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jueves, 10 de octubre de 2019

Ni tics, ni temblores... son estereotipias.

Las estereotipias se engloban dentro de los trastornos del movimiento hipercinéticos, es decir, por exceso de movimiento, que incluyen: tics, temblor, mioclonus, atetosis, corea, distonía y estereotipias. 
Actualmente se define la estereotipia como movimientos repetitivos, semiinvoluntarios, rítmicos (aunque no siempre), coordinados, no propositivos (que no se realizan con un fin), estereotipados (que se repiten siempre de forma idéntica), suprimibles con la distracción o con la iniciación de otra actividad, que no impiden la realización de una actividad motora pero que, en ocasiones, pueden interferir con las actividades normales si son muy frecuentes o resultar lesivos para el individuo (en casos graves asociados a otros déficits neurológicos).

¿Cuándo suelen aparecer las estereotipias?

Suelen iniciarse antes de los 3 años de edad, ser bilaterales y afectar a las extremidades superiores. Tienen un inicio y un fin bien definidos, aunque su duración es variable. Suelen exacerbarse o inducirse por el sueño, el estrés, la concentración, la fatiga, el aislamiento sensorial, el aburrimiento o la ansiedad. Normalmente se asocian con situaciones positivas o placenteras para el niño.
Se estima que entre el 3 % y el 9 % de los niños de entre 5 y 8 años presentan estereotipias primarias. Asimismo, se calcula que entre un 40 % y un 45% de los niños con autismo presentan al menos un tipo de estereotipia. 

¿Con qué se pueden confundir las estereotipias?

Las estereotipias se pueden confundir con otros trastornos del movimiento hipercinéticos (especialmente con los tics complejos), como compulsiones, crisis epilépticas, con automatismos o con movimientos como asentimiento o cabeceo (head nodding) o secundarios por enfermedad neurológica.
Para poder diferencias las estereotipias podemos tener en cuenta varias características: 
  • Inicio precoz (en menores de 3 años, los tics aparecen más tardíamente, a los 6-7 años)
  • No aparecen en sueño
  • El individuo no es consciente del movimiento de la estereotipia
  • Los movimientos siguen un patrón fijo, siempre son iguales (a distinción de los tics motores complejos, cuyo patrón es errático y van variando con el tiempo)
  • Predominio en extremidades superiores, pero también pueden afectar a las inferiores y al resto del cuerpo (los tics predominan más en la cabeza y extremidades superiores, o tronco)
  • Ritmicidad (a distinción de los tics)
  • Suprimibles con la distracción (a distinción de las crisis epilépticas y otros trastornos del movimiento hipercinéticos, además los tics son menos suprimibles que las estereotipias)
  • Mayor duración que los tics
  • No asocian alteración del nivel de conciencia
  • Ausencia de sensación anormal premonitoria o urgencia en su realización (diferencia con tics o compulsiones)
  • Pueden ser placenteras para el individuo (a distinción de las compulsiones o los tics)
  • Al suprimirse no generan ansiedad en el niño

¿Cómo se clasifican las estereotipias?

Las estereotipias pueden ser: 
  • Motoras (movimientos) ó fónicas (emisión de sonidos o vocalizaciones); 
  • Simples (movimientos simples y únicos, sonidos guturales) o complejas (movimientos más complejos, coordinados, implican más de una acción, vocalizaciones);
  • Primarias o secundarias.