Mostrando las entradas con la etiqueta existencialismo. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta existencialismo. Mostrar todas las entradas

viernes, 1 de noviembre de 2024

¿Qué es "la nausea" en Sartre?

 La náusea en la obra de Jean-Paul Sartre, especialmente en su novela La Náusea (1938), representa una sensación existencial de angustia y desasosiego profundo. Este concepto no se refiere a una náusea física, sino a un sentimiento de repulsión y vacío que el protagonista, Antoine Roquentin, experimenta al confrontarse con la existencia misma.

A lo largo de la novela, Roquentin experimenta momentos de conciencia intensa en los que se da cuenta de que los objetos, las personas y él mismo existen sin propósito o razón esencial. La "náusea" se desencadena cuando percibe esta "contingencia" de la existencia: todo, incluido él mismo, existe de forma gratuita, sin una esencia o propósito inherente, y esto le genera una sensación de asco, incomodidad e incluso terror.

Antoine Roquentin, el protagonista de La Náusea, describe su sensación de asco existencial de manera profundamente visual y visceral. Se da cuenta de esta náusea cuando empieza a percibir la "contingencia" de los objetos y de sí mismo: todo existe sin justificación, de una forma bruta y absurda, y esta comprensión lo abruma y lo incomoda.

Uno de los momentos más emblemáticos ocurre cuando observa la raíz de un árbol en un parque. Al mirarla, siente que el árbol y su raíz son "demasiado" presentes, absurdamente reales y ajenos. En lugar de percibir el árbol como una entidad familiar y cotidiana, se encuentra confrontado con su existencia desnuda y sin propósito. La raíz, tal y como él la describe, parece viscosa y extraña, lo que le produce una fuerte repulsión, llevándolo a decir que le falta el "derecho de existir". Este sentimiento de "sobrante" lo consume y le genera asco no solo hacia el árbol, sino hacia todo lo que existe, incluida su propia persona.

Roquentin usa palabras como "pegajoso" y "mole" para describir lo que siente ante la realidad; los objetos se le presentan como absurdos, pesados, innecesarios, y él mismo se percibe como una entidad innecesaria en el mundo. Es una manera poética y filosófica de retratar el vacío existencial y la angustia de una vida sin propósito.

Esta náusea es el resultado de la filosofía existencialista de Sartre, que enfatiza que la existencia precede a la esencia. En otras palabras, los seres humanos primero existen y solo después se definen a sí mismos a través de sus acciones. Este vacío de significado previo es lo que produce la náusea existencial.

La situación de náusea existencial que Roquentin experimenta en La Náusea no tiene una "resolución" en el sentido convencional, ya que Sartre no busca ofrecer una salida fácil al vacío que describe. Sin embargo, hacia el final de la novela, Roquentin llega a una especie de comprensión o aceptación sobre su existencia y la naturaleza absurda de la vida.

Este cambio comienza cuando Roquentin contempla la creación artística como una vía posible para dar sentido a su vida. Reflexiona sobre la posibilidad de escribir un libro, de crear algo que logre trascender lo absurdo de la existencia. Si bien esto no elimina la contingencia ni el vacío de la vida, le da una dirección y una razón para actuar. La creación artística se convierte en una forma de afirmación, en la cual Roquentin encuentra un tipo de libertad y de autoafirmación: si la vida no tiene un propósito intrínseco, entonces él mismo puede crear su propio sentido.

Esta resolución, por lo tanto, es una aceptación consciente de la libertad que implica el vacío existencial. Roquentin decide no escapar de la náusea, sino mirarla de frente y, a partir de esa libertad radical, construir su propio propósito. Sartre plantea así una idea esencial del existencialismo: aunque la vida carezca de un sentido inherente, cada persona es libre de crear y darle un significado propio a través de sus decisiones y acciones.

sábado, 31 de agosto de 2024

El "enuí" o "ennui": ¿Qué es?

 El "enuí" o "ennui" es una palabra de origen francés que se refiere a un estado de aburrimiento profundo y tedio, caracterizado por una falta de interés o entusiasmo en la vida o en las actividades cotidianas. Este sentimiento va más allá del simple aburrimiento; es una especie de cansancio emocional o mental que puede estar relacionado con una falta de propósito o satisfacción en la vida.

Ennui en la película "Intensamente 2"

El ennui a menudo se asocia con una sensación de vacío y la idea de que nada es lo suficientemente interesante o significativo como para mantener la atención o el entusiasmo. Es una experiencia que puede surgir de la monotonía, la rutina o la falta de estímulos que generen pasión o alegría.

El ennui en la bibliografía

El concepto de "enuí" o "ennui" ha sido abordado por varios autores a lo largo de la historia, especialmente en la literatura y la filosofía, quienes han explorado este sentimiento de vacío y tedio existencial. Aquí te menciono algunos de los más destacados y sus aportes:

1. Charles Baudelaire

  • Obra: Las flores del mal (1857)
  • Aporte: Baudelaire, un poeta francés del siglo XIX, es conocido por su exploración de la decadencia y la melancolía en la sociedad moderna. En Las flores del mal, el ennui es un tema recurrente, donde lo describe como un estado de aburrimiento profundo y malestar espiritual. Para Baudelaire, el ennui es una especie de mal de la civilización moderna, un vacío existencial que surge de la falta de sentido en la vida cotidiana.

2. Jean-Paul Sartre

  • Obra: La náusea (1938)
  • Aporte: Sartre, un filósofo existencialista francés, aborda el tema del ennui en su novela La náusea. El protagonista, Antoine Roquentin, experimenta un profundo desasosiego y aburrimiento que lo lleva a una crisis existencial. Sartre utiliza el ennui para explorar la idea de la existencia absurda y la búsqueda de significado en un mundo carente de propósito intrínseco.

3. Fiódor Dostoyevski

  • Obra: Memorias del subsuelo (1864)
  • Aporte: En esta novela, el protagonista es un hombre amargado y aislado que experimenta una profunda insatisfacción con la vida. Dostoyevski explora el ennui como una condición humana inevitable que surge de la autoconciencia y la incapacidad de encontrar satisfacción duradera en los placeres mundanos. El ennui aquí es un síntoma de la lucha interna entre el deseo de ser y el absurdo de la existencia.

4. Albert Camus

  • Obra: El mito de Sísifo (1942)
  • Aporte: Camus, otro filósofo existencialista francés, aborda el sentimiento de ennui en su ensayo El mito de Sísifo, donde introduce el concepto del absurdo. Según Camus, el ennui es una manifestación del absurdo, una respuesta al reconocimiento de la falta de sentido inherente en la vida. Para enfrentarlo, Camus sugiere la aceptación del absurdo y la creación de significado a través de la rebelión personal y la afirmación de la vida.

5. Gustave Flaubert

  • Obra: Madame Bovary (1857)
  • Aporte: Flaubert retrata a Emma Bovary como una mujer atrapada en un matrimonio aburrido y en una vida provincial, llena de un profundo ennui. Ella busca escapar de este sentimiento a través de aventuras amorosas y lujos, pero nunca logra encontrar satisfacción. Flaubert muestra cómo el ennui puede llevar a la insatisfacción crónica y a decisiones autodestructivas.

6. Arthur Schopenhauer

  • Obra: El mundo como voluntad y representación (1818)
  • Aporte: El filósofo alemán Schopenhauer relaciona el ennui con su visión pesimista de la vida. Según él, el ennui es una consecuencia inevitable de la condición humana, donde el deseo y la voluntad perpetuos conducen al sufrimiento. Cuando los deseos se cumplen, surge el ennui, ya que la satisfacción nunca es duradera. Schopenhauer ve el ennui como una prueba de la vacuidad de la existencia humana.

7. Søren Kierkegaard

  • Obra: O lo uno o lo otro (1843)
  • Aporte: Kierkegaard, un filósofo existencialista danés, describe el ennui en el contexto de la desesperación y la alienación. En O lo uno o lo otro, explora la idea de que el ennui surge de la falta de autenticidad y la incapacidad de tomar decisiones significativas. Para Kierkegaard, el ennui es un síntoma de una vida vivida sin propósito o pasión, y su superación requiere un compromiso profundo con la propia existencia.

Estos autores, cada uno a su manera, han explorado cómo el ennui puede surgir de la falta de significado en la vida moderna, la búsqueda de propósito y la confrontación con la propia existencia. A través de sus obras, ofrecen perspectivas profundas sobre la condición humana y los desafíos de encontrar sentido en un mundo a menudo percibido como vacío y sin rumbo.

viernes, 16 de agosto de 2024

¿Qué nos enseña el Mito de Sísifo sobre el Absurdo de la Existencia ?

Descubre la reflexión de Albert Camus que desafía nuestra percepción de la vida.

En el corazón de la filosofía existencialista se encuentra una imagen poderosa y desalentadora: la del rey Sísifo, condenado a empujar una roca inmensa cuesta arriba, solo para verla rodar de nuevo hacia abajo, repitiendo esta tarea inútil por toda la eternidad.
Este mito, extraído de la mitología griega y revitalizado por el filósofo francés Albert Camus en su ensayo "El Mito de Sísifo", se ha convertido en un símbolo duradero de la lucha humana contra la futilidad y el absurdo de la existencia.
En la mitología griega, Sísifo era un rey astuto y desafiante que engañó a los dioses en varias ocasiones. Su astucia y arrogancia finalmente le valieron un castigo eterno impuesto por Zeus: debía empujar una roca gigante hasta la cima de una colina, solo para que la roca rodara de nuevo hacia abajo, forzándolo a comenzar de nuevo, en un ciclo interminable de esfuerzo y fracaso.
Albert Camus retoma este mito en su ensayo para explorar la condición humana en un mundo desprovisto de sentido inherente. Para Camus, la lucha de Sísifo representa la vida humana: una serie interminable de tareas repetitivas y aparentemente sin propósito, en un universo indiferente. Sin embargo, en lugar de sucumbir al nihilismo, Camus encuentra en esta imagen una oportunidad para la rebelión y la afirmación de la vida.
Según Camus, la vida misma es absurda, marcada por una desconexión fundamental entre nuestras expectativas de significado y la indiferencia del cosmos. Pero en lugar de desesperarse ante este absurdo, Camus sugiere que debemos abrazarlo y encontrar nuestra propia forma de darle sentido a nuestras vidas. Aquí radica la verdadera fuerza de Sísifo: aunque su tarea es inútil, Sísifo sigue empujando la roca. En este acto de resistencia, Camus ve un modelo para la existencia humana.
"Hay que imaginar a Sísifo feliz", concluye Camus. Esta afirmación, aunque paradójica, encapsula la esencia del pensamiento del filósofo.
La felicidad de Sísifo no proviene de la esperanza de éxito en su tarea, sino de la aceptación plena de su destino y la dedicación a su esfuerzo a pesar de la futilidad. Es en esta rebelión consciente contra el absurdo donde Sísifo encuentra su libertad y su significado.
El Mito de Sísifo nos desafía a reflexionar sobre nuestras propias vidas. ¿Cómo enfrentamos la repetición y la aparente falta de propósito en nuestras existencias? Camus nos invita a no buscar respuestas definitivas, sino a encontrar valor y alegría en el acto de vivir, en el esfuerzo continuo y en la aceptación de nuestra condición humana.
Así, el mito se convierte en una alegoría moderna para la lucha cotidiana de cada individuo. Nos recuerda que, aunque la vida puede parecer una serie interminable de subidas y bajadas, nuestra actitud hacia esa lucha puede transformar nuestra percepción de la realidad. Al igual que Sísifo, podemos encontrar en el esfuerzo mismo una fuente de significado y satisfacción.
En última instancia, la historia de Sísifo y la interpretación de Camus nos ofrecen una perspectiva profundamente humana sobre la existencia: aceptar el absurdo, resistir la desesperación y encontrar en nuestra propia lucha la esencia de lo que significa vivir.

martes, 10 de marzo de 2020

Las cuatros preocupaciones supremas de la humanidad.


En esta oportunidad, indagaremos en las cuatro preocupaciones existenciales supremas, descritas por Irvin Yalom. La psicoterapia existencial
es una aproximación dinámica a la terapia que se centra en las preocupaciones que están enraizadas en la existencia del individuo. La psicoterapia existencial es una psicoterapia dinámica por que lo dinámico se define como que evoca energía y movimiento, fuerza. Esta basada en una visión radicalmente diferente de las fuerzas, motivos y temores específicos que interactúan en el individuo. 

El paciente alberga un conjunto enormemente complejo de preocupaciones: las preocupaciones primarias están profundamente sepultadas, recubiertos de una capa tras otra de represión, rechazo, desplazamiento y simbolización. El investigador clínico debe vérselas con una imagen clínica de muchos cabos. Para identificar los conflictos primarios, uno debe utilizar muchas vías de acceso.

La posición existencial pone de relieve un conflicto que fluye de la confrontación del individuo con los datos de la existencia, se quiere decir ciertas preocupaciones supremas.

Las preocupaciones supremas son inherentes a todos los seres humanos, por ello, en función de cómo se relacionan las personas con estas preocupaciones, se desprende el concepto de salud y enfermedad: la confrontación del individuo con cada una de estas preocupaciones constituyen el contenido del conflicto dinámico existencial.

1) Muerte.
Es la más obvia de las preocupaciones supremas, existimos ahora pero un día dejaremos de existir, la muerte vendrá y no hay escape para ello. / El conflicto existencial central lo constituye una tensión entre tener conciencia de lo inevitable de la muerte y el deseo de continuar existiendo.

Por ejemplo: cirugías, tratamientos anti age, negar el paso del tiempo. Algunas personas no es que tienen miedo a morir, sino que quieren seguir viviendo más tiempo.

2) Libertad. 
La libertad se refiere a la ausencia de estructura externa. El ser humano no entra ni sale de un universo bien estructurado, el individuo es meramente responsable de su propio mundo y del diseño de su vida, de las elecciones y de las acciones / el conflicto existencial esta en el choque de nuestra confrontación con el vacío que hay bajo nuestros pies y nuestro deseo de un terreno firme y estructurado.

Por ejemplo: la angustia es por el futuro incierto, una separación, el nido vacío, dilema, decisión vocacional, etc.

3) Aislamiento existencial.
No se trata del aislamiento interpersonal ni intrapersonal, sino un aislamiento fundamental, de criaturas con el mundo, que anula todas las demás formas de aislamiento. El conflicto existencial es así la tensión entre la conciencia que tenemos de nuestro absoluto aislamiento y nuestro deseo de contacto, de protección. Nuestro deseo de formar parte de una totalidad más grande.

Por ejemplo: es diferente a la soledad neurótica (miedo al abandono, fobias, duelos, timidez, miedo a quedarse solo), específicamente son: pertenecer a sectas, miedo al compromiso y relaciones simbióticas.

4) Sin Sentido de la vida. 
Esta preocupación está relacionada con la problemática de la libertad. No hay diseño pre ordenado para nosotros, entonces todos nosotros debemos construir nuestros propios significados, / el conflicto dinámico existencial surge del dilema que surge a partir de la conciencia de saber que el mundo por si mismo no tiene significado y la necesidad de que exista un sentido y buscarlo.
Por ejemplo: ideología política o religiosa.

Estas fuentes existenciales del terror también, resultan familiares porque constituyen la experiencia del terapeuta, como todo hombre. Ellas forman parte de la condición humana. Cada hombre experimenta la tensión de la condición humana de un modo altamente individualizado.

Todos los seres humanos nos encontramos ante estos dilemas, pero algunos son incapaces de afrontarlos. Un terapeuta puede escoger no atender las máximas preocupaciones existenciales, precisamente porque son experiencias universales, y por lo tanto no puede resultar nada constructivo del hecho de explorarlas.

Otros terapeutas, no afrontan estos temas, porque además de ser universales, son temas terribles de afrontar, después e todo los pacientes neuróticos ya tiene de que preocuparse, por lo tanto los terapeutas creen mejor ignorar estos temas existenciales.

La posición existencial considera a la persona como una conciencia que participa en la construcción de la realidad y no la percibe desde lo exterior, sino que la construye. Otro método adecuado de comprensión del mundo interior de otro individuo es el fenomenológico, para ir directamente a los fenómenos mismos. Todo buen terapeuta trata de relacionarse con el paciente de esta manera, esto es lo que se quiere decir con empatía, el escuchar genuino, aceptación no critica o una actitud de ingenuidad indisciplinada. Los terapeutas existenciales siempre han pedido con insistencia que el terapeuta intente comprender el mundo privado del paciente, más que centrarse en el modo en el que el paciente se ha desviado de las normas.