacila, arrastrando las identificaciones y la dimensión de espera que instalara la solución edípica, se produzca el retorno a la madre en una dimensión que implica la pregunta mas radical por el ser. Pero la primera en el estrago, su madre, ingreso también a su propio complejo de Edipo, identificándose a un significante que no alcanza a dar cuenta de esa privación inicial. Lo que no pega es que la espera se dirija ahora a quien está estructuralmente imposibilitada de responder” p.51

“En la mujer, el fracaso en colocar un significante paterno que de cuenta del a como causa de deseo, podrá reenviarla a la madre en busca de resolver el enigma por aquello que de su ser ha quedado como faltante en la solución fálica “ p.83

En esta pregunta dirigida a la madre, Luz encuentra una imposibilidad, su madre pareciera “no ser normal”. Su madre se altera, no la sostiene, la mira pero no la ve, no ve lo que tendría que ver. En esta línea, Luz relata en las primeras sesiones una situación de abuso que padeció en presencia de su madre:

“no soy muy afectiva”…”cuando era chica si, después no pude porque a mi hermana le paso algo con un tío y no le creyó a ella y yo pensé que a mí tampoco”

Sobre el tío: (es primo de su mamá y en un momento fue novio de su mamá, lo cuenta varios meses después) “Me hacía creer que no era intencional y por ahí te daba un pico, te tocaba la cola o te sentaba arriba de él”.

“M (la hermana de L) le conto a mi papá y lo denunciaron”.

Sobre la situación de abuso: L tenía 12 años, “era cuando estaba ella (mamá), Él (tío) aprovechaba…. Sobre su mamá: veía, pero no todo, no veía cuando me daba un pico”

No se baña, pasa días sin bañarse, se baña cuando va a clases, al doctor o a la casa del papá. La mamá “ni cuenta se da”

La presentación del A, del Che Voui?, esta encarnada en: “Ella, mi madre, ¿qué me quiere? ¿qué me muera? ¿Qué me mate? ¿Qué la mate?  Batla, E; Criscaut, J; Favret, E y otros p. 85. Tomando esta cita, se pueden pesquisar en su historia ciertos indicios a esta pregunta dirigida a la madre:

pensé en matarme antes de mis 15, me tomo todas las pastillas y ya está”. “Mi vieja tiene clonazepam, es hipocondríaca y tiene ataques de pánico. Cuando yo duermo con ella tengo que soportar todo eso. Yo siento lástima por ella, porque dice que no la entiendo”

“Para mí no tiene sentido vivir, para que quiero eso…trabajar para después envejecer, estoy existiendo, no estoy viviendo…. ¿Qué sería vivir? “Sentirse feliz, son momentos. El final seria como una paz para mí, no existen los problemas”

Por último, se hacen presentes en el discurso de Luz indicios de ciertas distorsiones en las cuales aparece cierta pérdida de realidad, Freud, S (1924) en su texto La pérdida de realidad en la neurosis y en la psicosis enuncia “(…) en ambas afecciones, la neurosis y la psicosis, se desarrolla no sólo una pérdida de realidad, sino también una sustitución de realidad”. p 2727

Así enuncia Luz que ve una distorsión de la pared, como si se le viniese encima, escucha un grito de mujer

“Vi una mano del armario de mi pieza y me quedé mirando. Puedo modificar algo y ver cosas, trato de pensar y con solo imaginarlo puedo verlo. Cuando dudo si yo lo hice o es en serio siento miedo”

Entre madre -hija y hermana hay, la mayoría del tiempo, una locura compartida que, al intentar abordarlas ellas lo remiten a cuestiones referidas a posesiones, magia negra o simplemente energías. Cuando Luz presenta sus TICS en presencia de su madre ella intenta “exorcisarla”.

“la suspensión, no forclusiva, observable en estos casos, reanima el goce en diversas figuras de crueldad. Mientras el deseo implica pregunta, el goce otorga consistencia a figuras de pesadilla, emergen los monstruos demoníacos como formas imaginarias del goce”, Batla, E; Criscaut, J; Favret, E y otros p. 85


DIAGNÓSTICO PRESUNTIVO

En este apartado se intentará esbozar, delinear un diagnóstico. Como dice una frase muy conocida “los diagnósticos se escriben con lápiz”. En una primera parte se incluye una hipótesis diagnóstica desde el psicoanálisis para luego pasar a un diagnóstico delimitado por una convención que permita una mirada desde el punto de vista fenomenológico.

En relación al psicoanálisis este caso es difícil de situar, primero por la edad de la paciente, en la cual la pre -adolescencia pone en juego ciertas problemáticas comunes a este rango etario que atraviesan el cuerpo, la identidad, el duelo, la sexualidad, entre otros. Por otro lado, el desplazamiento de las manifestaciones de una sesión a otra, y la cantidad de ellas lograban que la analista “se pierda” en tantas expresiones. En esta desorientación del principio se sumaban las demandas parentales, intensas, molestas pero de poca ayuda para el encuadre analítico. Estos padres hacen ruido pero no actúan. La madre mira, pero no ve,  y ¿el padre? Es un padre que pone en juego su palabra pero continuamente se corre, no logra sostenerla, no la sostiene a su hija.

En el libro un estrago, la relación madre e hija figura la siguiente cita, Cuando por diferentes motivos e historias “…el padre es carente de una manera o de otra (muerto, ausente, incluso ciego), se producen las neurosis más graves” Lacan, J: Intervenciones y textos, 1948. P.20.

Para el esbozo de un posible diagnóstico la lectura del libro ¿Ni neurosis ni psicosis? Fue de utilidad, no sólo práctica, sino también a modo de apaciguar la premura en un posible diagnóstico. En este libro Soria, N (2015) argumenta que hay casos en que “No se trata del goce absoluto de la psicosis, sino a momentos de predominio de a. El significante paterno ha intervenido y, como señalamos, se halla transitoriamente suspendido. El objeto a funciona entonces como causa del deseo, sino que, reducida la función de – phi lo hace articulado a un fantasma de extrema fijeza. Se establecen un imaginario y un real casi sin intermediación simbólica. Estrago dice Lacan ¿Qué es lo estragado, devastado? La eficacia simbólica, con la consecuente inflación imaginaria. La experiencia clínica confirma que estas pacientes podrían, en algún momento, retomar el derrotero del deseo, incluyendo un goce articulado a la medida fálica”. p. 87

Al intentar arribar un diagnóstico siguiendo el manual diagnóstico y estadístico para trastornos mentales DSM V, si bien tiene síntomas compatibles con una depresión, guiada por los signos de mayor prevalencia desde hace tres meses podría incluir el cuadro dentro dentro del:

Trastorno de despersonalización/desrealización 300.6 (F48.1)

 A. Presencia de experiencias persistentes o recurrentes de despersonalización, desrealización o ambas: Otro trastorno disociativo especificado 

 1. Despersonalización: Experiencias de irrealidad, distanciamiento o de ser un observador externo respecto a los pensamientos, los sentimientos, las sensaciones, el cuerpo o las acciones de uno mismo (p. ej., alteraciones de la percepción, sentido distorsionado del tiempo, irrealidad o ausencia del yo, embotamiento emocional y/o físico). 


“Ayer estuve rara, sentía que no era yo, que estaba alguien hablando por mi”

“Me suele pasar como que estoy sentada y no soy yo, estoy en tercera persona” “el cuerpo se va, se empezaron a alejar las cosas”

“A veces me veo en el espejo, veo distinta mi cara, una persona nueva”

“Veo como si fuera desde una pantalla, como si fuera ampliada la visión” “mi voz, no es mi voz” “como si mi cuerpo estuviera en automático y yo solo lo estuviera viendo y no actuando”

“no estoy dónde tendría que estar, no entiendo si soy yo”


2. Desrealización: Experiencias de irrealidad o distanciamiento respecto al entorno (p. ej., las personas o los objetos se experimentan como irreales, como en un sueño, nebulosos, sin vida o visualmente distorsionados). 


Antes veía siluetas en las paredes, partes más claras y más oscuras, con el antipsicótico pararon.

“Me cuesta estar en la realidad, siento que todo es mi imaginación”


Si bien esta despersonalización en ocasiones se sigue presentando no podría considerar al presente que cumple con los ítems mencionados en el DSM V para este diagnóstico. Lo que persiste es la desrealización, debido a que duda constantemente de la “realidad”.

En el último mes y medio de análisis Luz siempre se presenta de la misma forma al comenzar la sesión, a la pregunta ¿como estas? Responde:

“neutral” “No me afecta nada, nada me importa, no es que nada importa…es distinto nada más” “últimamente no caigo que estoy en la realidad, es más continuo, estoy desconectada, veo todo desde otra perspectiva”

Enuncia continuamente que se siente en otra realidad y que ya no sabe si esta en la realidad o qué es real y qué no.

Se dio un cambio muy radical en Luz debido a que en un comienzo ella expresaba con soltura todas aquellas manifestaciones que iba vivenciando, inclusive relatos de lo que sucedía en su casa y cómo se sentía ante eso. Lo que se puede identificar como un quiebre entre el antes y el presente es que ella comenzó a cuestionar el accionar de su mamá y de qué tan normal era su comportamiento. Se acrecentaron los interrogantes hacia sus actitudes y comenzó a ver que ella “tiene problemas”, hasta le pidió a su mamá que consulte con un psicólogo.

Luego de estos cuestionamientos al accionar de su mamá ella se muestra olvidadiza y sostiene que hay cosas que no se puede acordar. En una sesión luego de decirme que es su hermana la que siempre recuerda todo lo que pasa en su familia, le pregunto qué pasaría si viene la hermana a su sesión y cuenta algún recuerdo y me dice que probablemente si lo dice su hermana ella pueda recordarlo.

Me pasa algo después de haber entendido algo que me hubiera afectado y me lo olvido y ahí empieza lo de la realidad, ¿será un mecanismo de defensa? ¿Qué entendes por mecanismo de defensa? “Tapa algo para que yo me sienta bien, mi cerebro evade eso para que yo esté bien”

Teniendo en cuenta el último mes de análisis, debido a lo prevalente en su cuadro podría decir que presenta una Amnesia disociativa, sin fuga disociativa

Amnesia disociativa 300.12 (F44.0) 

  1. Incapacidad de recordar información autobiográfica importante, generalmente de naturaleza traumática o estresante, que es incompatible con el olvido ordinario. Nota: La amnesia disociativa consiste la mayoría de veces en amnesia localizada o selectiva de un suceso o sucesos específicos; o amnesia generalizada de la identidad y la historia de vida. 


En el caso de Luz, la amnesia se enlaza a sucesos que ocurren en su casa y que la afectan, principalmente en relación a su mamá.


  1. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento. 


Luz manifiesta que últimamente se cuelga y le cuesta hacer sus trabajos de la escuela 


“Me pierdo, presto atención, pero me pierdo”


Al indagar si piensa o qué piensa en los momentos que se cuelga responde:


“a veces pensando, otras…la nada (…) pienso y ahí me olvido, me doy cuenta de algo y ahí…”


  1. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., alcohol u otra droga, un medicamento) u otra afección neurológica o médica (p. ej., epilepsia parcial compleja, amnesia general transitoria, secuelas de una contusión craneal/traumatismo cerebral, otra afección neurológica). D. La alteración no se explica mejor por un trastorno de la identidad disociativo, un trastorno de estrés postraumático, un trastorno de estrés agudo, un trastorno de síntomas somáticos o un trastorno neurocognitivo importante o leve. 

  2. Nota de codificación: El código de la amnesia disociativa sin fuga disociativa es 300.12 (F44.0). El código de la amnesia disociativa con fuga disociativa es 300.13 (F44.1)

En relación a la amnesia, y volviendo al psicoanálisis se podría considerar esta última como un fenómeno que alude a un proceso defensivo, tal como lo enuncia la paciente “ …¿será un mecanismo de defensa? ¿Qué entendes por mecanismo de defensa? “Tapa algo para que yo me sienta bien, mi cerebro evade eso para que yo esté bien”

En psicopatología de la vida cotidiana, en Olvido de impresiones y propósitos Freud, S (1901) refiere “hallamos indicios abundantes de una resistencia que se opone al recuerdo de impresiones penosas y a la representación de pensamientos desagradables…es necesario penetrar en la psicología de los neuróticos. Por poco que en ella nos adentremos, se nos impondrá en efecto, el indicado impulso defensivo elemental contra las representaciones susceptibles de despertar sensaciones desagradables, impulso sólo comparable al reflejo de fuga ante los estímulos dolorosos, como una de las principales bases de sustentación de los síntomas histéricos” p. 848

Teniendo en cuenta el olvido como un efecto posible de un mecanismo de defensa se infiere los vestigios de un conflicto psíquico. Ella algo sabe, pero no quiere saber más, al parecer con la ayuda de su hermana podría recordar, pero no esta segura de querer hacerlo.


CONCLUSIONES

De este caso se han recortado fragmentos para orientar cierto diagnóstico. Por lo tanto, quedan por fuera otros signos, otros fenómenos que se presentan en Luz, como ciertas cuestiones con su identidad de género, su relación con la alimentación, la relación con su hermana, el ánimo depresivo, entre otros.

Desde el psicoanálisis se observa cierta movilidad en sus síntomas que dificultan una toma de posición definitiva, orientando este caso entre la neurosis y la psicosis, al menos hasta el presente. En relación a lo fenomenológico y ubicando el último mes de análisis el diagnóstico podría ubicar, desde el DSM V una amnesia disociativa, sin fuga disociativa.

Quisiera ubicar algo particular de este caso, en el cual la pregunta del diagnóstico se había convertido al principio en una demanda del padre. El padre solicito un diagnóstico luego de la cuarta entrevista, el necesitaba saber que tenia la hija. Pudo entender, después de un arduo trabajo, que lo importante no era el diagnóstico, sino escuchar y alojar a su hija. Esto abre la pregunta por la importancia de un diagnóstico en análisis. Soria, N (2015) argumenta “en efecto, es la vertiente terapéutica del psicoanálisis la que abre la cuestión de la necesidad del diagnóstico. En este sentido una pregunta fundamental es ¿para qué diagnosticamos? Sin duda hay diversos usos del diagnóstico, muchos de ellos sospechosos desde el punto de vista ético (…) pero hay un uso privilegiado, acorde a la ética del análisis que es poder establecer una dirección de la cura, eventualmente rectificar la posición del analista o la dirección de sus intervenciones. p. 26

BIBLIOGRAFÍA:

Elba, B; Criscaut, J; Favret E. y otros : Un estrago, la relación madre-hija.Bs. As. Gramma ediciones, 2014

Freud, S : Psicopatología de la vida cotidiana (1901) en obras completas Tomo 1 . Ballesteros, L y de Torres. Bs. As. El Ateneo, 2003

Freud, S : La pérdida de realidad en la neurosis y psicosis (1924) en obras completas Tomo 3 . Ballesteros, L y de Torres. Bs. As. El Ateneo, 2003

Guía de Consulta de los Criterios Diagnósticos DSM V. 2014

Lacan, J: Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Bs. As. Paidos, 1987

Lombardi, G; La Tessa, M; Skiadaressis, R : La clñinica del psicoanálisis 3. Bs. As. Atuel, 2012.

Napolitano, G: Trastornos del Lenguaje y estructura de la psicosis en la enseñanza de Jaques Lacan Vol II. La plata, de la campana, 2005

Nieves, S: ¿Ni neurosis ni psicosis. Bs. As. Del bucle, 2020.

lunes, 15 de febrero de 2021

Una madre demasiado buena

Una "madre demasiado buena" causaría los mismos estragos que una madre "no suficientemente buena", como por ejemplo el caso de las fobias y las neurosis obsesivas. Lacan utilizó la metáfora de la madre cocodrilo. Por su prte, dijo Winnicott en 1960:

(...) El paciente se queja en el sentido de que el analista intenta hipnotizarlo, es decir, le invita a realizar una severa regresión a la dependencia, impulsándolo a una fusión con el analista.

Lo mismo puede observarse en las madres de los niños pequeños, las madres que han tenido varios niños empiezan a dominar tanto la técnica de ser madre, que hacen todo lo que deben hacer en el momento adecuado, y entonces la criatura que ha empezado a separarse de la madre no dispone de medio alguno para asumir el control de todo lo bueno que tiene lugar a su alrededor. El gesto creador, el llanto, la protesta, todos los signos pequeños que deberían producir la acción de la madre, todas estas cosas faltan, y no aparecen porque la madre ya ha satisfacido la necesidad, igual que si la criatura siguiera fusionada con ella y ella con la criatura. Así, la madre, al ser en apariencia tan buena madre, hace algo peor que castrar a la criatura: dejarla ante dos alternativas; la de hallarse en un estado permanente de regresión y de fusión con la madre o, por el contrario, llevar a cabo un rechazo total de la misma, incluso de aquella que en apariencia es una buena madre.






martes, 24 de noviembre de 2020

Estragos parentales ¿Cómo intervenir rescatando al sujeto?

Una paciente dice, refiriéndose a su madre: ¿Ella tendrá idea de la herida que pueden causar las palabras? 
La paciente había recordado su adolescencia y sucesivas peleas con la madre, donde ella decía que preferiría que no hubiera nacido.

El diccionario define estrago como daño o destrucción causada por una acción natural o una guerra. También significa perjuicio moral. Como sinónimos, podemos encontrar destrucción, devastación, daño, ruina.

Al hablar de estragos parentales, es ineludible la temática del Otro primordial y de las funciones maternas y paternas. No es sin los Otros primordiales que un sujeto se constituye y adviene. Winnicott dijo: Un bebé no puede existir solo. Es esencialmente parte de una relación.  

En Proyecto de una psicología para neurólogos, en el apartado de la vivencia de satisfacción, Freud alude a la importancia de la presencia del Otro en la constitución de la subjetividad. Dice que en este momento mítico inaugural, nada menos que fundante del aparato psíquico y del circuito desiderativo, tiene que ver con la prematuración del ser humano. Sabemos que a diferencia de otros mamíferos, no hay forma de que un bebé viva sin un Otro que lo asista ante la necesidad que irrumpe desequilibrando al organismo. No es sin el Otro que un sujeto puede aferrarse a la vida. Esta experiencia de satisfacción está ligada al desamparo original del humano. 

En relación a esto, Spitz también dio cuenta de esto al investigar a aquellos bebés que teniendo cubiertas sus necesidades básicas pero que no disponían de un Otro deseante que libidinizara a esos bebés. Estos bebés no podían sobrevivir, presentando dificultades en su desarrollo que en casos extremos podían llegar a la muerte.

El Otro materno, que no necesariamente es la madre biológica, escucha el llanto y el grito del bebé y los sanciona como un llamado. El Otro libidiniza el cuerpo del bebé, otorgándole palabras, significantes. La madre lo mira, lo mima y le habla. Hay una seducción necesaria indispensable en los comienzos de un futuro sujeto. Se trata de la función en la que el sujeto se encuentra con el significante, que toca el cuerpo del bebé y lo arma. El cuerpo del bebé no está dado de entrada, sino que se arma en relación al Otro que lo libidiniza. 

Lacan, al presentar el Estadío del Espejo, dijo que la idea total del cuerpo es gracias a la identificación a una forma que viene de afuera. El infans se identifica con su imagen en el espejo y Lacan hace mención al júbilo del bebé, hacia los 6 meses, al identificarse con esta imagen en el espejo. El niño da vuelta la cabeza, buscando la mirada de la madre o quien cumpla la función. Ese Otro sanciona y ratifica que ese es el bebé. No es sin la mirada del Otro que el cuerpo y el espejo se conforman.

En la conferencia de Ginebra sobre el síntoma, Lacan afirma que si el hombre no tuviese lo que se llama un cuerpo, no pensaría ni estaría capturado por la imagen de ese cuerpo. Pensemos en la importancia de esto. Este cuerpo adquiere su peso via la mirada del Otro materno. En esta misma conferencia, Lacan resalta que la época de la infancia es decisiva y hace una referencia a los sueños y a los actos fallidos, que son relatados. Cuando un paciente cuenta su sueño y se le piden asociaciones, pregunta Lacan:
"¿Cómo sostener la hipótesis de un inconsciente si no se ve que es la manera que tuvo el sujeto, si es que hay un sujeto dividido, de estar impregnado por el lenguaje?"

Esta es la definición del inconsciente. Aquí Lacan marcará la importancia del deseo del Otro sobre el sujeto. Lacan dice que hay gente que vive bajo el efecto de que alguno de los padres no los deseó. Los padres, entonces, modelan al sujeto, instigan un modo de hablar y el sujeto portará la marca bajo la cual lo aceptaron los padres. El encuentro entre el bebé y el significante, instigan el cuerpo de ese sujeto. Lacan avanza en la conferencia y dice que no olvidemos que todos vivimos todo el tiempo en un parloteo. 

La clínica con niños y las entrevistas con los padres. Si tomamos lo del parloteo, sabemos que las entrevistas con los padres son muy importantes. Antes de ver al niño, tenemos que entrevistar y escuchar a los padres para enterarnos en qué parloteo vive y habita este niño, qué significantes lo representan, cuál es el mapa significante en que este niño está ubicado en relación a los padres. Freud, en la conferencia 34, había marcado la importancia de la transferencia con los padres en relación al análisis de un niño. En el niño vemos en vivo lo que en los adultos podemos descubrir en documentos históricos.  Entrevistamos a los padres para escuchar el parloteo en el que vive el niño; en los adultos, nos enteramos del parloteo de los Otros que estarán presentes en el discurso del paciente.

Una madre asiste a la entrevista pidiendo tratamiento para su hijo adolescente. Lo describe como hijo de una equivocación. El adoescente presentaba grandes complicaciones. La madre de una paciente con severas dificultades para aferrarse a la vida recuerda una frase que el padre también asentía "Sos una causa perdida". El desafío es cómo encontrar una causa, a partir de una causa perdida.

Oscar Masotta dice que el Edipo se refiere a las relaciones más tempranas con el objeto primordial, que es la madre. Dice: el cuerpo se erogeniza en un mal lugar, es el cuerpo de la madre. Mal lugar, pero único lugar posible. Este cuerpo del que hablamos no es el cuerpo biológico del que se ocupa la medicina, sino al cuerpo erógeno que es capaz de gozar y que en tanto cuerpo erógeno se originó en el cuerpo de la madre. Es la pulsión la que convierte al organismo en cuerpo erógeno. La pulsión proviene del Otro, como dice Lacan, que la pulsión es el eco en el cuerpo de que hubo algún decir. El decir del Otro toca el cuerpo y arma los circuitos pulsionales.

Masotta también dice que Freud nos mostró la fuerza de una primera seducción inevitable ejercida por la madre Las consecuencias de este amor entre el niño y su madre es el desarrollo de la libido, con sus distintas etapad: oral, anal, fálica. Esta historia de amor, no obstante, tiene un aspecto conflictivo, pues la teoría del desarrollo de la libido es la historia de la sexualización del cuerpo en un mal lugar, pero en el único posible; el cuerpo del Otro materno, donde el sujeto aprende acerca del goce, con quien su sexualidad estará prohibida. La prohibición del incesto es constitutiva de toda sociedad humana. El cuerpo de la madre es causa estructurante porque constituye el cuerpo erógeno, pero debe perder este lugar en algún momento gracias a la función del corte, atribuida al padre. Este corte es la castración.

El primer tiempo del Edipo tiene que ver con esta seducción tan indispensable y necesaria, donde el niño busca satisfacer el deseo de la madre. El niño se ubica como falo, identificándose al objeto de deseo de la madre. Es un tiempo idílico para la madre y el hijo, que cuando no se da genera graves consecuencias.

En el segundo tiempo, el padre interviniendo privando a la madre. Es el momento de la doble prohibición: a la madre, no reintegrarás tu producto; al niño, no te acostarás con tu madre. La madre debe habilitar a este padre privador. Muchas veces el analista debe intervenir para que el padre sea habilitado y que esta función de corte se lleve a cabo. 

El tercer tiempo del Edipo tiene que ver con el padre como permisivo y donador. El niño tiene en reserva todos los títulos en el bolsillo para usar más adelante. Es el momento de la identificación con el ideal.

Freud habla del complejo de Edipo invertido, donde se trata de ser una niña para el padre. Es decir, ser tomado como objeto de amor por el padre y también hace referencia a soportar algo de la pasividad aspecto a otro varón. Un muchacho consulta bastante conmovido porque el padre había tenido un ACV y había perdido el habla. Estaba enamorado de una mujer de la que relata mucha facilidad para hablar y expresarse. Él tiene una convicción muy triste, de que el padre no lo quiere. En un tratamiento anterior, le habían confirmado que esto era así. Cuenta que al llegar de trabajar, el padre no lo saludaba. Él se sentía bastante distanciado; la madre decía que lo dejaran tranquilo, que no se acerquen. La madre tampoco le dejaba que le preguntaran por una tragedia que este padre había sufrido. La analista interviene que más que el padre no lo quería, lo que se escuchaba era que él tenía muchas dificultades para hablar. Esta es una nueva versión, que pasa de un padre que no lo quiere a un padre que tiene dificultades para hablar, lo que inaugura una nueva posibilidad.

Hay un texto  de Ferenczi, Confusión de lenguas entre el adulto y el niño. Él ahí dice que el lenguaje del adulto arrasa al lenguaje del niño, produciendo estragos, ubicando al niño como sostén del padecimiento del adulto. Esto Ferenczi lo llama terrorismo del sufrimiento. Dice: 
En estos casos, los niños se ven obligados a soportar todo tipo de conflictos familiares y llevan sobre sus débiles espaldas el esado fardo de los restantes miembros de la familia.

También dice:
Una madre que se lamenta continuamente de sus sufrimientos puede transformar a su hijo en una ayuda cuidadosa, es decir convertirlo en un verdadero sustituto maternal, sin tener en cuenta los intereses del niño.

Hay una frase de Lacan respecto al terrorismo del sufrimiento al referirse al juego de los niños: El juego protege al niño del riesgo. ¿Podemos pensar a este riesgo como terrorismo del sufrimiento del que nos habla Ferenczi? 

Esta cuestión de la infancia, el juego y los estragos que el lenguaje adulto puede producir arrasando el lenguaje infantil se puede encontrar en un recuerdo infantil del cineasta Ingmar Bergman.


En su libro Linterna mágica, él relata sus memorias. Habla de unos padres sumamente estrictos; el padre era pastor de una iglesia protestante donde habían bastantes castigos corporales y una crianza sumamente rígida y estricta. Cuando él era muy chiquito y se portaba mal, cuenta:
Había también una especie de castigo espontáneo que podía ser de lo más desagradable para un niño que tenía miedo a la oscuridad: el encierro de más o menos tiempo en un determinado ropero. Alma, la cocinera, contaba que justo en ese pequeño ropero vivía un pequeño ser que les comía los dedos de los pies a los niños malos. Yo oía, con toda claridad, que algo se movía dentro de la oscuridad. Estaba totalmente aterrorizado. No me acuerdo de lo que hacía. Probablemente me subía en los estantes y me colgaba de los ganchos para evitar que me comieran los dedos. Sin embargo, este tipo de castigo dejó de atemorizarme desde que encontré una solución. Escondí una linterna que tenía una luz roja y verde en un rincón. Cuando me encerraban, la sacaba, dirigía el cono de luz a las paredes y me imaginaba que estaba en el cine.

A este castigo, un estrago por parte del Otro, sometiendo a un niño a la oscuridad de un armario cerrado, Ingmar niño encuentra un refugio en el juego. "El juego protege al niño del riesgo". Winnicott también dice que el juego permite al niño protegerse de las exigencias maternas. Para que un niño juegue, tiene que haber un Otro que habilite el juego. No todos tienen el recurso que acabamos de describir.

El juego es fundamental a la hora de definir la niñez. Un niño es considerado como tal en relación al juego. Si hay juego, hay infancia, el juego es el espejo en el que un sujeto se reconoce como niño. Freud afirma en El poeta y los sueños diurnos que el niño que juega se conduce como un poeta: encuentra en el juego las primeras huellas de la actividad poética, a través de la cual un niño puede crear un mundo y situar un orden placentero para él. Freud también dice que el juego es la actividad favorita del niño, la más intensa y que la toma muy en serio.

Mediante el juego, el niño arma una ficción lúdica que lo protege del terrorismo del sufrimiento y que lo protegen de las problemáticas que deben pertenecer al mundo adulto. Freud nos ha enseñado que los niños tienen una relación con la sexualidad y con la muerte, mediada por el juego. 

El juego es una especie de pantalla protectora. Si hay juego, hay infancia. Los momentos traumáticos para los niños son donde no están protegidos por el juego. En el caso que vimos de Bergman lo vemos bien. Él juega a estar en el cine y así se protege de este goce del Otro. Bergman también relata que 60 años después, al pasar los cuadros de las escenas con la manivela, sentía la excitación que sentía en el armario de la infancia con la linterna mágica.

Para que el niño pueda jugar, tiene que haber del lado del Otro un ofrecimiento de vacío. Si una madre no se muestra en falta y no hay lugar para el vacío, no hay lugar para el juego. En el seminario 11 Lacan habla del intervalo, donde si la madre dona la falta hay lugar para el intervalo. Ahí define al inconsciente como esa hiancia, ese vacío donde el sujeto se aloja. Si la demanda de la madre es aplastante, se puede articular allí un intervalo.

Hay un momento en la constitución de los Otros parentales en relación a la constitución subjetiva y el juego como espejo en el que un niño se reconoce como tal. El Otro del niño, en un momento, es omnisapiente y omnividente. Es decir, todo lo ve y todo lo sabe. En algún momento el Otro tiene que ofrecer su barradura o castración. El niño descubre que puede ocultarse ante ante la mirada del Otro. Hay posibilidad allí, si el Otro no sabe ni ve todo, de ocultar algún pensamiento. En el historial del Hombre de las Ratas, él tiene un recuerdo de que los padres podían leerle sus pensamientos. 

Cuando los padres no pueden habilitar el juego, somos los analistas los que tomamos el relevo y jugamos en la escena lúdica con el niño, habilitando para que esta ficción que protege la infancia se arme. El juego tiene la posibilidad del engaño necesario en relación a la constitución de la subjetividad. En el seminario 6 Lacan dice:
Es incluso una de las revoluciones del alma infantil la del momento en la que el niño después de haber creído que todos sus pensamientos son conocidos por sus padres, se da cuenta que no es así, de donde la importancia en que descubre que el Otro puede no saber. Hay correlación entre este no saber en el Otro y la constitución del inconsciente.

Un paciente adolescente se angustia mucho ante fantasías sexuales que él usa para masturbarse. Le aparece la idea de que la madre puede enterarse de esto. Esto lo angustia, detiene la escena y lo deja bastante angustiado. Cuando la analista lo interroga sobre esto, él dice que se da cuenta que es imposible que la madre sepa de estos pensamientos, pero sin embargo a él se le impone esta idea. "Es como si ella tuviera rayos X en la mirada". Entonces, la analista interviene: "Si vos no me hubieras contado todo esto que te pasa, no me hubiera enterado nunca". Desde la transferencia, la analista ofrece una mirada barrada y produce en este muchacho, cierto alivio. La madre era bastante obscena con su mirada, la cual no deponía en este momento de la adolescencia. 

Para terminar, una frase de la biografía de las memorias de Bergman:
Nuestra profesión es tan extraña, en estos días en que la realidad irrumpe masacrando nuestros juegos ilusorios.

Lo dice en un momento donde él está ensayando con sus actores una obra teartral (él como director) y se entera que habían matado al Primer Ministro de Suecia. Esto hace que interrumpan el ensayo y él dice esta frase. A los analistas nos consultan cuando algo de la realidad irrumpe masacrando los juegos ilusorios. Algo de la ficción se fractura, algo del juego queda interrumpido. 

Las palabras arman cuerpo, erogenizan. A veces, pueden causar daño y producir estragos. Hay quienes encuentran una linternita mágica y pueden ponerle coto al padecimiento y esto permite volver a armar el jueg, la ficción. A veces el sujeto no encuentra cómo hacerlo y necesitan de nuestras intervenciones, transferencia mediante, inventar con el paciente algo de esta linternita mágica.

A veces las palabras de los adultos arrasan con la infancia, produciendo estragos. Pensemos en cuando Lacan se refiere a Lalengua, en tanto significante que toca al cuerpo. No la lengua en tanto objeto de estudio de la lingüística ni en relación al habla en un período histórico determinado. Lalengua es esta palabra o significante que toca el cuerpo del sujeto. Es con esa lalengua que nosotros los analistas trabajamos, tratando de armar otra posibilidad para el sujeto, rescatándolo.

En Los Nombres del Padre, Lacan dice sobre la transferencia:
Se refiere a la praxis del análisis como una conquista de lo verdadero por la vía del negaño, porque la transferencia no es en absoluto otra cosa. La transferencia es lo que no tiene nombre en el lugar en el Otro.

Frente a lo que no tuvo nombre en el lugar del Otro, la transferencia permite armar otra cosa.
Fuente: Notas del taller clínico:"Estragos parentales ¿Cómo intervenir rescatando al sujeto?" a cargo de la prestigiosa Lic. Andrea Goldenberg el 31 de octubre de 2020.