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jueves, 21 de agosto de 2025

El diagnóstico de estructura ¿Etiqueta u orienta la cura?

1) El diagnóstico de estructura se construye escuchando los decires del paciente

Lejos de hacer un listado de “signos patológicos” de tal o cual trastorno, desde el psicoanálisis se entiende que sólo el sujeto puede decir lo que no marcha para él, lo que lo detiene en el sufrimiento (aunque ignore la causa).

2) El diagnóstico de estructura define el tipo de intervenciones del analista

. La estructura neurótica está representada por las formaciones del inconsciente (inhibición, síntoma y angustia), siendo la intervención tipo la interpretación.

. La estructura psicótica se manifiesta por un simbólico desanudado. Las construcciones son las que promueven mayormente el anudamiento de esa subjetividad.

3) Tomar al diagnóstico como una deducción en suspenso

Como analistas debemos estar abiertos y atentos a lo novedoso que pueda surgir en las entrevistas preliminares, de acuerdo al despliegue de su palabra y de nuestras propias intervenciones

¿Cómo distinguir entre neurosis y psicosis?

Realizar un diagnóstico de estructura en psicoanálisis puede ser una tarea compleja. Por eso te compartimos algunos conocimientos a tener en cuenta sobre la distinción entre neurosis y psicosis.

Distinción entre neurosis y psicosis

. El mecanismo psíquico constitutivo de la neurosis es: la represión (Verdrángung)

. El mecanismo psíquico constitutivo de la psicosis es: el rechazo/forclusión (Verwerfung)

Neurosis:

¿Qué es la represión?
Es el mecanismo psíquico de la estructura neurótica. Actúa apartando al sujeto de una representación inconciliable, que es discordante con su yo. El afecto no se reprime, hallando una satisfacción sustitutiva en el síntoma (retorno de lo reprimido).

Indicadores clínicos de la represión (neurosis):
En la estructura neurótica, cuando se produce la represión de una moción pulsional inaceptable para el yo, el sujeto neurótico se refugia en satisfacer dicha pulsión a través de su fantasía, su fantasma. Dicho fantasma conserva la realidad de forma distorsionada y sustitutiva.

El sujeto neurótico en tratamiento:
. Puede historizar y metaforizar su presente
. Puede otorgar un saber al analista
. Puede hacer uso de palabras corrientes y compartidas

Psicosis:

¿Qué es el rechazo/forclusión?
Es el mecanismo psíquico de la estructura psicótica. Consiste en un rechazo del significante de la ley (Nombre del Padre) a nivel del registro de lo simbólico (inconsciente). Dicho significante retorna, entonces, desde el registro de lo real.

Indicadores clínicos del rechazo/forclusión (psicosis):
En la estructura psicótica, como consecuencia del rechazo del significante primordial (de la ley), se pierde contacto con la realidad y se intenta sustituirla a través de delirios y/o alucinaciones.

El sujeto psicótico en tratamiento:
- Manifestará perturbaciones en el lenguaje
- No podrá formular ni comprender metáforas
- Presentará un déficit en el control de las pulsiones
- Expresará afirmaciones fundadas en certezas, sin registro de la duda


sábado, 14 de junio de 2025

Psicosis, Locuras y Desestabilizaciones

 7 Notas para la Práctica

1. ¿Por qué resulta imprescindible e indispensable realizar un Diagnóstico Diferencial de Estructura?

Realizar un diagnóstico diferencial de estructura en psicoanálisis resulta un qué-hacer de enorme responsabilidad clínica porque esta diferenciación es -nada más ni nada menos- la que orienta las intervenciones del analista. Esta labor es compleja porque implica, por parte del analista, una escucha y una lectura de gran precisión y agudeza. 

Desde esta perspectiva afirmamos que es un proceso en donde debemos evitar los apresuramientos y así, siguiendo las enseñanzas del maestro S. Freud decimos: “El analista no debe con sus intervenciones ir a la carrera”.


2. ¿Cuáles son los Ejes principales que nos permiten distinguir entre Neurosis, Psicosis y Locuras?
  • Los Mecanismos Psíquicos Diferenciales
- El mecanismo psíquico constitutivo de la Neurosis es la Represión (Verdrángung)
- El mecanismo psíquico constitutivo de la Psicosis es el Rechazo/Forclusión (Verwerfung)
- El mecanismo psíquico constitutivo de las Locuras es el mismo que en la Neurosis -la Represión-. Pero en las Locuras lo que se pone en juego es un duelo insoportable porque lo que se ha perdido es tan importante que al sujeto le resulta imposible de tramitar.

3. a) Estructura Psicótica
El Rechazo/Forclusión (Verwerfung) ¿De qué se trata? 


La Forclusión es el mecanismo psíquico que opera en la estructura psicótica. Consiste en el rechazo del significante de la ley (Nombre del Padre) a nivel Inconsciente (Registro de lo Simbólico). Dicho significante retorna, entonces, desde el Registro de lo Real (Delirios y/o Alucinaciones). 

4. Los delirios y las alucinaciones en la Psicosis ¿Cuál es su función?

El delirio y/o alucinación tiene como función, al decir de J. Lacan, “Un esfuerzo de curación” frente a una desestabilización producida en el sujeto cuya estructura es psicótica. 
La desestabilización ocurre cuando dicho sujeto se ve confrontado a responder con el significante del Nombre del Padre que se haya forcluido de su estructura psíquica. 

El delirio es el invento, la creación, de una nueva realidad que le permite al sujeto poder sostenerse en el vacío simbólico, acontecido por la Forclusión del significante del Nombre del Padre.

5. b) Locuras
El duelo insoportable imposible de tramitar 


Sigmund Freud realiza un gran descubrimiento clínico: la Neurosis también puede enloquecer (entrar en locura).
Sin embargo, entre estas Locuras Neuróticas y la Psicosis hallamos una gran distinción clínica: las locuras, a diferencia de la psicosis, consisten en una desestructuración global y transitoria de la vida psíquica, sin que el sujeto haya sufrido la ausencia de Inscripción (Forclusión) del significante del Nombre del Padre.

6. ¿Cuál es la Causa que origina la Locura en una Estructura Neurótica?
 
La Causa que origina la Locura en la Neurosis es accidental, esto quiere decir que no obedece a un orden estructural fallido como en el caso de la psicosis. Frente a un acontecimiento traumático de enorme magnitud y dolor extremo (como por ejemplo la muerte de un hijo) pueden fracasar los mecanismos neuróticos habituales (como la represión y la formación de síntomas) produciéndose así en el sujeto una caída catastrófica de su subjetividad por no poder tramitar la pérdida.  

El sujeto neurótico que "enloquece" de manera transitoria puede, por ejemplo, delirar y/o alucinar (acunar al hijo muerto). 

7. c) Desestabilizaciones
Diferencias Clínicas Fundamentales


Un cuadro de Desestabilización puede ocurrir tanto en la Neurosis como en la Psicosis. Este es el motivo por el cuál reiteramos que resulta imprescindible realizar una precisa Diferenciación Diagnóstica para orientar nuestras Intervenciones: 

- Si la desestabilización se produce en un sujeto psicótico (delirio y/o alucinación) hay, al decir de J. Lacan, “un tratamiento posible”, pero lo que siempre tendremos que considerar para orientarnos en nuestras Intervenciones es que la estructura psíquica de dicho sujeto carece de la Inscripción del Significante Fundamental (Nombre del Padre, el significante de la Ley). 

- Si la desestabilización se produce en un sujeto neurótico (caída catastrófica de la subjetividad) es a causa de un acontecimiento traumático inmenso que el aparato psíquico no puede procesar con sus mecanismos habituales (represión y formación de síntomas). Por este motivo el sujeto puede presentar “fenómenos locos”: confusiones, desorganizaciones y hasta delirios y/o alucinaciones. Sin embargo, orientaremos nuestras Intervenciones teniendo en cuenta que el sujeto posee la Inscripción del Significante del Nombre del Padre.

miércoles, 13 de noviembre de 2024

Ni neurosis, ni psicosis

Existen casos clínicos donde resulta difícil categorizar a los pacientes como psicóticos o neuróticos. Son personas a las que las interpretaciones clásicas de Freud parecen no afectar, y suelen expresar frases como "Mi psicólogo dijo..." sin mostrar implicación subjetiva. Tradicionalmente, orientamos el diagnóstico en función de la eficacia o la forclusión del Nombre del Padre. Sin embargo, hoy en día, observamos una ruptura con los antiguos paradigmas sociales, como el matrimonio, la familia convencional o el empleo de por vida.

Desde una perspectiva clínica, cuando un analista encuentra dificultades para comprender el relato de un paciente durante varias sesiones, tanto en su narrativa como en sus fantasías, es posible que esté ante una psicosis. Los pacientes neuróticos generalmente acuden a consulta para quejarse de algo o de alguien específico. En contraste, otros pacientes suelen ser enviados por familiares o personas cercanas, y aunque pueden parecer compensados, se percibe algo extraño en ellos.

El uso de psicofármacos ha dado lugar a manifestaciones más moderadas de psicosis, incluyendo casos de psicosis no desencadenadas. Jacques-Alain Miller ha propuesto el concepto de "psicosis ordinarias" para referirse a estas formas menos evidentes. Por su parte, el DSM agrupa estas manifestaciones bajo el término de "trastornos de la personalidad", clasificados en tres categorías: A, B y C.

Los trastornos del grupo A se consideran psicosis que no se descompensan completamente. Este grupo se caracteriza por rasgos como fragilidad psíquica, egosintonía (aceptación de los propios síntomas como normales), patrones de comportamiento repetitivos e inflexibilidad. Se trata de pacientes que suelen ser percibidos como "extraños" o "excéntricos" y que rara vez buscan ayuda por iniciativa propia; generalmente, son llevados a consulta por otros. Dentro de esta categoría, el DSM incluye:

  • Trastorno paranoide de la personalidad: sujetos desconfiados y suspicaces.
  • Trastorno esquizoide de la personalidad: personas que tienden a aislarse, sin necesidad de relaciones sociales.
  • Trastorno esquizotípico de la personalidad: individuos que presentan fenómenos limítrofes, similares a los observados en descompensaciones psicóticas.

Tanto las psicosis no desencadenadas como los trastornos del grupo A del DSM comparten cuatro características distintivas, que marcan una diferencia frente a los cuadros clínicos más clásicos y requieren una comprensión clínica ajustada a estas nuevas configuraciones subjetivas.

ERRANCIA

En estos casos, no se encuentra el Nombre del Padre, ese vector fundamental que organiza la existencia del sujeto como resultado de la operación edípica. En su lugar, los pacientes parecen atrapados en un modelo repetitivo de comportamiento que repiten sin ser conscientes de ello, lo que les genera sufrimiento. En lugar de contar con un significante que los nombre y dé sentido a su experiencia, presentan múltiples identificaciones que funcionan como un "como si". Sin embargo, al intentar profundizar en estas identificaciones, se revelan como cáscaras vacías, sin contenido significativo real.

POBREZA SINTOMÁTICA

Estos sujetos no presentan grandes dilemas ni conflictos internos visibles, salvo en episodios donde pueden mostrar rasgos paranoides. Los problemas no los perciben ellos mismos, sino más bien quienes los rodean. Son personas que no se cuestionan ni plantean preguntas profundas sobre su experiencia; no tienen síntomas que les generen malestar psíquico evidente y se presentan más bien como sujetos simples.

PERPLEJIDAD

La perplejidad es una característica distintiva en las psicosis, junto con la certeza. Maleval destaca que, en el delirio, existe una lógica: ante la perplejidad por el goce del Otro, el sujeto intenta localizar un perseguidor. En los paranoicos, esta figura persecutoria se consolida, pero en los esquizofrénicos no alcanza a estructurarse del mismo modo. En esta perplejidad, algo se rompe en la experiencia del sujeto: surge una pregunta que lo interpela, pero, en lugar de generar una crisis de sentido, aparece una especie de incapacidad para procesar esa pregunta, lo que se traduce en mutismo o en un vacío en el relato de su experiencia.

FALLAS EN EL GOCE

Estos pacientes experimentan pequeños desajustes o desenganches en su relación con el goce. Sin embargo, logran encontrar diferentes maneras de reanudar esos desajustes: a través del trabajo, en una relación amorosa o mediante algún tratamiento. Estas estrategias permiten que el sujeto mantenga cierto equilibrio, evitando una descompensación más evidente.

CONSIDERACIONES CLÍNICAS

Estas cuatro características permiten identificar casos que no encajan claramente ni en la neurosis ni en la psicosis. En psiquiatría, este tipo de pacientes suele ser clasificado dentro de los trastornos de personalidad, particularmente en el grupo B, donde encontramos los trastornos límite de la personalidad. Este tipo de presentaciones es cada vez más común en la clínica contemporánea, lo que exige a los analistas estar atentos y ser capaces de trabajar con los nuevos significantes y modalidades de sufrimiento propios de la época actual.

Fuente: Notas de la conferencia "Ni neurosis, ni psicosis" (Jorge Bafico). 9/11/24, I Congreso y XII Jornadas - Ansiedad y Angustia de la Institución Fernando Ulloa. 

viernes, 20 de septiembre de 2024

¿Cómo orientarnos en el Diagnóstico de Estructura?

LA ESTRUCTURA NEURÓTICA

Operaciones clínicas. El mecanismo psíquico constitutivo de la neurosis es la Represión de representaciones -enlazadas a pulsiones incestuosas intolerables para el yo-.

Las Representaciones incestuosas del Ello son apartadas de la consciencia (vía la Represión). El afecto se disocia, no se reprime y encuentra una satisfacción sustitutiva en el Síntoma. La “satisfacción” sustitutiva que se obtiene en el síntoma es inconsciente y se corresponde con las Pulsiones incestuosas del Ello. En la vida corriente, lo que produce el síntoma es sufrimiento. Por este motivo, S. Freud afirma: “El síntoma produce una satisfacción que no es sentida como tal”.

¿Qué identificamos en el tratamiento de un Sujeto Neurótico? Los sujetos neuróticos tienen la capacidad de:

a) Expresar aquello que les ocurre con palabras corrientes y compartidas.

b) Otorgar un saber al analista y armar, así, un vínculo transferencial positivo.

c) Historizar y metaforizar su presente.

d) Asociar libremente, manteniendo la cadena discursiva.

Esto habilita al analista a poder leer lo que está cifrado en sus inhibiciones, síntomas y angustias. Lectura que oficia al modo de la clásica interpretación en psicoanálisis.

LA ESTRUCTURA PSICÓTICA

Operaciones clínicas

El mecanismo psíquico constitutivo de la psicosis es la forclusión. Implica el Rechazo de un significante fundamental expulsado fuera del universo simbólico del sujeto. Queda excluido de la estructura el significante de la Ley de Prohibición del Incesto. La Forclusión de la Ley de Prohibición del Incesto, es decir de la Castración, retorna a nivel de lo Real. La vivencia de que “todo es posible” resulta insoportable para el sujeto. El Delirio será la forma menos costosa para la estabilización de la estructura.
 
S. Freud realizó una aguda distinción entre la estructura neurótica y la estructura psicótica:

- El Sujeto Neurótico conserva la realidad, leída a través de su fantasmática singular.

- El Sujeto Psicótico rompe el contacto con la realidad, lo cual produce una desintegración de la estructura.

Sustituye a la realidad por la vía de los delirios y/o las alucinaciones, como modo de volver a integrarse. Por este motivo, los delirios y/o alucinaciones son un intento de curación.

¿Qué identificamos en el tratamiento de un Sujeto Psicóticos? Los sujetos psicóticos manifiestan:

1. Serias perturbaciones del lenguaje (neologismos, frase interrumpida, significación interminable, holofrase).

2. Presencia de Certezas que no dan lugar a la duda.

3. Ausencia del campo metafórico.

4. Descontrol psíquico del Campo Pulsional.

Psicosis y transferencia
Más allá de estos fenómenos declarados previamente, en las entrevistas preliminares hay indicadores para hacer un diagnóstico diferencial. En estas entrevistas, el analista se abstiene de intervenir al modo neurótico, pues no conoce de qué estructura se trata. No obstante, la transferencia es imprescindible para hacer un diagnóstico en psicoanálisis. El comportamiento en un análisis, en ese sentido, es de suma importancia para empezar a leer.

Por ejemplo, una persona puede consultar y el psicólogo creer que tiene que salir al rescate de esa persona que sufre. En especial, si se trata de la urgencia o la emergencia. El psicólogo puede querer alojar a ese paciente, y de repente el paciente rechaza las intervenciones... "No no, ud. no entiende...", dice y el rechazo se vuelve continuo, aunque el psicólogo tenga una buena predisposición.

Freud advirtió que no había que apresurarse a calmar al paciente de su sentimiento de culpa, porque seguramente es culpable de algo, pero no de lo que denuncia. Por algo eso está allí y hay que abrirlo, más que calmarlo. Esta es una buena indicación de Freud: darle legitimidad a lo que el paciente dice.

Por su parte, Lacan dice que en la psicosis, el gran Otro aparece como una voz que le habla y no a través de las palabras del Otro simbólico del neurótico. Se puede ampliar el tema en esta entrada. En la psicosis, el Otro avanza sobre él, dejándolo sin recursos. De esta manera, un analista se puede dirigir al paciente con su mejor intención de alojarlo, pero el psicótico puede percibir que se le viene encima. Estos pacientes que niegan las intervenciones del analista una y otra vez, entonces, pueden ser un indicador de psicosis.

La forma con la que el paciente habla, además, dan cuenta del grado de libidinización que tienen los objetos. Por ejemplo, frente a una pérdida, un neurótico hablará de ese relato con angustia y de su dolor. En la psicosis, el sujeto puede hablar de lo mismo de manera desafectivizada, somo si no lo tocara subjetivamente. esto también puede ser un indicador de psicosis. 

Intervenciones Clínicas

La Interpretación no puede ser utilizada en el campo de la Psicosis. Porque no hay Represión ni Retorno de lo Reprimido a partir de las formaciones del inconsciente.

La función del analista es rescatar la pulsión de vida, que es amenazada por la pulsión de muerte, pero la posición del analista no puede ser de salvataje. El analista no puede ser nunca el héroe ni el que tenga la receta, pero en el caso particular de la psicosis, el más amado pasa a ser el más odiado.

El lugar del analista debe ser, en estos casos, cálido pero distante. Lacan habla que el lugar del analista en la psicosis es la de "secretario del alienado": toma notas, construye junto al paciente. Imaginariamente, se invierte la cuestión y es el paciente el que construye su propio tejido, ayudado por ese analista.

Brindaremos los cuidados a los decires del paciente, para generar una “Confianza amiga”. Estaremos allí cuando nos necesite, en calidad de “Testigo” -al decir de J. Lacan-, ofreciéndole nuestro apoyo cuando trastabille con la realidad externa.

martes, 31 de octubre de 2023

Los diagnósticos en la infancia

¿Qué recibe un analista en la clínica de la infancia?
Atenderemos en primera instancia a las figuras parentales (madres, padres, abuelos) que llegan sobre todo angustiados. La angustia tiene diferentes caras, por lo cual adopta diferentes expresiones: desborde, enojo, irritabilidad. Nos hablarán de un niño que está por fuera del ideal que ellos esperaban o, incluso, el que la propia escuela considera como “correcto”.

Se presentarán luego los niños y niñas que fundamentalmente sufren y que también lo expresarán de diversos modos -de acuerdo a sus recursos psíquicos-. Lo hacen a través de berrinches, ataques de llanto, estados de apatía y desinterés, desatención, inhibiciones, conductas regresivas.

¿Cuál es el mayor riesgo de la clínica infantil en esta época?

El mayor riesgo que corren los niños y niñas en nuestra contemporaneidad es que, madres, padres, cuidadores y maestros, por seguir un “ideal de normalidad”, se sienten exigidos a rápidamente buscar un diagnóstico que dé respuestas a las supuestas “fallas”.

Se realizan “diagnósticos a la carrera”, que terminan transformándose en etiquetas identificatorias, catalogando a los niños y niñas por los síntomas que presentan, borrándose sin miramiento lo más preciado del infante: su subjetividad única, irrepetible y repleta de enormes potencialidades.

¿A qué abismo nos confronta “La Pastilla”?

Cuando aparece “La Pastilla” para modificar la conducta, toda pregunta que nos podemos formular y el llamado de auxilio por parte del niño o la niña queda sepultado. El fármaco, en algunos casos, podría ser un recurso eficaz -en tanto leve y transitorio, para facilitar la palabra y el juego cuando este está impedido-, pero siempre y en todos los casos debería ser complementario a un abordaje psicoterapéutico, donde el infante sea alojado y escuchado en la particularidad de su sufrimiento.

Cada vez estará en nuestro propósito ayudarlo, y por sobre todo, apostar activamente a que el niño o la niña pueda construir o recuperar su infancia.

¿Qué es la “iatrogenia profesional”?

Es el ejercicio de un daño (no necesariamente intencional) que viene desde el lado de una autoridad, que puede estar encarnada en un profesional.

En el caso de los infantes la iatrogenia profesional estaría dada por desconocer que el psiquismo en estos tiempos está en permanente estructuración. Esto quiere decir que está abierto a múltiples y variadas transformaciones. Sigmund Freud así nos lo fundamenta y nos lo enseña cuando conceptualiza el primer despertar sexual, seguido de la latencia y el segundo despertar sexual.

Hacer un diagnóstico cerrado en los tiempos de la infancia es colocar una sentencia inexorable, un “Destino” que no se puede detener, para el niño o la niña. .

Proponemos, entonces, como reverso a esta iatrogenia, tomar como joya conceptual y clínica el decir de Gisela Untoglich: “Los diagnósticos en la infancia se escriben con lápiz”.

¿Qué-hacer en la clínica frente al sufrimiento infantil?

- Como analistas es fundamental alojar activamente los decires del niño y su familia; principalmente, escuchar en qué lugar es situado por sus figuras primarias, qué mandatos pesan sobre él y las idealizaciones en juego.

- Ayudarlo en su sufrimiento, con el firme propósito de rescatar el derecho a su subjetividad y su potencia siempre abierta y expansiva.

- Mirar, leer y analizar, a través de todas las variables que tengamos a nuestro alcance (juegos, sueños, dibujos, actuaciones), cuál es la conflictiva predominante.

- Descifrar los recursos psíquicos del niño o la niña para hacer frente a sus dificultades internas y externas.


jueves, 5 de enero de 2023

De lo agobiante a lo neutral

 Esta viñeta clínica refleja el análisis con una adolescente (Luz) de 15 años.

La trae a consulta su padre, Ricardo, quien dice que su hija tiene que viajar a Disney en los próximos meses. Ella ha pasado en estos meses por varias consultas médicas “no se alimenta bien, esta caída, deprimida, se siente observada”. 

De la entrevista con la mamá (Liliana): “cuando era chica se ahogó con papas fritas (4/5 años) y seis meses pasaron hasta que volvió a comer…solo tomaba licuados” …. Del nacimiento de L, “cuando nació ella, me separé”

Luz vive con la mamá y su hermana de 17 años, Micaela. Sus padres se separaron hace varios años.

Su hermana Micaela también tiene una serie de manifestaciones que un tiempo atrás la llevaron a consulta psicológica (principalmente cortes en la zona de sus muñecas).

Luz tiene otros dos hermanos por parte de su padre que son adoptivos y con los cuáles tiene poca relación, más que compartir alguna comida los domingos.

Se encuentra en análisis hace ocho meses. A principios de junio 2021 realiza una interconsulta con una psiquiatra quien le receta sertralina y Risperidona, las dosis más bajas.


INTRODUCCIÓN

Podría ubicar tres momentos en el análisis con esta paciente hasta la actualidad. Un primer momento donde el trabajo principal fue con sus padres debido a la gran dificultad que presentaban para poder diferenciar que el espacio de análisis era de Luz y no el de ellos o de la hermana de Luz. Todas las consultas de los padres eran “urgentes” y se desdibujaban entre problemas parentales y consultas por la hermana. En este primer momento, Luz desplegaba en cada sesión el relato de innumerables manifestaciones que le sucedían, con lo cual era difícil poder ubicarla en cierto diagnóstico por la multiplicidad de sintomatología y por el poco tiempo que llevaba en análisis, además de que según en qué síntoma se situaba podía parecer desde una melancolía a una esquizofrenia, una histeria grave o una neurosis actual. En un segundo momento, los padres pudieron delimitar ciertas cuestiones en lo referente al tratamiento de Luz y esto permitió que cedan ciertos fenómenos al principio presentes. Y un tercer momento, en el cual se podría delimitar cierto diagnóstico, en la medida en que, hace aproximadamente un mes y medio el cuadro sintomático no ha presentado variaciones. Se presenta bajo una misma modalidad, que si bien parece desvitalizado en cuánto a su presentación sintomática, se ha fijado en un punto que permite cierta aproximación. El diagnóstico presuntivo que se intentará esbozar será por un lado teniendo en cuenta aportes psicoanalíticos que sitúan el cuadro dentro de un límite ni neurosis ni psicosis y por otro lado, siguiendo el manual DSM V un diagnóstico que permita situar el cuadro según síntomas que manifiesto la paciente desde hace un mes a la actualidad.


DESARROLLO

¿La relación de Luz con su madre, un estrago?

Para desarrollar este título tomo como referencia teórica principal el libro Un estrago, la relación madre- hija dónde los autores Batla, E; Criscaut, J; Favret E y otros (2014) realizan un análisis pormenorizado de esta relación en términos de que, en ciertos casos hay un viraje, una vuelta a la madre que angustia y enloquece. 

Si hay un factor fundamental en el caso clínico de Luz es la relación con su madre.

Luz dormía con su mamá, en la misma habitación y en la misma cama. Porque su hermana Micaela, la echo de su pieza. Mas adelante le construyen una habitación para ella, acción tras la cual la madre resiste la separación colocando su cama en la nueva habitación de la hija aludiendo que le va a dejar esa cama a ella y tiene que esperar que le traigan una nueva cama.

Luz dice:

“Siento agobio cuando mi mamá me dice algo o cuando me miran muy fijamente” de la mama dice “siempre me dice que no la amo o que se va a morir, porque supuestamente nosotras le hacemos problema (ella y la hermana)”

 “Quiere que le cuente todo como una amiga, porque su amiga era mi abuela” no quiere que yo tenga amigas, ni tampoco Micaela. “No tiene una responsabilidad afectiva hacia mi” “mi mamá me dijo que ella solo vive por nosotras” “si o si tienen que vivir conmigo, no me pueden abandonar” “no quiere quedar sola, no hay algo que haga por sí misma”

En relación a estos dichos de la paciente, cito un texto literario de Luce Irigaray que citan los autores del libro un estrago la relación madre hija, “ejemplificador de ese mundo fantasmático de madre e hija, y del destino terrorífico de dos cuerpos vaciados de deseo, y sin facilidad ninguna, donde una es la sombra de la otra”. p 17

“Y una no se mueve sin la otra, pero no es juntas que nos movemos. Cuando una viene al mundo, la otra cae bajo tierra. Cuando una porta la vida, la otra muere y eso espero de ti, en que dejándome nacer tú permanezcas también viva.

Con tu leche, madre mía, tú me has dado el hielo y, si yo parto tú pierdes la imagen de la vida, de tu vida. Y si yo permanezco, ¿no soy el depósito de tu muerte? A cada una su representación hecha pérdida. Su rostro, la animación de su cuerpo, falta…”

Este texto literario expresa cómo es vivido por Luz esta unión con su mamá, ella siente que no la puede abandonar, pero a la vez se agobia con su presencia.

Con respecto a su posición en la familia de la madre dice: 

“Soy la psicóloga de la familia, me cuentan los problemas”

“Me empecé a dar cuenta de mi existencia, estaba ahí pero no estaba ahí. Hay que callarse y no decir nada me decía mi mamá”

En las primeras entrevistas y durante los primeros seis meses (de ocho que lleva en análisis) una figura principal en su sintomatología fueron sus TICS. Ella los describe como manifestaciones involuntarias que hacen que mueva ciertas partes del cuerpo. No puede establecer que le pasen ante determinado estímulo o situación específica, al comienzo alude a la mirada de su madre, pero luego esto se desdibuja y simplemente pasan “de la nada”

De sus TICS dice:

“Algo involuntario. Temblor de manos, mover la cabeza para un lado” (…)

“Me dan ataques en cualquier momento, me siento agobiada, hasta me cuesta respirar, me agarran TICS, escalofríos, mi cuerpo se mueve solo”

“agitada, presionada, agobiada (muevo la cabeza), mano en la boca, involuntariamente me pego en la frente”

Me hace recordar alguna cosa que paso: por ej no me despedí de mi abuelo y se murió, él era todo” (papá de la mamá) Fallece hace 4 años, de cáncer, en 2017

“Giro la cabeza, me pego la cara. Digo cosas que no quería decir, por ej: ah!. Cierro los ojos”. 

En relación a esto último, en su libro La clínica del psicoanálisis, las psicosis, Gabriel Lombardi (2012) nombra a Séglas quien llamo” alucinaciones psicomotrices verbales a la variedad en que el sujeto no escucha palabras, sino que las emite, en voz baja o en voz alta, a veces sólo con movimientos esbozados de los labios, a penas perceptibles, pero en todos los casos sin que el sujeto se reconozca en la enunciación. Esa emisión se le impone, no es voluntaria”. P.95

Si bien Luz la mayoría de las veces alude a que estos TICS surgen de la nada en ciertas ocasiones, principalmente al comienzo del análisis, lo pudo asociar a la mirada materna. No sólo estos TICS sino también desmayos, que en la actualidad del tratamiento no aparecieron más pero que es de importancia su aparición porque dan cuenta de esta relación de pérdida  madre-hija

“me suelo desmayar, en colectivos, en la calle, cuando iba al colegio, terminaba vomitando en el colectivo” “desde chica me desmayaba (4-5 años). Cuenta la primera vez que recuerda un desmayo…fue en una pileta y dice “mi mamá me mira y ve que me caigo”

“cuando me mira mucho tiempo fijamente, si me doy cuenta, me dan los ataques…me mira mucho tiempo, me siento demasiado observada y me siento rara” “cuando estábamos comiendo en lo de mi abuela, mi tía y mi abuela me miraban al mismo tiempo y fue agobiante”

En lo escópico- seminario 11 Lacan, J (1964) dice “La mirada puede contener en sí misma el objeto a del álgebra lacaniana donde el sujeto viene a caer: el que en este caso, por razones de estructura, la caída del sujeto siempre pasa desapercibida, por reducirse a cero, especifica el campo escópico, y engendra la satisfacción que le es propia. En la medida en que la mirada, en tanto objeto a, puede llegar a simbolizar la falta central expresada en el fenómeno de la castración, y en que, por su índole propia, es un objeto a reducido a un función puntiforme, evanescente, deja al sujeto en la ignorancia de lo que está más allá de la apariencia” (….) p.84 “ En lo visible, la mirada que está afuera me determina intrínsicamente. Por la mirada entro en la luz, y de la mirada recibo su afecto. De ellos resulta que la mirada es el instrumento por el cual se encarna la luz y por el cual soy foto-grafiado. P.113.

La madre la mira y ella se desvanece. En relación a la mirada, en el libro Trastornos del lenguaje y estructura de la psicosis, Napolitano. G (2005) refiere “Esa mirada viene del mundo e implica efectos de perplejidad debidos a esa deslocalización de goce, en tanto el objeto no lo condensa, y en consecuencia adquiere ese carácter masivo “p. 99

“Siento que me miran, y no puedo estar tranquila. No sé si solo una persona o varias, por un lado siento miedo. Como si en serio me estuvieran mirando y me doy vuelta para comprobar que no es asi, siempre intente comprobar”

“Se me nubla la vista, veo puntos, no me puedo mantener estable”

Con respecto a las manifestaciones de TICS y los mareos Luz enuncia que su madre padece de ataques de pánico y esta diagnosticada con hipocondría. Al principio cuando dormían en la misma habitación y en la misma cama Luz admite que sentía lastima por su mamá pero que tenía que aguantar las quejas por sus dolencias porque ella dormía ahí con ella.

Ciertos rasgos que ella presenta en sus TICS se pueden identificar como conductas que habitualmente su madre realiza:

Me di cuenta que las cosas no son muy normales en mi familia” “mi mamá cada vez que se ponía muy nerviosa se golpeaba con las manos la cara” “Me dijo que lo hacía para no pegarnos” “una hermana de mi abuela intento acuchillar a su hija, está en un psiquiátrico en bs as”

En esta dirección, y pensando el diagnóstico en un (entre) ni neurosis ni psicosis, retomo al libro Un estrago, la relación madre hija dónde los autores refieren “Cuando la dirección al significante paterno por algún motivo vacila, arrastrando las identificaciones y la dimensión de espera que instalara la solución edípica, se produzca el retorno a la madre en una dimensión que implica la pregunta mas radical por el ser. Pero la primera en el estrago, su madre, ingreso también a su propio complejo de Edipo, identificándose a un significante que no alcanza a dar cuenta de esa privación inicial. Lo que no pega es que la espera se dirija ahora a quien está estructuralmente imposibilitada de responder” p.51

“En la mujer, el fracaso en colocar un significante paterno que de cuenta del a como causa de deseo, podrá reenviarla a la madre en busca de resolver el enigma por aquello que de su ser ha quedado como faltante en la solución fálica “ p.83

En esta pregunta dirigida a la madre, Luz encuentra una imposibilidad, su madre pareciera “no ser normal”. Su madre se altera, no la sostiene, la mira pero no la ve, no ve lo que tendría que ver. En esta línea, Luz relata en las primeras sesiones una situación de abuso que padeció en presencia de su madre:

“no soy muy afectiva”…”cuando era chica si, después no pude porque a mi hermana le paso algo con un tío y no le creyó a ella y yo pensé que a mí tampoco”

Sobre el tío: (es primo de su mamá y en un momento fue novio de su mamá, lo cuenta varios meses después) “Me hacía creer que no era intencional y por ahí te daba un pico, te tocaba la cola o te sentaba arriba de él”.

“M (la hermana de L) le conto a mi papá y lo denunciaron”.

Sobre la situación de abuso: L tenía 12 años, “era cuando estaba ella (mamá), Él (tío) aprovechaba…. Sobre su mamá: veía, pero no todo, no veía cuando me daba un pico”

No se baña, pasa días sin bañarse, se baña cuando va a clases, al doctor o a la casa del papá. La mamá “ni cuenta se da”

La presentación del A, del Che Voui?, esta encarnada en: “Ella, mi madre, ¿qué me quiere? ¿qué me muera? ¿Qué me mate? ¿Qué la mate?  Batla, E; Criscaut, J; Favret, E y otros p. 85. Tomando esta cita, se pueden pesquisar en su historia ciertos indicios a esta pregunta dirigida a la madre:

pensé en matarme antes de mis 15, me tomo todas las pastillas y ya está”. “Mi vieja tiene clonazepam, es hipocondríaca y tiene ataques de pánico. Cuando yo duermo con ella tengo que soportar todo eso. Yo siento lástima por ella, porque dice que no la entiendo”

“Para mí no tiene sentido vivir, para que quiero eso…trabajar para después envejecer, estoy existiendo, no estoy viviendo…. ¿Qué sería vivir? “Sentirse feliz, son momentos. El final seria como una paz para mí, no existen los problemas”

Por último, se hacen presentes en el discurso de Luz indicios de ciertas distorsiones en las cuales aparece cierta pérdida de realidad, Freud, S (1924) en su texto La pérdida de realidad en la neurosis y en la psicosis enuncia “(…) en ambas afecciones, la neurosis y la psicosis, se desarrolla no sólo una pérdida de realidad, sino también una sustitución de realidad”. p 2727

Así enuncia Luz que ve una distorsión de la pared, como si se le viniese encima, escucha un grito de mujer

“Vi una mano del armario de mi pieza y me quedé mirando. Puedo modificar algo y ver cosas, trato de pensar y con solo imaginarlo puedo verlo. Cuando dudo si yo lo hice o es en serio siento miedo”

Entre madre -hija y hermana hay, la mayoría del tiempo, una locura compartida que, al intentar abordarlas ellas lo remiten a cuestiones referidas a posesiones, magia negra o simplemente energías. Cuando Luz presenta sus TICS en presencia de su madre ella intenta “exorcisarla”.

“la suspensión, no forclusiva, observable en estos casos, reanima el goce en diversas figuras de crueldad. Mientras el deseo implica pregunta, el goce otorga consistencia a figuras de pesadilla, emergen los monstruos demoníacos como formas imaginarias del goce”, Batla, E; Criscaut, J; Favret, E y otros p. 85


DIAGNÓSTICO PRESUNTIVO

En este apartado se intentará esbozar, delinear un diagnóstico. Como dice una frase muy conocida “los diagnósticos se escriben con lápiz”. En una primera parte se incluye una hipótesis diagnóstica desde el psicoanálisis para luego pasar a un diagnóstico delimitado por una convención que permita una mirada desde el punto de vista fenomenológico.

En relación al psicoanálisis este caso es difícil de situar, primero por la edad de la paciente, en la cual la pre -adolescencia pone en juego ciertas problemáticas comunes a este rango etario que atraviesan el cuerpo, la identidad, el duelo, la sexualidad, entre otros. Por otro lado, el desplazamiento de las manifestaciones de una sesión a otra, y la cantidad de ellas lograban que la analista “se pierda” en tantas expresiones. En esta desorientación del principio se sumaban las demandas parentales, intensas, molestas pero de poca ayuda para el encuadre analítico. Estos padres hacen ruido pero no actúan. La madre mira, pero no ve,  y ¿el padre? Es un padre que pone en juego su palabra pero continuamente se corre, no logra sostenerla, no la sostiene a su hija.

En el libro un estrago, la relación madre e hija figura la siguiente cita, Cuando por diferentes motivos e historias “…el padre es carente de una manera o de otra (muerto, ausente, incluso ciego), se producen las neurosis más graves” Lacan, J: Intervenciones y textos, 1948. P.20.

Para el esbozo de un posible diagnóstico la lectura del libro ¿Ni neurosis ni psicosis? Fue de utilidad, no sólo práctica, sino también a modo de apaciguar la premura en un posible diagnóstico. En este libro Soria, N (2015) argumenta que hay casos en que “No se trata del goce absoluto de la psicosis, sino a momentos de predominio de a. El significante paterno ha intervenido y, como señalamos, se halla transitoriamente suspendido. El objeto a funciona entonces como causa del deseo, sino que, reducida la función de – phi lo hace articulado a un fantasma de extrema fijeza. Se establecen un imaginario y un real casi sin intermediación simbólica. Estrago dice Lacan ¿Qué es lo estragado, devastado? La eficacia simbólica, con la consecuente inflación imaginaria. La experiencia clínica confirma que estas pacientes podrían, en algún momento, retomar el derrotero del deseo, incluyendo un goce articulado a la medida fálica”. p. 87

Al intentar arribar un diagnóstico siguiendo el manual diagnóstico y estadístico para trastornos mentales DSM V, si bien tiene síntomas compatibles con una depresión, guiada por los signos de mayor prevalencia desde hace tres meses podría incluir el cuadro dentro dentro del:

Trastorno de despersonalización/desrealización 300.6 (F48.1)

 A. Presencia de experiencias persistentes o recurrentes de despersonalización, desrealización o ambas: Otro trastorno disociativo especificado 

 1. Despersonalización: Experiencias de irrealidad, distanciamiento o de ser un observador externo respecto a los pensamientos, los sentimientos, las sensaciones, el cuerpo o las acciones de uno mismo (p. ej., alteraciones de la percepción, sentido distorsionado del tiempo, irrealidad o ausencia del yo, embotamiento emocional y/o físico). 


“Ayer estuve rara, sentía que no era yo, que estaba alguien hablando por mi”

“Me suele pasar como que estoy sentada y no soy yo, estoy en tercera persona” “el cuerpo se va, se empezaron a alejar las cosas”

“A veces me veo en el espejo, veo distinta mi cara, una persona nueva”

“Veo como si fuera desde una pantalla, como si fuera ampliada la visión” “mi voz, no es mi voz” “como si mi cuerpo estuviera en automático y yo solo lo estuviera viendo y no actuando”

“no estoy dónde tendría que estar, no entiendo si soy yo”


2. Desrealización: Experiencias de irrealidad o distanciamiento respecto al entorno (p. ej., las personas o los objetos se experimentan como irreales, como en un sueño, nebulosos, sin vida o visualmente distorsionados). 


Antes veía siluetas en las paredes, partes más claras y más oscuras, con el antipsicótico pararon.

“Me cuesta estar en la realidad, siento que todo es mi imaginación”


Si bien esta despersonalización en ocasiones se sigue presentando no podría considerar al presente que cumple con los ítems mencionados en el DSM V para este diagnóstico. Lo que persiste es la desrealización, debido a que duda constantemente de la “realidad”.

En el último mes y medio de análisis Luz siempre se presenta de la misma forma al comenzar la sesión, a la pregunta ¿como estas? Responde:

“neutral” “No me afecta nada, nada me importa, no es que nada importa…es distinto nada más” “últimamente no caigo que estoy en la realidad, es más continuo, estoy desconectada, veo todo desde otra perspectiva”

Enuncia continuamente que se siente en otra realidad y que ya no sabe si esta en la realidad o qué es real y qué no.

Se dio un cambio muy radical en Luz debido a que en un comienzo ella expresaba con soltura todas aquellas manifestaciones que iba vivenciando, inclusive relatos de lo que sucedía en su casa y cómo se sentía ante eso. Lo que se puede identificar como un quiebre entre el antes y el presente es que ella comenzó a cuestionar el accionar de su mamá y de qué tan normal era su comportamiento. Se acrecentaron los interrogantes hacia sus actitudes y comenzó a ver que ella “tiene problemas”, hasta le pidió a su mamá que consulte con un psicólogo.

Luego de estos cuestionamientos al accionar de su mamá ella se muestra olvidadiza y sostiene que hay cosas que no se puede acordar. En una sesión luego de decirme que es su hermana la que siempre recuerda todo lo que pasa en su familia, le pregunto qué pasaría si viene la hermana a su sesión y cuenta algún recuerdo y me dice que probablemente si lo dice su hermana ella pueda recordarlo.

Me pasa algo después de haber entendido algo que me hubiera afectado y me lo olvido y ahí empieza lo de la realidad, ¿será un mecanismo de defensa? ¿Qué entendes por mecanismo de defensa? “Tapa algo para que yo me sienta bien, mi cerebro evade eso para que yo esté bien”

Teniendo en cuenta el último mes de análisis, debido a lo prevalente en su cuadro podría decir que presenta una Amnesia disociativa, sin fuga disociativa

Amnesia disociativa 300.12 (F44.0) 

  1. Incapacidad de recordar información autobiográfica importante, generalmente de naturaleza traumática o estresante, que es incompatible con el olvido ordinario. Nota: La amnesia disociativa consiste la mayoría de veces en amnesia localizada o selectiva de un suceso o sucesos específicos; o amnesia generalizada de la identidad y la historia de vida. 


En el caso de Luz, la amnesia se enlaza a sucesos que ocurren en su casa y que la afectan, principalmente en relación a su mamá.


  1. Los síntomas causan malestar clínicamente significativo o deterioro en lo social, laboral u otras áreas importantes del funcionamiento. 


Luz manifiesta que últimamente se cuelga y le cuesta hacer sus trabajos de la escuela 


“Me pierdo, presto atención, pero me pierdo”


Al indagar si piensa o qué piensa en los momentos que se cuelga responde:


“a veces pensando, otras…la nada (…) pienso y ahí me olvido, me doy cuenta de algo y ahí…”


  1. La alteración no se puede atribuir a los efectos fisiológicos de una sustancia (p. ej., alcohol u otra droga, un medicamento) u otra afección neurológica o médica (p. ej., epilepsia parcial compleja, amnesia general transitoria, secuelas de una contusión craneal/traumatismo cerebral, otra afección neurológica). D. La alteración no se explica mejor por un trastorno de la identidad disociativo, un trastorno de estrés postraumático, un trastorno de estrés agudo, un trastorno de síntomas somáticos o un trastorno neurocognitivo importante o leve. 

  2. Nota de codificación: El código de la amnesia disociativa sin fuga disociativa es 300.12 (F44.0). El código de la amnesia disociativa con fuga disociativa es 300.13 (F44.1)

En relación a la amnesia, y volviendo al psicoanálisis se podría considerar esta última como un fenómeno que alude a un proceso defensivo, tal como lo enuncia la paciente “ …¿será un mecanismo de defensa? ¿Qué entendes por mecanismo de defensa? “Tapa algo para que yo me sienta bien, mi cerebro evade eso para que yo esté bien”

En psicopatología de la vida cotidiana, en Olvido de impresiones y propósitos Freud, S (1901) refiere “hallamos indicios abundantes de una resistencia que se opone al recuerdo de impresiones penosas y a la representación de pensamientos desagradables…es necesario penetrar en la psicología de los neuróticos. Por poco que en ella nos adentremos, se nos impondrá en efecto, el indicado impulso defensivo elemental contra las representaciones susceptibles de despertar sensaciones desagradables, impulso sólo comparable al reflejo de fuga ante los estímulos dolorosos, como una de las principales bases de sustentación de los síntomas histéricos” p. 848

Teniendo en cuenta el olvido como un efecto posible de un mecanismo de defensa se infiere los vestigios de un conflicto psíquico. Ella algo sabe, pero no quiere saber más, al parecer con la ayuda de su hermana podría recordar, pero no esta segura de querer hacerlo.


CONCLUSIONES

De este caso se han recortado fragmentos para orientar cierto diagnóstico. Por lo tanto, quedan por fuera otros signos, otros fenómenos que se presentan en Luz, como ciertas cuestiones con su identidad de género, su relación con la alimentación, la relación con su hermana, el ánimo depresivo, entre otros.

Desde el psicoanálisis se observa cierta movilidad en sus síntomas que dificultan una toma de posición definitiva, orientando este caso entre la neurosis y la psicosis, al menos hasta el presente. En relación a lo fenomenológico y ubicando el último mes de análisis el diagnóstico podría ubicar, desde el DSM V una amnesia disociativa, sin fuga disociativa.

Quisiera ubicar algo particular de este caso, en el cual la pregunta del diagnóstico se había convertido al principio en una demanda del padre. El padre solicito un diagnóstico luego de la cuarta entrevista, el necesitaba saber que tenia la hija. Pudo entender, después de un arduo trabajo, que lo importante no era el diagnóstico, sino escuchar y alojar a su hija. Esto abre la pregunta por la importancia de un diagnóstico en análisis. Soria, N (2015) argumenta “en efecto, es la vertiente terapéutica del psicoanálisis la que abre la cuestión de la necesidad del diagnóstico. En este sentido una pregunta fundamental es ¿para qué diagnosticamos? Sin duda hay diversos usos del diagnóstico, muchos de ellos sospechosos desde el punto de vista ético (…) pero hay un uso privilegiado, acorde a la ética del análisis que es poder establecer una dirección de la cura, eventualmente rectificar la posición del analista o la dirección de sus intervenciones. p. 26

BIBLIOGRAFÍA:

Elba, B; Criscaut, J; Favret E. y otros : Un estrago, la relación madre-hija.Bs. As. Gramma ediciones, 2014

Freud, S : Psicopatología de la vida cotidiana (1901) en obras completas Tomo 1 . Ballesteros, L y de Torres. Bs. As. El Ateneo, 2003

Freud, S : La pérdida de realidad en la neurosis y psicosis (1924) en obras completas Tomo 3 . Ballesteros, L y de Torres. Bs. As. El Ateneo, 2003

Guía de Consulta de los Criterios Diagnósticos DSM V. 2014

Lacan, J: Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis. Bs. As. Paidos, 1987

Lombardi, G; La Tessa, M; Skiadaressis, R : La clñinica del psicoanálisis 3. Bs. As. Atuel, 2012.

Napolitano, G: Trastornos del Lenguaje y estructura de la psicosis en la enseñanza de Jaques Lacan Vol II. La plata, de la campana, 2005

Nieves, S: ¿Ni neurosis ni psicosis. Bs. As. Del bucle, 2020.