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lunes, 6 de marzo de 2023

Subrogación de vientres: ¿Cómo explicárselo a un niño pequeño?

La subrogación de vientres es un tema complejo y sensible que puede resultar difícil de explicar a los niños. En primer lugar, es importante tener en cuenta que la subrogación es un proceso en el que una mujer lleva un embarazo a término con el propósito de entregar al niño a otra persona o pareja. Esta práctica puede ser utilizada por parejas que no pueden tener hijos de manera natural o por individuos que desean tener un hijo sin tener que pasar por el proceso de gestación.
Para explicarle a un niño qué es la subrogación, es importante adaptar el lenguaje y el nivel de detalle a su edad y comprensión. En general, se puede decir que una mujer ayuda a otra persona o pareja a tener un bebé en su vientre. Sin embargo, es probable que los niños tengan preguntas adicionales sobre cómo funciona este proceso y por qué alguien tendría que usar la subrogación.

En este sentido, es importante tener en cuenta que la subrogación es un tema que puede generar controversia y que cada familia puede tener su propia opinión sobre este proceso. Por lo tanto, es recomendable que los padres o tutores hablen con los niños sobre las diferentes perspectivas que existen al respecto.

Además, es importante asegurarse de que los niños comprendan que la subrogación no significa que el bebé sea propiedad de otra persona, sino que la mujer que lo lleva en su vientre lo hace como un acto de amor y solidaridad hacia quienes no pueden tener hijos de manera natural.

En resumen, explicarle a los niños la subrogación de vientres puede resultar complicado, pero es importante abordar el tema con delicadeza y adaptando el lenguaje a su edad y comprensión. También es importante tener en cuenta las diferentes perspectivas que existen al respecto y asegurarse de que los niños comprendan que el bebé no es propiedad de nadie, sino que es un ser humano que merece amor y respeto.

La subrogación de vientres: una versión para un niño de 4 años.

Había una vez una mamá y un papá que querían tener un bebé, pero por alguna razón, no podían hacerlo por sí solos. Entonces, buscaron ayuda de una mujer especial llamada una "madre sustituta" o "subrogada".

La madre sustituta es una mujer que ayuda a otras personas a tener un bebé. Ella es como una "superhéroe" que presta su vientre para que el bebé pueda crecer en él. Es como si el bebé estuviera "alquilando" su lugar para crecer antes de nacer.

La madre sustituta cuida al bebé mientras crece en su vientre, pero cuando el bebé nace, se lo dan a la mamá y al papá que lo querían. La mamá y el papá se convierten en los padres del bebé y lo cuidan y lo aman para siempre.

La madre sustituta es muy valiente y generosa al ayudar a otras personas a tener un bebé. Ella sabe que no es fácil tener un bebé y quiere ayudar a que otros tengan el mismo amor y felicidad que ella tiene en su propia familia.

Así que, aunque es diferente a cómo nacieron algunos bebés, la madre sustituta es una persona muy importante y amorosa que ayuda a hacer posible que los bebés vengan al mundo. Y todos, la madre sustituta, los nuevos padres y el bebé, son muy felices por haberse encontrado y ser una familia.

sábado, 10 de septiembre de 2022

El hilo invisible: marcas de lo no dicho en la filiación en familias homoparentales

Por Lucas Topssian

Una de las conformaciones familiares actuales más interesantes, cada vez más frecuentes en la clínica, son las llamadas familias homoparentales, cuya proliferación ha sido facilitada por los adelantos biotecnológicos y el cambio de legislación en algunos países respecto a los derechos de población LGTBI. Son familias que, por su conformación, abren la brecha entre progenitor/a y padre/madre, relanzando viejas preguntas: ¿Qué es un padre o una madre? ¿Bajo qué pactos se fundan? Familias que, como cualquier otra, no escapan al sufrimiento como cualquier otra. Berenstein, en ese sentido, recalca que las parejas del mismo sexo deberán pasar también por las vicisitudes del vínculo, dificultades que tienen que ver con el trabajo arduo que propone la ajenidad. (1)

En este trabajo acompañaremos una de estas familias, tomada de la película “El hilo invisible”, para pensar temas tan frecuentes en la clínica como la filiación, los silencios y la infidelidad.



Paolo (52) y Simón forman una pareja italiana de hombres unida bajo la figura de “sociedad civil”, pronta a la celebración de su vigésimo aniversario. Ambos crían a su hijo de dieciséis años Leone, quien nació por subrogación de vientre en California a través de Tilly, una mujer estadounidense que ayudó a sus padres a traerlo al mundo y que todo este tiempo ha sido una presencia amorosa en sus vidas. Tilly tardó dos años en tener a Leone. Tilly, por su parte, tiene su pareja con quien vive en EEUU, Leroy. Leone se encuentra haciendo un documental sobre su familia para el secundario, con especial acento sobre los derechos de filiación por parte de parejas del mismo sexo. A los 15 años de Leone, el alcalde transcribe la partida de EEUU donde figura que ambos son sus padres.

La película nos muestra que esta familia ha vivido una vida relativamente común, ocupada en sus asuntos cotidianos, donde la pareja parental sólo discutía por temas “normales”, según ellos. Simón administra un restaurante (que Paolo es dueño) y además es sommelier. Guarda en la casa una colección de vinos. Para poder criar a Leone, ambos debieron hacer sacrificios: Paolo le pidió a Simón que abandonara su doctorado, a lo cual éste último accedió. Paolo, por su parte, se puso a trabajar vendiendo cocinas y renunciando, según él, a ser un gran arquitecto.

En este tipo de familias, los lugares y las funciones de “madre” y “padre” se reparten obligatoriamente entre ambos “patrés”, plural de pater, como Berenstein menciona haciendo mención a la institución romana y medieval. Es interesante que no solo Berenstein, sino la psicología en general, han propuesto históricamente al padre como una figura mediadora o tercera interdictora entre el hijo y su madre (2). Poco se suele teorizar acerca de qué hace un padre por su cuenta, en qué medida está implicado su deseo, su cuerpo.

La novedad.

La noche anterior al vigésimo aniversario de la pareja, Paolo descubre, revisando por primera vez el celular que su pareja se había olvidado, que Simón lo ha estado engañando durante dos años con Riccardo. Encontramos aquí una novedad, es decir, ese evento imprevisto, dispar entre el evento y el recuerdo, fundadora de un nuevo tiempo y espacio para la familia (3). Este evento coincide con que Leone (17 años) comienza a salir con su primera novia. Como en todo evento, a los sujetos les toca hacer con esto que se presenta, no sin incertidumbre. Ahí se puede ubicar las dimensiones de Berenstein acerca de la semejanza, ajenidad y la diferencia. Paolo se encuentra con eso y se topa con la ajenidad, donde al otro se lo desconoce y también a él mismo en esa versión que aparece.

Paolo inmediatamente acude y le cuenta el hallazgo a su hermana, quien lo calma y le responde que en lugar de Simón, ella se hubiera ido hace tiempo de su lado porque desde que Leone nació, no pensó en otra cosa que en “comida para bebés, pañales, pediatras y vacunas, cursos de inglés, de chino, la escuela…”. Ella le pregunta por la sexualidad de la pareja y Paolo responde que hace años que “Eros se fue de vacaciones” y que la pareja se sostenía desde otros pilares, “como el amor”. La hermana le resalta que hace tiempo que Paolo no mira a Simón a los ojos, que no le pregunta cómo está, qué piensa, lo que teme. Paolo se justifica diciendo que no tienen tiempo.

Un dato para observar es que la infidelidad comienza justo para la época en que el alcalde transcribiera el acta de nacimiento de Leone. Es lícito preguntarse, si no hipotetizar, si ese obstáculo legal no tenía que ver con el flujo posibilitador para la emergencia del querer estar juntos. Desde “Psicología de las masas…” reconocemos bien la cohesión del grupo mediante la identificación a un ideal, a la vez que la experiencia de lo extranjero, de lo otro, mantiene la aspiración al universal implícita en las identificaciones simbólicas. En ese sentido, Bernard Nominé lo resume diciendo que “nada une más a un grupo como un buen enemigo común. Cuando el enemigo común desaparece la cohesión del grupo resulta amenazada(4)

Por otra parte, la infidelidad se descubre en el momento de salida de exogamia de Leone, quien se encuentra saliendo con su primera novia y relación sexual. Ubicamos aquí una reformulación del el contrato narcisista, según Kaes, que es aquel que asigna a cada sujeto un cierto lugar en el grupo y que para P. Castoriadis-Aulagnier“incluye los ideales y los valores; transmite la cultura y la palabra de certeza del conjunto social(5) Es la adolescencia de Leone lo que encuentra la falla el contrato, trastocando la triple función del contrato narcisista: asegurar un origen, establecer una continuidad, asegurar al niño, en contraparte de su investidura del grupo. Leone reclama un nuevo lugar y eso no es sin una modificación en la dinámica familiar. Se debe tener en cuenta que el contrato narcisista mantiene una temporalidad de proyecto y de futuro para el grupo, de manera que tal evento también afecta a los padres.

La reconfiguración de dicho contrato que pone a jugar en cada sujeto el posicionamiento subjetivo en relación a la filiación y si habilita en los difentes actores una permutación simbólica que dirija a la exogamia.

La infidelidad de la pareja, no necesariamente rompe el contrato narcisista tampoco, sino que lo pone a trabajar. La crisis emerge en la pareja y  ahí se lanza el conflicto que los llevará a ver cómo lo resolveran. La infidelidad puede ser un acting dirigido al otro, en ese olvido del celular. Muchas veces la infidelidad no tiene que ver con una cuestión de deseo, puede ser una venganza, una respuesta al miedo a sentirse atrapado en un vínculo, un modo de recuperar una complicidad perdida,un refugio narcisista. También habrá que ver qué lugar tiene ello en el plano de la fantasía de la pareja..

Paolo confronta a Simón frente a toda la mesa por su infidelidad. Simón, enojado porque su pareja violó su intimidad y le leyó los mensajes, se va de la casa decidido a separarse. Entre ambos ocurre una pelea a los gritos y Simón finalmente se va de la casa.

Ocurre una seguidilla de venganzas cruzadas: Paolo rompe una foto de la pareja; descorcha y tira por drenaje la colección de vinos de Simón. Cuando Simón y Riccardo van a buscar sus cosas sin avisarle a Paolo, descubre las botellas vacías de su colección de vinos, lo que lo hace enojar. En represalia, él le destruye a Paolo un estimado traje de Prada. Más tarde Paolo nota y llora por su traje destrozado. Paolo contraataca e intenta vender el restaurante que Simón administra. Su hijo lo ve y trata de reconfortarlo, a lo que él le pide que no vea más a su otro padre, pero Leone trata de mantenerse al margen. Lo que detiene la seguidillas de venganzas es el hecho de que Simón y Paolo son citados por su abogado y allí se enteran que la Corte ha fallado en contra de la doble parentalidad de Leone. En Italia rige el principio ius sanguinis, y la ley les pide volver a un estado anterior y pruebas para determinar quién es el progenitor (por ejemplo, un ADN), cosa que ellos ignoran porque no habían querido saberlo cuando hicieron la subrogación. El abogado les advierte que la Justicia puede, en favor del menor, obligarlos a tal prueba.

Aquí encontramos una especificidad en este tipo de familias, que cuestiona la idea de que la pertenencia al parentesco que los hace parientes esté necesariamente determinada por el vínculo de sangre y “lo natural”, conforme a la definición de familia que también menciona Berenstein. En realidad, esta manera de pensar data de la Grecia del siglo V a.C, según Eric Dodds, donde a partir de las invasiones jónicas apareció la idea de la transmisión de las enfermedades por la sangre, como así también la familia vinculada por la sangre (6). Surge también la figura de familia condenada como se ve, por ejemplo, la vemos en la tragedia de Edipo y Antígona. Hasta entonces no existía la idea de “culpa de sangre” en sentido estructural, sino que la culpa era algo individual respecto a los otros.

Si bien Berenstein también ubica para la época estructuralista los lugares familiares de padre, madre, hijo y el tío materno, en este caso encontramos otra figura, que en la película es “la dede”: la mujer que gestó el embarazo (que no es quien puso el óvulo). Se trata de las subrogadas, gestantes, ó portadoras (“carrier”). Tanto en la película como en las familias homoparentales reales que se pueden ver en la clínica, se escucha que estas mujeres muchas veces conservan una relación más o menos estrecha con la familia, aún después de haber dado a luz. En este trabajo no se hará sino más que plantear la pregunta por qué lugar tienen estas mujeres.

Una de las preguntas frecuentemente formuladas en los análisis por los pacientes que constituyen este tipo de familias es qué y cómo transmitir el relato del origen a su descendencia, ya que el proceso de fertilización asistida es de por sí complejo y requiere la participación de diversas personas. [CZ3]  La GS (gestación subrogada) es de gran complejidad e introduce elementos como el dador de los gametos, el gestante y las figuras de crianza. Además, la clínica muestra que no faltan las comparaciones con las parejas heterosexuales, en el sentido que las parejas suelen plantear que falta una madre, sobra un padre, en lugar de plantear que la familia “es así”.  En la familia del caso que estamos analizando, lo que vemos es que hasta ese momento, la familia se manejaba con la siguiente máxima: “El ADN y la sangre no une a la familia, sino el amor y la sinceridad”. Se trata de un pacto denegativo, que implica una restricción al saber. Para lograrlo, en su momento, ambos hombres habían mezclado su semen en lo que ellos llamaban “cóctel” y haciendo silencio respecto al asunto.

El pacto denegativo es una formación inconsciente bifásica que mantiene la ilusión de que el vínculo se burla de la negatividad radical, siendo un pacto que se hace sobre el no-vínculo. Tal acuerdo se hace sobre los mecanismos de represión, desmentida o rechazo. Estos pactos, según Kaës, sirven para la conformación del vínculo y también como modalidad defensiva (7). El caso nos deja ver un pacto formado a la manera de la desmentida, en tanto el conocimiento sobre la filiación de Leone es activamente rechazado. Cumple con la fórmula “Yo sé que, pero aún así…”. Este tipo de pactos, por otra parte, mantienen al hijo excluído de parte de su propia historia.

Roto el mencionado pacto de ignorancia sobre la filiación de Leone, comienza entre los padres una batalla por el ADN, pues cada uno afirma ser el progenitor de Leone en base a los parecidos, los gustos, la personalidad de Leone. Riccardo convence a Simón de tomar pelos del cepillo de pelo de Leone para obtener una muestra y así anticiparse al resultado del ADN, sin Leone saber nada de esto. Paolo secretamente también realiza por su cuenta una prueba de ADN.

Por separado, ambos descubren que no son los progenitores de Leone, pero creyendo recíprocamente que el otro lo es. Comienza una etapa de “paz”: Simón le compra a Paolo un traje nuevo, Paolo le cede el restaurante a Simón. Hablan de lo que han logrado juntos con la crianza de Leone, de lo importante del respeto. Incluso hablan de un régimen de visitas. Pero conforme la charla avanza, ambos se dan cuenta de la realidad: ninguno de los dos es progenitor de Leone.

Ambos confrontan a Leone con los resultados, pero éste se enoja al darse cuenta que lo hicieron sin su consentimiento, recordándoles lo que siempre le han dicho sobre el ADN, el amor y la sinceridad. Los padres terminan confesando que ninguno es su progenitor. Leone huye de la casa, se toma unas pastillas, escala una palestra sin protección y cae desde lo alto sobre unas colchonetas, quedando inconsciente. Es llevado a un hospital por sus amigos.

Los padres rápidamente aparecen, junto con la tía, quien le aclara que lo del ADN no cambia el hecho de que ellos sean los padres. Tilly, la gestadora subrogada, se hace presente y al ser confrontada, ella confiesa que ante el séptimo embrión que a ella le habían implantado, la mujer temía que tuvieran que volver a empezar. Ella confiesa haberse acostado una vez con su ex marido, Stephen, pese a que el médico le dijo que no lo hiciera. Tilly ya tenía tres hijos con él. Al quedar embarazada supuso que el embrión implantado había sobrevivido, aunque siempre dudó de eso y no lo dijo para conservar la alegría de Paolo y Simón y porque ella sintió que ellos lo deseaban. Ella le dice a Leone que sus padres hicieron de él quien es, no ella ni Stephen. Leone los perdona a todos.

La respuesta sobre el origen de Leone llega: su progenitor es Stephen, a quien no conocerá por haber él fallecido unos años antes. Paolo y Simón logran, con su abogado, adoptar a Leone. Leone cuenta, en un video, que pasa los días viviendo con un padre o con el otro, que no han vuelto a juntarse. Leone rescata el amor que ambos padres le tienen a él y que siempre serán una familia.

Marcas de lo no dicho

Se puede formular la pregunta de si todo el proyecto escolar de Leone de hacer un documental de la familia no se motorizaba a partir de una marca silenciada. Por otro lado, el accidente de Leone se trata de una situación grave que en la clínica podemos catalogar de pasaje al acto, motivada ante una gran angustia, como Lacan señala en el seminario X.

En los casos donde la patología de ciertos sujetos no estuvo marcada por ningún trauma grave en su propia vida, se vuelve necesario revisar los traumas de las generaciones anteriores. ¿Por qué? Si bien el concepto de repetición que Freud menciona en “Recuerdo, repetición y elaboración” (8) se refiere a la tendencia del paciente a repetir una experiencia pasada de su propia vida con un acto, en vez de recordarla, la repetición puede darse también en la generación siguiente, es decir en los hijos o en los nietos. De esta manera, por ejemplo, un hijo puede incorporar ideales y valores de los padres, ó montos de afecto no procesado, que deberán ser ligados de alguna manera.

En Tótem y Tabú leemos que “…habremos, pues, de admitir que ninguna generación posee la capacidad de ocultar a la siguiente hechos psíquicos de cierta importancia(9)

Tisseron aporta que lo indecible, de la primera generación, pasa a ser innombrable a la segunda e impensable en la tercera. (10) El resultado son marcas ausentes de pensamiento, marcas de lo no dicho que tienen que ser tenidas en cuenta al pensar el padecimiento, sobre todo en aquellos no mediatizados por la palabra, que son las patologías del acto.

En cuanto a los secretos, por un lado Piera Aulagnier los relaciona con la estructuración de la vida psíquica, en tanto es posibilidad de crear pensamientos ajenos a la mirada del otro. Dice:

El derecho a mantener pensamientos secretos debe ser una conquista del Yo, el resultado de una victoria conseguida en una lucha que opone al deseo de autonomía del niño, la inevitable contradicción del deseo materno a su respecto(11)

J. Puget, sin embargo, nos habla de otra vertiente del secreto, que no tiene que ver con la subjetivación: “Algunas familias quedan estructuradas en torno a secretos grupales que deben conservarse definitivamente silenciados. La consigna tácita es que sus miembros nunca deben referirse a lo que saben y menos aún a pensarlo o decirlo todos juntos. Fantásticamente se evita así la desintegración familiar que se produciría al difundirse algún hecho penoso o vergonzoso” (12)

En el caso, encontramos un secreto referido a la filiación, donde Leone queda desubjetivado, Ilustrado en el caso como un pasaje al acto que expulsa al joven de la escena; con la suerte de poder armar otra. También podemos pensar en lo no dicho referido a los orígenes de la filiación, filiación que sí está operando en ese hijo con los padres,  pero que indudablemente queda afectada por la desmentida que funcionaba en la trama familiar, sumado a la figura del secreto.

 Recordamos, para concluir, que el Edipo no es otra cosa que la introducción un sistema de parentesco es una estructura simbólica en la cual se introduce y comprende la sucesión de las generaciones, la comprensión de la muerte y el acceso a simbolismos más grandes que lo introducen en otros grupos sociales.

 

Por otro lado, el caso nos ha dejado diferenciar la mentira sostenida en un pacto de pareja (un engaño) que la mentira que involucra a un hijo en un pacto de silencio sobre su filiación.

Bibliografía

(1)Berenstein I (2007)., Del ser al hacer. Curso sobre vincularidad. Paidós)

(2) Ibid, p.100.

(3) Ibid, p. 75.

(4) (Nominé, Bernard (2008) “Estructuras clínicas y salud mental. Memorias” En Cap. 1. La secta: un fenómeno)

(5) Kaes, R. Conferencia del 16 de abril 2007. El malestar del mundo moderno, los fundamentos de la vida psíquica y el marco metapsicológico del sufrimiento contemporáneo.)

(6) Dodds, E (1951) “Los griegos y lo irracional”

(7) Kaes, R. - El pacto denegativo en los conjuntos trans-subjetivos - Rene Kaes. Amorrortu editores)

(8) Freud, S. “Recuerdo, repetición y elaboración” (1914) A. E., XIV.)

(9) Freud, S. “Tótem y Tabu”. (1912) Obras Completas Tomo XIII. Amorrortu Editores. 1979)

(10) S. Tisseron. Las imágenes psíquicas entre generaciones. 1995. En El psiquismo ante la prueba de las generaciones. Amorrortu editores.)

(11) Piera Aulagnier “El derecho al secreto, condición para poder pensar”, en “El sentido perdido”, Ed. Trieb, 1980)

(12) Janine Puget y Leonardo Wender “Los secretos y el secretar” en revista Psicoanálisis ApdeBA. Vol. II)

jueves, 11 de junio de 2020

Visitas respetuosas a bebés y niños pequeños.

Hay pocos momentos tan hermosos como visitar por primera vez a un recién nacido, o ir los domingos a correr con los sobrinos chiquitos por el pasto. No obstante, es conveniente buscar que nuestro amor por esos niños y las ganas de verlos también se vean traducidos en visitas respetuosas, para ellos y sus familias convivientes. Debemos dejar de lado nuestros deseos y ansiedades y poniéndonos en el lugar de los niños y sus familias.

Si vas a visitar a un recién nacido:

Pedir permiso para ir al hospital o al hogar. Los primeros días no son fáciles, es un proceso de adaptación a la nueva situación de vida y tal vez sea conveniente postergar la visita. Las visitas cortas suelen agotar menos a los padres y a su bebé. Conviene dejar de lado los gritos y las estridencias, los perfumes fuertes y el olor a cigarrillo.

Si el bebé está siendo amamantado, tratar de dar intimidad a esa dupla que se está conociendo fuera del vientre. Incluso si la alimentación es por fórmula, es conveniente dar espacio al niño y al adulto que cumple la función de sostén.



Resulta saludable evitar comentarios sobre el cuerpo de la madre, de cómo amamanta, acerca de cuánta leche tiene, cuánta caca hace el bebé.

No tomar en brazos al recién nacido ni tocarlo si el padre y/o la madre no lo ofrece. El amor por un niño va más allá de tenerlo a upa en este momento. El bebé no conoce a nadie más que a su madre y/o su padre. Ya habrá tiempo para conocer a los demás y jugar juntos.

Usar el celular lo menos posible. Los celulares suelen ser un fuerte foco de microorganismos que pueden resultar patógenos para el recién nacido, por lo que se debe tener cuidado si se va a tocar al bebé.

Finalmente, se debe suspender la visita si estamos con mocos, tos o cualquier  otrosigno de infección. A veces, contener nuestras ganas es la forma de amor más grande.

¿Qué cosas sí debemos hacer?
Llevarles comida a los nuevos padres.
Ayudar a los padres con los hermanos del recién nacido, si los hubiera.
Ofrecerse a hacer las compras o limpiar alguna parte de la casa.

Recordar que cada familia es un mundo y de lo que se trata es de acompañar en una crianza más respetuosa. Hay familias que les encanta tener mucha gente en casa, lo importante es contar con toda la información.

miércoles, 29 de abril de 2020

La sexualidad de los padres en el análisis de un niño

¿Cuál es el interés en este tema? El primer punto de interés es la metamorfosis de la familia y los efectos de las nuevas configuraciones familiares en la constitución del sujeto. La propuesta freudiana respecto del "Edipo clásico" habla de las figuras del padre, la madre y el hijo. De ese derrotero, salían las elecciones de objeto: la afinidad o la rivalidad con el progenitor del mismo sexo para hacer una elección con el sexo contrario. Esto se complejizó cuando aparecieron nuevas familias, como las familias recompuestas. Aparecen modificaciones al esquema clásico. Entonces, por ejemplo, la niña hace alianza con la madre contra la nueva esposa del padre. O un niño puede decirle al nuevo marido de la madre "vos no sos mi papá", defendiendo a su propio padre. Se producen rupturas entre la reproducción y las filiaciones. ¿Quiénes son la mamá, el papá?

Con los métodos de reproducción asistida, esto se fue complejizando más, disociando reproducción de sexualidad. Para tener un hijo, no era necesario tener relaciones sexuales. Por ejemplo, la inseminación, los vientres subrogados, entre otros. Los psicoanalistas se preguntan:
• ¿Qué pasa con las familias monoparentales?
• ¿Y con las homoparentales?
Los analistas, para no quedar atrapados en cuestiones ideológicas, tratan de ir a la lógica de cada uno de los tiempos de identificación.

Interrogamos qué es un padre y qué es una madre. ¿Es necesario seguir hablando de ellos? ¿Son funciones, operaciones? No debemos olvidar que el Edipo no es el cuento de mamá, papá y el niño, sino que Lacan le dio un estatuto y una lógica que él no abandonó, diciendo que la teoría psicoanalítica podía devenir en un delirio.

Estos temas son debatidos con discursos fuera del psicoanálisis, a veces partiendo de la idea de que el niño sea libre de elegir, considerando a un niño que ya sabe y al que hay que respetar. El psicoanálisis actual discute con teorías vitalistas, que consideran que el niño ya sabe y que es inherente a la vida que él elija y debemos respetarlo en tanto se trata de extractarlo del Otro en sus elecciones. Dentro del psicoanálisis, hay quienes rechazan la lógica del Edipo y proponen renunciar a los términos madre y padre. Plantean que el sujeto que el sujeto responde a la no relación sexual espontáneamente. Es decir, proponen cierto vitalismo.

El segundo punto de interés es la pregunta de por qué incluir a los padres en el análisis de un niño. Hay muchos analistas que trabajan sólo con los padres cuando reciben la consulta por un niño. Consideran que todo aquello que le ocurre a un niño está determinado por los padres. Mantienen una secuencia lineal donde trabajando con los padres no es necesario hacer pasar al niño. Otros analistas, intentando responder a esta perspectiva, decidieron analizar solo al niño y prescindir de la presencia de los padres, afirmando que el niño es un sujeto de pleno derecho que debe ser analizado del mismo modo que un adulto.

Ante estas alterantivas de padres si - padres no, que es una bipolaridad fundamentalista, podemos pensar que el sujeto al que se dirige el acto analítico es un efecto. No es inherente a la vida misma ni responde espontáneamente a lo real. El sujeto es un efecto y se efectúa en tiempos de lo real, de lo simbólico y de lo imaginario. cada uno de estos tiempos, que no son evolutivos, depende de operaciones que se van a jugar en la dialéctica de la relación del sujeto al Otro. Necesariamente, van a requerir redistribución de goces para poder pasar de un tiempo a otro.

En la relación al Otro, inicialmente, el niño siempre ocupa un lugar en el fantasma del Otro, fantasma donde se sostiene lo que Lacan llamó deseo de la madre. Para que la operación deseo de la madre se realice tiene que entrar una alternancia. Los tiempo del sujeto dependen de la alternancia del objeto: presencia y ausencia. La alternancia del objeto implica una complejidad enorme, porque hay que situar la alternancia de este objeto en cada uno de los tres registros: si funciona como presencia o como ausencia, en lo real, lo simbólico y lo imaginario.

En la letra de la enseñanza de Lacan, él dice que niño está hecho para aprehender algo. Lo plantea en Le nom du père, ¿pero para aprehender qué? Que el nudo se haga bien, que no hay nada más fácil que lo que falla. Nos está introduciendo al concepto de falla, donde puede haberla en el armado del nudo y en la constitución del sujeto de la estructura. Puede fallar, porque el objeto puede funcionar como un tapón en lugar de funcionar como una alternancia. Si los tiempos fallan, es porque hay operaciones necesarias que no se han realizado. De la relación entre los padres depende de que se realicen las operaciones necesarias para los tiempos del sujeto. Hay un tiempo necesario de consistencia del Otro. Las operaciones, además, son contingentes, porque pueden o no realizarse, por ejemplo la transmisión del deseo. Por supuesto, también hay algo del orden de lo imposible en estas operaciones porque siempre queda un resto de goce que arme la estructura. Cuando decimos que algo falla, no hay posibilidad de un nudo perfecto. Hay fallas y fallas y lacan diferencia falla de error en el armado del nudo. Lacan dice que no hay progreso, pero sí hay progresión de los tiempos, que se asienta en la redistribución de los goces.

Esta operación que se realiza del lado del Otro no depende de la buena voluntad de los padres, sino que depende de la donación del intervalo. El Otro puede o no donarlo, para introducir una discontinuidad en los goces, que solo funciona si el intervalo funciona a que haya respuesta del sujeto. El sujeto responde si hay ciertas operaciones necesarias que se han podido realizar.

Como operación esencial, que debe ser escuchado en las entrevistas preliminares, está cómo funcionó el deseo de los padres. Deseo de los padres no es lo que ellos quieren, el concepto de deseo tiene un peso en psicoanálisis porque solo hay deseo si hay pérdida de goce y se sostiene en el discurso, que puede leerse. El deseo de los padres tiene una lógica y no implica el deseo de tener un hijo, sino también el genitivo, planteado como el deseo de los padres en relación a otros goces de su estructura. ¿Cómo se enlaza el deseo por un hijo con otros goces de ellos como hombre o como mujer? Podemos hablar no solamente de deseo de los padres, sino del nudo de los padres, que enlaza el deseo, el amor y el goce de los padres.

¿Por qué los padres en el análisis de un niño? La dependencia real inicial que un niño tiene con el Otro por la indefención con la que nace, la dependencia de la donación de este intervalo, la dependencia real a lo que marca la erogenización de su cuerpo, en las entrevistas iniciales nos permite ubicar qué lugar tiene el niño en el nudo de los padres. Además,
• ¿Qué intervalo pueden donar para que el sujeto pueda responder?
• ¿Qué intervalo entre el niño esperado y el sujeto hallado?
• ¿Qué intervalo respecto a las demanas de goce y de los mandatos de goce que desde el fantasma imprimen al niño para que realice la presencia del objeto?

En las entrevistas preliminares con los padres se trata de delimitar los tiempos del sujeto. Para no quedarnos en un determinismo de si se trata de lo que los padres donan o permiten con su deseo, su goce y su amor anudan, es que también recibimos al niño en estas entrevistas. No se trata solo de los padres, sino de la respuesta del sujeto del niño a los padres.

En las entrevistas preliminares se espera que el analista escuche los mapas de los goces. El mapa de goces no solo considera el plano clásico de mamá-papá-hijo, sino ubicar que cada uno de los términos de estas ecuaciones anudan su deseo respecto de los otros, sino cómo pivoteen en el mapa los goces de los otros lugares que ellos ocupan. Por ejemplo,
• ¿Qué lugar tiene esa madre como mujer para el padre?
• ¿Qué lugar tiene ese padre para el goce de esa mujer?
• ¿Es ella toda madre o hay algo del no-toda que se va a producir como búsqueda de otro goce más allá de la maternidad?
• ¿Hay algo que dé lugar al goce femenino o se queda con el niño como tapón de su fantasma?

El mapa de los goces no se trata solamente de madre y padre, sino de la relación con la mujer y con el hombre y los goces que pivotean y se despliegan en este fantasma. A su vez, hay que investigar sobre la redistribución de goces que se dio en el lugar de hijos que los padres mantienen y el lugar de padres. Muchas veces, la dificultad de sostener la función que les toca cumplir es por estar tironeados desde otros goces.

Nos interesa la sexualidad de los padres. Afinemos nuestros términos: cuando hablamos de sexualidad en psicoanálisis, no hablamos de sexo. Lo que nos enseña el psicoanálisis es que sexos hay dos: femenino y masculino. Hay, aparte de la diferencia de los gebnitales, condicionamientos genéticos, metabólicos y biológicos que hacen que tengamos solo dos sexos. Pero la sexualidad para el psicoanálisis no es el sexo ni responde a esa biología de dos. La sexualidad en el ser humana corresponde a la distinción revolucionaria que Freud planteó como pulsión. En el ser humano hay un mapa de goces diferente a lo que le traza el instinto. Para el ser humano no hay ninguna elección de objeto ni goce trazado por la naturaleza. El instinto tiene un objeto y un fin predeterminado que hace que los animales no se desorienten ni se pregunten, Ya está trazado y así nacen, se reproducen y se mueren.

La sexualidad para el ser humano comienza con la marca del Otro en el cuerpo del sujeto. Lo que Freud llamó trieb (pulsión), fue formalizado por Lcan con una lógica que incluye los matemas que nombran la demanda.
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La sexualidad comienza con la demanda del otro con el cuerpo del infans. Esa demanda, de ninguna manera es del orden de la naturalidad, sino que va a trazar zonas erógenas que modifican radicalmente el trazado natural, hasta de los órganos internos. Vamos a pasar a gozar de elementos variables que no están trazados y que van a proceder por soldadura, produciendo fixierung, fijaciones de goce en el cuerpo, con la impronta de la demanda del Otro, que luego se va a manifestar de un modo automático e invertido. Ya no diremos "Mamá quiere que coma", sino "Tengo hambre". Así como se erogeniza la boca, cada borde de los orificios del cuerpo van a estar marcados para el goce con una demanda, sea el anal, el escópico, el invocante y los genitales, que puede donar o no un intervalo. Es contingente que el Otro done un intervalopara que el sujeto pueda responder a la demanda del Otro, armando la estructura de sostén de sujeto deseante.

El que dice que elige es muy poco libre, porque la sexualidad está marcada por la demanda y los mandatos del Otro respecto a cómo se debe gozar. Son de procedencia psíquica distinta y tienen una lógica diferente si se recibe como demanda o como mandato, porque en el mandato se juega un ideal de goce de cómo se debe gozar fijo e inamovible, respondiendo más a la estructura del superyó. La demanda, en términos de Freud, corresponde al ello. Cuando decimos sexualidad en el ser humano, no hablamos de su identidad sexual, sino de las fijaciones de goce para cada uno de los orificios del cuerpo que el Otro imprime sobre el cuerpo del niño, pero que también lo habita. Cuando hablamos de la sexualidad de los padres hablamos de sus goces pulsionales, de los orificios y los goces en el cuerpo de ellos y cómo se redistribuyen o se fijan en el cuerpo del niño. Hay situaciones donde en lugar de la distribución de goce marcadas por la incompletud (castración), queda como fijación de goces pulsionales de los padres en el cuerpo del niño.

No es lo mismo la sexualidad que la sexuación. La respuesta del sujeto a la sexualidad es la sexuación. Sexualidad son estos mapas de goces ligados más a lo pulsional, a la fijación y a las variables de goce del objeto. La sexuación, como respuesta a la sexualidad, no implica la identidad sexual de los padres. No es algo que se reduzca a si son familias homoparentales, heteroparentales. La sexuación es un concepto ligado a lo discursivo, no a lo que alguien diga si es hombre o mujer. La sexualidad de los padres no coincide con lo que la cultura llama identidad sexual, sino el modo en que los goces del cuerpo se enlazan al deseo y al amor. Estos goces se pueden engarzar a la castración o permanecer sin límites para cada uno de los tres. El analista tiene que escuchar esto: amores sin límites, deseos locos, goces sin freno. No es lo mismo deseo de la madre que la pasión por tener un hijo y veremos si en cada uno de los tres se juega la alternancia.

Estos goces, ligados a la pulsión o a los mandatos superyoicos, son lo que el analista ha de escuchar en las entrevistas preliminares, para poder diferenciar cuándo el niño funciona como un objeto tapón, llamado a realizar la presencia del objeto y deteniendo los tiempos, o cuando ha habido una progresión de los tiempos y luego se produce una regresión sintomática. Cuando lacan plantea que el síntoma del niño está en posición de responder a la verdad de la pareja familiar, está condensando en esa frase muchas de estas cuestiones. El síntoma es una respuesta, que no es lo mismo que realizar la presencia en el fantasma materno. El síntoma implica una diferencia, una no identidad entre el niño y el sujeto. Decir que el síntoma es respuesta a la verdad familiar habla de lo que pasa en esa pareja, en los goces que allíestán anudados o no a el cuerpo del niño o a otro cuerpo. Es por esto que es necesario considerar la sexualidad de los padres en el análisis de un niño. A partir de ese mapa podremos encontrar los puntos de fijación que impiden la respuesta ante el sujeto.

Pregunta: ¿Qué es donar el intervalo?
A.F.: Es donar una falta sobre el cuerpo del niño, que la demanda tenga un fort-da, una presencia-ausencia. Por ejemplo, si la mamá le da el pecho al bebé y no le quita la teta de la boca, no permite que haya una primera respuesta del niño. El niño saca la boca, la vuelve a poner... Es ese entrar y salir.

Pregunta: ¿Qué es la redistribución del goce?
A.F.: Un goce se pierde y aparece una falta. La falta de goce causa el deseo. Es la posibilidad de acceder a nuevos goces, que tiene la condición de perder un goce. Alguien que come todo el tiempo, por ejemplo, no puede hablar ni cantar por tener la boca llena.

Pregunta: ¿Qué es la doble función del objeto?
AF.: Lacan dice que el objeto a fue su único invento. Él habla del objeto como causa de deseo y habla del objeto como plus de gozar. En el primer caso el objeto falta y por eso causa el deseo. En el segundo caso, el objeto funciona como paquetito de goce, que puede taponar el deseo. De estas 2 posisbilidades de presenctación del objeto, se puede engarzar el nudo en el centro... Ahora, Lacan no dice si funciona como presencia o como ausencia y yo traté de pensar cómo era la función de una manera y otra en cada uno de los registros para ver qué efectos tiene. Esto me llevó a plantear que cuando el objeto alterna entre presencia y ausencia, plus de goce y falta, se produce tiempos en el nudo: tiempos de lo real, pasar de un goce al otro, tiempos en la constitución del cuerpo en lo imaginario. Por ejemplo, una coagulación del objeto mirada sobre el cuerpo puede coagular el cuerpo en su crecimiento. Cuando el objeto va y viene, los tiempos se redistribuyen. En lo simbólico es más claro, porque el niño pasa a la palabra, luego a la articulación en el discurso.

Fuente: Notas de la conferencia de Alba Flesler, el 21  abril de 2020 - Centro Dos

martes, 10 de septiembre de 2019

¿Qué es la maternidad subrogada?

La maternidad subrogada se ha convertido en una opción aceptada por parejas que tienen problemas de fertilidad y desean ser padres/madres. Hasta el momento, la maternidad subrogada no ha sido legalizada en Argentina, pero la cantidad de familias que han utilizdo este método ha ido en aumento en los últimos años. Las indicaciones para este tipo de tratamiento pueden incluir:

· Mujeres que no tienen útero debido a ausencia congénita o extirpación quirúrgica.
· Mujeres que han tenido abortos espontáneos a repetición y para quienes la posibilidad de gestar un embarazo a termino es remoto. En este grupo, se puede también considerar a mujeres que no han logrado embarazarse después de varios intentos fallidos de Fertilización In-Vitro.
· Mujeres con ciertas condiciones medicas a las cuales el embarazo representa un riesgo que amenaza la vida, pero que de otra forma tienen buenas perspectivas de salud a largo plazo.
· Mujeres con una historia obstétrica complicada ( Hipertensión, Diabetes, Parto Prematuro)
· Hombres que desean lograr descendencia biológica, con una donante de óvulos.


Existen dos tipos distintos de gestación subrogada: la progenitora subrogada gestacional (vientre de alquiler) provee el útero pero no los óvulos para la reproducción, y la progenitora subrogada tradicional provee los óvulos y el útero (subrogación verdadera o tradicional).


Existen muchas cuestiones que se deben considerar antes de seleccionar una subrogada incluyendo:
  • Credenciales y papel desempeñado por cada miembro del equipo. Ej: los médicos.
  • Criterios de selección de la madre subrogada, como encontrar la candidata ideal?
  • ¿Qué tipo de pruebas se realizan?
  • ¿Cómo se hace la atención prenatal? ¿Podemos estar presentes durante las ecografías? ¿y el parto?
  • ¿Qué servicios de asesoramiento son provistos para la pareja y la subrogada antes, durante, y después del embarazo? ¿Cuándo nos entregaran a nuestro bebé?
  • ¿Qué servicios legales se ofrecen? ¿Cuánto cobra un abogado experto en este tema?
Costos: En este momento el rango del costo para contratar una subrogada gestacional es de aproximadamente U$ 60.000 a U$ 140.000. Una paciente que obtiene una madre sustituta a través de una agencia se estima gastará entre U$ 80.000 - U$ 90.000. Los mayores costos se dan en estados como California, llegando a los U$ 140.000

Durante la selección de la subrogada se debe considerar lo siguiente:
 El historial médico, obstétrico, y genético
 Las características físicas y tipo de sangre
 Personalidad, motivación y características psicológicas
 Historia social
 Estado económico.

Próximamente iremos desarrollando con más profundidad cada uno de estos temas.